Canalización introductoria al Círculo del Doce – Kryon a través de Lee Carroll
17 de febrero de 2021
Las Cuatro Facetas de la Compasión – Parte 3
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Cuando empezamos esta serie les dije que presentaría
cuatro facetas o fases de la compasión. Existen muchas facetas o fases de la
compasión; nosotros veremos cuatro. Algunas comunes, otras más difíciles. Esta
es la tercera. De todas las cuatro, estudiamos esta, la catalítica. Catalítica
se refiere al 3, que es el cambio que viene si puedes entender esta, que es la
más difícil. Es la más difícil porque tiene que ver contigo personalmente.
Hagamos lo que hemos hecho las dos veces anteriores: les
vamos a dar una definición de la compasión. La definición que damos no
necesariamente es la que ustedes encuentran en su sociedad, en sus
diccionarios, porque proviene de nosotros.
¿Cuál es, en tu opinión, la forma más elevada de
compasión? Esa sería la que proviene del
otro lado del velo. Puede ser transferida, asumida, y ser parte de ustedes,
asimilada, porque tu alma es parte de la Fuente Creadora. Me gustaría dar, una
vez más, la definición de la compasión. Según la vemos nosotros, la compasión
es la conexión con la mente del Espíritu. La mente de Dios, si lo desean, de la
Fuente Creadora, una conexión con la Fuente Creadora, que permite que ocurra
una fusión. Les da la energía de la benevolencia madura, una apertura del
corazón, y un entendimiento de todo lo que les rodea. Lo diré de nuevo: tal vez
las palabras puedan cambiar un poquito, para que ustedes lo oigan otra vez y
otra vez – y otra vez. La compasión es la conexión con la Fuente Creadora, con
Dios, que permite que ocurra una fusión que les dará la energía de la apertura
del corazón, que creará benevolencia, sentimientos maduros para que entonces
tengan un entendimiento que está más allá de lo que antes tenían.
Lo siguiente es qué hacer con eso. Porque en esta, la
tercera de la serie sobre facetas o fases de la compasión, es la compasión para
ti mismo. Si lo recuerdas, las primeras dos eran un poco más fáciles. Aunque
los temas eran diferentes, este tema tiene que ver contigo. Si habláramos de
una de las cosas más difíciles de hacer para un humano, sería el entender cómo
amarse a sí mismo. Eso es otra canalización. Pero dentro de ese ámbito, está
esto: tener compasión para sí mismo.
Habrá quienes digan “Kryon, no estoy seguro de que haya diferencia”
Habrá quienes digan “Ni siquiera sé por dónde empezar.” Tienen razón. Es difícil mirarse a sí mismo
de esta manera. Casi todas las consciencias, en especial del ser humano,
empiezan con la supervivencia. Y después de eso, incluso después, tienen la
madurez del espíritu iluminado que muchos de ustedes tienen. Todavía se miran a
sí mismos de un modo totalmente diferente. Hay muchos; es comprensible; van por
la vida y luchan todo el camino; pasan cosas y ellos no entienden. Y cuando
pasan las cosas ellos sienten “No sé qué hice de malo, o tal vez soy una
víctima. A lo largo de esta vida a nadie le importa de mí” y así siguen y
siguen. Y dicen “¿Cómo voy a tener compasión para mí mismo? Si este es el caso, ¿cómo puedo tener
compasión para mí mismo?” Y luego dicen, “Bueno, ya sé cómo. Siento lástima.
Eso es; tengo lástima de mí. Soy compasivo para mí.” (se ríe). ¿Recuerdan la primera lección? No se trata de lástima,
queridos; la compasión no es lástima. Les dimos la definición. La compasión no
es sentir lástima por uno mismo o por algún otro; oh, no.
De modo que aquí estamos con la idea de que puedes tener
compasión para ti mismo. ¿Qué has atravesado? No importa cuánto has vivido;
joven, mayor, no importa; todos han atravesado cosas, que tal vez crearon tu
sensación de ser inferior, o de estar terminado. Esto es común para todas las
consciencias, incluso al crecer. ¿Puedes mirar a tu vida, hasta aquí, y decir
“He pasado por muchas cosas, y todavía estoy aquí. De hecho estoy aprendiendo a
ser más bondadoso conmigo”? Podrías decir eso, porque esa es la lección, ¿no es
así? Esto es lo que enseñamos, ¿no es
así? De eso se trata el Círculo del Doce; te sientas en la silla y empiezas a
verte a ti mismo bajo una luz diferente. ¿Puedes tener compasión para tu viaje?
Otra vez; una conexión con la mente de Dios, la fusión de benevolencia y
entendimiento, apertura de corazón, para ti mismo. ¿Puedes dar un paso atrás y
mirar a – aquí va tu nombre – y decir, “Vaya, ¡qué vida! ¡Lo que has
atravesado!”? Si sabes de qué hablo.
Hay una expresión que quiero recordarte, que hemos usado
antes. El hierro afila al hierro. ¿Te han afilado últimamente? Y si así fue,
¿puedes tener compasión por ti en esta situación, no como una víctima, sino
como un vencedor?¡ Sé victorioso! A la luz de que te pasan tantas cosas, y atravesando
todo eso, y saliendo del otro lado, como debiste hacerlo para mirar esto.
¡Vaya! Impresionante. Tener compasión,
conectando con la mente de Dios, y verte a ti mismo, y tener apertura de
corazón al respecto, ser benévolo, verte a ti mismo tal vez, sentado en la
silla y dirigiéndote a ti mismo y diciendo “Yo tengo compasión por esta alma
que ha pasado por estas cosas y ha sobrevivido – como vencedora – no como
víctima.” Pasar de víctima a la victoria, es eso la esencia de tener compasión
por ti mismo. Invito a algunos de ustedes a escuchar esto otra vez, para que
entiendan lo que estoy diciendo, de qué estoy hablando. La cosa más difícil
para que ustedes hagan es dar un paso atrás desde sí mismos. Les hemos pedido
que se amen a sí mismos. Pueden amarse debido a lo que han atravesado y debido
a aquello que verdaderamente es su consciencia sagrada, y harían bien en hacer
eso. Son criaturas del Creador, amadas por el Creador, y eso les da la
capacidad de ser compasivos para con ustedes también.
Lo diré otra vez: la compasión es el catalizador que crea
cosas. Si puedes tener compasión por estas cosas que te estamos enseñando este
mes, lo que sucede luego es especial. ¿Sabías que la compasión es el
desencadenante que elimina el miedo? Si eres una persona compasiva, ves las
cosas de modo totalmente diferente, incluyéndote a ti mismo. Digamos que llegas
a algún lugar desconocido, y algo inquietante sucede, tal vez incluso algo
negativo, ¿puedes detener eso y decir “Yo atravesé eso, ¡Vaya!”? El hierro
afila el hierro. ¿Puedes mirarte a ti mismo como vencedor en una serie de
eventos en que conquistas el miedo y conquistas lo negativo a tu alrededor?
Es lo opuesto para
muchos. Caen en esa pauta; cada vez que algo sucede dicen “Oh, aquí está esto
de nuevo. Y va a suceder otra vez. Aquí está de nuevo. Nunca puedo salir
adelante.” Te decimos, querido, esa no
es tu herencia. No es para eso que estás aquí. Estás aquí para conquistar cada
una de esas cosas, y entrar en una luz que luego crea situaciones que no esperabas
– si puedes tener compasión. Ese es un elemento de Dios, y ese elemento empieza
a crecer contigo y luego se convierte en tu segunda naturaleza. No solo tendrás
compasión por otros y por el plan, y las cosas que te hemos dicho en las
primeras dos canalizaciones; ahora llegas a ti mismo. Y cuando empiezas a tener
compasión por ti mismo, aquí llega, aquí viene, la sanación comienza. Las
células de tu cuerpo, las enfermedades que podrían estar allí, las cosas que
piensas que pueden venir a ti genéticamente, todo eso empieza a irse. Porque tú
has elegido ser compasivo con lo que eres tú – tu nombre va aquí. Allí comienza
la sanación. Allí es cuando eliminas todas las cosas que podrían interferir con
tu sanación, tu vida extendida.
He hablado antes de estas cosas, cuanto más compasivo
puedas ser como persona, más veces te encontrarás en el lugar apropiado en el
momento correcto, para las cosas sincrónicas por las que siempre oras.
Este es el amor de que hablamos, que es posible porque la
compasión sagrada viene con el ser humano; está en tu alma, lista para
comenzar. Solo tienes que aprender a usarla, a trabajar con ella. Cuanto más lo
hagas, mejor se vuelve.
De las cuatro facetas o fases de la compasión, esta es la
más difícil. Compasión para sí mismo. Felicitaciones, si entendiste este
mensaje en particular, porque lo dimos con la compasión del amor que Dios tiene
para ti – tu nombre va aquí. (se ríe)
Y así es.
Kryon
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro