Seminario online de Jim Self – Mastering Alchemy - 8 de Julio de 2021
¿COMO ELIGES LO QUE ES MEJOR?
Lo que me gustaría hacer hoy es
simple. Algo así como descubrir “simple”, hablar sobre “simple”, aspectos
realmente fundamentales de lo que está pasando y de quién eres. Y “simple” es
un concepto realmente interesante; ese “simple” no necesariamente es fácil. En
gran medida, nosotros, cada uno, estamos realmente consumidos (N.T absortos) con un montón de puntos de
atención, prestamos atención a una enorme cantidad de cosas. Tenemos muchos
intereses diferentes, tenemos en nuestra realidad ítems que nos gusta evitar, y
sin embargo es como una gran bandera roja. Punto de atención. Si eso sucede,
¡corre! O lo que sea. Puntos de atención.
Y estos puntos de atención son
sumamente absorbentes, para nuestra capacidad de hacer preguntas muy sencillas,
y aclarar algunos simples puntos de la realidad. Como ¿quiénes somos? ¿qué
quiero? ¿cómo elijo qué quiero? ¿Cómo determino qué es mejor?
Y lo que es mejor, cuando tienes
esa pregunta, y realmente es por ti mismo que la haces, ¿quién dijo que esto es
lo mejor? Y ¿cómo lo rotularon como lo mejor? Y ¿será esto lo mejor para mí? En
el mundo en que estamos jugando ahora mismo, una cosa realmente fascinante, es
que hay múltiples oleadas de luz, consciencia, experiencias, que están
juntándose casi en el mismo período de tiempo.
Tienen estos enormes ciclos que son simplemente olas, ondas, un punto
alto y un punto bajo, y luego vuelven al punto alto, cuando miras una ola y le
agregas el tiempo, y la giras 90 grados, lo que realmente ves es un
sacacorchos, o una espiral, que se está moviendo. Y muchas de estas olas se
están intersecando en este punto. Y según como tú sostienes tu punto de
atención, qué es importante, qué no lo es, qué estás evitando, qué deseas,
estos puntos de atención, a menudo, están en resonancia simpática con otros, o
en una contradicción, un choque, con otros. Y eso pasa muy a menudo, en solo
una ola. Pero cuando tienes 7, 8, 9, 10 de estas olas enormes, algunas como
oleadas de consciencia de nivel galáctico, otras son olas de consciencia muy
cortas; a manudo hay una incertidumbre que se crea; “no sé qué hacer; no estoy
seguro, no puedo tomar una decisión.”
Y luego hay otra capa que dice
“¿qué pasa si tomo la decisión equivocada?” y luego “¿qué van a pensar de mí si
yo no tomo la decisión correcta, o si hago esto?” Y entre todo eso, mucha
energía, mucho ruido, muchos puntos de atención, una cosa que pasa es que
tenemos una fuerte tendencia a querer encajar, querer ser como los otros,
querer gustarles a los demás. Y si yo hago lo que tú haces, tú vas a ser como
yo y yo seré como tú.
Lo que suele pasar, y
especialmente ahora con estas cantidades enormes de olas que entrechocan o que
apoyan, y se mueven a través, es realmente algo difícil tratar de responder a
la pregunta “¿Qué es lo que quiero? ¿Cómo quiero experimentarme a mí mismo?”
Más esos puntos de atención, ya sea de evitar, o de participar, o de querer
gustar, ¿qué es lo que tú quieres? ¿Cómo determinas lo que quieres?
Y aquí es donde es realmente
simple responder a esa pregunta, pero lo simple no es fácil, cuando tienes un
montón de puntos de atención externos, en apoyo o en conflicto. Entonces ¿cómo
sé qué quiero? ¿Cómo llego al lugar al que quiero llegar? ¿Cómo vivo mi vida de
la manera que quiero?
Y luego hay otro aspecto que
compone esto, es que he crecido con todos estos conceptos y pensamientos
diferentes, estos sentimientos y emociones, muchos de los cuales no son míos.
¿Alguna vez consideraste que mucho de lo que piensas, mucho de lo que crees, no
es tuyo? Ni siquiera tus pensamientos, en
muchos casos ni siquiera tus consideraciones. Simplemente son: Voy a encajar,
ellos piensan eso y supongo que está bien, yo pensaré eso también.
Muchos de esos puntos de
decisión que se han creado en toda nuestra vida son puntos de atención
acumulados, que están en nuestro campo de energía, están en nuestro cuerpo
físico, a veces haces cosas porque básicamente se supone que las hagas pero no
se siente correcto, “Esto no es bueno, pero ellos dijeron, entonces tengo
que…,” y eso no funciona exactamente para ti, porque nunca fue tu idea en primer
lugar.
¿Cómo llegas a un lugar donde
básicamente tomas una decisión en tus términos? Y lo haces de una manera que no
ofendes a nadie, no estás haciendo el ridículo, no estás saliendo de una
alineación con los demás a tu alrededor, o/y tal vez con quien eres. ¿Cómo
eliges para ti mismo aquello que te apoya?
Y en este momento es un real
desafío, porque estas olas de luz, a medida que se mueven de aquí para allá,
están creando mucha agitación, con solo mirar alrededor esto no es nuevo para
nadie, entonces esta agitación, opiniones desde las distintas caras de una
moneda, las redes sociales que comentan sobre todo desde todos los puntos de
vista posibles. Una cosa muy desafiante en todo esto es que es muy
desestabilizante en la realidad de la persona promedio. Mucho de eso no es consciente, es como que
algo está mal, algo no está bien, no se siente bien. Y sin embargo,
indefinible. “No me gusta eso que está pasando allí”, pero básicamente
indefinible. Entonces, una cosa que está pasando en este momento, y va a seguir
pasando por un poco más de tiempo, es un sesgo de consenso. “Necesito estar a
salvo, necesito estabilizarme, yo tengo estos pensamientos en mi cabeza, y esta
persona tiene un pensamiento y luego esa otra persona… y de pronto me siento
bien porque estoy encajando. Estos pensamientos en mi percepción conciente, ya
sean míos o no, hay mucha gente como yo.” No quiere decir que ellos estén en el
sendero correcto, o en el sendero equivocado, es que sencillamente son como yo.
Y ese sesgo de consenso empieza a crear un solo punto de vista. Y en este
espacio en que jugamos, es un desafío descubrir qué es lo mejor para mí, cuando
todo lo que hago dice “yo también”, encajo, “yo también, yo también”.
¿Cómo procedes para sentirte
bien contigo y ser parte del mundo pero no necesariamente ser consumido por el
mundo y lo que está pasando, porque las mareas están cambiando, y lo que hoy es
bueno puede no sentirse bueno mañana, algo así. Simple. Fundamental. ¿Quién
eres tú? ¿Cómo empiezas a sentirte cómodo contigo? ¿Y cómo sencillamente
empiezas a permitir todos esos otros puntos de atención, esos otros puntos de
vista, ese ruido, estar bien ahí afuera?
Si te gusta una obra musical en particular, y
quisieras escucharla, sería muy difícil hacerlo con todo ese ruido. Entonces,
generalmente, lo que haríamos sería despegarnos del ruido. Podríamos ir a
buscar un lugar cómodo donde no haya mucha gente, o podríamos encontrar que
simplemente entramos en un cuarto y cerramos la puerta. No para no participar;
solo en ese momento, cómo tomo una respiración y me aquieto lo bastante para
disfrutar de esta obra musical sin distracciones.
Sube un punto eso: ¿cómo empiezo
a disfrutar de mi vida sin todas esas distracciones? Realmente lo fundamental.
Entonces, ¿cuál es la habitación a la que irías para poder tener ese momento de
disfrutar tranquilamente de escuchar la música? No es una habitación en un
contexto del interior de un edificio, pero sí es una configuración de energía
que te permite estar cómodo contigo mismo. Incluso una configuración que te
permita decir, “Bueno, gracias, pero no, gracias. Tal vez podamos hablar otro
día, pero hoy tengo otra cosa que hacer.” ¿Y cómo puedes decir eso a la gente
cercana a ti sin ofenderlos o que se enojen contigo? Toma una respiración, y
¿te gustaría empezar a definir esa habitación energética? ¿Cómo puedo estar
seguro, cómo estar cómodo? Simplemente poder ser uno conmigo mismo, sin
interferir con otros, o provocar que me tiren piedras. ¿Cómo hago eso?
En realidad es muy sencillo, muy
simple. Pero simple no suele ser fácil. Porque en gran medida, cada uno de
nosotros, cuando empezamos a encontrar “simple” e incluso mucho más allá en el
camino, somos como un tren de carga yendo por las vías a 90 millas por hora, y
alguien nos dice: “Gira a la derecha”. Y decimos “No, no, no entiendes. Me
estrellaría”. No, no, es simple. No.
Solamente toma una respiración y elige de modo diferente. No es
complicado.
Meditación
Entonces, otra vez, toma una
respiración. Ojos abiertos. Recuéstate en tu asiento, si te parece. Luego toma
una respiración un poco más profunda y nota cómo tomas una respiración más
profunda y exhalas relajándote en el asiento. Y luego, en términos simples,
¿cómo te fue? ¿Estás más relajado en este momento que como estabas hace dos
minutos? Solamente nótalo, no hay respuesta correcta, no estoy buscando el modo
perfecto de hacer algo. Pero cuando tomaste esa segunda respiración, ¿te
volviste más presente? Te encontraste como “Está bien, estoy listo para estar
presente” Recuerda, estamos siendo simples. Y al tomar esa respiración,
¿notaste que el cuerpo se relajaba? Muy simple. Pero esa pequeña pieza, esa
pequeña simplicidad, es tan fácil de hacerlo afuera en el mundo, en medio del
ruido, como lo es aquí mismo, donde dices “Me noto a mí mismo.” Solo otra
respiración.
Luego cambia la atención a la
construcción de esta habitación, por así decir, tu campo energético, y trae tu
atención a la vibración de la palabra “quietud”. Y otra respiración, y estás en
quietud, según tú entiendes la palabra quietud. No es un trance profundo;
solamente si puedes estar en quietud. Ahora bien, al aquietarte, una cosa que
empiezas a notar es que no estás en quietud en absoluto; siempre hay ruido en
tu cabeza, todos esos pensamientos, todos esos puntos de atención que no
necesariamente era conscientes para ti apenas un minuto atrás, y empezaron a
notarse. Pensamientos, sentimientos, emociones. “¿Por qué dijo eso?” – “Oh,
olvidé comprar las papas fritas para la fiesta”. Cosas realmente importantes,
en general.
Simplemente nota: quietud. Y
luego nota el ruido. Y luego trata de estar en mayor quietud. Hay un cambio en
el cuerpo cuando esto sucede. Ahora bien, justo en este punto, si cambias tu
atención desde los pensamientos que están allí afuera y traes tu atención hacia
ti, date permiso para estar bien. Muy simple; así de simple; estoy bien. Y
luego toma otra respiración. Y puede que descubras que debes tomar otra
respiración, porque a medida que empiezas a sostener este punto de quietud,
todo lo que no se le parece empieza a alejarse de este punto; o se cae o
simplemente la atención que sostienes en eso se libera. Muy simple.
Ahora bien, en “simple” no hay
apuro. “Simple” es básicamente un punto de referencia que te permite hacer lo
que deseas hacer, cómo deseas experimentarte a ti mismo. Cómo te gustaría
alinearte, con objeto de volver a entrar en el mundo. Simple. Otra respiración.
Y una de las mejores herramientas que tienes disponibles, y lo interesante es
que no es una herramienta: es parte de quién eres, es esta cosa llamada cordón
de conexión a tierra. Un concepto muy simple; simple. Justo desde la punta de
la columna vertebral, en la silla, una línea de energía se conecta con el
centro de la Tierra. Y si decides que esa línea
es eléctrica, y lleva todos esos pensamientos ruidosos y esos puntos de
atención repetitivos, que te tironean, simplemente permite que el cordón de
conexión a tierra envíe todo eso a tierra. Muy simple.
Ahora bien, aquí mismo, conoces
todo lo que hemos dicho hasta ahora, no hay nada nuevo, nada mágico sobre una
nueva información, bueno, tal vez no lo hay, y otra respiración. Entonces,
¿cómo construyes esta habitación energética que te permite volverte muy consciente
y ser capaz de elegir qué es lo mejor para ti?
La parte interesante es que
tienes toda esta información sobre qué es lo mejor para ti; tú sabes
absolutamente lo que es mejor para ti. Sabes cómo elegir entre algo que es
“casi” y algo que “es” lo mejor para ti; lo más cómodo para ti; justo en ese
momento.
Ahora bien, si tienes un
pensamiento que dice “No, no, no es así como funciona mi vida,” reconoce ese
cordón de conexión a tierra y dices “Voy a dejar que eso se vaya por el
momento.” No es trabajo; dijimos “simple”; fundamental. Toma otra respiración.
Y solo permanece en quietud aquí por un momento. Déjenme estar en quietud un
momento. Nótate a ti mismo: quietud. Ahora, sin siquiera moverte, date cuenta
del lugar justo detrás de tus ojos: el centro de tu cabeza. Los ojos cerrados
si no lo estaban ya, y permanece en el centro de tu cabeza.
Y aquí es donde empiezas a
construir esa habitación, además de la quietud ¿Te gustaría experimentarte a ti
mismo en una vibración llamada certidumbre? Estoy en lo cierto, estoy seguro.
Conservémoslo simple. Encuentra ese sentimiento de “cierto, seguro”. Estoy en
quietud, y ahora estoy seguro. No estoy seguro con respecto a alguna cosa, no
un resultado, tal vez es tan simple como “me gusto”. “Estoy sentado en una
silla, estoy seguro.” Nota el sentimiento.
Ahora bien, esta vibración de
certidumbre es muy elevadora, empieza a formar una definición; seguro. Solo
nótalo. Y al estar seguro, nota la
quietud. Ahora bien; estamos haciendo algo aquí, pero no necesariamente es
obvio en este momento.
Luego, justo detrás de tus ojos,
en el centro de tu cabeza, ten la intención de moverte hacia arriba y hacia
atrás, solo un poquito hacia atrás y un poquito hacia arriba, hay un lugar
llamado mente superior. Pon intención en experimentar esta mente superior. Hay
quietud, es muy cómodo, realmente no hay ruido, hay una curiosidad aquí.
Curiosidad, qué gran palabra. Solo nótalo, es interesante, diferente,
tranquilo. Otra respiración.
Aquí también está esa sensación
de estar presente y conectado a tierra. Realmente
es un espacio de “aquí estoy.” Nota la mente superior; algo empieza a suceder
aquí, es muy útil estar conciente de ello. La mente superior empieza a llevarte
a una capa de pensamiento diferente de otras capas de pensamiento; ni mejor ni
peor, diferente. Y esta capa de pensamiento, en la quietud, empieza a
interrumpir algo. Interrumpe la necesidad de estar en movimiento, interrumpe el
inclinarse hacia adelante “tengo que apurarme, necesito conseguir esto, tengo
que hacer esto”, ese tipo de inclinación hacia adelante en tu vida. Aquí mismo
estoy simplemente en quietud, solo estoy notando, pero no necesito nada. Aquí
mismo hay una distinción entre “Me están diciendo sobre algo y estoy
escuchando” versus “estoy siguiendo palabras que me señalan y estoy
experimentando”. Fíjate si puedes notar la diferencia entre esos dos
pensamientos. Te estoy diciendo: aquí es donde espero que algo funcione para
ti, una instrucción que alguien está dando, versus simplemente estoy entrando
en este espacio de quietud, enfoque, no necesito, esto es curioso, me pregunto
qué más hay aquí, pero no necesito qué más hay. Ahora bien, nota ese espacio,
versus que alguien esté señalando.
Hay una cantidad enorme que se
vuelve disponible aquí mismo, desde esa mente superior, pero hay una conexión
que está también aquí mismo; esta conexión es con el corazón. Es como “me
gusto”, pero es una conexión con el corazón. Ahora bien, cuando estás en
quietud aquí, y empiezas a estar en ese espacio del corazón, aprecio, gratitud,
feliz, complacido conmigo mismo, todo es espacio del corazón. Toma una
respiración. Se volverá más quieto, y se volverán más expansivas. Estamos
siendo simples. Simplemente notándome a mí mismo, me estoy notando.
Ahora bien, aquí sucede algo
más; un número de cosas. Pero una de ellas es que, a medida que empiezo a
construir esta estructura, esta habitación, en estas vibraciones, y empiezo a
sostener mi atención en esta mente superior/espacio del corazón, como una,
todos esos puntos de atención, todos esos “debiera...”, “no lo bastante bueno”,
“no lo puedo hacer bien”, “espero gustarles”, si esos no son tuyos, si no son
para tu mejor interés, simplemente se desprenden. No se requiere trabajo. Me gusto, tengo
esta sensación de estar en lo cierto, tranquilo, no necesito nada, feliz Y tú
juegas aquí y das forma a tu habitación y luego si solo traes tu atención al
lugar dentro de tu corazón, hay una sonrisa, es muy simple, solo una sonrisa.
Toma una respiración, y la sonrisa se hace más grande, pero es tu sonrisa.
Y en esa sonrisa empieza a haber
una sensación de facilidad. Facilidad; no hay desafíos, nada pesado, todo es
muy liviano, fluye, relajado. Hay una facilidad. Y luego hay un hilo que corre
a través de este espacio sagrado del corazón – o hay muchos – pero uno
realmente simple que tiene una capacidad para ser experimentado, recordado,
reposicionado, es la vibración de la belleza. Trae tu percepción conciente;
¿qué es la belleza para ti?, que permite esa sonrisa. Puedes tomar otra respiración
y sin moverte, sin cambiar esto, simplemente toma conciencia de estar sentado
en una silla, en una habitación que también está en quietud. Solo nótalo sin ir
allí ni cambiar donde estás, y estás notándote a ti mismo.
Ahora bien, algo de que hemos estado
hablando durante un par de meses, de diferentes maneras, es que en estas
oleadas de luz, en estos ciclos dentro de ciclos, que ahora se están
experimentando, hay una ola de luz que es muy eléctrica, como que cosquillea
con electricidad, y es muy elevadora, muy disponible en este momento. Y en esta
ola hay enorme alegría. Alegría, una vibración realmente interesante. Pero en
esta sonrisa eléctrica, de hormigueo, belleza, alegría. Solo pon tu atención en
eso. Son muy magnéticas, las atraes a ti. Vienen a ti. Empiezas a ser uno
dentro de ellas, de estas energías. Todo alrededor, adentro, a través de ti.
Pero aquí mismo en este tranquilo lugar de facilidad, belleza, alegría, hay una
sonrisa. Y mientras te sientas en tu silla, y te sientas en este espacio creativo
de esta mente superior/corazón sagrado, me gusto, hay una vibración en una
palabra “permiso”. Lo interesante de esta palabra “permiso”, es que te
pertenece a ti. No es algo que alguien te da; no les pertenece a ellos; te
pertenece a ti. Entonces trae tu atención a esta palabra “permiso” y sigue
estando conciente de esa sonrisa y esa facilidad, aquí es donde está la magia –
si esa palabra puede entrar en juego – si puedes traer tu atención a “permiso”.
Darte permiso. No para algo en particular. Simple: tengo permiso. Siéntela.
Rueda en ella. Es muy elevadora, porque al empezar a tener permiso, ser dueño
de tu permiso, todo lo demás que se presenta desde afuera de ti
(mamá/papá/maestra/ sacerdote – no te doy permiso, no tienes mi permiso, no
tienes permiso para hacer eso), es un gran lugar para divertirse, fácil: Yo
tengo permiso. Nada se necesita hacer, más que reconocer: Yo tengo permiso. Yo
me puedo dar permiso a mí mismo.
Ahora bien, esa sonrisa,
encuentra esa sonrisa. Este sí que es un gran lugar; yo tengo permiso. No hay
discusión, no se tiran piedras, nadie se altera con nadie, porque si tú puedes
darte permiso, todo ese no-permiso simplemente se disipa. Se va. Y cómo
reacomodas el pasado para que no sea tan importante. Yo tengo permiso. Otra respiración.
Feliz. Complacido conmigo mismo. Sonrisa. Belleza. Solo trae tu atención a esa
sonrisa. Deja el permiso por un momento y sonríe. Verás, en esta sonrisa que se
presenta aquí, si la permites, otra respiración, hay una sensación de poder.
Conserva la palabra con p minúscula, es fuerza, poder, permiso. Nada para
hacer, excepto sostener tu atención sobre “permiso”. Hay una sonrisa aquí;
permiso.
Hay otro aspecto que entra aquí
cuando empiezas a reconocer que tienes permiso. Sucede un gran cambio, realmente
simple. Por un lado casi no se nota, pero es muy simple. Yo puedo permitirme
tener permiso. Permitir. Tengo permiso para
permitirme a mí mismo. Y puedo permitirme a mi mismo tener permiso. ¿Puedes
asumir eso? Si te es difícil, simula que es así, simula: yo puedo tener esto.
No estamos discutiendo con nadie
que no te dio su permiso, no estamos culpando a nadie, simplemente ¿cómo elijo
para mí el cómo deseo experimentarme a mí mismo? Aquí estoy, en quietud. Puedes
sostener tu atención en esta quietud, en permitir, permiso. Tal vez hay
pensamientos que se deslizan, adentro y afuera, solo déjalos venir e irse. Yo
me doy permiso, yo puedo permitirme a mí mismo ese permiso. Tengo permiso para permitirme ser yo
mismo.
Aquí en esta habitación puedes
traer todo un elemento más de esto. Toma conciencia del color. Y en especial,
aquí mismo, el azul cielo. Y eso es darte permiso, permitirte. Ten la sensación
de ese azul cielo; ya está allí, solo que aparece; te rodea, entra en ti, a
través de ti, real energía de luz, es casi como si pudieras flotar en el cielo.
Azul. En este azul cielo hay una calma, muy relajante. Nada para hacer. Y toma
nota de ti mismo; nota lo que has hecho; seguro, bello, la sonrisa. Ten la
sensación de gustar de ti mismo. En quietud, estoy curioso. Muy presente.
Conectado a tierra. Estoy creando una habitación vibratoria para mí mismo.
A medida que sigues poniendo la
atención en esta quietud, esta sensación de belleza, ¿qué es belleza para ti?
No, es la naturaleza, es la magnífica fusión de los arroyos, y los ríos, la
montaña, los animales… Es la sensación de un gran arte, donde la magia de la
matemática fluye y crea asombrosas obras. Belleza. Mientras observas la
belleza, siéntela, sé uno con ella, esa sensación de belleza. Tengo permiso,
puedo permitirme esta libertad. Esta fluidez, esta facilidad. Me gusto. Simplemente dándome para mí mismo,
disfrutando yo. Empezando a poder determinar cómo elijo para mí. Eso no
significa que no me importen los demás, sino que este es el espacio donde
empiezas a construir, porque el que te importen los demás en realidad se vuelve
algo dentro de tu capacidad para participar. Verás, cuando se vuelve 100% darme
para mí, entonces tengo 100% para compartir con los demás.
Pero en este espacio donde
estamos y tenemos permiso, permitiéndonos la belleza, ese punto de atención
empieza a ser lo que yo soy. Y todo lo que yo no soy simplemente empieza a
desprenderse. Y está esta ola de alegría Trae tu atención a esta ola. ¿Cómo se
sentiría la alegría para ti si el mundo fuera capaz de experimentar la alegría?
¿Qué aspecto tendría eso? ¿Cómo se sentiría? Trata de ver al mundo en esa
alegría. Ser capaz, con respeto, bondad, risas, cocreando, cooperando,
permitiendo que todas estas ideas potencialmente grandes que están en las
oleadas ahora mismo se manifiesten.
Hay una luz en el espacio de
este Corazón Sagrado, espacio de la mente superior, tu espacio, esta
habitación, que empieza a hacerse más brillante. Algunos llamarían amor a esto,
y el tema del amor es que es tan vasto, expansivo, con tantas vibraciones. Ya
hemos estado jugando en el permiso y la belleza y la alegría, aprecio,
gratitud, todo es amor. Solo en diferentes sabores. Diferentes
vibraciones.
¿Cómo te gustaría vestirte en
amor? ¿Cómo se sentiría eso, qué aspecto tendría? Bájalo a esas palabras, más
bien que algo elevado como un sentimiento de realeza. Tengo permiso para
irradiar amor. Simple, como dijimos, simple. No hay complicación en la sonrisa,
en la alegría de ver la belleza. No es trabajo.
Allí está esa sonrisa; complacido con mi experiencia.
Verás, esta experiencia que
tenemos aquí mismo, creando para nosotros, no tiene ninguna arista; estoy
experimentando belleza, alegría, quietud. Tengo permiso para permitírmelo. Este
es quien yo soy. No tiene condiciones, nadie está dando forma a mi belleza, ni
interfiriendo en cómo elijo darme permiso a mí mismo. Los otros están bien,
pero este es quien yo soy. Encuentra en este espacio esa sonrisa, esa belleza,
que es permiso, y simplemente permítete gustar de ti mismo. Muy simple. No hay
segundas opiniones. Yo sé que tengo algún equipaje, y cosas, pero aquí mismo
eso no está aquí. Yo me gusto, aquí mismo.
Y ese color azul es muy
tranquilizante, calmante, es como un tiempo en que flotabas en el agua, sin
esfuerzo. Me gusto. No hay segundas opiniones. Me gusta este sentimiento, me
gusta esta habitación que estoy construyendo, dándome para mí mismo. Empiezo a
elegir lo que es mejor para mí. Cien por ciento para mí, permitiendo estar 100%
en servicio a los demás. No hay separación. No es 50 y 50. Me gusto. Todo lo
demás se desprende, se va.
Luego empiezas a darte cuenta,
más que antes, que justo aquí, todo viene a ti. Simplemente empieza a suceder.
Coincidencias empiezan a ocurrir. Lo que pensé justo ayer, está aquí, qué
coincidencia, acaba de suceder. Mucho se está volviendo disponible para tu
creación, cuando es creada desde esta habitación, me gusto. Tengo mucho para
dar, cuando me doy a mí.
Otra respiración, y solo
quédense un momento y noten la sensación de alegría, complacido conmigo mismo,
dándome para mí. Ve si puedes sostener tu atención en la sonrisa, durante los
próximos 30 segundos. Simple.
Una respiración más, y mira a
esta habitación, toma nota de ella, es un lugar que podrías elegir visitar a
menudo. Luego encuentra la sensación de
la sonrisa, o la belleza, o la alegría, encuéntrala. Un punto de anclaje en
esta habitación. Esta habitación me brinda la sonrisa, cuál es ese punto de
anclaje.
Y al sentir este punto de
anclaje, toma conciencia de lo que estás creando. Permiso. Permitir. Feliz. Esa vibración
está anclada justo aquí. Una respiración, y aquí estoy. No es trabajo. No
necesito aprobación de nadie. Especialmente del ruido de afuera. Una
respiración. Ojos abiertos; aquí estoy. Luego desde aquí, yo elijo cómo tratar
con lo que está allí afuera.
Toma nota de este espacio que
estás creando y estás listo para estar completo, no para irte, sino simplemente
para tomar conciencia desde este lugar, cuando abras los ojos dentro de un
minuto, y darte cuenta en la habitación en que estás. Entonces elige estar completo, por el
momento, toma otra respiración, y cuando te sea cómodo, toma conciencia de
dónde estás, abre los ojos sin ver realmente las cosas, permite que los ojos
estén desenfocados de la habitación, y con la siguiente respiración, complacido
contigo mismo. Nota la habitación a tu alrededor.
Bien, muy bien, luce muy bien en
todos. Entregaré esto a Roxane en un minuto, pero déjenme decir que este
espacio en que están jugando, que están creando o al que están agregando, es un
lugar que te va a permitir navegar esta agitación de esta confusión en el
mundo. La agitación de ese sesgo de consenso. Oh, sabemos de qué hablamos
porque nos gustamos uno a otro, en mi pequeño grupo de “nosotros”. Permite que
este espacio sea un punto de observación.
En los próximos meses, semanas y
unos pocos años, en esa agitación, encontrarás que este es un lugar muy cómodo
para observar sin que se te cargue encima. No es complicado.