Canalización de Kryon por Lee Carroll
Miércoles de Sanación 23 de Agosto de 2023
Serie: Pelar la Cebolla Parte 4 – Sanar tu Cuerpo
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Este es el cuarto episodio, podrían decir, tramo, serie
de canalizaciones sobre pelar la cebolla. Y he esperado hasta este cuarto
tramo, esta cuarta canalización, para darles mi información favorita sobre el
ser humano.
Hoy es miércoles de sanación, una serie de programas
establecidos, canalizados, producidos intuitivamente, por una razón.: para
presentar la idea de que hay muchos procesos de este planeta que se enfocan
todos sobre la capacidad del humano para ayudarse a sí mismo de maneras que la
humanidad no creyó o bien no usó, o le tuvo miedo. Eso es la sanación de la que
hablamos, de la que hemos hablado durante 30 años.
Hace años y años, implementamos una frase: “Háblale a tu
estructura celular; háblale a tus células”. Esta fue la introducción de una
premisa que no fue popular en ese momento; la premisa era esta: los humanos
vienen con la capacidad de sanarse a sí mismos de situaciones profundas, cosas,
enfermedades, anomalías, incluso el envejecer. Esta es la magnificencia del
alma que es parte de cada uno de los seres humanos. Una magnificencia que es
literalmente arrancada tan pronto ustedes nacen, por muchos que les dicen que
ustedes vienen con nada, y van a tener que trepar muchas escaleras –
metafóricamente - para llegar a un lugar
en que, aunque sea puedan decirle hola a Dios.
Hay algo aquí, dentro de ustedes, que es muy asombroso e
increíble. Que van a tener que pelar esa cebolla de desinformación con objeto de llegar a eso. Hay demasiadas
capas que dicen “No, no puedes; no, no puedes; eso es estúpido; no, no puedes.”
¿Llegarás alguna vez a ese lugar donde tal vez – tal vez – puedas?
De modo que esto realmente define a la cebolla que
tenemos que pelar, con objeto de llegar a una verdad magnífica que siempre
estuvo allí. Siempre allí. Y es la de la
salud. Es la de su capacidad para cambiar lo que siempre han tenido; la
creencia en que eso tiene que cambiar. Lo que creen que tienen, debe cambiar.
Eso es la cebolla.
De modo que empecemos con esto: el ser humano siempre
tuvo pistas, todo a lo largo de su civilización, que le mostrarían lo que puede
hacer. La más grande, que me gustaría señalar otra vez más, es la remisión
espontánea. Esta es una frase que describe algo que sucede casi
instantáneamente y que es milagroso. Una persona tiene un tumor, y luego no lo
tiene. De la noche a la mañana. O puede
realmente estar en la mesa de cirugía, y algo sucede, que es un milagro, una
reversión de aquello que van a operar. Remisión espontánea. Aparentemente no
hay reglas para ella, no hay causa y efecto en ella, aparentemente. Pero lo que
sea que tenía, que podía realmente estar matándolo, desaparece. Se va tan velozmente, tan rápidamente, que la
única cosa que el ser humano puede señalar es un milagro. Eso de por sí tiene
que ser pelado de la cebolla. ¿Qué tal si no fue milagroso en absoluto? ¿Qué
tal si fuiste tú haciendo lo que siempre habrías podido hacer? La magnificencia
tuya borró una enfermedad o un tumor, por medio de tu consciencia, de la noche
a la mañana.
¿Qué tal si es para eso que vino el humano? ¿Qué tal si
eso siempre fue posible? No un milagro, sino algo normal. Y la razón por la que
parece un milagro, ¡es debido a la cebolla! Esa cebolla con toda clase de
capas, que no se puede llegar al centro, que dice “Sí, por supuesto que
podrías” y, en cambio, es una cebolla con muchas, muchas capas, que dice “No,
no puedes. No, no puedes. No, no puedes.”
Hay algo más, que es muy revelador, que sucede todo el
tiempo, en su cultura, en su sociedad, en la medicina moderna, ¡todo el tiempo!
Está ahí para mirarlo, verlo, y estudiarlo, y no lo estudian, y no lo han
estudiado.
De modo que una de las cosas más profundas que la ciencia
ve, que ellos tienden a sacarse de las manos, y dicen “Bueno, interrumpe los
datos,” y eso es el efecto placebo.
Le dices a alguien que le das una píldora que va a
eliminar una enfermedad, o una anomalía, o algo más que está pasando, y está
muy complacido. Finalmente hay una sustancia, o tal vez una droga, o lo que
sea, que va a ayudar con esto, que va a curar esto, que lo va a eliminar. Y
toma la píldora, y esta lo hace. ¡Se fue!
Más tarde descubren que participaron de un estudio del
placebo; tomaron una píldora recubierta de azúcar que no tenía absolutamente
nada. (se ríe). La píldora no hizo
nada que obligara a la enfermedad a irse. ¿Cómo se resolvió la anomalía en su
cuerpo? ¿Cómo cambió, cuando no había nada en la píldora? Ese es el efecto
placebo, y sucede diariamente. Sucede en la investigación, en toda la
investigación. ¿Qué está pasando allí? Eso es la magnificencia del ser humano
que por medio de su creencia le dijo a su cuerpo que cambiara, y este lo hizo.
Creyó que lo haría, aun cuando lo asignó a una sustancia, la creencia fue tan
fuerte, que el cuerpo la vio y lo
corrigió. ¿Están entendiendo esto? Este es el poder del ser humano.
Ahora bien, sabiendo estas cosas, ¿qué tal si tú y yo
juntos empezamos a pelar esa cebolla de incredulidad que puedes tener? Hasta
que realmente le hables a tus células, que puedas realmente usar tu propia
consciencia de creencia para sanarte a ti mismo. Oh, sí, ¡sí puedes! Siempre ha
sido ese el caso.
Mi invitación, para cualquiera que esté escuchando ahora
mismo, es que luego inicien el pelado de esa cebolla de incredulidad, de lo que
les han dicho que pueden o que no pueden hacer. Empezar a incluir algo que
nunca les dijeron al nacer ni tampoco al crecer. Es su linaje, es su derecho,
es su derecho de nacimiento, de magnificencia, ser capaz de sanarse a sí
mismos.
Y el problema, si quieres llamarlo así, el asunto, si
quieres llamarlo así, es la incredulidad. Va a ser difícil empezar a hacer eso,
cuando a tu subconsciente siempre le dijeron que no puedes hacerlo. De modo que
puede requerir un tiempo para que llegues a ese lugar donde empiezas a
entender: “Soy yo. Soy yo. Yo puedo hacer esto.”
¿Qué tal si naciste con la capacidad, todo el tiempo,
para hacer que la consciencia interfiera incluso con que la enfermedad se
adhiera a ti? Esa es otra que hace poner los ojos en blanco. ¿Qué tal si tienes
una consciencia en tu cuerpo que incluso puede impedir que suceda
originalmente? Nunca se te dijo eso, por tanto caminas por ahí con miedo de
contagiarte algo. Y adivina qué. ¡Te contagias! (se ríe) Incluso de algo que no era contagioso. Algunas de las enfermedades de hoy en día,
que simplemente llegan, y las tienes, y es sorprendente, y allí están, en tu
cuerpo.
¿Qué tal si tuvieras la capacidad y la creencia de que
nunca te contagiarías, que nunca ocurriría? ¿Te parce que es algo que podrías
haber hecho? Un muro a tu alrededor, de alta consciencia, que dice “No. No
puedes estar aquí”. Eso también es parte del escenario de magnificencia, de
sanación, ¡de lo que el ser humano puede hacer! Nunca te lo dijeron. Todavía
hay algunos que ponen los ojos en blanco, ahora mismo. Estos que ponen los ojos
en blanco: recuerden lo que les dije recién; el efecto placebo, conocido por la
ciencia, la remisión espontánea sucediendo casi a diario, ¿qué piensan que es
eso? Eso son ustedes. Queridos, el tú magnífico.
Es hora de empezar a decir a sus hijos que ellos pueden
hacer esto, para que no tengan una cebolla que pelar. ¿Estás entendiendo esto?
Es hora de empezar a decir a aquellos que los escuchan,
mamá, papá, mirarlos a los ojos y decir: “¿Sabías?, todas estas píldoras y
cosas, todas estas drogas y cosas, eso es una idea de la vieja energía. Y puede
que algún día ya no sea necesaria, nunca más. Porque tú tienes la capacidad de
hacerlo por ti mismo.”
¿Puedes cambiar tu inmunidad por medio de tu consciencia
más alta? Sí. ¿Puedes eliminar los
miedos que todos te están dando, de que te contagiarás de esto o aquello,
porque vives en una civilización que se enferma de esto y aquello? Sí, puedes.
Todo eso es parte de pelar la cebolla, para llegar a la magnificencia que es
tuya.
He esperado a esta última, para darles la mejor, la razón
para este programa particular. La razón para todo lo que se hace alrededor de
este programa; hacerte saber que no necesitas ir con eso que te dijeron todos
estos años. Que puedes despertar a algo que es espectacular: ¡tú! (se ríe)
Yo soy Kryon enamorado de todos ustedes, deseando
ayudarles a pelar la cebolla de la incredulidad y llegar a ese lugar donde
descubrirán su propia magnificencia y su propia salud, su propio
rejuvenecimiento, su propia extensión de la vida.
Y así es.
Kryon
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