27 septiembre 2025

Comprender a los Hombres - José Stevens

Comprender a los Hombres en estos Tiempos Desafiantes

Septiembre 16, 2025

José Luis Stevens

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Estamos en 2025, con miles de años de experiencia detrás, miles de millones de hombres han vivido sus vidas en todo el mundo, y sin embargo todos parecen confundidos respecto a cómo se supone que sean los hombres. Y para agregar más confusión e insultar a algunos de los hombres menos equipados, ignorantes, y retrasados en el planeta, las voces mayores en los medios explican a la última generación de muchachos qué es ser un hombre. Esto, dicho de paso, siempre ha sido así a través de incontables generaciones de hombres jóvenes con solo unas pocas excepciones. Ahora no voy a pretender tener todas las respuestas sobre qué es ser un hombre real, pero, habiendo sido uno durante 77 años, en este momento pienso que estoy calificado para decir unas pocas cosas importantes sobre la virilidad o al menos dar una pequeña perspectiva del asunto. Algunos de ustedes indudablemente estarán en gran desacuerdo, o simplemente me descarten como loco chiflado. Puede que tengan algo de razón pero, otra vez, puede que yo esté en lo correcto con lo que digo. Ustedes deciden.

El tema de qué significa ser un hombre es enorme, y tiene tantas partes que será imposible tratar todo en este breve artículo. Puede requerir más de un artículo para incluso empezar a cubrir el tema, y es un asunto que sigue evolucionando mientras hablamos, de modo que nunca lleguemos al final de esto.

Empecemos. Nosotros, los seres humanos tenemos una naturaleza dual. Tenemos estos cuerpos mamíferos que se comportan de ciertas maneras y por supuesto estos cuerpos mamíferos vienen con genes, hormonas, química, y características físicas únicas para la forma masculina. Estos aspectos extienden nuestra capacidad y también nos restringen de maneras muy obvias, como la altura, el peso, la musculatura y los órganos sexuales sin la maquinaria productora de bebés que tienen las mujeres. Todas estas diferencias físicas obvias más el condicionamiento, nos dan personalidades que se desarrollan mientras crecemos, y todos los hombres participan de esta realidad.  Además todos los hombres estamos concientes de estar vivos, y esa conciencia es una realidad diferente y separada de los aspectos físicos.  Déjenme explicar. Si alguien me preguntara ahora si estoy vivo, yo no tendría ni que pensarlo.  Inmediatamente diría “Absolutamente; sí, estoy vivo.” Podrías preguntarle a cualquiera en el planeta lo mismo, y todos responderían idénticamente, a menos que tal vez fueran psicóticos, pero eso es una historia diferente.  Nota que dije “cualquiera”, no dije hombres, ni mujeres. Cualquiera.  Lo que estoy diciendo aquí es que no hay diferencia alguna en absoluto en la respuesta de un hombre o una mujer a esa pregunta. La pura percepción conciente de estar vivo es la misma para todos. No está influida por el género ni otra cosa. Hay una implicación profunda aquí que algunos de ustedes tal vez hayan notado. Si nuestra experiencia de estar concientes de estar vivos es idéntica, tal vez hay solo una percepción conciente en que todos participamos. El género es irrelevante y somos una consciencia.

Si yo les preguntara otra cosa, como “¿Cómo se siente tu cuerpo ahora mismo?”, las respuestas estarían en todo el mapa y a menudo estarían relacionadas con el género, impactadas por una química corporal diferente, hormonas diferentes, órganos diferentes, y demás. Ya se dan idea. Entonces, somos criaturas duales. Una parte de nosotros está muy influida por diferencias locales de género, y otra señala nuestra similitud. Nosotros, hombres y mujeres, somos radicalmente diferentes, pero los mismos.

No hay ningún problema en absoluto con nuestra semejanza. No surgen problemas de eso. Es simplemente así. Somos lo mismo en cuanto a nuestra percepción conciente de ser. Y puedo ir tan lejos para decir que somos un gran ser con ocho mil quinientos millones de partes llamadas la raza humana. Pero ¿qué pasa conmigo como un cuerpo y una personalidad, con mi historia local y densidad y narrativa sobre lo que he hecho y quién soy, y adónde voy? Esto no lo comparten todos. Es mi programa único y yo soy el único que tiene mi experiencia particular de ser yo.

Podría reunir un grupo de hombres a mi alrededor y decir: “Nosotros somos todos hombres y compartimos esto y aquello”, y eso estaría más o menos exacto. Pero si realmente profundizamos en eso, mi experiencia de ser un hombre es algo diferente de la experiencia de Jack de ser un hombre, o la de Ernesto, o de Hiro, o de Max. ¿Quién soy yo para decir lo que la experiencia de Fred debiera ser o no debiera ser? No conozco eso. Lo que nosotros, los hombres, sí sabemos es que a pesar del hecho de que hay enormes diferencias entre nosotros, compartimos los mismos órganos sexuales, impulsos hormonales para ser más agresivos, y compartimos expectativas similares de la cultura en que vivimos respecto a qué debiera ser un hombre. Eso es casi todo.

Compartimos hormonas, genes, y química, pero tenemos diferente impronta, y condiciones familiares, sociales y culturales, así como la madurez. En otras palabras, el asunto físico – características animales - es lo que compartimos. En realidad, somos seres con alta consciencia proactiva, con una percepción conciente universal de estar vivos y de ocupar cuerpos animales que son mayormente reactivos. La mayor parte del tiempo vamos con el animal, la cosa reactiva, y esto conduce a una insatisfacción eventual e infelicidad con nosotros mismos y de unos con otros, y esto eventualmente conduce al miedo y a la pelea, y a olvidar completamente sobre ese otro aspecto tan importante de que somos lo mismo.

Tomemos unos pocos momentos aquí para hacer obvio el por qué cada hombre es diferente y no lo mismo en absoluto. Los hombres vienen todos en diferentes tamaños, formas, colores de piel, colores de cabello, y temperamentos. Algunos hombres son observadores o agresivos, o apasionados, o reservados, y otros son cautelosos o poderosos o perseverantes. Algunos son emocionales, otros más intelectuales y otros más quinestésicos. Algunos hombres son idealistas, algunos son escépticos, algunos estoicos, realistas, espiritualistas, cínicos, o pragmáticos. Algunos son muy cálidos y aceptan; otros discriminan y exigen, ambiciosos y quieren aprender, algunos más intensos, algunos dominantes y controladores, otros más entregados, y aún otros simplemente fríos y salidores. Algunos son altamente creativos e inventivos, otros bulliciosos y graciosos, y aún otros muy inspiradores, y hay algunos muy bondadosos que se quitan su camisa para darla a otros, en tanto hay otros que son mandones, incluso tiránicos, y otros enfocados, con principios, leales, y aún otros estudiosos y experimentales. Algunos buscan la libertad, en tanto otros buscan intimidad y compañía, otros quieren expresarse, algunos quieren intercambio y hacer negocios con otros, y algunos preferirían competir, derrotar a otros, subir al poder, jugar al rey de la montaña.  Algunos quieren estar en comunidad y otros quieren estabilidad y orden, y así sigue y sigue. Algunos quieren explotar y otros preservar y sostener., otros son amantes de las plantas y los animales, en tanto otros siguen al dólar todopoderoso. Algunos de nosotros, los hombres, somos muy obstinados, algunos arrogantes u orgullosos, algunos autodespectivos, algunos se sienten culpables, y algunos avergonzados, algunos son autodestructivos, algunos actúan como víctimas, algunos son altamente impacientes, y así sigue. Incidentalmente, podríamos decir todo esto sobre las mujeres también, y sería verdad, pero tendría un sabor ligeramente diferente. Al final del día, todas estas diferentes maneras de ser son experimentos legítimos a ser explorados, examinados, vividos y aprender de ellos. ¿Quién dice que tenemos que ser todos parecidos?

Entonces, ¿en qué sentido somos nosotros, como hombres, todos parecidos o al menos similares? Ahora bien, hay tantas personas en el mundo, que hay espacio suficiente para toda clase de excepciones. Entonces, sí, tenemos muchos que son LGBTQ. ¿Realmente todos tenemos que ser aburridamente parecidos exactamente? No. Hablando sexualmente, la mayoría de los hombres son similares en unos pocos aspectos. Si miras alrededor en la naturaleza, vas a encontrar que, biológicamente hablando, todo lo viviente está principalmente interesado en reproducirse y en vivir lo bastante para hacerlo con éxito. Entonces, con el interés en reproducirse, todo lo viviente está dirigido hacia permanecer vivo para evitar la aniquilación. Ahora bien, por el momento vamos a ignorar al resto de la naturaleza con todas sus fascinantes variaciones y solo nos concentraremos en los humanos varones.

Todo hombre está subconscientemente, activamente, escaneando el ambiente por seguridad. Sí, los hombres instintivamente están vigilando por posibles peligros a evitar. Están listos para protegerse a sí mismos y, a veces, a otros, combatiendo enemigos o saliendo del lugar de peligro, sea una cosa o la otra. De esta manera pueden sobrevivir lo bastante para aparearse y prolongar la especie. Entonces, no solo están escaneando por seguridad, sino que están biológicamente escaneando por parejas potenciales, y cuando ubican una, hacen su estrategia de cómo van a cumplir esto. Ahora bien, tengan en cuenta de que estoy hablando estrictamente de imperativos biológicos aquí. Muchos hombres son mucho más sofisticados en su conducta y también consideran el amor, la diplomacia, la decencia, la protección, la generosidad, la bondad, la maestría, etc.  También, están enfrentando obstáculos como el miedo al rechazo, la timidez, las inhibiciones, la elusión, y no quieren parecer demasiado agresivos o parecer letales y muchas otras consideraciones así. Todo esto para decir que mucho de la actividad humana está realmente orientada al acecho, y esto puede chocar con las otras partes de nosotros que están más interesadas en asuntos espirituales u otros tipos de emprendimientos creativos. Entonces, cuando las mujeres reaccionan a los hombres con “Los hombres solo quieren una cosa, SEXO” están casi en lo correcto en un sentido puramente físico, pero casi equivocadas al mismo tiempo. La parte correcta es que la mayoría de los hombres está controlada por su química y el imperativo biológico de todas las criaturas vivas, conservar la raza o la especie a como dé lugar. Entonces, sí, los estudios psicológicos muestran que el hombre joven promedio piensa en sexo 19 veces por día. La parte equivocada es que cuando no están pensando en sexo están concentrados en muchas, muchas otras cosas interesantes como su trabajo, sus hobbies, relaciones, desafíos, responsabilidades, paternidad, estar sanos, en intentos atléticos, deportes, espiritualidad, y más.

Incluso si destacamos el elemento bastante común de querer sexo, encontramos enormes diferencias en cómo los hombres lo abordan, lo manejan, piensan en ello, lo quieren, lo temen, son adictos a él, y todas las preferencias que lo acompañan. Los hombres llevan impronta más probablemente que las mujeres, entonces las experiencias de la temprana infancia tienden a enfocarlos en ciertas partes que encuentran eróticas, como senos, tobillos, piernas, hombros, abdomen, cuellos, orejas, cabello, labios, etc. Y a veces cosas que les son periféricas como ropa interior, corpiños, sombreros y zapatos, para mencionar solo unos pocos.  Incluso hay un caso famoso de un hombre que encontraba eróticos a los tranvías. Y luego están los hombres más orientados hacia actividades ilegales y dañinas como abuso infantil, extremos en pornografía, y tendencias extremas sado masoquistas. Y sí, algunos hombres no tienen impulso sexual en absoluto y prefieren ser célibes. Los hombres simplemente no son todos lo mismo, ni con mucha imaginación, incluso en sus vidas sexuales.

Los hombres jóvenes atravesando la pubertad suelen estar confundidos con respecto a qué significa ser un hombre, y reciben toda clase de ideas locas de sus amigos, padres, y de la sociedad en que viven, sin mencionar lo que su religión tiene para decir al respecto. Cuando todo queda dicho, un hombre es lo que ese hombre piensa que es un hombre, y esto está sujeto a cambiar con la madurez y más experiencia de vida. En este artículo hemos cubierto el panorama grande de lo que hace a los hombres exactamente lo mismo que las mujeres en un estado esencial, y qué los hace distintos de las mujeres y unos de otros en un estado físico. No funciona ni ser demasiado espiritual y negar el cuerpo físico, ni enfocarse demasiado en lo físico y negar la conciencia más alta. Ambos están inexorablemente entrelazados y es nuestra tarea como hombres y mujeres clasificarlo. Hay mucho más en este fascinante tema, que será tratado en artículos por venir. Entre tanto, disfruten de lo que ustedes son, porque sin duda van a ser tanto mujeres como varones a medida que las vidas van dando vueltas. Cualquier cosa a la que se resistan, en eso se convertirán.

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Traducción: M. Cristina Cáffaro
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