24 mayo 2020

¿De dónde viene la enfermedad? - Jim Self y Roxane Burnett


Conversaciones Matinales de Jim Self y Roxane Burnett
¿De dónde viene la enfermedad?

Roxane:           Jim, en el seminario online la semana pasada alguien envió una pregunta pero no llegué a transmitírtela, de modo que lo hago ahora. La persona quería saber qué es la enfermedad física.
Jim:      Bueno, no se trata tanto de qué es la enfermedad, sino cómo sucede, cómo es que la enfermedad física se produce. Hay una progresión de la enfermedad, de cómo se produce. Cuando niño pequeño estás sano naturalmente, y luego creces. Y lo que pasa es que no se inicia en el cuerpo físico; se inicia en cómo piensas, en cómo sostienes tus emociones.
Entonces, digamos que caminas por la calle en tu espacio, persona saludable. Digamos que estás en tu espacio espiritual, estás feliz, enfocado, las cosas funcionan, el movimiento es fluido dentro del cuerpo, cómodamente. Alguien te dice: “Tienes una nariz cómica.” Y lo que pasa es que te noquea fuera de tu espacio, esto que pasa es como un insulto de alguna naturaleza. Y tienes un pensamiento de que algo está mal, e inmediatamente cae del cuerpo mental al cuerpo emocional y dices “Esto no es bueno,” y con eso viene un sentimiento, “Esto no es bueno”, y empiezas a pensar en el asunto, esto no es bueno, por qué me dijeron eso, no les gusto, no voy a ser aceptado. Y esto empieza a dar vueltas en el pensamiento.
Pero cómo funciona: los pensamientos son eléctricos, las emociones son magnéticas. De modo que tienes ese pensamiento, “Esto no es bueno” y luego tienes un sentimiento. Y si creas este campo electromagnético, empiezas a envolver el cable “esto no es bueno, esto no es bueno,” y cuanto más aumentas esa tensión, esa tensión electromagnética, más el cuerpo le presta atención, “tengo miedo, esto no es bueno, ¿qué significa, voy a tener éxito? No les gusto” y eso le da cuerda.
Pero si piensas en el cuerpo, cuando está en ese equilibrio espiritual, está en un fluir, está cómodo, todo funciona, no hay resistencia. Tan pronto como entras en “Oh, oh, algo anda mal”, el cuerpo empieza a tensionarse y viene una resistencia, que se convierte en una restricción, y luego en una irritación, y luego una inflamación, y las cosas empiezan a salir de su equilibrio. De modo que si sostienes bastante tiempo ese “no estoy bien, nunca les gusté, hice las cosas mal”, eso se convierte en la irritación en el cuerpo, ese campo electromagnético empieza a influir, y en esa tensión hay músculos que no funcionan, la fluidez del cuerpo no funciona, y eventualmente las cosas caen en esa infelicidad espiritual, “Oh, oh, esto no se siente bien, nunca seré capaz, nunca tendré éxito, nunca le gustaré a nadie”.  Todos hacemos eso. Esa tensión en el cuerpo relativa al “no estoy bien” que, cuando realmente se instala en el cuerpo se vuelve un estado de incomodidad (N.T. dis-ease, ease: facilidad, comodidad – disease: enfermedad), pero cuando está en el espacio mental y emocional, se vuelve una incomodidad que es estar fuera de equilibrio, y al caer en lo físico ese dis-ease se vuelve disease, esa incomodidad se vuelve enfermedad.
Roxane:           ¿Esto puede ser un proceso inconsciente?
Jim:     Oh, absolutamente. Piensa en cuántas veces en tu vida, inconscientemente tuviste ese pensamiento, “no estoy bien, no les gusto, no encajo, no hago las cosas bien, no me aceptarán”. Inconscientemente te quedas con este sentimiento de estar fuera de equilibrio.
Roxane:           Y puede venir del pasado, de modo que algo del colegio, o de la universidad, de ser mal tratado, toda esa energía de no estar bien, y luego sigues adelante, y eso ya no es consciente y entonces llegas a los 50 y tienes un cáncer. Entonces, ¿eso estaría relacionado?
Jim:      Absolutamente. Antes tuvimos una conversación sobre el miedo, que básicamente es una falta de equilibrio, y el sistema de guía interno realmente está diciendo “Ten cuidado”; no está gritando “¡Corre!”, pero cuando lo amplificas a “Corre”, “Oh, Dios mío, viene el fin del mundo”, eso es una cantidad terrible de estrés para el cuerpo.
Y lo que hacemos es: tenemos el evento, “Me dijeron que no les gusto, que no tendré éxito, que me pusieron malas notas, hice el examen y todos se rieron de mí.” Ahí está. Y realmente es muy incómodo llevar eso por largo tiempo, pero allí está. Entonces lo que hacemos es entrar en negación, y lo guardamos aquí atrás donde podemos no verlo. Pero no se fue. Está en esa tensión del espacio electromagnético que dice “Esto está en desequilibrio, esto está mal.” Y puedes llegar a los 50 años, y finalmente esa tensión produce una rajadura, algo se rompe.
Roxane:           Entonces la clave es, aun si no sé cuál es el origen de la tensión en mi mente racional, usar las herramientas que limpien cualquier energía estancada, aun si sé o no sé qué es, de modo que esa energía estancada no me muerda el traste cuando llegue a los cincuenta.
Jim:     Exacto. En un nivel elemental, esto es difícil para la gente incluso comprenderlo: no puedes no estar bien. En el nivel fundamental, estás absolutamente bien. La gente empieza a discutirlo: “Sí, pero... Sí, pero...” Pero ese si-pero, lo que dice es que “no entiendes, que tuve vergüenza cuando tenía 7 años, y nunca abrí eso, y entonces no estoy bien” y defiendes esta posición de que no estás bien.
Cuando empiezas a jugar en Mastering Alchemy, con las herramientas, y te das cuenta de que no puede ser que no estés bien, “estoy bien; tengo cosas que me pasan en mi vida” y puedes empezar a distinguir entre tú y tus cosas. Luego empiezas a reconocer “oh, tuve vergüenza a los siete años, pero ya no tengo siete años. Y cuando miro a ese niño de siete años haciendo aquellas cosas, yo estoy bien”. Y empiezas a darte cuenta “Ah, ya no necesito cargar con esto.”
Roxane:           Y aflojas toda esa resistencia y entonces recibes bienestar.
Jim:      ¡Sí! Verás, en este espacio de “estoy bien” todo entra en alineación automáticamente. Pero si sostienes eso de “no estoy bien, me dijeron que no estaba bien” te quedas con que nunca resuelves aquello, “no estás bien, no eres inteligente”. Bueno, esa será su opinión; si nosotros nos aferramos a ella y empezamos a hacernos preguntas, “¿Qué hice mal? ¿Qué anda mal conmigo? ¿Por qué no les gusto?”  lo interesante es que nunca recibes una respuesta. Porque nunca fue tu problema; tú estás bien.  Pero allí está esa incomodidad y ese desequilibrio, dan esta enfermedad en el cuerpo, de allí proviene.
Es un proceso muy interesante, pero en gran parte la gente mira hacia lo externo, ¿Cómo arreglo este problema? Que no es un problema externo en primer lugar.
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro