LAS PARABOLAS DE
KRYON
Serie 1 – Parábola 4
– Vidas Pasadas, Miedos Presentes
Este es un conjunto de cuatro historias basadas en cuatro miedos comunes.
Es diferente de cualquier otro conjunto de historias, o parábolas en este
libro. Fue un momento en que Kryon se sentó ante un grupo de gente a orillas
del mar en Del Mar, California.
En ese grupo había cuatro
individuos a quienes Kryon honró describiendo una situación de vida pasada o
una experiencia de vida pasada. A veces se dio la fecha real de la muerte de la
persona en una vida pasada. La razón era presentarnos un ejemplo de cómo la
energía de la vida pasada contribuye al karma de esta vida y ayuda a dar forma
a nuestras lecciones personales de hoy.
Las historias son serias, y son
sobre personas reales que estaban allí esa noche. Antes de las historias, Kryon
nos da un breve resumen de cómo se lleva el karma y por qué está allí. A través
de todo esto, Kryon nos invita a ver la increíble victoria disponible por medio
de la realización de una visión general de la lección de nuestra vida. Porque
ese es el secreto para pasar rápidamente por estas lecciones y vivir una vida
mucho más pacífica.
El Miedo al Abandono.
Hablamos a uno de ustedes esta
noche, que tiene un verdadero miedo de ser dejado atrás, de ser abandonado
totalmente. Sin embargo nada hay en tu vida actual que pudiera haber causado
semejante sentimiento. Te invito a recordar algo. Algo que va a crear una
emoción, así como una comprensión en tu corazón.
Tú tenías nueve años, querida,
eras mujer, tal como ahora. Te despiertas y te encuentras como pasajera en un
pequeño barco con otros 14, meciéndose arriba y abajo en un mar calmo. Inhalas
el aire salado y sientes sobre tu rostro la calidez del sol que amanece. Esta
serenidad dura poco, sin embargo, mientras tu cerebro corre para tratar de
recordar por qué estás allí. Lentamente lo recuerdas, y tu corazón se hunde con
tristeza. Tu última visión es que fuiste rudamente llevada a bordo y en los
brazos de tus padres mientras un
incendio feroz se enfurece detrás de ustedes. Están casi a la carrera mientras
tu padre te aferra contra su pecho. Puedes oler el miedo en su respiración.
Recuerdas los sonidos de gritos y aullidos, los gritos de pánico a tu alrededor.
Incluso recuerdas que te arrojaron por el aire, sin que tu padre se detuviera.
Caíste a gran distancia en el océano calmo.
Después de quitarte el agua de
los ojos y recuperarte del cambio de temperatura, tus instintos natatorios
surgen y estás en el agua por un breve tiempo, hasta que te levantan a un
pequeño bote con algunos otros. Miras
hacia atrás, al enorme barco de madera, ahora totalmente tomado por las llamas. Tus padres no están
por ningún lado. Han salvado tu vida,
pero fue muy tarde para salvar la propia.
Miras a los otros en el barco
pequeño, todos adultos, y gritas para que hagan algo. Solo ves el reflejo
amarillo en sus ojos y sus rostros, ellos también en shock y horror, ante lo
que están viendo. No hacen otra cosa que mirar.
Lentamente el gran barco se
desliza dentro del mar mientras el humo flota
al sol, aumentando de algún modo la belleza del cielo ya rojo y
amarillo. Hay un gran sonido siseante, mientras las aguas irónicamente mojan el
incendio que estaba fuera de control. Luego no hay nada. Burbujas
arremolinándose que marcan el lugar de su
fin esa tarde. donde una vida cómoda de amor, anticipación, promesa, cariño,
llegó abruptamente a su fin. Se terminó. No hay lágrimas. Hay un momento, un
destello, en que entiendes intuitivamente con tu Yo Superior de nueve años que
este es tu contrato. Este es el acuerdo
que tenías con tus padres, pero el orden lógico y lo apropiado espiritualmente
de esto se te pierde, al sentir el increíble vacío del abandono del amor.
La niñita de pronto ha crecido.
Y la criatura parece haber muerto. Por un momento, está la tentación de unirte
a ellos en las aguas, las cálidas aguas de este Mar Báltico. Pero el suicidio
no está en la composición de los niños. Solo llega más tarde con la
intelectualización, usando el cerebro adulto.
La matriz está hecha para este sentimiento, y la escena te sigue una
vida tras otra, porque es dramática, y la lección que lleva debe ser
considerada y entendida.
Y así es como vives tu vida con
otros a tu alrededor, que nunca te mostrarán el amor que recibiste de esos
padres especiales. Te sientes como en un barco de extraños por el resto de tu
vida. Tú sabes quién eres, querida, en este grupo, porque el atributo del karma
que todavía tienes ante ti es el miedo al abandono. No es un miedo lógico en tu
vida, porque no lo experimentaste aquí. Pero lo temes mucho.
Como niña en esta vida, fuiste
un problema para tus padres porque te aferraste a ellos y no los soltabas.
Incluso ahora, al que te ha quedado lo llamas dos veces por día solo para ver
si está bien. Las relaciones vienen y se van, porque simplemente no puedes
encontrar dentro de ti la confianza en que una pareja permanezca a tu lado. Y
te niegas a pasar por una desagradable separación. Mejor estar sola, que eso. Las llamas del barco
incendiado están grabadas en tu ADN como manchas sobre madera, y vives tu
vida entrando y saliendo de ellas, como
tejiendo una red alrededor de un hilo de veneno que no puede tocarse nunca.
Queridos, esta noche les hacemos
la invitación para pasar a través de este karma. Verán, hay algunos en este
salón, e incluso escuchando estas palabras, cuyas vidas están controladas por
el miedo al abandono. Las ventanas de oportunidad vienen a ustedes para
corregir esto. Sin embargo no pasan por ellas. Significaría realizar una acción
que toque al miedo, toque al hilo prohibido. Y suelen sentirse controlados y no
saben por qué. Así es como funciona el
Karma.
Cuando ocurren estas
situaciones, te invitamos a caminar directamente hacia ellas. La herramienta
que ahora llevas, es el amor de Dios en la nueva energía. Este amor está a tu
alrededor. Tus guías y ángeles se paran a tu lado y sostienen tus manos, ya sea
que estés en la parte más desierta de la Tierra o la más poblada. Siente este amor consagrado rodeándote y
reclámalo. Cruza este puente doloroso, siente el amor derramándose dentro de ti,
y sabe que el abandono ya no está en tu programa. Siente cómo se disipa el
código magnético al liberarte de este fantasma, y sabe que eres cuidada por una
energía que nunca jamás te abandonará. Tus esfuerzos serán recompensados con el
éxito porque esta es la lección y pasarla elevará tu vibración y la de todo el
planeta.
También hay entre ustedes uno
que tiene miedo de cualquier clase de confrontación. Esto explicará por qué.
Tienes 32 años, querido, eres varón en esta vida reflejada. Sin embargo aquí
sentado en este grupo, eres mujer. En esta vida pasada, te sientas incómodo con
otros en el frío de la noche, esperando para ponerte de pie y salir a una línea
de batalla. Al moverte, tu armadura se siente incómoda, porque nunca te la
pusiste antes. El casco, forzado sobre tu cabeza, se siente extraño y no es del
tamaño correcto. El escudo es pesado, y la espada, nunca te habías dado cuenta
de cuán pesada es una espada de guerra.
Te piden que te pongas de pie,
pero apenas puedes hacerlo, por todo ese peso. Te ponen en la batalla como un
esfuerzo de última trinchera para salvar a tu país. Lo están asolando los
bárbaros, los conquistadores, los que toman tu tierra y todo lo que posees. El
pequeño ejército de tu país fue derrotado hace semanas. Ahora tus líderes te
requieren en un esfuerzo final, para presentarse ante este enemigo que avanza
sobre ustedes. Hace solo tres días, los encargados del gobierno vinieron y los
llevaron de los campos. Por naturaleza eres un granjero, y entiendes de
animales y de cosechas y plantas. Ahora
estás junto a esos vestidos para batalla en las líneas, que también son
granjeros, porque todos han trabajado con ovejas y cabras y ganado, y aquí
estás con una espada pesada en tu mano y te das cuenta de que no sabes cómo
manejarla. Y ni comienzas a tener el conocimiento del guerrero que vas a enfrentar. Tienes miedo;
tu cuerpo y tu cerebro gritan: “Corre en dirección opuesta” Pero tienes el
honor silencioso de tu amor por tu tierra y tu país, y entonces esperas. Ya es
hora. El sol se levanta y los sonidos del enemigo llegan rodando sobre los campos
con el rocío de la mañana. Espías por encima de las trincheras y ves sus líneas
avanzando hacia ustedes, con los ruidos y golpes de la maquinaria bélica.
Suena el llamado a la batalla y
debes levantarte y avanzar. Miras al hombre a tu lado, un vecino de años, que
cultivaba maravillosas cosechas. Cosechas que saboreaste muchas veces en
eventos con su maravillosa familia. Ves el miedo y la tristeza en sus ojos. Él
evita tu mirada, para que no veas sus lágrimas. Simultáneamente, ambos levantan
sus pesadas armas y se ponen de pie y avanzan hacia los guerreros en su camino.
No hay pensamientos de huida, no hay pensamientos de decirle no a tu tierra. El
enemigo de todos modos destruirá tu granja, entonces puedes morir defendiéndola ahora mismo.
Oh, el olor del miedo está en el
aire, querido, mientras marchas hacia esta línea ruidosa y sabes que la muerte
es inminente. No hay vuelta atrás. No miras a las caras de los que están
próximos, esos vecinos que has conocido y amado, esos cuyos hijos conoces por
sus nombres. Porque sabes que verás su miedo y deseas darles dignidad en sus
últimos momentos.
A medida que te aproximas al
enemigo, los guerreros avanzan más rápidamente. Están ansiosos de encontrarse
con ustedes. De algún modo saben que su victoria está asegurada. Demasiado
pronto están sobre ustedes.
Ves el rostro del que va a
pelear contigo. Te ve e instantáneamente te evalúa. Sabe que eres un granjero y
sonríe revelando los dientes que le faltan. Todo parece estar en cámara lenta,
mientras te preguntas si él alguna vez ayudó a parir un ternero, o cuidar un
rebaño, o levantar una cosecha. ¿Tiene una familia? ¿O tal vez cuidó a un
animal enfermo en tiempos difíciles?
El levanta su hacha por encima
de su cabeza y tú levantas instintivamente tu escudo para evitar su golpe. Con
su otra mano, él hunde su hoja por debajo de tu escudo, profundamente dentro de
tu carne. Te ha engañado con su movimiento básico de guerrero. Y con un dolor
agudo en tu vientre sientes inmediatamente que tus piernas se debilitan. Es
rápido y efectivo. Te derriba con su escudo y suelta un grito de victoria. Sientes su saliva en tu cara mientras habla en
un idioma que no entiendes, y se aparta hacia su víctima siguiente.
Hueles la tierra familiar,
acostado en el barro, escuchando a un grupo grande retroceder hacia tu granja.
Preparada, tu familia está segura en un escondite y todos tus animales fueron liberados.
De algún modo estás en paz. Ha terminado. Hiciste todo lo que pudiste, y ahora
depende de los otros. Adiós, querida y preciosa familia.
Te oyes a ti mismo graznar con
una voz que no parece la tuya. Los veré a todos en el tiempo de Dios. Ha terminado,
y sabes intuitivamente que estás yendo al Hogar. Sientes el calor de tu fluido
de vida saliendo de ti y derramándose en
la tierra que amas y has cultivado muchas veces. El dolor es breve. Luego, hay
oscuridad.
Queridos en este salón: déjenme
decirles que Dios los ama muchísimo por
eventos como este que crean sus lecciones, y estas son las lecciones que elevan
las vibraciones del planeta. ¿Es acaso sorpresa que nos sentemos a tus pies
maravillados de que hayas elegido hacer semejante trabajo?
Este doloroso evento de un gran
pasado te habla hoy, muchas vidas más tarde, de tu miedo a la confrontación. También te habla de tu vacilación de unirte a
tu gobierno en cualquier emprendimiento. Porque la última vez, significó tu
muerte.
Por favor, date cuenta de que no
necesariamente tienes que batallar contra un titán sin dientes para tener miedo
a la confrontación. Pero, otra vez,
hemos ejemplificado el caso más dramático esta noche, para que todos ustedes
aprecien quién está sentado a su lado. Alentamos a aquellos de ustedes que
deseen enfrentar este miedo kármico a la confrontación, a ponerse la armadura
de Dios la próxima vez que se presente la confrontación bajo cualquier forma que cree miedo en su
cuerpo, que acelere los latidos de su corazón, o perturbe su química para
darles ansiedad; muévanse directamente hacia él. Siéntanse cubiertos por el
manto de Dios. Esta nueva armadura del Espíritu de Dios es muy diferente de lo
anterior. Porque las reglas han cambiado en esta nueva era. Esta es la era de
co creación con Dios. Una era en que tu poder es absoluto en tanto tu intención
sea pura. Esto es el manto del amor y la espada de la verdad. No hay nada que
prevalezca contra ellos.
Todos los que estén del otro
lado en tu confrontación de nueva energía se darán cuenta absolutamente de tu
cambio kármico, al entrar en el evento, y ellos cambiarán también. Obsérvalo.
Mira cómo sus reacciones no
serán las mismas cuando te pongas tu armadura espiritual y tomes tu espada de
la verdad, porque tus acciones empujarán amor hacia el individuo que estés
confrontando. Y más que sólo confrontarlo; resolverá la batalla sin herir al
guerrero, porque cambiará a aquel con quien te enfrentas y también te cambiará
a ti.
No importa qué clase de
situación confrontativa se acerque, entra en ella con confianza y amor. Tu
confrontación ya no es una batalla donde siempre hay un ganador y un perdedor,
sino que, en cambio, la confrontación misma trae soluciones para ambos. El
manto de Dios contiene la armadura de la sabiduría, el escudo del conocimiento
y la espada de la verdad. Entra en ella entonces con paz y la tranquila actitud
de la seguridad. Cuando hagas esto, tu lazo kármico se romperá y nunca más
temerás a este atributo.
Casi todos ustedes han tenido
una vida que se combina con la de ahora. Vengan conmigo un momento a esta vida.
Si te pidiéramos que mires hacia abajo, a tus
pies, podrías ver en la tenue luz de los corredores que estás usando sandalias;
sandalias que hiciste tú mismo.
Algunos de ustedes ni siquiera
pueden ver sus pies, porque su estómago es tan grande debido a la gordura que
viene de comer el pan que están haciendo en su monasterio. Los rumores dicen
que el ayuno fue inventado por los altos sacerdotes solo para impedir que los
frailes explotaran. Tú puedes juzgar eso.
Todos ustedes han tenido vidas
de servicio a Dios. Podemos decirles esto porque hay algo en común en quienes
están aquí, en este grupo, frente a mí, buscando iluminación, serios, sentados
durante una hora escuchando mis historias espirituales. Habla de quiénes son
ustedes, y ejemplifica sus vidas. Pero verán, hay algo muy interesante en esta
vida pasada., porque en el servicio a Dios, la intención ciertamente estaba
patas arriba. Ustedes se han disminuido a sí mismos en servicio a Dios.
Algunos de ustedes, durante más
de una vida, han sido como ovejas en su doctrina, porque sentían que era su
propósito y porque les dijeron que esto era necesario e instrucción de Dios.
Nada podría estar más lejos de la verdad, queridos. Vienen a esta vida como seres
iluminados, con muchos colores mostrando su grandeza, mostrando cuán
importantes son en el plan de las cosas. Ya les hemos dicho esto. Y es por esto
que lavamos sus pies. De modo que no sirve a su magnificencia el pasar vidas rebajándose en pasajes sin luz
como escribas para una divinidad.
¿Por qué pasaba esto? ¿Cómo podrían las buenas nuevas de su llegada
como humanos honrados a imagen de Dios, caminando en lecciones kármicas, ser
traducidas en tal escenario? Una sugerencia sobre cómo podría ser esto. ¿Cómo,
este maravilloso mensaje de honor y empoderamiento humano del gran Maestro de
Amor de la nueva era pudo haber sido retorcido tanto? Piensen en eso.
Durante cientos de años sus
líderes espirituales también fueron sus gobernantes. Ocupaban los mismos asientos
y pasaban leyes políticas y espirituales. ¿Qué hacen los hombres regularmente
para crear control? Les dejo la pregunta
para que la respondan ustedes, porque les mostrará por qué los gobernantes
nunca debieran ser sacerdotes.
Esta reverencia patas arriba
todavía es desenfrenada en su tiempo de ahora. Aun cuando la religión ya no
está relacionada con sus líderes políticos, escuchen lo que dicen sus líderes
religiosos hoy en día. ¿Realmente les suena como el verdadero mensaje de
empoderamiento humano según la intención del Maestro de Amor? Los líderes
religiosos de los tiempos modernos todavía les dirán que no son nada, que nacen
en un mundo donde no pueden ganar; un mundo donde, de algún modo, ya han hecho
algunas cosas horribles de las que deberían avergonzarse. Dicen que deben poner
su confianza en la fe y su abundancia en una doctrina. Entonces podrás ser
algo.
Este mensaje, queridos, no se
ajusta a su magnificencia. Este mensaje, queridos, no es información correcta,
porque ustedes ciertamente son especiales cuando llegan. Entonces ¿qué karma se
produce a través de vidas de servicio en un monasterio? Produce miedo y
ansiedad hacia la autoridad real, un sentimiento de indignidad, con el que
sienten que nada pueden hacer que sea correcto. Sienten que solo los
espirituales más altos pueden hacer algo. Cuando ustedes pasan una vida tras
otra oyendo que no son nada y que son ovejas, están en constante búsqueda del
pastor y nunca sienten que ustedes son dignos de ser el pastor.
Los líderes religiosos del tiempo
moderno les dicen quién es el pastor, y la mayoría de ellos no están de acuerdo
entre sí. Igual los controlan, les dicen a ustedes qué deben hacer, contienen
la iluminación de ustedes. Eso está mal.
Es un miedo básico causado por
eones de tiempo pasados entendiendo mal quiénes son los humanos. El Maestro
mismo les dijo que ustedes son pastores en entrenamiento, y que son iguales.
Vuelvan a leer sus palabras. Esto los mantiene lejos de su magnificencia; les
impide atravesar las ventanas de oportunidad, porque no se sienten dignos de
éxito. Suelen sentir que no pueden hacer
ciertas cosas y no pueden tener abundancia mientras caminan en este planeta.
Reclamen su poder. Dios es su
socio en esta nueva era, y su intención debiera ser comunicarse y discernir; no
caer de bruces y adorar hasta la
exclusión de hacer el trabajo.
Nuestra advertencia es que tomen
el espejo del espíritu de Dios y miren en él. Vean quiénes son. Vean los
brillantes colores de ustedes. Vean el
honor que es suyo. Disfrútenlo. Ciertamente son dignos, y el amor y las
instrucciones de Dios apoyarán esto. Dios no desea controlarlos.
El Miedo a la Iluminación y al
Compromiso
La época es de más de 4.000 años
atrás. Tú, querida, eres mujer, y estás en una maravillosa procesión. El
desfile se inició en el palacio y luego de varias horas de deambular por calles
estrechas, finalmente llegas a destino.
Te arrojan flores, y todos gritan alabanzas para ti. Vistes una larga
túnica decorada elegantemente con oro de minas que están a cientos de millas.
Otras mujeres marchan contigo, a tu lado, que lucen un esplendor similar.
Aunque el gentío está adorando,
tú no sonríes. Hay un protocolo establecido y deben seguirse ciertas reglas
ceremoniales. La procesión avanza lentamente al ritmo de muchos tambores de
músicos que marchan detrás de ti.
Hay un objeto grande que están
llevando delante de ti, que encabeza el desfile. Es pesado, y tiene muchos
sirvientes que lo portan. El aire del desierto es sofocante, y es normal que
haya un viento caliente soplando a esta hora del día. No te importa la energía
que estás ejerciendo, porque mañana no hará diferencia.
Avanzas, cansada pero alerta, y
te sientes honrada, porque entre las mujeres tú eres una líder espiritual. Tú y
tus compañeros en la marcha están por ser homenajeados por encima de todo el
resto, y recibir recompensas mucho más que otros a tu alrededor.
Lentamente el desfile llega al
lugar designado, donde se detiene. Sin embargo los tambores siguen, y los
músicos se movieron a un lugar alto, mientras siguen tocando y trepan las
escaleras a la vez. Finalmente se vuelven hacia ti desde su posición alta, y
entonces paran. No se oye nada excepto el viento. Hace mucho calor.
Requirió días para prepararte.
Baños, y aceites, y trabajos de preparación por los sirvientes del Rey, te han
convertido en una obra de arte. Tu rostro nunca lució así. Está radiante y
colorido. Tu cabello tiene muchos adornos, oro y piedras preciosas adornan tu
cuello y tus brazos. El peso de todo eso empieza a cansarte después de muchas
horas largas de viaje a pie desde el palacio, pero tu orgullo no permite que
nadie lo sepa.
Y aquí estas, parada ante la
tumba del Faraón. Tú sabes qué viene ahora. Se hace un silencio, y los músicos
inician la canción de la ascensión. El ritmo te pide que camines muy
lentamente. Tú y los otros se arrastran detrás del sarcófago con pasos
practicados, al descender por la larga rampa que te llevará a las entrañas de
la pirámide preparada. Arrojan más flores, el incienso está en todas partes, y
desciendes lentamente por la rampa hacia la entrada allá abajo.
A medida que tu grupo marcha por
la cuesta, las paredes de la rampa te dan algo de sombra y frescura por primera
vez en muchas horas. Y de pronto, estás adentro. Está realmente fresco aquí,
hay humedad y algo de agua. Lentamente
se pierde el sonido del gentío de afuera, a medida que vas al túnel, entran en
fila de a uno, movimiento también practicado, ahora el camino se alumbra con
antorchas, y lo último que oyes de afuera es el golpe amortiguado de tambores
lentos. La reverencia te rodea.
Y los sacerdotes conducen la
marcha a la sala final, donde entras al círculo ceremonial de la vida eterna, y
esperas. Nunca has estado realmente dentro de la pirámide. Nunca lo
permitieron. Toda la práctica se hizo en el palacio dentro de una sala que era
casi idéntica a otro círculo ceremonial, y ahora sabes por qué. El ataúd dorado
se coloca en la gran cámara de piedra y se baja la tapa. Los mecánicos del
faraón quitan las sogas y los puntos de apoyo en la tapa y rápidamente
desaparecen por donde tú entraste, casi
corriendo en su deseo de irse.
Un sacerdote da la señal y tú
tomas tu lugar en el hueco con el asiento de piedra. Otra cosa: cuando te sientas, se siente bien
sentarse, pero igual no sonríes. Los sacerdotes ocupan sus lugares también y
permanecen en silencio. Todo está quieto. Y entonces, lo oyes. Un sonido que
muy pocos han oído desde tu posición, y que ninguno vivió para describirlo. Es
un sonido que sabes que será uno de los últimos que oigas como humano. La vida
después de la muerte está esperando, y todo ha sido preparado, no muy lejos de
ti.
Han sido años de preparación, y
sin embargo algo está sucediendo dentro
de ti. ¿Los otros lo sienten? Ahora vas
a morir. Esto es real. El sonido continúa por muy largo tiempo. Ruidos
distantes y también cercanos, tapas que bajan, puertas que se deslizan
cerrándose. Una piedra tras otra, son bajadas a sus lugares con hidráulica que
solo funciona en una dirección. Una vez que la arena ha salido de los tubos,
las piedras han bajado y ya no hay manera de subirlas. Ningún ladrón podrá
jamás penetrar la bóveda de piedra. La mecánica del faraón, afuera, empieza su
trabajo de borrar los túneles y construir nuevos para confundir a
cualquiera que quiera robar la preciosa
cámara de su rey.
Sabes que, mucho antes de que
los trabajadores terminen de sellar la tumba, tú habrás muerto. Las antorchas
se apagan lentamente y te das cuenta de que pronto estará muy oscuro. Esta es
la última luz que tus ojos vayan a ver. El aire se vuelve viciado. Nunca
tuviste miedo de estar en lugares confinados, pero esto es diferente; es tu
ataúd. ¿Aún estás sentada? Pero ahora tiemblas; oyes a tu alrededor suaves
gemidos y llantos, y te das cuenta de que no estás sola en tu horror y tu
miedo.
Todo estaba bien, bueno estar en
el entorno espiritual del Faraón, pero realmente no esperabas que llegaría este
día. Pensabas que envejecería mucho más antes de morir. En cambio, su muerte
llegó muy rápido. Tú sabías que quienes lo rodeaban irían con él a su tumba,
incluyéndote, pero era todo como una fantasía, algo en el futuro.
Te dedicaste a una búsqueda
espiritual y fuiste una líder en la Corte del Faraón durante años. Y ahora
estás casi en la oscuridad, en una sala pequeña que nunca tendrá aire ni verás
el sol de nuevo. Luchas con el pánico de todo esto. No puedes salir. Se hace
difícil respirar.
Como si supiera lo que piensas,
el sacerdote se pone de pie. Apenas lo ves trabajar en la luz tenue. Se
arrodilla y saca hojas de su bolsa y las tritura sobre el piso de piedra. Casi
no hay luz. Él toma la antorcha que queda y enciende las hojas. Ves más luz, a
medida que las hojas se encienden, en su pequeña pila sobre el piso.
Brevemente puedes ver a los
otros en sus huecos. Algunos tienen los ojos muy abiertos y llenos de terror.
Hueles una dulce fragancia y sabes qué es. ¡Qué humano!, piensas. Nadie nos
dijo esto. Gracias, querido hombre sagrado. Envías pensamientos al sacerdote al
sentir un sentimiento de escape. Respiras profundamente el humo de las hojas y
sientes tu cabeza más liviana. Unas pocas respiraciones más, y pierdes la
consciencia. Ya no hay más ansiedad. La droga te durmió para que puedas pasar
de la vida a la muerte sin que te importe.
Finalmente hay una sonrisa en tu
rostro Y así es como te encontrarán los ladrones cuando finalmente corten la
piedra para robar los tesoros de tus brazos y cuello, los que tu rey eligió
para llevarte a la eternidad con él.
Queridos, acaban de presenciar
la muerte de todo el grupo de sirvientes alrededor de un gran Faraón, porque
así eran las cosas. Cuando el faraón moría, sus asistentes espirituales se iban
con él a la tumba, para que él tuviera los mismos asistentes cuando fuera a su
vida después de la muerte.
Hay uno de ustedes en este grupo
que teme al compromiso y a la iluminación en tal grado que literalmente huirá
en la otra dirección antes de decidir buscar a Dios otra vez. Ahora mismo estás
incómodo. Y recuerdas que acercarte a
cualquier intento espiritual es morir. ¡Qué
nunca suceda otra vez!, grita tu ser más interno. Tu karma está
establecido. El compromiso espiritual
equivale a la muerte.
Es hora de cambiar. Otra vez: el
amor de Dios moderará tu miedo. Es hora para que metafóricamente entres de
nuevo a la tumba, porque esta vez no se cerrará. Esta vez puedes pasar por ello
para seguir viviendo en la Tierra. Dios te pide que consideres poner plena
intención en una iluminación plena en este mismo momento. Únete al grupo de
asistentes alrededor del Rey de Reyes, pero esta vez vive una vida grandiosa propia,
mientras estás en el planeta. No tendrá lugar ninguna muerte horrible y
prematura. Si tú decides hacer esto, tu karma se romperá.
Escucha la voz del amor que te
habla ahora y sabe que estos sentimientos nunca tienen que visitarte otra vez.
Nunca más el miedo a que el espíritu muera. Porque, escondida en el fantasma de
tu miedo kármico, está la energía del Hogar.
Y así es.
Estas historias fueron
especialmente potentes para los asistentes de esa noche. Había gran silencio en
el salón, cundo el llanto terminó. Los rostros de quienes escuchaban estas
palabras mostraban que algunos se relacionaban con estos escenarios, aunque no
fueran las personas a las que realmente se refería Kryon.
Tantos de nosotros hemos pasado
por situaciones similares en vidas pasadas, que estas historias tienden a
despertar de nuevo algunos sentimientos tenues y distantes, y por un momento,
la parte de nosotros que es Dios y sabe todas las cosas, resuena con la verdad
de quiénes somos realmente y de lo que hemos atravesado.
Algunos de nosotros encarnamos
en grupos, y por lo tanto muchos de los que escuchaban esa noche pueden
realmente haber estado allí y experimentado los mismos eventos de otras
maneras.
En palabras de Kryon, otra vez
se dice con todo esto: ¿Es acaso sorpresa que Dios te ame tanto?