25 mayo 2020

¿Qué es la muerte? - Jim Self y Roxane Burnett


Conversaciones Matinales de Jim Self y Roxane Burnett
¿Qué es la muerte?
Roxane:           Me gustaría que hablemos sobre la muerte.
Jim:      (se ríe) Te estás muriendo por hablar sobre la muerte.
Roxane:           Sí. Recibimos un email donde una persona decía que su padre había estado tratando de morir durante largo tiempo, y parecía que no podía conseguir soltar. Entonces su pregunta era “¿Cómo puedo ayudar a mi padre a irse?”
Jim:      La muerte es realmente un tema interesante. En gran medida no es lo que nosotros pensamos que es, pero en este caso es muy interesante porque la gente trata de salir de su cuerpo, pero para salir del cuerpo se necesita un nivel de energía, la propia energía, para salir del cuerpo. Y lo que sucede, muy simple, es que damos nuestra energía: “Yo te amo”, te doy mi energía, tú me amas, me das tu energía, tú entras en mi espacio, yo en el tuyo, pero más específicamente hay un aspecto de por qué ella hizo eso, y él/ella no debiera haber hecho eso, y yo pienso esto, y tú eres malo, y esto es bueno... Realmente es muy interesante, es como arrojar pequeños dardos con hilos en ellos, que dicen “debieras hacer esto”, y alguien me tira un dardo a mí  que dice “tú no eres una buena persona”. Estos intercambios de energía van y vienen, todo el tiempo, durante toda la vida, y cuando llegas al momento de morir necesitas una cierta cantidad de energía en tu espacio, y muchas veces la gente trata de salir del cuerpo pero están como atados...
Roxane:           Por esos pequeños dardos...
Jim:      Por estas energías de otras personas, y el peso los retiene porque no tienen suficiente fuerza en su cuerpo para decidir salir del cuerpo. Entonces, una cosa que la persona puede hacer, y es realmente importante, es llamar a su energía que regrese y deje a la otra persona. Ahora bien, esto puede ser complicado, porque dices “Lo amo y no quiero que se vaya”.  Y ese no quiero que se vaya es lo que está en su espacio y se convierte en el peso que no le permite salir.
Entonces hay un conjunto de cosas que puedes hacer para empezar a salir de este problema. Si no sabemos la respuesta, la cuestión se vuelve muy complicada. Pero cuando se sabe la respuesta, es más bien directo y sencillo de hacer. Hablaré de eso en la próxima sesión.
Roxane:           Ok, entonces lo único que este hombre puede hacer es por su parte hacer una separación respecto a su papá pero él no sabe nada de cómo hacer separaciones, y eso funcionaría para ayudar a su papá.
Jim:      Claro. Pero es empezar a entender de qué se trata todo esto, entender cómo funciona la muerte en este contexto, darle a alguien espacio o lugar, e incluso ayudarlo a dejar su cuerpo es algo que se vuelve muy accesible a una persona en esta situación.
Roxane:           Ok, eso es útil.  Entonces, si yo tuviera a alguien en mi vida que está muriendo, y se esfuerza y no puede dejar el cuerpo, ¿qué puedo hacer por mi parte para ayudarlo?
Jim:      Puedes salirte de su espacio. Ahora bien, ese es un comentario raro para hacer, porque la mayoría de la gente no reconoce el espacio, o estar en el espacio de otra persona en ese contexto. Y es “mi padre, madre, esposa, esposo.”  Entonces les dices que se salgan de su espacio. Sí, realmente sí. Entonces lo que pasa es que “te amo tanto” que la mayoría de la gente no entiende el punto de vista de la energía, que muchas veces su sentimiento es diferente de su energía, de cierto modo. Entonces tratamos de proyectar nuestro sentimiento hacia la otra persona “Oh, te amo”, entonces ponemos nuestra energía allí, y la realidad es que “te amo” está aquí, y no allí. Pero una vez que empezamos a dar, y luego nos enojamos después de un rato. Entonces todas estas variaciones de energía se las tiramos a la gente, se las damos a la gente, pero es nuestra energía en el espacio de ellos.
Entonces cuando alguien está en ese punto justo de morir y tratando de salir de su cuerpo, tiene todas las energías de los otros en su espacio que les hacen peso. Entonces como individuo, entendiendo que tú lo amas pero de hecho en este caso eso no le ayuda, no se trata de dejar de amarlo sino simplemente llamar a tu energía para que regrese a ti. En Mastering Alchemy hay una herramienta que llamamos la Rosa. Simplemente se le da a la Rosa la directiva de recolectarte, llamarte de vuelta. No es “no te amo, no me importas”; es simplemente “me salgo de tu espacio para que puedas empezar a salir del cuerpo.”
Roxane:           Jim, ¿cómo encaja el perdón en el proceso de ayudar a una persona que está muriendo?
Jim:      Bueno, perdón es una palabra muy interesante. En este espacio de caminar por la tercera dimensión como lo hace la mayoría de las personas, este concepto de perdonar tiene una relación con la culpa y el culpar a alguien, también, en gran medida. Entonces la gente se siente culpable o echa la culpa a alguien y se aferra a este concepto de “ellos están equivocados” o bien “yo estoy equivocado” y luego la siguiente pregunta es: si yo pudiera perdonarme a mí mismo, ¿me liberaría de esto? Y lo que pasa es que es algo que consideraría darte a ti mismo, y algunos podrían sentirlo como un desafío. Entonces, cuando se trata de morir, necesitas una cierta cantidad de energía propia en tu cuerpo para crear la chispa que te permite irte. Y luego, cuando te aferras a palabras como culpa y culpar, y no te puedes perdonar a ti mismo, tienes este remolino de energía dando vuelta en el cuerpo que empieza a estar inconcluso por mucho tiempo 
De modo que cuando ves a alguien allí acostado largo tiempo, está tratando de salir del cuerpo pero en realidad en su propia consciencia está envuelto en “no hice las cosas bien, mi esposa hubiera vivido mejor si se hubiera ido con aquel en lugar de conmigo,” y entonces hay todo este movimiento dando vueltas, que en su mayor parte no tiene nada que ver con su realidad, como no sea que está cargando estas piedras en su mochila.
Y esta cuestión del perdón viene a aparecer justo en el último minuto antes de morir, y lo que sucede básicamente es que empieza a dejar el cuerpo; el alma llama a salir del cuerpo. Y al empezar a hacerlo, muchos pequeños momentos no esenciales, no importantes, de la vida empiezan a evaporarse, a desaparecer. Se empieza a concentrar en sí mismo, en cómo ha vivido su vida, qué está pasando. Pero más aún, empieza a entrar en capas de los reinos más altos para ir al hogar. Y en esas capas, palabras como perdón, juicio, culpa, y echar la culpa, no significan nada, no juegan en ese espacio. Entonces la persona empieza a dejar el cuerpo mucho antes de ese momento de la muerte, empieza a salir y a ver esto que llaman cielo, y empieza a ver esta belleza del cielo, esta maravillosa sonrisa del cielo, y esa energía es tan excitante que poner atención en mis culpas, y yo no perdoné, fui una mala persona, todo eso se desprende, y la persona empieza a irse. Pero a veces es “no me puedo ir, no estoy completo, no puedo perdonarlos, o ellos vienen y dicen que me perdonan”
Y es por eso que ves a algunos postrados, prolongándose, más y más. Entonces esa herramienta de crear una rosa, en tu imaginería mental, y empezar a retirar tu energía del espacio de esa persona. No necesariamente sabes qué es lo que hay en ese espacio, pero si tú eres uno de esos pesos en ese espacio y estás ahí sentado pensando “debiera perdonarlo y quiero que me perdone” lo que pasa es que eres como un ancla que no le permite moverse. Entonces, retira tu energía de vuelta hacia ti, dales su energía de vuelta, toma de regreso lo que es tuyo. “Perdonar sus ofensas,” como se dice, “y perdonar las mías” y creas esta separación en la que el otro puede elegir cómo quiere seguir adelante.
Roxane:           Muy bueno. Entiendo la importancia de hacer separaciones de alguien que está muriendo, y puedo hacerlo. Pero, ¿qué pasa con las hermanas, la pareja, los amigos, todos los que tienen estos “ganchos” en él?
Jim:      Sí, eso es un desafío. Y eso se llama la vida.  Tu obligación se trata de ti; punto. No puedes arreglar, sanar, cambiar, dirigir a otra persona si no desea estar en ese espacio de cambio. Lo mismo con la persona que está muriendo; no puedes arreglarla. Lo que puedes hacer es quitar tu energía de su espacio. Continuar amándola; esto no es no amarla, no es retirarte y abandonarla en ese caso; solo estás recuperando lo que es tuyo. Pero en cuanto a la otra gente, puedes comunicarle eso a los otros, que tú estás en su espacio y eso la gente puede entenderlo en su mayoría. Especialmente la gente que inicia este viaje y entiende de qué hablamos, empieza a reconocer que uno puede cambiar su propia vida de muchas maneras diferentes. Uno empieza a estar más consciente de estar consciente; en tu propia evolución, tu capacidad de comunicar entonces eso a la persona que está muriendo le permite entonces entender en su espacio. Cuando alguien está muriendo, cuando tú estás muriendo, y entiendes que devolver a otros su energía y recuperar la tuya es la puerta para salir cómodamente, puedes elegir devolver lo que es de los otros. Pero tratar de enseñar a alguien a hacer eso, o tratar de hacerlo por ellos, no funciona así. No puedes hacer esto por otros, no puedes ayudar a morir quedándote en su espacio, o deseando que todos los otros salgan de ese espacio. Es realmente donde se puede educar a la persona que muere o para ti mismo entender cómo funciona.
Hay otras oportunidades aquí, cuando empiezas a entender las dimensiones superiores y tu relación con ellas, la capacidad de convocar a los ángeles de la muerte en ese punto, que la gente piensa que es una cosa mala, y en cambio son espectaculares, están allí para ayudar a la persona a soltar sus cargas, sus culpas, sus juicios, sus malas acciones, por decirlo así, y realmente perdonarse a sí mismos y recuperar sus energías, y ayudarlos a salir del cuerpo; ellos son muy, muy importantes en el morir. Y la mayoría de la gente no puede tener suficiente percepción conciente para simplemente conectarse con esos ángeles de la muerte y tener esa experiencia de los reinos superiores y la belleza que hay allí, simplemente saliendo del cuerpo. Y entonces es muy simple.
Roxane:           Sí, claro.
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro