27 enero 2024

El Desafío de Cambiar de Octava

Artículo de José Stevens

 EL DESAFÍO DE CAMBIAR DE OCTAVA

Al día de hoy probablemente estás bien enterado de que estamos en un cambio masivo de paradigma en este planeta y que este cambio transformacional ha estado esperando el momento durante un largo, largo tiempo. Diversas profecías, incluso de los Mayas, Toltecas, Hopis y de los tibetanos han identificado el actual conjunto único de circunstancias  como la señal de cambio extraordinario en el planeta.  El cambio climático, las extinciones, migraciones épicas de población, autoritarismo, el derrumbe de estructuras de gobierno y sociedades, polarización dramática, y las numerosas posibilidades para un desastre completo, son todos los marcadores del cambio. Estos cambios ya no son solo una posibilidad o una proposición para algún tiempo; están realmente teniendo lugar aquí y ahora. Entonces la pregunta del día es ¿Qué hacemos ahora? Antes de poder responder a esa pregunta, necesitamos mirar cuidadosamente la estructura del cambio y entender el proceso de lo que estamos atravesando. De otro modo, solo nos estamos aferrando a las pajas, fracasando en comprender cómo hacer los cambios que necesitamos hacer.

 Típicamente, cuando miramos a la historia del mundo, podemos dividirla en períodos de millones de años que tenían todos algo en común: precámbrico, triásico, jurásico, y las eras cretácicas cuando reinaban ciertas plantas y animales, y así entender las condiciones fundamentales en la tierra. Más recientemente, en los últimos dos millones y medio de años, tenemos los prototipos de humanos y luego en períodos recientes del tiempo que muestran un tema común como la edad de hierro, la edad de bronce, etc.  La raza humana sigue una serie de etapas que están todas dentro de un contexto similar y retrospectivamente podemos ver los pasos y saltos graduales, o a veces rápidos, en el desarrollo. Cuando el cambio ocurre, vemos que el mundo se convierte en un lugar nuevo y la gente tiene que adaptarse rápidamente o quedarse atrás. Diversos homínidos tempranos se extinguieron y dejaron el mundo a tipos más exitosos que eventualmente resultaron en el Homo Sapiens, e incluso continuamos adaptándonos a diversas edades como la preindustrial, la industrial, y la edad de la información. Cada una de estas edades pone enormes exigencias sobre nosotros para adaptarnos y cambiar completamente nuestra forma de vivir y alguna gente prospera con los cambios y otros fracasan en adaptarse y van desapareciendo.

 Los cambios que ahora están teniendo lugar en la tierra son los más grandes que los humanos hayan enfrentado jamás, pero la mayoría de la gente no sabe esto todavía porque, o bien lo niegan, o simplemente no están bien enterados aún, ya que están concentrados en sobrevivir o en las tareas cotidianas. Lo que ahora tenemos es un cambio de paradigma; un conjunto  generalizado, integral, de cambios a los que tenemos que adaptarnos física, intelectual, emocional y espiritualmente. Si fracasamos en alguno de estos, no podemos sobrevivir. Muchas personas hoy ven esto como un desafío tan grande que creen que probablemente no sobreviviremos, y dejaremos el planeta a las cucarachas.  Francamente, al considerar el estado de cosas, es fácil llegar a esta conclusión, pero no es lo que será. Sobreviviremos y nos adaptaremos y estaremos mejor por eso. ¿Cómo puedo decir esto? En primer lugar, la mayoría de las profecías concuerdan en que lo haremos, pero tal vez apenas por un pelo. Además, un vasto número de maestros espirituales, psíquicos, médiums, y humanos grandemente concientes también concuerdan que esto no será el fin de la raza humana. Solo es el fin de una era y el fin de ciertos sistemas de creencia y filosofías que han terminado su curso y ya no son sustentables.

 En el pasado han tenido lugar cambios muy grandes a los que nos arreglamos para adaptarnos porque, a pesar de su tamaño, tuvieron lugar dentro del mismo rango vibratorio u octava con que los seres humanos estaban familiarizados. Cuando la gente cambió de la edad preindustrial a la de la electricidad, tuvieron que saltar por aros, pero todavía estaba todo dentro del contexto de una misma octava. Ahora, por primera vez en la historia humana, estamos realmente cambiando de octava, y esto es enorme. Por un momento, tratemos de comprender lo que esto significa.  Anteriormente, el cambio era de una nota a la nota siguiente, o un semitono más alto, o incluso un salto de varias notas. Todas estaban en la misma escala. Ahora estamos saltando una octava completa, o podríamos decir que estamos dejando atrás la vieja octava, una octava que los seres humanos han estado cantando desde que fuimos soñados. Esta  octava más vieja solo permitía ciertas creencias, comprensiones y perspectivas. Dentro de esas perspectivas solo eran posibles actividades en número limitado.

 Por supuesto, siempre ha habido excepciones y anomalías. Hay amplia evidencia de que algunas personas han sido capaces de levitar, caminar sobre el fuego, vivir sin comer, etc. Aun  cuando la evidencia es clara, la mayoría de las personas en la vieja octava simplemente no lo creen posible y descartan de plano la evidencia. ¿Por qué? Porque no está en la octava en la que ellas están actuando. Una versión moderna de esta incapacidad de reconocer la evidencia está en la actual controversia respecto a si un presidente del pasado fue impedido de un segundo término por traición. Un gran número de seres humanos normales, incluso educados, simplemente no pueden aceptar ninguna evidencia en contrario, porque no encaja dentro de su paradigma.

 Para comprender el salto desde una octava más baja a una más alta, necesitamos una ilustración que pueda captarse mentalmente. Imaginen que durante muy largo tiempo los seres humanos existieron en una atmósfera donde todo se experimentaba a nivel pélvico. Pueden tener una impresión de esto simplemente poniendo su percepción conciente en su pelvis e imaginando que todo lo que ven, sienten y perciben se está procesando a la altura o nivel de sus genitales. Ahora imaginen que un día fueran a saltar al nivel de los hombros y empezaran a percibir el mundo por medio del tórax superior. Eso sería un cambio dramático, ¿no es así?  Si estuvieran percibiendo al mundo a través de la región del corazón y todos los demás estuvieran en la octava de la pelvis, ustedes tendrían experiencias vastamente diferentes de lo que parecería ser el mismo mundo. La gente todavía en nivel pélvico no sabría de qué estarían hablando ustedes, e insistirían en que ustedes estaban equivocados y tal vez serían malos. Ustedes, por otro lado, se sentirían frustrados porque ellos no pueden tener su experiencia y fracasan en ver su punto de vista. Podría haber algunas discusiones calientes o rechazos, destituciones y cosas así. Ustedes probablemente buscarían gente que hubiera hecho el mismo cambio y con quienes pudieran hablar, y sentirían una tremenda validación y alivio al encontrarla. Así mismo, los de visión pélvica sentirían alivio al ver que ustedes se iban y ellos podían continuar en su compañía mutua.

 Este es el estado actual de las cosas. Lo único es que ese cambio desde visión pélvica a visión del pecho será rápido, dentro de los próximos cincuenta años más o menos. Eventualmente solo habrá unos pocos aislados entre las almas más jóvenes. Probablemente seguirán buscando la mutua compañía, tal como las personas que no creen en ningún tipo de tecnología o medicamentos, y se encuentran con otros con quienes fraternizar.

En esto hay otro tema. El viejo paradigma se está terminando, y como un calendario, llega al último día del año que podríamos imaginar que podría estar en nivel pélvico. En circunstancias normales, uno simplemente conseguiría un calendario nuevo de nivel pélvico pero que todavía estaría en el mismo sistema de calendario. Sin embargo, qué pasaría si el último día fuera realmente el último día en que un calendario estuviera a nivel pélvico y ya no hubiera un calendario nuevo similar para comenzar el día siguiente. El último día colgaría en el espacio a nivel pélvico como un tren colgando de un acantilado donde antes había un puente. Habría un nuevo sistema de calendario empezando, pero estaría más arriba de la montaña, a nivel del pecho y los hombros, en unas vías diferentes cruzando el cañón. Tendrían que resolver dónde esta nueva vía férrea empezaba más arriba en la montaña, cruzar el cañón y trepar allá para abordar de nuevo. Ninguno de sus recuerdos anteriores, entrenamiento, educación, o herramientas, serían de ayuda en este nuevo tren. Tendrían que aprender todo un nuevo conjunto y por un tiempo podrían sentirse perdidos.

 Entre tanto, los que abordan el nuevo tren pronto se darían cuenta de que sus viejos recuerdos, creencias, percepciones y herramientas no tienen sentido aquí en este nuevo tren. Incluso aquellos que se habían entenado largo tiempo para este evento mismo podrían estar sacudidos hasta sus cimientos y muy confundidos por un tiempo, porque nadie puede prepararse completamente para un misterio. Toda la narrativa con que estaban identificados respecto a quiénes eran ellos, aquí ya no funcionaría. Sería como si la narrativa, su historia, no tuviera referencias aquí, no tuviera sentido en absoluto. Su identidad como hombre blanco o mujer negra ya no tendría ninguna relevancia. De manera similar, su identidad como mujer heterosexual o  como hombre gay o persona trans no tendría ningún significado. Se volvería un gran “¿Y qué?”, así como su edad y cualquier número de otros identificadores, Solo imaginen esto mentalmente por unos pocos momentos. Qué tal si todos sus identificadores ya no encajaran, tal como si fueran a aterrizar en un planeta nuevo sin criaturas sintientes que no se parecieran a ustedes en nada. Eso podría ser interesante, pero difícil para adaptarse.

 La buena noticia es que será muy interesante y tan gratificante que no nos importarán los cambios. De hecho, la mayoría de las personas van a dar un enorme suspiro de alivio y decir, “Gracias a Dios, ya era hora. Toda mi vida estuve esperando esto.” Miraremos hacia atrás con horror por lo que estábamos soportando. De hecho, no podremos imaginar por qué alguien quisiera aquellos viejos días de luchar por el dinero, el estatus, y la competencia para sobrevivir. Incluso los desafíos del cambio climático y las condiciones más difíciles ya no parecerían tan problemáticas. Nos adaptaremos porque esa es una de las cosas para las que estamos hechos los humanos. Es la razón por la que somos una especie tan exitosa. ¡Listos! ¡Prepárense! ¡Vamos!

 ©2023 Todos los derechos reservados: www.thepowerpath.com

Puedes hacer copias de este escrito y distribuirlo en cualquier medio que desees, en tanto no cobres por él ni lo alteres de ninguna manera. Debes dar crédito al autor e incluir toda esta nota de copyright. En tanto puedes compartir el texto no se pueden publicar archivos de audio incluyendo conferencias, música o meditaciones de sonido, en ningún sitio web, por ninguna razón, sin permiso por escrito de Power Path

     José Stevens

José Luis Stevens, Doctor en Filosofía, es presidente y cofundador (con su esposa Lena) de los Seminarios Power Path, una escuela y consultora internacional dedicada al estudio y aplicación del chamanismo y la sabiduría indígena al comercio y a la vida cotidiana. José completó un aprendizaje de diez años con un Huichol (Wixarika) Maracame (un chamán huichol) en las Sierras de Méjico Central. Además está estudiando con los chamanes Shipibo en el Amazonas peruano y con los Pagos (chamanes) de los Andes en Perú. En 1983 completó su disertación doctoral en el Instituto de Estudios Integrales de California, enfocada en la interfaz entre el chamanismo y la terapia psicológica occidental. Desde entonces, ha estudiado el chamanismo intercultural en todo el mundo para destilar los elementos centrales de la sanación y práctica chamánica. Es autor de veinte libros y numerosos artículos incluyendo: Encuentros con el Poder, Despierta al Chamán Interior, El Sendero del Poder, Secretos del Chamanismo, Transforma a tus Dragones, y Cómo Orar a la Manera Chamánica.

 Traducción: M. Cristina Cáffaro