10 marzo 2020

Banco del Parque - Herramientas de Preparación: Palabras - Jim Self


Proyecto: BANCO DEL PARQUE
Jim Self - Mastering Alchemy: Herramientas de Preparación
Palabras
Me gustaría ahora repasar unas cuantas de esas mismas palabras, tal vez agregar algunas y hacerlo de una manera muy llana, para la actividad en la que van a participar. Queremos anclar realmente estas palabras, este conjunto de palabras con que jugamos: feliz, seguro, señor, presente, muy capaz, misericordioso, al mando; estas no son palabras arbitrarias. Estas palabras abren puertas asombrosas; no son elegidas al azar, son muy específicas. A medida que empieces a entretejer estas palabras en tu tela, en la trama de tus prendas que vas a usar, encontrarás que empiezan a suceder cosas asombrosas, simplemente por sostener la vibración empiezas a atraer personas hacia ti de manera muy distinta de como lo hacías en el pasado.
De modo que, de todo este trabajo que estamos haciendo – y ya lo dije al principio – esa rosa es una de las partes más importantes, así como la conexión a tierra lo es.  Pero construir estas palabras y empezar a presentarte intencionalmente desde esas vibraciones, es el trabajo más importante que puedas dominar en todo esto que estamos haciendo. Aun cuando uno va más allá en los cursos de Mastering Alchemy, el crear esta plataforma de palabras y ser capaz de entretejer una y otra de estas palabras – según sea la situación que se te presenta – es absolutamente maravilloso para poder crear la realidad que deseas.
Entonces vamos desde aquí; me gustaría llevarte por esas palabras y te pediría que te las pruebes, que realmente las sientas, estamos solo tú y yo, y yo no cuento. Póntelas, siéntelas, rueda con ellas, realmente entra dentro de ellas, aprópiatelas, y veamos adónde podemos llevar esto. Entonces me gustaría que te recuestes en tu asiento, tomes una respiración, relajes el cuerpo, permanece en el centro de tu cabeza y pon tu intención. Y tal vez como ya conoces “feliz”, siéntete feliz para empezar. Aquí mismo, toma un par de respiraciones, lindas, suaves, circulares, con los ojos abiertos y gusta de ti mismo, y luego lleva tu atención a ti mismo, directo al centro de tu cabeza, y toma conciencia de ti mismo, simplemente toma conciencia de ti. Nota tu pie izquierdo; percibe si tu codo derecho todavía está allí. Y al tomar esta próxima respiración simplemente permite que tus párpados se cierren y continúa con la respiración, linda, consistente, suave.
Ahora, desde el centro de tu cabeza, recuerda un momento en que fuiste feliz y simplemente pon tu atención en aquel momento, como si estuvieras allí. Sosteniendo esa energía, siente la emoción de felicidad; permite que las comisuras de tu boca sencillamente se curven hacia arriba, y permite que la sonrisa empiece a manifestarse en tu cara; feliz, siente ese sentimiento.
Y luego permite que ese sentimiento incremente casi hasta una risa, simplemente feliz; siente sencillamente esa vibración. Y luego permite que el recuerdo se aleje y reconoce “feliz” en tu ahora, en este momento; no hay causa y efecto de “feliz”; es una opción, una opción de 4ª dimensión; tiempo presente, ahora mismo.  En ese “feliz”, encuentra el sentimiento de gustar de ti mismo. Ahora bien: esto es ligeramente distinto de “feliz”; cambia tu atención levemente y ten en tu cabeza la afirmación “me gusto”. No se necesitan segundas opiniones, en absoluto. Y luego simplemente siéntete feliz.
Permite que el cuerpo se relaje. Permanece justo en el centro de tu cabeza y toma nota de ti mismo sintiéndote feliz. Continúa la respiración. Ahora pon una nota en esto, como si fuera un marcador en tu computadora, simplemente sabe esto: en el momento siguiente te voy a pedir que estés feliz, no se necesita pensar en ser feliz, simplemente notas este sentimiento y encuentras “feliz” como sentimiento, no hay realmente una búsqueda, simplemente sabes que está allí, siéntete feliz.
Luego cambia tu atención hacia otra vibración: simplemente neutral. “Neutral” es tranquilo, no hay emoción, todo funciona, no lo estás usando, simplemente cambias de “feliz” a “neutral”. Un espacio tranquilo; continúa la respiración. Y luego en “neutral” puedes también gustar de ti mismo, encuentra el “me gusto” y nota que ese sentimiento surgirá, si lo permites, y todavía neutral.
Y desde “neutral”, cambia tu punto de atención y encuentra el sentimiento, la sensación, de estar seguro, en lo cierto. Ahora bien, algunas personas nunca estuvieron seguras, está perfectamente bien, pero si fueras a simular que estás seguro, ¿cómo se sentiría eso? Toma una respiración y permite al cuerpo enderezarse en el asiento, los hombros podrían ir hacia atrás, la cabeza arriba, “estoy seguro”. Déjame hacer una pregunta tonta: ¿sabes cómo ponerte los pantalones?  ¿Estás “seguro” de que sabes ponerte los pantalones, has tenido éxito en ponértelos? ¿Estás seguro? “Sí, estoy seguro, sé cómo ponerme los pantalones”. Simplemente siente esa presencia de certidumbre, seguridad, “estoy seguro”. Continúa la respiración; gusta de ti mismo. Somos solo tú y yo – yo no cuento.
Luego encuentra otra vez esa vibración de “neutral”: es una vibración tranquila. Todo funciona, nada está en uso. Y encuentra la vibración de veteranía, de precedencia. Tal vez el cuerpo se quiera mover; este es mi cuerpo. Yo soy. Sencillamente eres dueño de ti, eres el señor, no hay segundas opiniones, no estás preguntando a nadie si está bien ser dueño de ti mismo; sencillamente sé dueño de ti, “este es quien yo soy”.
Mucha gente se ha metido en el centro de tu cabeza diciendo “tenemos una idea mejor que la tuya” has abandonado tu precedencia o señorío, les permitiste deslizarse adentro, dando credibilidad a su verdad. Sencillamente recupera tu precedencia, tu autoridad sobre ti, no hay empujones, no hay fuerza, no hay exigencia, simplemente decide encontrar el sentimiento de ser el que tiene autoridad sobre ti.  Expándelo hacia el concepto “Yo puedo estar a cargo de mi vida, soy la autoridad para tomar decisiones”. Justo aquí y ahora, en el momento presente, toma tu autoridad.
Y desde esta autoridad, siente el sentimiento de estar seguro, es como cambiar el punto de atención, y allí está el sentimiento: seguro de ser el dueño de ti mismo. Nuevamente deja que el cuerpo se relaje, no hay esfuerzo. Otra respiración - o dos. Luego en tu seguridad, en tu autoridad, sencillamente estar neutral en esas vibraciones; siente el sentimiento de certidumbre, de autoridad, y en neutral; no hay empujón, no hay esfuerzo, nada que cortar con una espada.
Y luego encuentra “feliz”. Permite que “feliz” se entreteja con seguro y autoridad. Otra respiración. Aquí empiezas a moverte entre los velos de la consciencia, se están adelgazando, solo con esta intención de estar seguro, feliz, dueño de ti mismo. Verás, nada puede invalidarte cuando sostienes estas vibraciones; todo lo demás se cae, las opiniones ajenas se caen.
Sostén tu atención aquí, feliz, y luego reconoce tu presencia. Estás establecido en tu presencia: “este es quien yo soy”. Otra respiración. Al sostener estas vibraciones, todo lo que “yo no soy” se disuelve, desaparece, no está en tu presencia.
También siente la sensación de ser capaz. Las opiniones ajenas aquí no cuentan. Otra vez, si eliges sostener esta vibración de “yo soy capaz” no hay discusión; “soy capaz.” Otra respiración.  Sube esa energía un poco más, siéntete capaz.
Y al permitir este “capaz” ten la sensación de ser “poderoso”; “yo puedo crear”, puedo traer cosas a la existencia, yo soy capaz. No hay espada, no hay esfuerzo, es simplemente “yo soy”. En el “yo soy” todo aquello en que pongas tu atención fluye hacia ti. Yo soy capaz. Soy feliz.
Luego cambia a la vibración de otro sentimiento. Sencillamente encuentra la vibración de ser misericordioso. Hay un gran poder en la misericordia; no hay debilidad. La misericordia permite que el flujo se vuelva coherente, permite cooperación, co-creación, permite la confianza, permite. Sencillamente sé misericordioso. Sé capaz. A medida que asumes “capaz”, la capacidad de ser misericordioso se vuelve muy disponible, porque no se discute. A veces retrocedes, permitiendo a otros que se experimenten a su mismos en su grandeza, a veces tienes que conducir a otros misericordiosamente hacia su éxito.   
Luego cambia hacia esa palabra “comandar”. Otra vez: no hay empujón, no hay esfuerzo, simplemente hay una capacidad para liderar, para empezar a ayudar, edificar, brindar bienestar. Puedo comandar mi realidad en mi realidad. Brindo dirección para mí mismo, y para otros cuando la piden. Entonces en esa sensación de comandar tu presencia, encuentra “capaz” y siéntete autoridad en tu presencia. Otra respiración. No hay nada que hacer más que sentir estos sentimientos. Y puedes estar seguro. “Yo puedo comandar, dirigirme a mí mismo, puedo ser capaz. Yo soy autoridad en mí. Me gusto. Simplemente encuentra ese sentimiento “me gusto”. Estamos solo tú y yo, y yo no cuento. Y sé feliz. Un poco más feliz. Relájate en el cuerpo y permanece neutral. Todo funciona; estoy seguro, soy capaz, soy dueño de mí, y no necesito ir a ningún lado, no hay nada que reparar, no hay nada roto.
Luego elige una de esas palabras. Sé esa palabra. Y entreteje esa palabra con otra palabra que elijas en el grupo de que hablamos
Y gusta de ti mismo. Encuentra el sentimiento de “me gusto”. Y luego hay otra variante, un sentimiento levemente diferente: siéntete complacido contigo mismo. Encuentra el sentimiento; es levemente diferente de “me gusto”. Estoy complacido. Otra respiración. Y al estar complacido contigo mismo, siéntete capaz.
Otra vez, toma una de esas palabras, siente la vibración, sé esta palabra, y esta palabra elegida entretéjela con “feliz” y simplemente toma conciencia de ti mismo en el centro de tu cabeza, siendo feliz y con la palabra que elegiste.
Y sin cambiar este sentimiento, este entretejido de palabras, sostén este sentimiento y simplemente toma conciencia de la habitación a tu alrededor, feliz en la palabra que elegiste. Permite a ese “feliz” asomar en tu cara, un poco más, en una sonrisa. Y sostén tu atención en estos sentimientos, y permite que tus párpados se abran, simplemente notando el sentimiento. Luego permite que la habitación entre en foco, y siéntete feliz, capaz, dueño de ti, seguro, muy misericordioso, al mando, muy presente, lo que hayas elegido. Toma otra respiración.  Gusta de ti mismo. Toma conciencia de “yo soy feliz” y la palabra que elegiste. Permite que esa sonrisa se haga más grande. Entraremos y saldremos de estas palabras, más y más, y agregaremos a este saco.
Ponte de pie, estira el cuerpo, gusta de ti mismo, sé feliz.

Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro