17 octubre 2019

La Reforma que viene - Kryon


Canalización de Kryon por Lee Carroll en Berlín, Alemania, 17 a 22 de Septiembre de 2019
Excursión y Seminario Kryon en Berlín - 30º Aniversario de la Caída del Muro de Berlín

4 - La Reforma que Viene
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Este es el cuarto mensaje desde Alemania; el tema del día es los nuevos comienzos. Estamos en un lugar público en Wittenberg. Este lugar es el hogar de la Reforma; el hombre, Martín Lutero. Este hombre miró a su alrededor y vio verdades inapropiadas en las creencias sobre Dios. Queridos, no hay secretos con Dios, pero era una época más oscura. Había algunos que ocultaban los secretos ante el público. Bajo el disfraz de la religión mantenían el poder de la falsedad.
Martín Lutero miró a su alrededor y vio estas cosas. Imaginen, dijo él, que los seres humanos puedan comprar su acceso al cielo. Imaginen, pensó él, que el sacerdote se ponga de pie y dé   información en un lenguaje que nadie puede entender. Imaginen, dijo él, que se pueda comprar el perdón de los pecados. Él vio lo inapropiado de todo esto; el visualizó un nuevo comienzo. Lo que eventualmente se convirtió en la Reforma fueron aquellos que protestaban contra toda esa falsedad en una época más oscura.  Las organizaciones se aprovechaban de todos a su alrededor en nombre de Dios. Celebramos aquí a Martín Lutero y lo que él hizo para exponer una falsedad y traer una verdad mayor al público en su región. Eventualmente, miles de millones en todo el planeta tuvieron esa verdad mayor. Hoy la mayoría la tiene, queridos, es un tiempo nuevo. ¿O no lo es?
Me gustaría decirles algo, a lo que hemos aludido antes. Hay una reforma en camino, que dice que ahora están en la encrucijada de una exposición de la falsedad. Ustedes viven tiempos modernos, podrían decir "Hoy es diferente de 500 años atrás". Y sin embargo, si miran alrededor de planeta, tienen los mismos atributos que crearon guerras espirituales en el pasado. Difícil de creer, que haya tantos que puedan quitarte la vida si  no crees en el mismo Dios que ellos. Estos son sus tiempos modernos; queridos, una reforma está en camino.
¿Qué sucederá en 500 años? Así como ahora celebran aquí sentados lo que sucedió 500 años atrás, ¿qué tal si los llevo a  dentro de 500 años, aquí sentados? Podría llevarlos un poco más adelante que eso. Queridos, estas cosas han pasado en otras civilizaciones en otros lugares de su galaxia. Ustedes no están solos en la evolución espiritual de la verdad. Lo que ha pasado aquí representa el crecimiento de la consciencia en un planeta. De modo que déjenme llevarlos a mil años hacia el futuro en este planeta y quiero que celebren la reforma de 500 años atrás.
Hubo hombres y mujeres que condujeron la Reforma. Ellos decían esto: Imaginen una época en que verían al Creador de este Universo y ustedes dijeran que este Creador tiene una mente humana. ¡Qué pintoresco es eso! Que esa mente humana en un Dios los castigaría, enviaría a sus hijos a un lugar de sufrimiento eterno. ¡Qué falta de evolución, no saber que el Dios del amor no haría semejante cosa!  La Reforma fue una extracción de esas falsedades. Imaginen, creer que el Dios del amor pueda ser el Dios del castigo. Imaginen un tiempo en que pensaron que Dios los    menospreciaba  con una mente humana, algo parecido a Santa Claus. "Será mejor que te portes bien, porque si no...". ¡Qué infantil! ¿No están contentos de no vivir en esos días? Verán: están encaminados hacia otra Reforma donde no existirá ninguna de estas cosas. Esta es la primera de muchas reformas, a medida que la civilización llamada Tierra empieza a evolucionar espiritualmente con una consciencia más elevada que empieza a ver la luz de Dios en todas partes y desechar las falsedades, así como sucedió aquí en tiempos más oscuros.
Quiero que piensen en estas cosas, porque aquí hay una broma graciosa: todos ustedes estarán aquí dentro de mil años (algunas risas). Esperemos que su recordación akáshica diga "¡Yo he subido estos escalones antes!"
Y así es (más risas y aplausos).
Kryon
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro