Círculo del Doce –
Kryon a través de Lee Carroll
Primer miércoles – 5 de abril de 2023
Saludos,
queridos. Yo Soy Kryon.
Acérquense
un poco más. Hablé más temprano en este programa sobre una serie que estamos
haciendo, que tiene que ver con la evolución de la consciencia. Esto es algo
perfecto para el Círculo del Doce.
Hemos
pasado por muchos pasos evolutivos, especialmente con los que vienen cada
semana, y cruzan este puente imaginario que es una metáfora de una nueva
herramienta. El puente mismo, el mismo Círculo del Doce, es una herramienta de
una consciencia evolucionada, un nuevo paso sobre el que les hemos dado
información. Algo que estamos diciendo ahora: tú puedes hacer esto, en tanto
anteriormente solo los Maestros podían hacer esto. Y ahora es para cualquier
trabajador de luz, cualquier alma antigua, cualquier humano, realmente, que
despierte a un punto en que puede liberarse de lo que estaba programado en
ellos que decía que no podían hacerlo- - o no debieran hacerlo. Siempre
inapropiado hacerlo.
Si
embargo, es ir a tu propia alma, y mirar alrededor. ¿Por qué no? Cada uno de
los humanos tiene esto. Caminas por la perfección de la majestad de eso que
llamas tu merkaba, la energía que te rodea, caminas literalmente entrando en
esa energía, cruzando un puente, para visitar el Tú más alto, el Tú más grande.
El lugar de tu Yo Superior resuena, la energía del alma con tu nombre en ella.
Eso es lo que hacemos en el Círculo del Doce.
El
Círculo del Doce es donde has encontrado a todos aquellos que fuiste en tus
vidas pasadas. El Círculo del Doce es donde encontraste a quienes amaste y
perdiste. Has hecho muchas cosas que no pensabas que eras capaz de hacer.
Esta
es una nueva herramienta de por sí. La que discutiremos
hoy es la energía del karma. ¿Es posible que puedas dejar caer esto? Todo este
escenario que ha estado durante miles y miles de años, y que a veces es la base
de algunos sistemas de creencia. Karma. ¿Es posible? Otra vez. ¿Podrías ser
capaz de cancelarlo completamente, de algún modo? Y la respuesta es sí.
Queremos
hacer esto más visual para ti; queremos incluso hacerlo como una ceremonia para
ti. Y para hacer eso te vamos a llevar, otra vez más, a cruzar por el puente, a
través de un portal, y a un salón donde te mostraremos cosas que tal vez no
esperabas.
El
puente aparece frente a ti. Si lo deseas, otra vez más, ese puente que cruzamos
cada vez. Realmente no hay tal puente, queridos, es una metáfora de moverse
hacia lo desconocido. Pero te tomo de la mano cuando lo hacemos, y vamos
juntos, cada semana. Aquí hay una gran historia para contar. Es tu historia ¿Te
das cuenta de eso? Cuando entramos en
esa energía del alma tuya, cruzando por el puente, conseguimos iluminar todo lo
que has sido, todas las vidas en que has participado, la belleza del mismo
Creador dentro de ti. ¡Todo se ilumina! ¡Oh!
No
es un lugar temible; es un lugar apropiado. Vayamos allí de nuevo, toma mi
mano. Caminemos por este puente juntos, tú y yo, y todos aquellos que lo hagan
contigo y conmigo, todos juntos, hacia esta área multidimensional, a través de
la neblina que está en medio del puente, y al disiparse estamos allá otra vez,
en este lugar magnífico que les digo que se ilumina cuando ustedes están allí.
Es la energía de su alma, es una energía creadora, es una energía hermosa,
donde no hay tiempo, en absoluto. Eso es quien tú eres.
Hay
maestría aquí, con tu nombre en ella. Hermosa, es. Y en este lugar, si deseas
llamarlo así, otra vez vemos una puerta ¿Cuántas puertas hay? Muchas. ¿Toda
tienen el mismo nombre en ellas? No. Y eso es para otra ocasión. El nombre en
la puerta tal vez lo discutiremos algo más tarde. Pero les dije un poco al
respecto; es un nombre que se canta en luz, es suyo.
Vamos
a pasar por esta puerta porque lo que eso significa es que te pertenece, hay un
umbral de energía aquí sobre el cual cruzas; esa es la metáfora de la puerta. Y
la atraviesas entrando a otra energía. En nuestro caso, a un gran salón. Pasa
por la puerta conmigo.
Cada
uno de estos salones a los que vas, viene y se va tan fácilmente como el
viento. Está allí para que tú participes en él, para que regreses a él, no es
un salón tridimensional estacionario que está siempre allí. Pero si fueras a ir a este salón sin mí, o sin
el Círculo del Doce, aparecería mágicamente, porque tú has pedido que lo haga.
Es
un salón muy grande, pero no contiene asientos. No es un teatro. Como muchos de
los salones a los que hemos ido antes, que son solo para ti, vas a recibir
algo. Y a quien está dando estos regalos, o estas herramientas, o lo que sea
que vaya a suceder aquí, lo reconocerás. Te daré una pista: quien está allí
listo para darte este primer regalo, brilla como el oro. Eso es una metáfora.
El oro se considera precioso, y en el pasado hemos dicho que, incluso en las
historias que contamos, si ves alguna entidad dorada, significa que es tu
propio yo angélico personal. ¿Te gusta, hasta aquí?
Algunos
de ustedes son muy literales. Y dirás “Espera un minuto. Estoy entrando en este
salón, y sin embargo ¿voy a verme a mí mismo hecho de oro?” Si. ¿Por qué tienes problema con eso? (se ríe).
Y tú dirás, “Pero ¿cuál de los dos soy yo?” Y la respuesta es ¡Sí!
¿Tienes problema con eso? Este es tu Yo
Superior. Te acompaña adonde vayas a la manera del alma.
Esa
alma de ustedes no necesariamente está siempre al otro lado del puente,
queridos. Eso es lo que ustedes contienen por donde sea que caminen en este
planeta. Ahora solo lo estamos suspendiendo, para que puedas ir allí y tener
una aventura. Pero cuando regreses, el puente puede no estar, el alma viene y
ese Yo Superior está siempre contigo. Y sí, está separado de ti. Porque ese Yo
Superior es, digamos, super divino, ese Yo Superior. Ese es el que tú puedes ir a él y venir de
él, si deseas. Pero cuando estás en el planeta estás aparte de él, porque tú
estás en 3 dimensiones, y él no.
Acostúmbrate.
Puedes estar en diversos lugares al mismo tiempo, debido a esto. No es tan
inusual, ser humano, acostúmbrate. En este salón, esa criatura bella, dorada,
angélica está allí, y algunos de ustedes van a decir “¿De qué género es?” Y la
respuesta es sí. Otra vez les digo que
no hay género involucrado del otro lado del velo, eso es solo para el planeta. Eso es para la procreación, es para las diferencias,
es para pruebas. No está del otro lado del velo. Hay una unicidad, una belleza,
de la creación. No tiene artículos de género, en ningún lenguaje, Dios es un
“él/ella”, Dios es todo lo que existe, Dios es amor puro que no tiene género.
Y
esta criatura, esta bella angelicalidad tuya, el tú más grande, está allí,
entre muchos regalos. Hoy vas a ver un estante, por así decir, con doce
paquetes, y ocho de ellos están brillando, porque esos son los ocho que
recibirán en estos programas que siguen, queridos. Y ya saben cuál es el de
hoy. En cada canalización que dé, apuntaré al regalo de la semana.
Este,
que se entrega hoy con su intención, en ceremonia, va a ser la capacidad para
ustedes de dejar caer su karma completamente, debido a su intención. Es un regalo,
es una herramienta, es merecido. Pueden llamarlo como deseen, pero cambia todo
en ustedes. Porque entonces están por su cuenta, sin ninguna otra energía para
empujarlos o arrastrarlos, desde ninguna cosa, desde vidas pasadas, desde
energías ancestrales, de cosas que piensan que se supone que hagan. ¿Llegaste a
este planeta con una idea de quién eras y qué tenías que hacer? Olvídalo. Eso
es karma.
De
modo que ahora puedes elegir otra vez, y puedes elegir el mismo camino, o uno
diferente – si lo deseas.
Aquí
está, ese bello ser angélico, de pie ante ti. No hay sillas, no hay audiencia.
Entras directamente; nadie se arrodilla; nadie cae de bruces en reverencia;
porque tú te estás encontrando con el Tú
más grande. Tú conoces a este individuo, si quieres llamarlo así, porque es tú.
Es el tú del Creador.
Y
este tú va a tomar un paquete del estante, el número 1. Lo sostendrá y te
mirará y dirá: “¿Pones intención para esto? Que cambiará la energía en ti y en
tu futuro. Es tu karma lo que sostengo”. Y si lo eliges, dirás “Sí. Yo pongo la
intención”
Y
asombroso y raro, el paquete te será entregado. Pero el paquete es tu capacidad
para dejar caer tu karma por ti mismo. El paquete es pasado hacia ti, flota
directamente a tu posesión, y extiendes tus manos, y desaparece dentro de tu
cuerpo. Herramienta número 1: la
capacidad de soltar todo el karma en tu vida.
Quiero
que te quedes en este salón por un rato, y mires estas herramientas que van a
venir en las próximas semanas. Algunas serán obvias, otras no. Algunas te
sorprenderán, otras no. Pero esta es la número 1. Controlar tu propia energía,
de tu propio futuro, de tu propia vida,
y de todas las vidas que tendrás de ahora en adelante, trabajador de luz. Es
hermoso. Es tú.
Quédate,
y mira este bello, magnífico Yo Superior, que es el ángel que tú eres, mientras
te sonríe y dice: “Este es el comienzo del resto de tus vidas en este planeta.”
Quédate.
Y así es.
Kryon
www.traduccionesparaelcamino.blogspot.com.ar