Miércoles de Sanación
7 de septiembre de 2022
Kryon a través de Lee
Carroll
Primer
miércoles
Saludos,
queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Parece
que el tema del día trata sobre cosas que ustedes pueden reestructurar
(replantear) en su mente, que tal vez no les fueron dadas completamente. Hay
mucho escondido. Escondido porque no ha sido expuesto todavía; ustedes no están
enterados de eso. Y sin embargo siempre estuvo allí.
Como
el niño que crece respirando el aire, y un día estudia lo que es; él lo dio por
hecho y nadie le dijo de las moléculas en el aire, y de dónde vinieron, y de la
relación simbiótica con el resto del planeta; simplemente estaba allí y él lo
respiraba.
Hay
muchas cosas como esta. Hoy les voy a dar una metáfora, y es algo que algunos
de ustedes, muchos de ustedes, van a entender, y lo han visto. A medida que
avanzamos también entenderán de qué se trata la metáfora, eventualmente, qué
significa.
Lo
hemos hecho en el Círculo del Doce, lo haremos hoy nuevamente. Y de qué se
trata realmente este Círculo del Doce: es de ti descubriendo el tú más grande.
Hasta los líderes religiosos, los espiritualistas, han puesto a Dios de un lado
del velo y a ustedes del otro. Y hay toda clase de procesos que luego, de algún
modo, les permiten tocar ese rostro de Dios de alguna manera, que no está aquí,
está del otro lado del velo.
Y el
Círculo del Doce es una de las primeras veces que yo les he dado una metáfora
que continúa, que trata de mostrarles que realmente está directamente frente a
ustedes. Ese velo es realmente el puente entre tú y el tú más grande: tu alma.
Ahora
bien, alguno dirá “Bueno, ¿qué tiene que ver eso con el velo entre nosotros y
Dios?”. Y yo les diré: su alma es parte de la Fuente Creadora, una parte
importante. Si pueden tocar eso que es su alma, están en ese espacio que está
mayormente del otro lado del velo. Un espacio multidimensional donde, como los
ángeles y los guías, y el amor del Espíritu están justo al lado de ustedes,
todo el tiempo. Y les hemos dado este ejemplo una vez, y otra, y otra más.
Realmente, verdaderamente, el Espíritu se sienta en su regazo.
Pero
ese no ha sido el paradigma, ¿no es así? Déjenme mostrarles algo. Quiero que
visualicen conmigo, algo que la mayor parte de ustedes ha visto. Esa visualización
tendría un número de cajas “anidadas” (N.T.
una dentro de otra). Algunas veces verán esto, según sea su cultura, en
cajas decoradas que están unas dentro de otras, cada una más pequeña que la
anterior, abren una, hay otra más pequeña adentro, abren esa y hay otra. A
veces pasa con huevos que se hacen, se fabrican así, un huevo, lo abren y hay
otros, más pequeños, y más pequeños, todos decorados y todos hermosos. De modo
que visualicen eso por un momento, porque lo han visto.
Cuando
llegan al más pequeño de todos, es lindo, es divertido. “Vaya, pasé por diez de
esos para llegar a este pequeñito lindo. Me pregunto si sabía que estaba allí.”
Entonces aquí está la primera parte de esta metáfora. La caja pequeña, la más
pequeñita, anidada adentro de todas ellas puestas juntas, con todas ellas
armadas, y esta pequeñita eres tú. No tenías ninguna percepción conciente de la
caja a tu alrededor, hay oscuridad, por supuesto. Y si alguien te hubiera dicho
que había una caja más grande que la que estabas, habrías dicho “No estoy
seguro, no estoy seguro de que tengas razón, pero si la hay, es el velo, y Dios
está del otro lado.” Y te dicen: “Bueno. No exactamente; hay otra caja más
grande alrededor de esa.” ¿Qué podría significar eso?
Estas
cajas anidadas son una percepción conciente. Son cajas de percepción conciente.
Y les hemos dicho todo el tiempo que la más grande de todas, la que Dios ve, la
que yo veo, es el tú real. La pequeñita es el tú anidado. Y esta es la
invitación, y siempre estuvo aquí: queremos que comprendas que, a medida que
empieces a aceptar lo que te estoy diciendo, tal vez lo que otros te dijeron
que es el límite de tu espiritualidad o de tu pensamiento, que simplemente está
rodeado por una pequeña caja.
Hemos
hablado de pelar la cebolla de tu realidad. Cuando empiezas a pelarla vas
encontrando el tú central. Esto es lo opuesto. Estoy hablando de liberación.
¿Cuántos de ustedes están dispuestos a decir: Querido Espíritu: si hay una caja
más grande que la que estoy, muéstramela”?
Y esa mera percepción conciente empieza a hacer desaparecer las cajas
interiores. Podrías tener diez cajas anidadas, y de pronto tienes tres, porque
estás tan conciente del amor de Dios, de las herramientas que tienes como ser
humano, de que la energía de Gaia está viva y está bien, y de que tú en
realidad estás en control de tu realidad, acabas de descartar tres o cuatro
cajas. Ahora bien, ¿qué son esas cajas? Son lo que te han dicho. Cada una de
ellas representa eso que te han dicho que eres. No es solamente erróneo,
queridos. Algo de eso fue a propósito. Algo de eso también fue lo mejor que los
humanos tenían en ese momento. Pero todas contaban el cuento de un Dios grande
y grandioso y un tú pequeño (se ríe).
Esa parte era correcta. Pero sin conexión. Un muro entre ustedes. Eso es lo que
te enseñaron.
Si
tal vez estás involucrado y comprometido en algo de eso que es los sistemas
espirituales del planeta, ellos te dirán inmediatamente que eres pequeño, que
no se supone que seas capaz de tocar el rostro de Dios. No eres digno. Y entonces tienen toda clase de reglas que
luego te ayudarán a ser digno o al menos te ayudarán a llegar a Dios sin estar
lleno de indignidad. Y empiezas a hacer una lista de ellas. ¿Qué te piden que
hagas? ¿Qué tal si te digo que esas son
cajas? Son cajas que te impiden ver la más grande. Y empiezas a hacerlas
desaparecer, y desaparecer. Y llegas a un lugar donde dices ¿Qué tal si puedo
cruzar el puente hacia la que es realmente grande? Y esa es el alma.
Y
déjame decirte algo más sobre esta metáfora, que es magia. A medida que
empiezas a disolver las cajas que te rodean, tú te conviertes en la caja que te
rodea. Te vuelves más grande. Entonces, en lugar de un conjunto anidado de
diez, se vuelve un conjunto anidado de cinco. Porque la caja del medio empieza
a disolver las cajas alrededor, y se vuelve más y más grande, y ahora tal vez
tienes solo una. Bienvenido al Círculo del Doce.
Entonces,
si seguiste esto, aquí hay una caja mucho más grande anidada dentro una más. Es
el alma del humano, que es la grande, y tú, la que está en las tres dimensiones
y que conoces bien. Pero estás muy cerca y puedes sentirlo. Has descartado
todas las cosas limitantes que te habían dicho, y aquí estás.
Cruzar
ese puente es algo que haremos hoy, y lo hacemos cada uno de estos miércoles, y
lo hemos hecho durante casi cien episodios. Todo el tiempo, esta ha sido la
metáfora de ustedes tocando la caja más grande.
Pero
más que tocarla, lo que les sucede, y aquí les voy a pintar un cuadro, es que
cuando cruzan ese puente, esa caja tridimensional se disuelve temporariamente.
Tienes que vivir en 3D, ese es quien eres. Pero no significa que no puedas
fusionarte con la más grande, o ir allí cada vez que quieras. Cruzar el puente,
ir y venir, encontrando algunas de las cosas más hermosas que el Espíritu, el
Creador, tiene para ti deleitándote en el amor que siempre estuvo allí, sin
reglas, sin que tuvieras que hacer cosas para merecerlo. Y empiezas a entender
que el cuadro real, la verdad central real, es esta: Dios está enamorado de ti,
te creó en amor, y te ha dado libre albedrío para descubrir eso. No un conjunto
de reglas que dicen que no debes hacerlo. No un conjunto de reglas que dicen
que eres indigno, no un conjunto de reglas que dicen que naciste condenado. Eso
nunca, jamás ha sido la verdad central. Eso es los humanos haciendo que su
verdad se aplique a ti. Todo eso es cosa de humanos, queridos, eso es humanismo
1.01 Castigo. Recompensa. Bueno. Malo. Todas esas cosas no tienen nada que ver
con el amor del Creador por ti.
De
modo que aquí estás, tal vez de pie en el puente. Tal vez por fin comprendes
que esa caja más grande eres tú en alianza con el Creador. Tu alma; esa es la
verdad, en cualquier momento que quieras. El Creador tiene su mano extendida
diciendo, ¿Por qué no vienes a esta caja más grande por un rato? Visita tu alma
por un rato.
Más
pronto o más tarde se fusionan, de modo que cada día de tu vida caminas entre
las dos, y dentro, hasta que se fusionan en una. Y eso se llama ascensión.
Aquí
es donde caminas ahora mismo, en el programa de este planeta, podrías decir en
el planeamiento, que tú estableciste largo tiempo atrás, antes de llegar aquí.
¿Qué tal si todo esto es verdad?
Quiero
que te sientes y sientas ese amor del que te estoy hablando. Hoy, un poco más
tarde, cruzaremos por el puente. Te llevaré allá otra vez.
Y
así es.
Kryon