Resurrección: ¿Qué significa? Rehacer, re decidir, revelar, repetir,
restaurar, recordar…
Artículo de José Stevens – 18 de Junio de 2025
En
este artículo vamos a hablar sobre el significado y las ramificaciones de la
Resurrección y creo que te sorprenderá agradablemente. Cuando las personas oyen
la palabra Resurrección, suelen pensar inmediatamente en términos de la
resurrección de Jesús tres días después de morir en la cruz hace unos dos mil
años. Por supuesto, la palabra resurrección (y sus derivados) es
realmente una palabra neutral que se refiere a muchísimas cosas, por ejemplo:
“Ha habido una gran resurrección en el interés de la gente joven por la moda de
los 1980”. O bien, “el intento de resucitar el interés en reconstruir el viejo
teatro fracasó y fue demolido.”
Resurrección
es una de las muchas palabras que comienzan con RE, significando un
regreso a algo haciéndolo de nuevo. Rehacer, re-cordar, re-velar, re-decidir,
re-staurar, re-tornar, re-inventar, re-petir, re-pagar, re-frescar,
re-calibrar, res-sponder, re-formar y muchas palabras más, todas nos aconsejar
volver atrás y hacerlo de nuevo en diversos aspectos. Entonces, “Resucitar”,
para usar una versión breve, es retroceder a algo y re-experimentarlo, traerlo,
tal vez cambiar un poquito o renovarlo. ¿Por qué querríamos hacer eso? Porque
sentimos que todavía podría tener valor. Tal vez podría servir de nuevo, traer
un enfoque que era mejor que el actual. Tal vez perdimos algo cuando lo
desechamos antes, y vale la pena traerlo de nuevo. ¿Por qué traer algo que sigue
siendo una porquería? No, queremos traer algo porque podría ser divertido otra
vez, como una película vieja, o traer ese aspecto que llamamos retro porque tal
vez alguna gente lo echa de menos, o tal vez era tan feo que realmente se ha
vuelto interesante de nuevo. Ya entienden la idea. Hay toda clase de razones
para traer algo de vuelta, peor mayormente es porque sentimos que todavía tiene
valor. No encontrarían personas que quieran resucitar el Pony Express o las
lámparas de aceite de ballena, y demás. Eso ya no tendría ningún valor de todos
modos. ¿Qué tal si pudiéramos resucitar o traer de vuelta un enfoque de la vida
transformador y que cambie la vida? Algo totalmente olvidado, perdido en las
nieblas del tiempo. ¿Qué tal si traerlo de vuelta fuera la cosa más fácil del mundo?,
y al mismo tiempo creara enorme controversia al punto de que tal vez mataran
personas por siquiera intentar hablar de eso. ¿Qué podría ser eso? Bueno,
abordemos esto oblicuamente y sí, volvamos al rey de las resurrecciones, aquel
maestro que hizo el intento de ilustrarlo hace mucho tiempo y fue tan
completamente malentendido que la verdad de esto se perdió otra vez por otros
dos mil años. Jesús fue un hombre que entendía completamente que él era
Consciencia expresándose temporariamente en la forma de un hombre. También
sabía que todo lo que miraba, oía, tocaba y olía y sentía, era también la
consciencia expresándose como algo en forma física temporaria. En otras
palabras, el sabía que su persona local era impermanente, pero estaba ocupada
por algo eterno e infinito.
Esto
es una definición clásica de un ser iluminado. Como ser iluminado, él sabía que
todo lo que experimentaba a través de sus sentidos estaba automáticamente en
alineación con él. Otra manera de decir esto es que el Espíritu siempre
reconoce al Espíritu en todas partes y entonces todo lo reconocería a él y
estaría en alineación con él, recíprocamente. Allí está otra vez esa sílaba Re.
Jesús a menudo regresaba a algunos
entendimientos centrales, algún saber esencial en sus enseñanzas, sermones, que
siempre tenía que ver con la verdad de cómo es. La primera enseñanza central
fue: “Obsérvenme y vean lo que yo hago y noten cómo yo estoy siendo así como yo
soy, y aprendan de esto.” La segunda
fue: “Todo lo que yo puedo hacer, ustedes lo pueden hacer, pero incluso mejor”.
Por supuesto, él dijo muchas otras cosas también, pero estas dos enseñanzas
lógicamente se seguían una a otra y eran repetidas a menudo. Él también enseñó
mayormente en parábolas y con el ejemplo, y por supuesto enseñó en el lenguaje
de los nómades, arameo, un lenguaje abundante en verbos, que se traduce mal a
los lenguajes de pueblos en asentamientos fijos como latín, griego, y por
supuesto en inglés, abundante en sustantivos. Entonces, la mayor parte de lo
que él dijo fue enteramente mal traducido y luego irremediablemente
distorsionado más allá de eso. Es una maravilla que haya sobrevivido algo de
sabiduría o de información exacta, pero algo de ella lo hizo porque así debía
ser.
Jesús
fue el maestro de las parábolas y los eventos apasionados, las demostraciones
simbólicas y dramáticas siempre diseñadas como enseñanzas, porque él sabía que
la gente mayormente analfabeta a la que estaba enseñando obtendría mucho más de
una historia o un evento como el de los panes y los peces que de una
conferencia. También está la historia de cómo él levantó (resucitó) a Lázaro de
los muertos temporariamente para demostrar algo. El hombre Lázaro murió poco
después, de modo que solo fue resucitado por breve tiempo. ¿Por qué él hizo
esto? ¿Fue solo un truco? “Miren todos lo que yo puedo hacer, jajá”. Por
supuesto que no. Esto fue una alusión simbólica a la capacidad que todos
tienen, no de levantar a los muertos sino de resucitar la vida. Su muerte en la
cruz, poco tiempo después, y su resurrección a los tres días, fue la misma
enseñanza, toda repetida, no para ilustrar el levantar a los muertos sino para
resucitar la vida. Todos estamos aquí para hacer eso diariamente. Es solo que
nos olvidamos, y seguimos olvidándolo.
Ahora
ustedes probablemente estarán pensando, “Sí, pero todavía no entiendo el punto.
¿Qué quieres decir resucitar la vida y por qué es importante? ¿No está eso
sucediendo de por sí?, de modo que ¿qué tenemos que ver con eso?”
Jesús
era una rara alma antigua de 7º nivel, un alma trascendental que con su
crucifixión se volvió el alma infinita. Infinita, por supuesto, significa sin
ninguna limitación y usualmente se empareja con eterna, entonces infinita y
eterna significa sin comienzo ni fin, y sin limitaciones espaciales. Eso podía
cubrir todo lo posible, todo y nada. Entonces ahora sabemos cuales eran sus
credenciales y qué puede ser y serán nuestras credenciales también porque,
recuerden su enseñanza: Todo lo que yo puedo hacer ustedes pueden hacerlo y lo
harán, solo que mejor. ¿A qué apuntaba? Bueno, básicamente estaba hablando de
alineación. Cuando las ruedas de tu coche están alineadas, realmente significa
que están todas en alineación cada una con las otras y con el camino, de modo
que el viaje es suave, gastando la menor cantidad de energía para un máximo de
recorrido. Bastante bueno. Ahora en el plano físico, los físicos han determinado
que gradualmente todo decae y el azar y el desorden van aumentando, conduciendo
a una pérdida de productividad. Llaman “entropía” a este proceso, o “rendimientos
decrecientes”, debido a la imprevisibilidad y al azar. Entonces, ellos dirían
que, mientras conduces tu coche, las ruedas tendrán una tendencia a salir
lentamente de su alineación con el tiempo, hasta que básicamente seas incapaz
de manejar tu coche a más de una milla por hora. Ahora bien, en tanto la
entropía puede usarse para describir la tendencia de un sistema para moverse
hacia el desorden, es una cantidad específica y mensurable relacionada con la
disponibilidad de energía dentro de un sistema. ¿Qué tiene que ver esto con la
Resurrección? Veamos.
Tomemos
esta idea de la alineación y traduzcámosla como estar en alineación con el
Espíritu. Entonces, si estamos en alineación con el Espíritu esto es el mismo
programa, la menor cantidad de energía gastada para el máximo recorrido. Pero
con el tiempo, si la entropía hace lo suyo, nosotros los humanos lentamente nos
salimos de la alineación el Espíritu simplemente debido a distracciones (el
coche cae en un bache), y cosas al azar como un trauma (goma pinchada),
accidentes (el coche se sube al cordón), circunstancias difíciles (rutas
accidentadas) y demás. Poco a poco nos detenemos por completo. Eso no significa
que el Espíritu no esté allí (la ruta todavía está allí). Es solo que ya no
estamos en alineación de manera de poder beneficiarnos del sistema funcionando,
y no se siente bueno (viaje inestable y sacudido). Entonces, necesitamos
resucitar la experiencia de estar en alineación con el espíritu y luego el
viaje es suave otra vez y podemos viajar lejos con la mínima cantidad de
dificultad. ¿Eso tiene sentido? Entonces eso trae la pregunta: ¿cómo volvemos a
la alineación? ¿Cómo resucitamos la experiencia de un viaje suave? Realmente es
muy fácil, pero como somos tan vulnerables a la distracción, parece difícil.
Alinear las ruedas y gomas de un coche es una cosa, pero alinearse con el
Espíritu es otra, y mucho más fácil, porque no requiere pesos, manijas con
llaves, y demás. Lo que se requiere es esto (sujétate el sombrero). 1. No puedes alinearte muy bien con el
Espíritu si no crees que el Espíritu existe, tal como no puedes alinear tus
ruedas con la ruta si no crees que haya una ruta. 2. Una vez que lo
crees, lo verás en acción. No es solo una teoría o una hipótesis. Es una
experiencia. Sales a la ruta y dices, “Caramba, la ruta realmente está aquí.”
Miras alrededor y notas que estás consciente y te das cuenta, primero. Te das
cuenta de que estás vivo. Eso es un buen comienzo. 3. Notas que cuando te das cuenta,
estás en comunicación con todo lo que ves, percibes, sientes, y percibes a
través de tus sentidos. Sientes la ruta debajo de ti, la ves delante de ti,
sientes los cambios mientras pasas de pavimento a tierra, ripio o nieve. Tu
mundo está vivo, activo, y responde a ti y tú respondes a él. Empiezas a ver
que el Espíritu está en todas las cosas, que las cosas no están divididas entre
tener o no tener el Espíritu. Todo es Espíritu, como lo eres tú, y es una
grandiosa danza que incluye personas, animales, plantas, rocas, ciudades,
océanos, montañas y demás, todo, sin excepciones.
Ahora
estás nuevamente en alineación y has resucitado tu relación adecuada con el
Espíritu. Todo empieza a funcionar. Estás sobre la línea dorada. Las cosas van
bien y te sientes bien. El viaje se siente grandioso. Esto es todo, hasta que
te olvidas. Ups, hora de alinear otra vez. Otra resurrección. Puede que este
proceso necesite tener lugar muchas, muchas veces al día hasta que se haga
permanente y ya no te olvides más. Tal como implicó Jesús, no hay muerte de la
cual resucitar, puedes resucitar la vida en cualquier momento y lugar con el
simple acto de reconocerlo.
Entonces,
nuestro propósito es resucitar al Espíritu en todo al reconocerlo, despertar.
Jesús enseñando a través de su propia resurrección, tenía que ver con resucitar
todas las cosas, no solo su cuerpo. Todo puede ser resucitado, y todos están
diseñados para hacerlo.
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escrito de Power Path
Traducción: M. Cristina Cáffaro
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