Descubriendo el Poder
de la Percepción
Artículo de José
Stevens – 14 de agosto de 2023
The Power Path School
of Shamanism
En este artículo vamos a rever el tema de la percepción y
cuán importante es cambiar nuestra manera de mirar al mundo y a nosotros mismos
con objeto de enfrentar las nuevas
realidades. Esta es una frase de
apertura altamente condensada, de manera que desarrollémosla un poco. La
percepción puede significar varias cosas; por ejemplo, puede tener que ver con
darse cuenta de algo por medio de nuestros sentidos, tal como la percepción del
dolor o del placer. Además, puede tener que ver con cómo percibimos o
interpretamos una experiencia, como percibir que alguien con quien nos
encontramos está enojado, o triste, o temeroso, o divertido, o tal vez drogado. Más aún, puede tener que ver con nuestra
interpretación de un evento como afortunado o desalentador, a diferencia de
verlo como alentador, afortunado, o buen presagio.
Cómo percibimos nuestro mundo tiene mucho que ver con cómo
se muestra según nuestras expectativas, como en la percepción de que el mundo
está en un estado terrible y todo por culpa de un partido político o
funcionario en particular. Nuestras
percepciones, entonces, están íntimamente ligadas a nuestras creencias y expectativas,
y estas son las que tienden a formar nuestra realidad con el tiempo. Si creo
que la situación del mundo es esperanzadora, estaré inclinado a percibir cada
suceso o experiencia como una señal de que es así, incluso si el evento es
visto por la mayoría de las personas como un desastre. Si la mayoría de las
personas están desalentadas y ven el cambio climático como irremediable,
entonces esto sutilmente lo hará así, porque estarán más inclinados a no
invertir dinero en combatir sus efectos o cambiar sus hábitos personales. Ver
el cambio climático como algo en que se puede influir cambiando nuestros
estilos de vida es más probable que produzca algunos resultados benéficos.
Algunas de las cosas que ahora voy a decir reflejan mi
propio sesgo, basado en lo que yo creo que serán las perspectivas de largo
plazo más probables para la vida en este planeta. A pesar de que parece haber mucha evidencia en
contra, yo creo que, venga lo que venga, la raza humana ya ha decidido tener un
futuro en este planeta, y que encontraremos maneras de prosperar y transformarnos
como resultado y a causa de una elevación radical de la consciencia que ya está
empezando a ocurrir. Este sesgo tiene una influencia en cómo yo veo la
naturaleza de los obstáculos, y en lo que creo que debe hacerse para realizar
nuestras posibilidades más altas.
La naturaleza de los obstáculos
A pesar de los altísimos visionarios, poetas, músicos y
filósofos entre nosotros, la raza humana a veces puede ser increíblemente
concreta. Por ejemplo, todavía creemos
literalmente en las palabras altamente distorsionadas, influidas y
reinterpretadas de los libros sagrados escritos más de dos mil años atrás, y
tomamos las partes que elegimos como evangelio. Todavía estamos combatiendo a
los filisteos, oprimiendo a nuestras mujeres y lapidando a nuestros pecadores
en nombre de un Dios iracundo y vengativo que creemos que quiere controlarnos,
oprimirnos, y por último arrojarnos a las llamas eternas. Tan apegados están
nuestros científicos a sus teorías, que detestamos aceptar nuevos
descubrimientos y evidencias de que el mundo funciona de maneras totalmente
diferentes de lo que pensábamos.
Cuando yo estudiaba sociología en la universidad, tomé
clases sobre la dinámica del cambio social y el profesor impactó a la clase
informándonos que el cambio social solo se vuelve posible cuando los que sostienen las teorías actuales
van muriendo de viejos. En otras
palabras, lo que decía era que la mayoría de la gente tiende a no cambiar su manera de pensar una vez que se ha fijado
en su posición, a pesar de toda la evidencia en contra. Esto explica la evolución relativamente lenta
del cambio social en relación al rápido cambio tecnológico que hemos
experimentado en estas últimas décadas. Otra manera de decir esto es que los
humanos tendemos a quedarnos atrás de nuestros descubrimientos y adaptarnos más
bien lentamente.
En tanto este punto de vista ha probado ser bastante exacto,
no ha explicado varios otros hechos que los sociólogos no comprenden. Estamos
viviendo en un marco de tiempo en que los niños que nacen se adaptan mucho más
a las nuevas maneras que sus antecesores o sus ancestros. La diferencia entre
las personas de diversas generaciones es enorme, en comparación con las
diferencias de unos quinientos años atrás, de modo que mientras esperamos que
las generaciones anteriores vayan muriendo, las nuevas generaciones están años
luz adelante en sus actitudes, creatividad y creencias. Lo que los oprime ahora
mismo, impidiendo ejercer más influencia, es un par de cosas. Están en
inferioridad de número con los Boomers (N.T.
nacidos entre 1955 y 1975) quienes dominan la política y los puestos de
autoridad, y los oprime el hecho de que los Boomers están favorecidos
económicamente, y por mucho que traten de equipararse, la economía de estos
tiempos impide que muchos de ellos avancen. Pregunten a cualquiera de las
generaciones recientes sobre comprar sus propias casas, y verán la
desesperación en sus ojos. Esto también
pasará.
Cualquiera puede ver que las nuevas generaciones nacen
equipadas con las habilidades para manejar y entender las nuevas tecnologías y
aún más. También parece que no les importa qué piensen sus mayores sobre
identificación de género, igualdad social, y un montón de otras nociones. Al
contrario de la opinión popular, las nuevas generaciones son muy trabajadoras y
tienen altos principios en cuanto al medio ambiente. No son indolentes, pero
están algo desfavorecidos por las tecnologías de redes sociales hipnóticas que
han interferido con su necesidad de intimidad. Superarán todo eso debido a
dónde vamos realmente como especie.
Cuando vemos al mundo
de cierto modo, eso tiende a reforzar la realidad de nuestro modo de verla.
Esto se ha convertido en un enorme obstáculo para nuestra evolución. Ver el
mundo de acuerdo a creencias fijas tiende a fijar la manera en que la realidad
se presenta. Sin embargo el mundo no
está esperando que evolucionemos para salir de este problema. La amplitud de
este plano físico ya ha comenzado a aumentar sustancialmente los últimos trece
años, y, como una curva de aprendizaje, se dirige rápidamente hacia arriba.
Esto da la impresión de que la realidad se acelera y, para todos los propósitos
prácticos, lo hace. De modo que, en tanto muchos humanos marchan al compás de
un lento golpe de tambor, el mundo alrededor – la naturaleza, si les parece –
está marchando a un ritmo mucho más rápido. Esto arroja a aquellos humanos que
no perciben el ritmo más rápido, las almas más nuevas, a una situación muy
difícil. Marchan muy lentamente mientras
los incendios y las inundaciones los corren desde atrás; no es un espectáculo
bonito. Su tendencia es redoblar la apuesta en su creencia de que su paso es el
correcto, a pesar de toda la evidencia en contrario. Es como ver un choque de
trenes ya sucediendo.
Además de esta tendencia a doblar la apuesta, ellos
experimentan un mundo que parece haberse vuelto loco, y esto les causa un miedo
y estrés masivo. En respuesta a esta ansiedad, buscan líderes, como padres
autoritarios, que alimenten sus nociones más primitivas sobre a quién culpar,
revelando el racismo y la intolerancia que ha estado presente todo el tiempo
pero no fueron reconocidos. Creen que sus líderes solucionarán todo y los harán
sentir seguros otra vez; ciegos conduciendo a otros ciegos. Afortunadamente, esto es solo un 48% aproximado
de la población del mundo en esta época, que crea peligrosas polaridades,
considerando cuán expresiva es la minoría y cuán dispuesta está a entrar en
acción. Ese es un tema para otra ocasión.
Entre tanto, el mundo sigue adelante incansablemente; el cambio
climático es solo uno de los aspectos visibles de esta transformación total. La
naturaleza refleja verdaderamente las
dinámicas internas de la consciencia consolidada que los seres humanos son,
aunque rehúsan admitirla.
Cuando la percepción está en desacuerdo con la manera en que es la realidad, puede haber
consecuencias serias. Tomemos como ejemplo la realidad del flujo de un río
particular en dirección hacia el este. Cuando alguien percibe que el flujo del
río es opuesto a lo que es realmente, puede producir toda clase de ilusiones
ópticas e incluso alucinaciones. Esta persona podría mirar el río y realmente
creer que está corriendo al revés, hacia el oeste. Esto no cambia el curso o
dirección real del agua del río al este. Solo cambia cosas en la mente del que
lo mira y puede hacerlo vulnerable a un peligro. Si de acuerdo a la percepción de una persona
más exacta, ve que el río realmente fluye al este, no solo está viendo las
cosas como son sino que puede percibir muchas cosas que la primera persona no
podía percibir, por ejemplo lo que esto hace por la vida vegetal y la vida
animal a lo largo del río, cómo es el impacto del tiempo y el clima a medida
que el flujo corre más hacia el este. La primera persona que cree que corre
hacia el oeste tiene que estar en negación de todo esto y hace afirmaciones
basadas en un conjunto de hechos falsos que podrían resultarle fatales en el
largo plazo, cuando piensa que está yendo hacia el oeste, y no al este.
Percepción Correcta
Cuando vemos al mundo como se debe ver, la vida se vuelve
mucho más simple. La mayoría de las personas ven al mundo como “no yo”. Estoy aquí en este cuerpo y todas las cosas y
todos los demás están allí afuera. Esto
significa, de acuerdo a esta percepción, que yo tengo que controlar al mundo
para hacer que funcione para mí. Tengo que esforzarme y luchar para manejarlo y
forzarlo a inclinarse ante mi voluntad. Significa que siempre tengo miedo de no
poder tener éxito, porque el mundo es muy grande y yo soy muy pequeño.
Entonces, esto significa que el miedo siempre me maneja a mí y al mundo, y esto
se basa en una negación del Espíritu, toda una alucinación, y bastante
peligrosa. De manera interesante, hace
real la versión temible del mundo, no porque sea real, sino porque es real en
mi percepción de él.
Consideremos la alternativa. Veo al mundo como mi hogar, tan
dentro de mí como parece estar alrededor de mí. Es todo yo, es todo Espíritu, y
yo estoy íntimamente relacionado con él. Todo el asunto de mí y mi cuerpo y mi
mundo interno y todo el mundo que veo y siento alrededor de mí es todo un
vibración, el antiguo sonido de AAAAHHHH, el sonido del Espíritu, Dios, la
Fuente, el Creador, etc. Esto es lo que los budistas tibetanos dicen, en
acuerdo con los toltecas, los mayas, los antiguos egipcios, los druidas
antiguos y una hueste de tradiciones místicas.
No hay “aquí adentro” versus “allí afuera”. Es solo una percepción
conciente. En esta percepción del mundo no hay nada que temer, nada que
controlar, nada que manejar, nada con qué pelear.
Según las palabras
del Buda y los antiguos taoístas, está vacío. Es el reino del cielo en los
términos cristianos. Se conforma al antiguo dicho “¡Quédate quieto y sabe!” En
esta percepción no se necesita el racismo, la intolerancia, la pelea, polarizar,
temer, juzgar, salvar, y demás. Solamente ES. Cuando esto se vuelve la
percepción, la verdad de la realidad se acelera, se activa, se reconoce. Como
en este punto de vista la realidad es eterna, en todas partes, y en ninguna
parte, nunca está fija, y por lo tanto siempre está en devenir, siempre nueva
porque no hay un pasado real para fijarla en un lugar y darle una narrativa.
Cuando lo vemos de este modo, lo hacemos nuevo porque somos eso, y siempre
estamos siendo nuevos. Estamos en total armonía con eso.
Ahora bien, es importante que esto no se vuelva solo otra
teoría. ¿Para qué serviría? Como decían los Mandalorianos (N.T. alude a una serie de ficción) ¡Así
son las cosas! Adoptar esta manera de
verlas como siempre hemos sabido que eran en el nivel de la esencia, como un
diamante cubierto de polvo y tierra. Puede que necesite un buen lavado después
de estar tanto tiempo en el polvo. Traten de ver la realidad como toda una, al
menos una vez al día, mejor por la mañana.
Les gustará. Luego háganlo dos veces al día. Les gustará. Luego tres veces. Otra vez les
gustará. Ya entienden la idea. Esta práctica gradualmente se instalará y su
percepción de la realidad cambiará para bien. Tienen para perder todo lo
problemático, y tienen para ganar todo lo grande.
Todo sea bendito, tal como ustedes. Difúndanlo.
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