Canalización de Kryon por Lee Carroll
Seattle, Washington – Día 1 - 10 de septiembre de
2022
Círculo del Doce
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon.
Acérquense
un poco más. Es una invitación. Acercarse un poco más significa mucho más que
lo que piensan. Solo empecé a decir esas palabras recientemente; es un ruego,
para que los que escuchan, comprendan que podría haber una manera de realzar la
espiritualidad, o esa creencia en un poder más elevado para realzarlo por
encima de lo que jamás les han dicho.
La
humanidad vive y respira en una dimensionalidad de cuatro. Las cuatro
dimensiones en que ustedes viven, altura, anchura, longitud, y el tiempo. Pero hay mucho más, y los científicos lo
saben. Ustedes no viven y respiran en multidimensiones que reconocen, pero
ellas siempre estuvieron allí. Solo
recientemente los biólogos se han dado cuenta de que algo de lo que ustedes
llaman el tú central, el ADN, tiene aspectos multidimensionales. Esa es la base
de la biología cuántica. Un estudio de ustedes revela que son multidimensionales
más allá de las cuatro. Es una cosa rara para pensarla, ¿no es así? que pudiera
haber realidades dentro de realidades, dentro de ustedes. Pero los científicos
empiezan a desarmarlo y echarle un vistazo, y ahora se revelan cosas. Y así es
como empezamos esto, y siempre lo hacemos, especialmente para quienes no han
oído esto antes.
Hay
un cambio en este planeta. Y ese cambio no es solo que viene más luz. El cambio
no es solo que empiezan a suceder cosas para remover todo. Hay otro tipo de
cambio. Es un cambio que permite que la gente piense más grande. Empiezan a
ocurrírsele cosas a la gente común en toda la Tierra en las que nunca habían
pensado. Ustedes lo llaman pensar fuera de la caja. Cuando empiezan a analizar
lo que les han dicho, algunos sacuden la cabeza y dicen “Eso no puede ser
totalmente correcto. Tiene que haber más.” Y con esto contamos. Es lo que les
dijimos que venía. No crea un planeta que asciende de pronto o de repente cree
de una manera diferente; crea un planeta que empieza a mirar a una verdad no
reconocida. Oirán eso otra vez de parte de mi socio. Cosas que no fueron
reconocidas son cosas que siempre estuvieron allí, pero no las han visto.
Podrían llamarlo un lento despertar de casi todos. Cambia lo que la gente
espera y quiere; eventualmente empieza a cambiar a quienes tienen opción
respecto a su liderazgo, y empieza a querer poner a cargo a quienes son más
compasivos y menos enojados, o quienes tienen ideas de concertación, en lugar
de seguir un camino determinado, y eso es lo que inicia todo esto. Y les
dijimos que lo esperen. No sucede rápidamente, queridos.
Empiezan
a cambiar protocolos que siempre existieron, hay despertar en lo que es
correcto y lo que no lo es, lo que es tolerable, lo que no lo es, y eso es lo
que está ocurriendo ahora mismo en el planeta. Mañana oirán a mi socio hablar
sobre lo que se llama el Gran Cambio. Es lento. Pero empieza a cambiar las
mentes, las actitudes. Algunos le temerán, porque no quieren cambiar. Y otros
entran en una liberación, porque se dan cuenta de lo que les falta. Allí hay
algo más.
El
Círculo del Doce apunta a algo que
siempre quise enseñar, que es esto: no importa qué te hayan dicho, tú tienes un
alma. No importa qué te hayan dicho, esa alma tuya es algo que puedes tocar. Si
echas una mirada, eso que ha sido tu enseñanza espiritual, en la vieja energía
durante décadas y eones, miles de años, se te ha dicho que esa alma tuya es
algo que visitas cuando mueres. Algunos incluso han reconocido que existe antes
de que ustedes vengan aquí, mucho de la religión de hoy en día te dice que no
eres nada, y de repente recibes un alma cuando naces. Y luego cuando mueres,
está allí para ser castigada o recompensada. No podría estar más lejos de la
verdad.
El
alma es la parte divina de ustedes, como les dije hoy más temprano, y ha estado
aquí desde el comienzo. Tal vez incluso antes de que hubiera un comienzo.
Déjenme describir algo que es multidimensional, para que tengan una idea de lo
que no comprenden. El tiempo como
ustedes lo perciben, no existe, hasta que ustedes lo perciben. ¿Qué tal si no
hubiera tal cosa como un comienzo? ¿pueden percibir eso? No, no pueden, porque
están atascados en la idea del tiempo. Para un humano todas las cosas tienen un
comienzo y un final, porque ese es el paradigma de la dimensionalidad en que
están. ¿Qué tal si les digo que su alma no tuvo comienzo? Porque es parte de
esa sopa de amor que ha creado todo lo que existe. Esto es difícil ¿Qué tal si
les digo que esa alma suya no tiene final?
Que mucho después de que se hayan terminado este planeta, el sistema
solar, y este universo, ustedes todavía existirán.
Y
ustedes podrían decir, “Bueno, eso a mí me suena a Dios”. Y yo diría:
bienvenido a otra realidad de quién podrías ser. ¿Es posible que puedas tocar
esta parte de ti mientras estás aquí? Y eso es el Círculo del Doce.
Comenzó
no hace mucho tiempo, cuando empecé estas meditaciones, y voy a hacer una
ahora, que te invita a cruzar por un puente. Es una metáfora; el puente es un
cruce hacia un territorio desconocido, totalmente desconocido. Verdaderamente
no hay en este momento en existencia sistemas espirituales que te inviten a
tocar el rostro de Dios. Hay muchos que te dicen que no puedes, o que no debes,
o que no eres digno. Pero siempre lo fuiste.
La verdad no reconocida de todo esto es que eres más que digno. Este es
tu linaje. Es por esto que viniste. Todo para ahora.
Les
diré algo más, queridos. Si existieron antes de llegar aquí, ¿alguna vez
pensaron en lo que hicieron justo antes de nacer? ¿Tuvieron algo que decir en
cuanto a cuándo vendrían? ¿O quiénes
iban a ser? ¿O quiénes podrían ser sus padres? ¿O qué iban a atravesar?
¿O la cultura en que iban a llegar? ¿O de qué género iban a ser? Y la respuesta es que ustedes tuvieron
control de todo eso. Ustedes, y el grupo de almas a su alrededor, con quienes
siempre han estado. ¿Qué tal es esto, para pensar al respecto?
Ahora
bien, ¿la verdad? Puede que no estés de acuerdo, pero yo estaba allí: lo
llamaremos el viento del nacimiento. Un viento de potencial, en el que entras
justo antes de nacer. Querías estar aquí durante este Cambio.
Ahora
bien, cuando nacieron, queridos, les diré que había un potencial de ir justo en
sentido contrario. ¿Cuántos de ustedes han oído sobre lo que podría ocurrir en
el año 2000 o en sus alrededores? Iba a ser el horror. Una guerra mundial;
muerte, destrucción; Armagedón. Ustedes lo alteraron. Porque estaba en el
Campo. Algo iba a ocurrir en el año 2000 o en adelante; y ustedes vinieron.
Podría haber ido en cualquiera de las dos direcciones. Mucha profecía decía que
ustedes no lograrían pasar de esta precesión de los equinoccios que estaba en
camino. Y llegó. Y no hubo tercera guerra mundial; en cambio hubo otra cosa: el
comienzo de la luz.
Muchas
de las predicciones, de los indígenas, les decían estas cosas. Y aquí están
ustedes. ¿La línea final, el resumen? No es por accidente que estén aquí justo
ahora; y no importa cuál sea su edad. Porque ustedes, que vienen a una reunión
como esta, incluso aquellos que vinieron porque los trajeron, no están aquí por
accidente.
Los
que están aquí que no querían venir: yo sé quiénes son. Hay algo que están
recordando, respecto a quiénes son ustedes, que es magnífico. Puede que no les
convenzan muchas de estas cosas; yo sé quienes son. Pero son tan magníficos
como cualquiera. Las almas antiguas se definen como sigue. Esas almas que
llegaron tempranamente a la humanidad, y vivieron una vida tras otra, y otra, y
otra, y experimentaron todo.
Es
como una escuela; lo es. Todas esas experiencias, podrían decir, aterrizan en
ustedes, en su ADN quizás, en una dimensionalidad a la que ustedes recurren por
sabiduría, si lo desean. Eso es un alma antigua. Han estado allí, han hecho
eso; saben cómo funcionan las cosas.
Y te
encuentras aquí, alma antigua, en 2022, cuando la luz empieza a mostrarse,
cuando la conmoción empieza a verse. ¿Por qué habrían de elegir este momento
potencial? Y la respuesta es que ustedes saben cómo tomar la luz y difundirla.
La mayor parte del planeta no sabe; saben cómo tener miedo. No tienen la
madurez que ustedes tienen, para saber qué vendrá, o los potenciales. O cómo
ser pacientes y compasivos, mientras otros se retuercen las manos de miedo. Eso
es quiénes son ustedes.
La
luz que ustedes tienen, representada en la madurez y la bondad que ustedes
presentan a quienes les rodean, en el conflicto, eso entra directamente en el
Campo. No se desperdicia, ni cae al piso. Va a otro lugar: entra en el Campo. Y
ese Campo permanece con el planeta. Es casi como si fueran un regulador de luz;
llenos de luz, y están iluminando. Ese regulador empieza a aumentar, y más, y
más. Estuvo tan disminuida por tantos eones, y aquí están ustedes para incluso
forzar ese control para que haya un poco más de luz, y otro poco más, y no hay
tantos de ustedes. Y es por eso que vinieron.
Menos
de la mitad del 1% de este planeta son almas antiguas; el resto son todas
nuevas. Y es por eso que están aquí. Pero les digo algo: cuando tienen una
habitación a oscuras, y encienden un fósforo, muchos pueden ver, por esa
pequeña luz que está allí, y pueden ver a su alrededor, cosas que nunca
pensaron antes que podrían ver. Cosas que temían en la oscuridad, y que ahora
las ven claramente. Luego ellos encienden un fósforo, porque ven el de ustedes.
Y otros, alrededor de ellos, también encienden un fósforo, porque ven el suyo.
En una habitación oscura, el que lleva el fósforo nunca es conocido, no puede
verse realmente al que lleva el fósforo; en cambio simplemente ven la luz que
él crea. Esos son ustedes. Nadie viene y los agrede por encender un fósforo,
porque no saben quiénes son.
En
cambio, su luz brilla y permite que otros la vean, y la luz de ellos brilla, y
pronto empieza a afectar a todo el planeta y lo que ellos quieren, y cómo
piensan, y cómo lo lograrán. Y allí es cuando empiezan los nuevos inventos. Y
la razón es que entonces tendrán Física a la que no darán uso bélico. ¿Están
entendiendo esto?
Hay
mucho por descubrir para una Tierra compasiva, y cuando la descubran y la
tengan, todo empieza a cambiar. Y no hay más pobreza. No hay más muerte, no
como ahora. Todo empieza a cambiar. Es por eso que están aquí.
Quiero
que vengan conmigo a cruzar por este puente, y quiero que conozcan a alguien.
Un viaje, tal vez, hacia adentro de su propia alma. Pueden hacer esto; no es un
ejercicio; es una realidad hacia otra dimensionalidad. Una que siempre estuvo
allí, no reconocida, y lista para funcionar.
El
puente aparece frente a ustedes, si desean verlo así, Una visualización difícil
para algunos, pero fácil para otros. Todos han visto algún puente, no puede ser
tan difícil. Pero no pueden ver qué hay del otro lado, porque hay una neblina
que lo oculta muy peculiarmente, de modo que tienen que confiar en que lo que
están por hacer es seguro. Y lo es.
Hay
algunos que dicen “Esto es demasiado extraño, y este hombre en la silla va a
conducirte a un lugar donde él pueda
capturar tu voluntad y tu alma,” siempre habrá quienes te digan que no
hagas esto, porque todo lo que ven es dificultad y negatividad; todo lo que ven
es más miedo. Te dicen: “ten miedo” porque ese es su paradigma y su realidad;
nada mejora nunca. Ya sabes de qué te estoy hablando. Todos tienen a algunos
que les dijeron eso.
Y
entonces yo les digo: ¿qué tal si fuera al revés? Atravesar una neblina y
encontrar la cosa más hermosa que puedan imaginar: ustedes mismos. De muchas
maneras, un lugar eterno y divino que siempre ha estado disponible para
ustedes, sin importar qué les hayan dicho.
Vengan
conmigo, y tomen mi mano; cruzamos juntos por el puente, atravesamos juntos la
neblina, puede que no sepan qué esperar. Nadie viene aquí, a menos que esa sea
su intención. A nadie lo arrastran hacia aquí; nadie va porque alguien le dijo
que fuera; no se puede. Esa neblina solo puede ser atravesada en amor Esa neblina solo puede pasarse en amor. Tienes
que querer hacerlo y poner la intención, decir “Yo creo que hay algo más
grande, no tengo miedo de verlo. ¿Qué tal si yo no lo sabía todo?” Me
encantaría ver a todos los científicos del planeta levantar la mano y decir “Yo
no lo sé todo”. Y las cosas cambiarían. Me gustaría ver a todos los líderes
religiosos del planeta, con todas sus doctrinas, levantar la mano y decir “Por mucho que yo sepa, no lo sé
todo.” Requiere valentía, de ciertas maneras, decir algo así, y decirlo en
serio, y estar abierto quizás a algo diferente y nuevo.
Ese
es quién eres, ahora mismo, si estás conmigo en ese puente; atravesamos la
neblina.
Lo
que ven luego es individual para cada alma, aunque haya una coincidencia, es un
paisaje que le pertenece. Les digo esto: lo que sea que ven, está lleno de
esplendor y belleza y color y luz, y seguridad; nada malo les sucederá a
ustedes aquí, queridos. Esto es el Hogar; la Tierra; lo visitan. Saben
eso. Están solo de visita; tienen que
saberlo.
El
lugar donde están, en esta alma suya, es de donde han venido. El Hogar es un
gran lugar para estar. Les daré una pista de cómo es esto: no pueden
experimentar el manto pleno – diría yo –
de lo que es este Hogar, hasta que están aquí y no en la Tierra. Pero aún al
visitar este Hogar, se siente diferente.
Un
alma no es singular, como tu cuerpo. Un alma está compuesta de ti y de otras
almas. Difícil describirlo, pero así es la multidimensionalidad. No eres tan
individual como lo eres aquí en el planeta; cuando visitas tu alma, de pronto
estás en un grupo. Un grupo grande, que es también parte de ti y tú eres parte
de ellos. Difícil de imaginar y comprender. Pero imaginen por un momento que
hay un gran amor entre muchos, muchos de ustedes. Y que, cuando entran en este
lugar, todo ese amor se siente; su Hogar. Aquellos que ustedes amaron y
perdieron, están aquí. ¿Pueden ver esa clase de reunión, aun cuando están
sentados en esas sillas?
Tú
sabes, ¿no es así? que la muerte no es el fin. Es un cambio de energía. Estás
en esta energía especial, que es divina. Hay mucho aquí para ver.
Yo los he traído aquí, en casi cien ocasiones
en que hicimos esto; los he traído aquí. Han visto aquello que han aprendido,
han encontrado a algunos de sus vidas pasadas, incluso se encontraron a sí
mismos. Y esta vez quiero que conozcan a alguien. Alguien a quien encontramos
antes, pero no tal como ahora.
Lo
primero que quiero que hagan, es imaginar que van a pasar por una entrada. No
es difícil imaginar una entrada. No hay puerta, es solo una entrada abierta.
Pero al pasar por ella, miras arriba y ves un nombre. Y te das cuenta de que es
el tuyo. Pero no reconoces ninguna clase de escritura; lo que estás
reconociendo es una energía; esa energía es tu nombre.
Les
diré algo, gente: nosotros cantamos en luz ese nombre para ustedes. Nosotros
cantamos en luz ese nombre para ustedes, y ustedes lo cantan para nosotros. Y
quienes los rodean, especialmente aquellos que en grupos kármicos ustedes han
amado y perdido, ellos también lo cantan. ¿Pueden imaginar cuánto amor hay
aquí? Porque este es lo que ustedes llaman el amor de Dios. Más que un dios, es
la Fuente Creadora, que es parte de ustedes.
Pasas
por esa entrada y llegas a una sala, y hay una silla. Y notas que no es solo
una; que hay dos. Una está frente a ti. Es un bello pensamiento, que puedas
sentarte en esa silla y conocer a alguien hermoso, seguro, con quien puedas
hablar y entrevistar. Y todo lo que vas a aprender y ver será bello y
compasivo. No hay ansiedad, es como si estuvieras por encontrar a alguien que
amas. Y es así.
Entras
en la sala y te sientas en la silla, e inmediatamente te das cuenta de que hay
una metáfora en sentarse en la silla: no te pones de pie para conocer a
alguien, porque en los momentos más íntimos de conversación y belleza de un
amigo a otro, te sientas.
Te
sientas porque es cómodo, te sientas porque es tu cultura sentarte y hablar. Y
lo haces. Y te sientas frente a la silla y esperas, y de pronto la silla (se ríe) tiene a alguien sentado en ella.
Ni siquiera lo viste entrar. Y lo reconoces: es extraño verte a ti mismo, ¿no
es así? Te ves a ti mismo en la medida en que quieres verte. Eres tú. Raro; inusual. Pero seguro. Estás por tener
una conversación contigo mismo, pero no es exactamente tú mismo. Inicias la
conversación: “¿qué ha sucedido recién? ¿Quién eres? ¿Por qué no te vi en la
silla cuando entré?”
Y
escuchas una voz suave, bella; tu propia voz. Realmente no la reconoces como tu
voz, pero sabes que lo es. Cada palabra que te dice es muy hermosa. Y entonces
la voz dice: “yo no podía aparecer hasta que tú te sentaras primero, porque el
importante eres tú. Yo soy tú; yo soy el tú más grande. Soy el que está siempre
aquí, en tu alma. Tú te separaste de mí y viniste a la Tierra”.
Y tú
dices, “He oído sobre esto; tú debes ser el Yo Superior”. Y ese tú más grande
te dice: “No existe tal cosa. Tú inventaste eso. Porque superior sería más grandioso; superior
significaría que está por encima de ti. No hay nada por encima de ti. Yo estoy
a tu lado, yo soy el tú más grande. Siempre he sido parte de ti a medida que te
vuelves más grande. Cuanto más sabes acerca de lo que es la verdad, el tú más
grande viene a la Tierra, y entonces más de mí va a ti. Yo soy tu alma. Tengo
mucho para contarte. ¿Cuáles son tus preguntas para mí?”
¡Oh,
Oh, Oh! ¿Qué sigue ahora, queridos? ¿Qué quieren preguntar? ¿Qué pueden
preguntar? Alguno va a empezar a hacer
preguntas muy tridimensionales. ¡Y pueden hacerlo! “¿Por qué soy… tan así?” (se ríe). “¿Por qué no puedo hacer esto o
aquello?” Y el tú más grande te mirará y
dirá: “Porque nunca nadie te dijo que podías. Yo te digo que puedes.”
Ese
tú más grande va a describir un escenario que nunca oíste. El tú más grande
dirá: “Esto es parte de Dios. Tú eres parte de la Fuente Creadora, en la
Tierra, se te dio la divinidad. Yo, el tú más grande, siempre sostuve mi mano a
través del velo de una manera que tú pudieras tomarla en cualquier momento que
quisieras – pero siempre te dijeron que no podías tomarla. Y es por eso que
luchas. Estoy aquí para decirte: toma mi mano; acércate un poco más” te dirá el
tú más grande, y todas las cosas empiezan a aclararse, cuando empiezas a
entender quién eres; no separado de Dios en absoluto, sino parte de él. Al
empezar a entender, a la parte de ti que está en la Tierra empieza a ocurrirle
algo notable: empiezas a amarte a ti mismo. Increíble.
La
gente te ha dicho: “¡No hagas eso! Serás un egoísta. No se supone que hagas
eso, ya sabes.” ¡No es esa clase de amor! Se trata del amor de Dios que está en
ti; ¿puedes hacer eso? Se trata del amor de tu existencia; “Gracias, Espíritu;
gracias, alma, porque puedo estar aquí ahora y puedo hacer lo que estoy
haciendo. Pero aun cuando muera, volveré aún más fuerte, haciendo la misma
cosa, con más luz.” Porque esto no se
detiene aquí.
La
invitación es clara. Nº1: Ama a la Fuente Creadora con todo tu corazón, y eso
entonces va a crear el amor en ti mismo. Ámate a ti mismo, más allá de todo,
porque eso es un reconocimiento del amor de la Fuente. Y cuando empieces a
hacer eso, las cosas empiezan a aclararse para ti. Qué es importante, qué no lo
es; cuál es realmente la meta de tu vida. Cuando empiezas a amarte a ti mismo,
otras cosas empiezan a aclararse: lo que podrías ser capaz de hacer, que antes
te habían dicho que no podías hacer. Cuál es tu linaje; ¿hay acaso algún linaje
en absoluto? Pregúntale al tú más grande; Tú más grande, ¿cuál es mi linaje?
¿Para qué estoy aquí?
Y
entonces el tú más grande va a sonreír y decir “Pensé que nunca ibas a
preguntar”. (se ríe). “Tienes un linaje de vidas en este planeta
que te ha dado forma.” Y luego el Tú más grande te dirá algo que no esperabas:
“Algo de la genealogía que llevas en este planeta, y algunos de los atributos
de vidas pasadas que llevas en este planeta, están implantados en tu ADN.
Algunos de ellos asustan. Predisposiciones para alguna enfermedad; miedo a
cierta clase de cosas, debido a experiencias de alguna vida pasada; alergias.
Dilo tú. Todas ellas. Eso parece venir como un paquete.” Y aquí hay una verdad.
Aquí está el tú más grande hablando de un problema que nunca pensaste que se
podría tratar: “puedes descartarlas todas. Y nunca tendrán que ser parte de ti,
porque tú ahora estás conmigo, y porque, si tu intención es la correcta en este
planeta, y puedes poner la intención y visualizar estar libre de estas cosas,
muy lentamente ellas van a transformarse y cambiar.”
Y
podrías decirle al tú más grande: “Tengo problema con eso, porque la biología
es biología, y la química es química,” y el tú más grande dirá “Sí, eso es lo
que te han dicho. Pero el tú divino puede crear milagros en ti mismo.
Transformación y cambio celular. El ADN empieza a limpiarse. Los episodios de
vidas pasadas empiezan a disminuir e irse, abriendo camino para una vida más
larga y paz, sin miedo. Despertarás en la mañana y sonreirás, ante quien sabes
que eres.” ¿Alguna vez alguien te dijo eso? ¿Es esto lo bastante nuevo para ti?
Te estoy dando una verdad nueva, verdadera, verdadera.
A la
gente le molesta, porque digo que estás demasiado habilitado (se ríe). Imagínate, estar demasiado
habilitado. Ese es quien tú eres. Y podrías quedarte allí, con este tú más
grande, tanto tiempo como quieras. Algunos de ustedes… oh, tienen hambre y
necesitan dormir.
Y
esta es la buena noticia: puedes volver allí en cualquier momento que quieras;
no necesitas venir aquí y escuchar esta meditación, porque esto es quien tú
eres. Puedes cruzar por el puente, poner la intención.
Y tú
dirás “Bueno, yo no soy bueno para escuchar cosas, preferiría tenerte a ti
Kryon, diciéndome lo que el tú más grande me diría.” Ahora es tiempo de
investigar una intuición mejorada. Eso es lo que esto es. Todos estos mensajes
llegan a ti, verdaderos y exactos, cuando atraviesas el puente, “quiero saber
más, tú más grande; cuéntame”, y vendrá, de maneras intuitivas. Así es como
llegan las invenciones; así se compone la música; todas estas cosas siempre
fueron parte de ti.
Te
invito a quedarte un momento. La reunión se termina, habrá anuncios, hablarán,
pero por solo unos pocos momentos antes de que eso ocurra, sin que yo esté
hablando, quiero que te quedes, y pienses por un momento: ¿Esto es real o
no? ¿Podría ser? Y si lo es, ¿qué
significa realmente para mí? ¿Podría yo amarme a mí mismo? Y la respuesta: Que
comience.
Yo
soy Kryon, enamorado de la humanidad.
Y
así es.
Kryon
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