Tus Pensamientos no son Tuyos
Conferencia
¡Hola! Bienvenidos. Lindo estar
aquí. Lindo tenerlos aquí. Un número de ustedes son nuevos, de modo que
especialmente bienvenidos-Vamos como a jugar en este espacio, en esta sesión,
que está realmente haciendo una pregunta tonta, cuando piensan en la pregunta:
¿es posible que muchos de los pensamientos que piensas – iré más lejos – muchas
de las creencias que sostienes, ni siquiera sean tuyas? ¿Es posible? Si haces
la pregunta ¿quién soy? O bien ¿cómo llegué aquí? O ¿qué se supone que haga?
¿cuál es mi propósito? ¿Estaré haciendo lo que se supone que haga?
Si haces esas preguntas,
interesante, justo donde estas preguntas se hacen, o en donde vamos a
enfocarnos aquí, es que esas no son preguntas espirituales. Son preguntas que
se relacionan directamente con esta vida, caminando en este cuerpo. Ya sabes,
¿qué estoy haciendo? ¿Cómo creo lo que
quiero? ¿Por qué algunas de estas cosas que intento que funcionen en mi vida,
no funcionan? O tal vez puedes encontrar que, al caminar por el mundo, te
vuelves alguien que evita al mundo. ¿Te retiras del mundo? “Estoy inseguro del
mundo” “¿Por qué pienso los pensamientos que pienso, que dicen que no estoy
bien?”
Si alguien tiene esa situación
en su vida, o la ha tenido, realmente existe una respuesta muy simple para
muchas de esas preguntas. Pero es una respuesta absurda, para una persona común
que va por la calle y básicamente vive su vida de un día a otro, vive su vida
claramente en una realidad tridimensional, “me levanto, voy a trabajar, tengo
estas creencias sobre lo que es el mundo y cómo debiera estar funcionando;
sostengo mucha atención en mi pasado; hago lo que se supone que haga; conozco
la diferencia entre bien y mal, correcto y equivocado, hago lo que tengo que
hacer.” ¿Alguien conoce ese espacio?
Pero la parte absurda de la
cuestión es que realmente muchos de los pensamientos que pienso y muchas de las
creencias que sostengo, no son míos. Simplemente no son míos.
Y si no son míos ¿de dónde
vinieron? Y todos esos pensamientos que tienes en la cabeza, si haces una pausa
y lo piensas, y te sientas en quietud, y pones intención en notarlo, lo que
pasa es que muchos de esos pensamientos, son pensamientos ruidosos,
pensamientos que no significan nada, pensamientos que van y vienen, van y
vienen, en tu día, no son tuyos. Son pensamientos reales, pero muchos de ellos
solo pasan a través de ti, y son el pensamiento de otras personas.
Ah, eso es bastante absurdo para
una persona que anda por la calle. Pero cuando empiezas a hacer una pregunta
más seria, ¿quién soy?, ¿qué se supone que haga? ¿Cómo navego mi vida? ¿Qué
necesito hacer para empezar a hacer que las cosas funcionen para mi mejor
interés? ¿Cómo creo mi realidad de una manera que recibo y experimento mi
realidad?
Cuando empiezas a mirar eso, y
particularmente aquí, en lo que es Mastering Alchemy, viene la pregunta ¿qué
interfiere en mi camino para disfrutar, crear la vida que yo quiero? Y se
reduce a un montón de pensamientos y creencias a los que me aferro, que me
fueron dados, o que, al observar el mundo desde pensamientos previos que me
fueron dados, yo llego a la conclusión de que esta es la verdad, o que esto es
lo que es correcto o equivocado, bueno o malo, debiera o no debiera.
Ahora toma una respiración y
recuéstate en tu silla, porque donde vamos a empezar a mirar esta cuestión
están tus pensamientos, los tuyos. Es algo que no hacemos, que una persona no
hace muy a menudo, y de vez en cuando, es como “Vaya, mi vida está en perfecto
cambio, realmente voy a evaluarme.” Pero no siendo eso, nosotros realmente no examinamos
estos pensamientos.
El propósito de Mastering
Alchemy es empezar a reconocer qué es mío y qué no lo es. Qué estoy cargando
conmigo, en mi mochila, que he acumulado, que me permite tomar todo un conjunto
de decisiones sobre mí mismo y sobre lo que el mundo es, y lo que el mundo
debiera ser, etc.
Entonces, ¿de dónde vinieron
estos pensamientos que no son míos?
Y si empezamos bien atrás, en un
punto temprano de la vida, como en el útero, empiezas a ser el efecto de los
pensamientos de la madre. Y una cosa que sucede en el útero es que esa forma de
vida que está empezando a formularse hacia un ser humano, empieza a observar lo
que es el mundo en que está entrando. No usando su mente racional ni su
cerebro, no piensa en palabras; observa vibraciones, observa la energía que
corre por el cuerpo, los ritmos de movimiento pasando por el cuerpo de la
madre. Y una cosa que hace en ese punto es empezar a evaluar qué está
sintiendo, vibraciones, en primera persona. Entonces cuando la madre tiene un
mal día, o cuando la madre empieza a enojarse, o alterarse, hacer declaraciones
sobre lo que sea, y son vibraciones desequilibrantes, esa forma física que se
está formando, y ese espíritu inteligente consciente que empieza a tomar
posesión de esa forma, oye todo en primera persona. Entonces, cuando el niño
realmente nace, y se corta el cordón, y se libera de la madre, no deja de
evaluarse a sí mismo en muchas de esas vibraciones que la madre sostiene.
No es cuestión de malas madres;
no estamos viendo malas madres aquí. Es lo que yo conozco y ahora estoy
desconectado de la forma física. Y tengo otro rango de vibraciones que empiezo
a evaluar, las vibraciones del mundo.
Y a medida que el niño crece,
empieza a mirar a un conjunto de bancos de memoria que tiene en su espacio, en
la memoria o – llegaremos allí en un minuto – esa estructura de memoria, o
estructura de pensamiento, o ¿por qué estoy entrando en esta programación de
cuerpo? que es, diciéndolo en positivo, creada por ustedes, empieza a ser
notada, y toda esa energía está en esa forma que llamamos aura, todo alrededor
del cuerpo. Y a medida que el niño empieza a crecer y volverse más grande, un
poco más conciente, empieza a integrar más cosas, empieza acceder a esa
percepción conciente de “quién soy yo, qué hago, por qué estoy aquí”, que está
en el constructo del aura. Es una mecánica realmente muy, muy fascinante de ver
cómo funciona.
Pero algo sucede a lo largo de
ese camino. Si miras a los ojos de un pequeño de seis meses, está sonriendo, y
se ríe, es como si pudieras mirar dentro del alma del niño. Sus ojos brillan,
realmente excitante. Es como “¡Vaya!” Pero si vuelves uno o dos años después,
no ves mucho de esa pasión, esa excitación, ese entusiasmo de la experiencia
que veías a la edad de seis meses.
Una cosa que empieza a suceder
muy tempranamente es, en este caso, la primera relación que el niño tiene con
la vida en el cuerpo, en lo físico, fuera del útero. Es con el padre y madre,
en su mayor parte la madre. Y una cosa que pasa es que la madre – estoy siendo
muy positivo – empieza a decir: “así es como funciona la vida, basada en mi
experiencia. Y quiero que sepas como funciona esto, y te amo, pequeño, y quiero
que tengas lo mejor.”
Luego el niño sigue creciendo y
empieza a tener más relación la madre, el padre, los hermanos, va a la escuela,
la maestra dice “te diré qué es bueno o malo, correcto o equivocado, y cómo
funciona el mundo, déjame darte la historia – basada en lo que alguien escribió
en el pasado – y así funciona el mundo”.
Y en esa estructura familiar,
madre, padre, maestra, sacerdote, tenemos que incluir al sacerdote porque
usualmente tienen un punto de vista sobre lo que está bien, y esa persona – tú
– empieza a crecer y a ser creada a imagen de los otros. Nada de esto es malo,
solo es la mecánica. Creado en imagen de otro. Dirán: “Hacemos esto, no hacemos
aquello, comemos esta clase de comida, no comemos aquella, nos juntamos con
esta gente, no nos juntamos con aquella. Esto es bueno, eso es malo, esto es lo
que necesitas saber”. Y como en gran medida somos como una esponja, simplemente
decimos “Está bien”. No lo desafiamos, no decimos “Espera un minuto, ¿eso no se
llama racismo, sexismo, misoginia?”. No conocemos esa clase de palabras, no
tenemos una sensación de discernimiento. Entonces básicamente absorbemos un
montón de información, gran cantidad de información, mucho es muy valioso. Pero
hay una tajada de la información que a menudo empieza a recibir más atención
que otras partes de la información. Y en esas piezas de información suele estar
la relación que tengo con esa otra persona. Y muchas veces esa otra persona
tiene gran cantidad de malos ratos en un momento particular. O cómo eligen
definir al mundo empieza a ser tu manera, cómo tú eliges definir al mundo.
Lo interesante es que viniste
con todo un libreto: qué quiero hacer, cómo quiero experimentar, de qué se
trata, cómo quiero vivir mi vida. Y de un modo u otro, a medida que empezamos a
navegar en el cuerpo, muchas veces, en familias disfuncionales, hay muchas
energías de ira, furia, resentimiento, ese tipo de energías. Hay mucho juicio.
Hay mucho de “esta es la verdad, tienes que hacerlo así”, ese tipo de mensaje.
Una cosa que empieza a
aprenderse tempranamente es el uso del segundo chakra. El segundo chakra tiene
que ver con sentir el mundo a mi alrededor. Así, esta pequeña máquina de sonar
en el segundo chakra funciona perfectamente; envía un pequeño mensaje, envía un
pequeño impulso, y hace una pregunta: ¿Qué es ese sentimiento? Quiere saber el sentimiento. Entonces envía
ese mensaje, que rebota en todo alrededor, pero suele rebotar en alguna
persona, y retorna. Particularmente alguna persona que amo, con quien me
identifico – el papá/mamá/maestra/sacerdote - y rebota y retorna como enojado,
triste, malo, desequilibrado, inseguro, resentido, ¿ven el cuadro? Y al volver
a mí, no me gusta ese sentimiento, pero todavía no estoy en un punto de
discernir “Esto me gusta. Esto no me gusta.” Es como “eso no se siente bueno”.
Pero me doy cuenta, empiezo a darme cuenta de todas estas emociones, estos
sentimientos diferentes. Pero a veces, en una familia disfuncional, o una
circunstancia disfuncional, suele haber mensajes mezclados. Y en esos mensajes,
una persona enojada empieza a dirigirse a ti y enojarse. Esa persona que te
ama, esa que amas, empieza a ser mala, a volcar sobre ti su insatisfacción con
el mundo.
Toma otra respiración, porque
para el momento que terminemos aquí, toda una cantidad de pensamientos van a
saltar a tu percepción conciente. Muchos de esos pensamientos son exactamente lo
que estoy señalando. Solo nótalos, no te quedes en ellos. Vienen y se van. Se
están yendo. En esta conversación mucho de lo que se señala simplemente se está
volviendo consciente y se está yendo. Ese es todo el propósito de estas
sesiones, de esta conversación.
Una cosa que pasa es que
empezamos a sentir cómo es la vibración de ira o de juicio, de opiniones… No se
sienten bien; “no me gusta esto”. Pero cuando el mensaje empieza a ser “tú eres
mi problema” y a ser “¿qué anda mal contigo?” o “nunca llegarás a nada, nunca
tendrás éxito, no eres inteligente. Siéntate, cállate. Después te las verás
conmigo. ¿Por qué eres semejante problema?” Toma otra respiración, porque esto
es grande.
Y empezamos a estar fuera de
equilibrio. Y en ese desequilibrio volvemos a ese segundo chakra y empezamos a
encontrar que “necesito estar fuera de esa energía; no me gusta eso.” Entonces
pasan varias cosas. Lo primero que pasa es que cambiamos la pregunta en la
máquina de sonar; básicamente cambiamos la pregunta desde ¿cuál es ese
sentimiento? a ¿cuál es ese sentimiento con
respecto a mí? ¿Enojado, contento,
triste, furioso, resentido, celoso? Y de pronto ese mundo que era más a menos
neutral, y veíamos las cosas pasar, tiene un propósito muy deliberado: “quiero
alejarme de estas emociones que estoy sintiendo”. Y entonces, entramos en súper
alerta, y nos empezamos a preocupar por todo lo que pasa. La persona está
enojada con otra cosa, pero esa no es la cuestión. ¿Está enojada conmigo? Y de
pronto, ves enojo, y es “debe estar enojado conmigo”
Entonces, de pronto el mundo
está enojado contigo, infeliz contigo, desequilibrado por tu culpa, y aquel
niño pequeño de ojitos brillantes ya no existe de modo visible. Y empezamos a
clausurar, a evitar, a alejarnos, empezamos a retirarnos, a escondernos.
¿Alguien conoce a una persona así, conocen a alguien así? Terminamos en un
lugar muy incómodo.
Pero simultáneamente, eso no es
con todos. Más o menos, todos estamos en ese espacio. Pero una cosa que sucede
además, es que “esta es la verdad, así es el mundo, así es como ves al mundo.”
Y como viene de mi papá/mamá/maestra/sacerdote, les creo; no tengo razón para
no creerles. Ellos me aman. La mayor parte del tiempo me aman.
Entonces empiezo a crear una
alineación. No me gusta que estén disgustados conmigo, de modo que voy a hacer
lo que me dicen, me voy a ajustar a este entorno, simplemente voy a decir, “Sí,
yo también. a mí tampoco me gusta esa gente”. Otra respiración. Y luego
crecemos y ni siquiera sabemos realmente de dónde vienen esos pensamientos y
emociones y sistemas de creencia, porque muy rara vez los examinamos, si alguna
vez lo hacemos.
De modo que todo lo que tienen
que hacer es mirar alrededor al mundo de hoy, las culturas, las guerras que
estamos viendo, y hay muy poco lugar para la pregunta: ¿de dónde vino ese
pensamiento? ¿Y de quién es este
pensamiento, de todos modos? Porque no lo siento muy bueno para mí. Simplemente
no lo siento bueno. Pero no tengo suficiente presencia, suficiente quietud,
suficiente autoexamen, oportunidad para salir de toda esta energía, salir de la
caja, para simplemente mirar. Ese pensamiento, ese sistema de creencia, que no
lo siento bueno, ¿es mío? ¿De dónde vino? ¿Y es algo que yo deseo seguir
llevando conmigo?
Verán, al vivir en el juego de
la 3ª dimensión en que crecimos, uno de los criterios, de la estructura de la
caja de lo que llamamos el juego de la 3ª dimensión, hay reglas y estructuras,
pero una de las piezas es el tiempo. Si
le preguntas a la gente en la calle, si hay algo además del tiempo lineal,
primero te mirarán como que estás loco, y luego tal vez 99 de cada 100 dirían:
“No, eso es todo lo que hay, el tiempo lineal. Pasado, presente, futuro, y te
mueres.”. Es el juego 3D, así funciona.
Pero cuando empiezas a volverte
más consciente de que algo no anda bien en tu vida, “realmente deseo todo este
bienestar; realmente me siento bien cuando hago algo bondadoso, cuando río con
la gente, cuando me puedo expresar sin temor al ridículo. Me siento bien. Y me
gusta eso. Y cuando la gente colabora, cuando se ríen juntos, me gusta eso.
Pero no lo hago muy seguido.” “Me gusta
tener amigos que pueda disfrutar, pero tampoco hago eso mucho”
Entonces este espacio de “quién
soy yo”, en un gran aspecto de esto, es que yo soy la combinación de
pensamientos y creencias que no están en tiempo presente, que fueron creados en
el pasado, nunca realmente conseguimos hacer la pregunta, ¿esto tiene algún
valor para mí? Esta creencia que tengo ahora. ¿A mí realmente no me gusta
aquella gente? Porque en realidad nunca estuve con ninguno de ellos. ¿Esto
tiene valor para mí? Este pensamiento, creencia, emoción, que yo llevo conmigo,
¿me hace sentir cómodo? ¿Me permite disfrutar? ¿Alguna vez te hiciste esas
preguntas?
Verás, lo que pasa es que cuando
empiezas a hacer esas preguntas, hay oportunidad para simplemente armar un
punto de vista diferente. Cuando empiezas a salir de esta caja, y te miras
desde un lugar diferente, y reconoces que hay cosas que haces, de las que no
estás orgulloso, o que no te gustan, hay cosas que no haces porque temes
hacerlas, hay cosas en que realmente te gustaría involucrarte pero “no soy lo
bastante inteligente para hacer eso”. Pero de hecho, probablemente eres lo
bastante inteligente para hacerlo. Entonces, ¿por qué no hago eso? Bueno, no
soy lo bastante inteligente, dirías. Y como eso es “la verdad” … ¿Qué quieres
decir con que eso es la verdad? “Bueno, eso me dijeron desde que tenía tres
años.” “Nunca tendrás éxito; ¿por qué eres tan estúpido? ¿Cómo es que no haces bien las cosas? ¿Por
qué no te gusta esta otra gente?”
Ahora bien, toma una
respiración. Fíjate si puedes divertirte un poco con esto, realmente. Porque
cuando consigues salir de esto hacia un punto de vista diferente, cuando
reconoces o empiezas a reconocer: “¡Esto no es mío! Toda esta creencia que
sostengo no me resulta nada cómoda; puedo vivir con ella pero no me gusta” ¿Qué
tal si puedes traerla a un momento de tiempo presente y haces una pregunta
simple? ¿Esto me sirve? ¿Tiene algún valor?
Cuando empiezas a hacer esa
pregunta, empiezas a responder a la pregunta ¿quién soy yo? como un ser
espiritual dentro de un cuerpo físico. Empiezas a reconocer: “No, esto no es
quien yo soy” Es un gran descubrimiento. Pero en general lo que sigue es: “no
sé qué hacer con esto. No sé cómo salir de esto. Todo lo que he estado haciendo
durante estos últimos 30 (40, 50, 60) años está basado en esto. Esto es quien
yo soy”
Pero si tuvieras otra opción, si
pudieras simplemente considerar – esto es escandaloso, son declaraciones
escandalosas – que “todo lo que sucedió en mi pasado no es fijo ni permanente y
es el fin de la discusión. De hecho, cuando empiezo a estar en tiempo presente,
en el ahora mismo, y me pregunto: aquella vergüenza que pasé cuando tenía 14
años, cuando tomé una fuerte decisión de nunca más ofrecer mi opinión, nunca
más contaré un chiste, nunca lo haré otra vez, ¿eso me hace feliz? ¿ese ‘nunca’
me sirve bien?” En general, la respuesta será No.
Entonces, la pregunta siguiente
es ¿cómo lo saco de mi espacio? ¿Cómo dejo de pensar ese pensamiento? ¿cómo me
libro de estas emociones que sostengo y que no me permiten sentirme bien
conmigo mismo? En este momento, lo escondo la mayor parte del tiempo, ni
siquiera le presto atención, estoy bien generalmente. Pero… todavía está allí,
adentro de la mochila. Toma otra respiración.
Ahora bien, otra vez un
enunciado escandaloso: ¿Qué tal si el tiempo fuera diferente? ¿Qué tal si esa
respuesta, tiempo lineal, es lo que es, lo que piensas, pasado, presente,
futuro, y te mueres? ¿Qué tal si esa no es la única forma del tiempo? ¿Qué tal
si yo pudiera simplemente reconocer cuando entro en tiempo presente? – como
están ustedes aquí, no están pensando en la cena ni en el desayuno ni en el
almuerzo, no piensan en el trabajo de mañana ni en lo que hicieron ayer. Están
bastante en el presente y en su mayor parte con algún conjunto de pensamientos
o creencias que saltan a la superficie y sostienen su atención.
Ahora bien, muy probablemente,
saltaron y lo que pasó es “No me gusta esto, solo seguiré escuchando, pero no
voy a mirar eso” Pero ¿qué pasaría si en el mismo momento presente pudieras
tomar una respiración y empezar a reconocer “Estoy bien y voy a considerar que
estos pensamientos y algunas de estas creencias que sostengo, no son mías.
Están en mi espacio, pasan por mi cabeza, de algún modo conducen cómo vivo mi
vida,” pero ¿qué tal si pudieras salir de eso? ¿Qué tal si de hecho pudieras
simplemente preguntar ‘esto es mío’? ¿Tiene algún valor para mí seguir armando
mi vida alrededor de esto que hice allá en mi pasado?
Pero entonces la cuestión es, el
pasado queda, se pega, se terminó, sucedió, fue veinte años atrás, no puedo
hacer nada al respecto. ¿Qué tal si eso no fuera absolutamente correcto? Sí,
sucedió un evento; el evento sucedió.
Pero la cosa interesante que nunca se reconoció es que, cuando empiezas
a mirar dentro del pasado, eso que sucedió, digamos algo que hiciste, en el
minuto que llevas tu atención a eso, una culpa – emoción – surge. Una emoción
de culpa, o de resentimiento, o de celos. Desarmemos lo que sucedió. Tuve este
evento en mi pasado; cuando pongo mi atención en él en momento presente también
siento la emoción de ese evento que tuvo lugar en mi pasado. ¿Qué pasaría si
dijéramos, de cierto modo, que en tiempo presente, aquí mismo, no hay pasado?
Ahora bien, escuchen. No hay pasado. Lo que sí tienes, es una acumulación de un
montón de momentos de tiempo presente – así como este momento es presente ahora
mismo – momentos de tiempo presente en el pasado que se han acumulado hasta
ahora. Pero cada uno de ellos fue una experiencia de tiempo presente que fue un
pensamiento y una emoción y una experiencia.
¿Qué pasaría si simplemente lo
miraras de modo diferente? Déjenme conservar esto simple. Mi madre murió hace
veinte años, y estoy triste. Oh, yo amaba a mi madre, era maravillosa,
realmente la extraño, me emociono y me pone triste. ¿Qué tal si lo miras de
modo algo diferente? El pasado es un evento que sucedió en un momento de tiempo
presente, y tenía una emoción fijada a él en aquel momento de tiempo presente,
hace veinte años.
Pero la información es que una
experiencia pasada tiene dos componentes: uno es el evento – mi madre murió. El
otro es: cuando sucedió estuve triste y alterado. Pero aquí estoy, veinte años
después, y me preguntas por la muerte de mi madre, y lo voy a abordar de modo
diferente. Voy a decir: sí, mi madre murió hace veinte años, pero no voy a
adherir la emoción de aquel evento pasado. No necesito estar triste y alterado
ahora, solo por poner mi atención en la información. Otra respiración.
Entonces: sí, tu madre murió.
Ahora, ¿cómo deseas observar eso? ¿Lo quieres observar desde la emoción “triste
y alterado”? O puedes decir simplemente
“Sí, mi madre murió”. Sin emoción.
Y luego la siguiente pregunta es
¿cómo te llevabas con tu madre? Ella era grandiosa, era tan divertida, lo
pasábamos muy bien. Ella me dio tanta información, tuve una vida maravillosa.
Bueno, eso también es tu experiencia del pasado. Pero cuando llegas a un lugar
de estar en tiempo presente, puedes elegir. Y aquí podrías elegir poner esa
emoción de incomodidad, o podrías elegir poner una emoción de aprecio,
admiración, pensamientos presentes. Ahora bien; quédate en eso un momento.
Porque, verás, tan pronto
empiezas a tener este concepto como posibilidad, puedes hacer otro conjunto de
preguntas. Sostener esta emoción, en mi cuerpo, que me da mucha tensión, ¿me
sirve de algo ahora? Y en el momento que puedes reconocer, “Vaya, he estado sosteniendo
esta tensión, esta ansiedad, esta alteración, esta emoción en las células de mi
cuerpo durante estos veinte años, sin prestarle atención, aunque ha estado allí
todo el tiempo. ¿Quieres decir que puedo cambiar mi pasado eligiendo la emoción
que sostengo en el pensamiento?” Sí, sí,
eso estoy diciendo.
Piensa en eso. Porque lo que
realmente se está diciendo es que la capacidad de cambiar tu pasado como juega
en tu momento presente, es posible. Ahora, si es posible, solo piensa un
momento en tu pasado. ¿Dónde estuviste culpable? ¿Dónde te condenaste? ¿Dónde
te estás castigando? ¿Dónde te estás culpando, escondiendo, evitando? ¿Dónde
tuviste vergüenza? La lista podría seguir y seguir. Reconoce que cada una de
estas palabras es una vibración. La parte interesante es que muchas de las
vibraciones que están en esa mochila, ni siquiera son tuyas. Una pieza de esto
por un momento.
Pero si puedes empezar a crear
un constructo, llamémoslo plataforma, para básicamente salir del juego 3D. “Por
el momento voy a elegir alinearme de modo diferente. Voy a estar feliz,
presente, sentirme capaz. Voy a estar aquí simplemente en mi silla y alinearme
en cómo me siento bien conmigo mismo. Y luego miro mi mochila llena de aquellos
sentimientos, palabras.
De modo que en un lugar nos
quedamos como rehenes de eventos en nuestro pasado, y seguimos llevando esas
emociones y pensamientos, muchas veces como “culpa mía”. Es mi culpa.
Pero llevemos esto a otra capa,
porque todo sucede en capas. Al mismo tiempo me voy a parar en esa pequeña
plataforma y voy a observar cosas que pienso y creencias que sostengo. Y un
conjunto de creencias que sostengo es esta acumulación que puede resumirse en
“Algo anda mal en mí. No estoy bien, no hice las cosas bien, soy mala persona,
no le gusto a nadie, nunca tendré éxito, no soy inteligente” …. Tú eliges.
Garantizo que todos tienen una buena lista de “no estoy bien porque…”
Pero hago una sencilla pregunta:
¿cómo llegaste a esa conclusión? Oh, simplemente lo sé, solo tengo que echar
una mirada a mi vida. Sí, sí, ya sé,
pero ¿cómo llegaste a esa conclusión? Porque nunca realmente comenzaste en un
punto a decir “no estoy bien”. Pero ciertamente está en mi espacio, no estoy
bien. No hago las cosas bien, en mi vida no funcionan como pienso que debieran,
es culpa mía.” Pero, mira, nunca empezaste a decir “es culpa mía, soy una
persona que no está bien.”
Entonces, este “no estar bien”,
cualquiera sea la forma que tome, si lo consideras, no es tuyo. Verás, ese
papá/mamá/maestra/sacerdote, en tus primeros años, que tenían algún mal día en
su vida, y en su resentimiento y el sentimiento en tu segundo chakra “no me
gusta esto” ¿De qué se trata esto? No me gusta. Bueno, lo que estás haciendo es
sintiendo las emociones de todos los demás. Algunos de ustedes son muy buenos
en eso, debido al sistema de protección: no me gusta que yo a ellos no les
guste. Oh, tomemos esa frase: no me gusta que yo a ellos no les guste.
Entonces, si tú no te dispones a
decir “no estoy bien”, ¿cómo es que tienes tanto “no estoy bien” en la mochila?
O aunque sea un poco. ¿Es posible que te hayan entregado un montón de
regalitos, o tal vez solo uno? y ese regalito viene de alguien. Del mal rato y
la mala vida de alguien en ese justo momento. Simplemente te miraron en ese mal
rato o mala vida, y dijeron: “No estás bien, es culpa tuya que pase esto. No
eres inteligente. Nunca tendrás éxito. No haces bien las cosas.” Oh, ilumino
muchos cuadros.
Pero este es el punto: ¿qué tal
si nunca fue idea tuya no estar bien? Sin embargo, le pusiste un marco. Y
simplemente, si lo miras, reconocerás que nunca respondiste a la pregunta: ¿Qué
hice de malo? ¿En qué me equivoqué? He estado preguntando por varios años y
nunca recibí una buena respuesta. Entonces me alejé de eso. Pero, ¿qué tal si
lo que hiciste mal fue simplemente el mal día de alguien, arrojado sobre ti, en
forma de regalito? “Aquí tienes, un regalito: no estás bien.” Y lo aceptaste,
porque fue arrojado energéticamente directamente adentro de tu espacio.
Probablemente te volteó. ¿Alguna vez te sentiste como “Oh, Dios, esto no está
bueno, me voy a ver en muchos líos”? Bueno, ese es el espacio de “necesito
retroceder”, porque aquí viene otra vez, otra vez. Siguen diciéndome que no
estoy bien.
Pero si realmente haces una
pausa en tiempo presente, y eres capaz de desenredar esa pila de frases, y las
tomas de a una por vez desde un lugar cómodo, no tratas de ir a la cuestión
“desearía que no hubieras nacido”, sino solo encargarte del “no estoy bien”
Y pasa que, en tiempo presente,
cuando reconoces “sí, eso me pasó, ese evento, pero no necesito sentir el
sentimiento que acompaña al evento”., empiezas a verlo con ojos diferentes, por
así decir, empiezas a reconocer “esto ni siquiera es mío.” Esta energía que te
retiene como rehén, ni siquiera es idea tuya. Porque verás, realmente
encontrarás que estás bien, estás ok.
Entonces, ¿qué tal si solo miras
ese regalo en tiempo presente, cualquiera sea la forma que tome? Y simplemente
dices ¿esto me sirve? A los 45 años, a los 60, o lo que sea. A la mañana siguiente:
¿Esto me sirve? ¿Esto brinda algún valor? ¿Me gusto más por medio de este
regalo que está frente a mí? O en la
mochila, para no mirarlo y olvidarlo. Verás: está en la mochila porque hago
como un trato con el regalo: si no sales de allí para seguir recordándome cuán
malo soy o que es mi culpa, prometo que nunca volveré a juntarme con esa gente
que me dijo que yo no estaba bien. Oh, me envolveré en bondad y diré “Oh, estoy
bien, estoy bien”, y seré mínimo con ellos. ¿Confío en ellos? No, pero igual tengo
que ir a la cena del Día de Acción de Gracias con ellos. Tomen otra
respiración. Porque hay mucho que se está yendo. Se va, no se atrae a tu
percepción conciente para que lo mires fijamente.
¿Qué tal si no tiene nada que
ver contigo, excepto que aceptaste este regalo del mal día de otra persona? Y
nunca pudiste responder a la pregunta ¿qué hice de malo? Porque verás, nunca
hiciste realmente algo mal; nunca arruinaste nada, virtualmente nunca
fracasaste. “Bueno, espera un minuto, tú no me conoces”. Y casi nunca cometiste
un error, si realmente lo miras. ¿Has hecho cosas que no funcionaron? Oh, sí.
Pero ¿lo hiciste porque tu intención fue no hacerlo bien? No, tú nunca haces
eso. ¿Lo hiciste porque tenías muchos mensajes de “así es como vives tu vida”?
¿Y no funcionó? Sí, sí, tengo mucho de eso.
¿Qué tal si pudieras dar un paso
atrás y desde una plataforma de bienestar, recordar y desde el tiempo presente
mirar a muchas cosas de esas que está en la mochila, esos no estoy bien? Y
pudieras reconocer: no voy a poner emoción, como siempre lo hago, en un no
estoy bien, pegada al pensamiento. Simplemente voy a reconocer que el
pensamiento ni siquiera es mi pensamiento.
¿Y qué tal si hay un conjunto de
herramientas – mejor llegar allí pronto
– que te permiten simplemente alejarte de eso, des energizarlo, hacerle
corto circuito, despejar el lugar, por así decir? Si lo sacas de la mochila, y
simplemente reconocer: “Universo: voy a devolver este libro a la biblioteca en
el cielo. Muchas gracias, pero ya no necesito andar cargando esto.” ¿Sería
útil?
Entonces hay herramientas, y
habilidades, y estrategias, y conceptos. Están muy disponibles para reconocer
que muchos de los pensamientos que pienso y muchas de las creencias que
sostengo, simplemente no son míos. Y porque sigo creyendo o mirando por esos
filtros, sigo obteniendo lo que siempre obtuve al usar esos filtros: No estoy
bien.
Viene en grandes paquetes con
culpa, juicio, viene en paquetes pequeñitos casi demasiado pequeños para
verlos. Y sin embargo, evito esto, no voy a vivir mi vida, voy a hacerme a un
lado.
La razón por la que queremos
llevar tu atención a esto es que los días de hacerse a un lado realmente se
están terminando. Y todos los desafíos que hoy observas en el mundo son
simplemente los “no estoy bien” que están saliendo en el planeta de todas las
mochilas. No puedes llevar este equipaje contigo en tu viaje al Hogar, la vida
espiritual. Simplemente no puedes llevar ese “no estoy bien” contigo. Este es
el tiempo en que llega este Cambio de consciencia, y realmente tienes la cabeza
enterrada en la arena si no te das cuenta de que algo realmente significativo
está en proceso de disrumpir el mundo alrededor. No es que esté disrumpiendo al
mundo en el sentido de lastimar a alguien. Es disrumpir el mundo porque los
celos, la furia, el enojo, el resentimiento, la imposición, el “mejor que”,
correcto/equivocado, malo/bueno, esas cosas no suceden en ese lugar, el Hogar,
no suceden en el Hogar. Hogar: respeto, dignidad, bondad, consideración,
co-creación, cooperación, humildad, risa, aprecio. Allí estamos yendo. Pero no
puedes llevar tu “no estoy bien” contigo.
Entonces, ¿qué tal si hay un
conjunto de herramientas, una plataforma, con que puedes empezar a desmantelar
ese “no estoy bien” sin tener que correrlo por el cuerpo emocional y tener que
sentirlo. Es simplemente: “Esto no me sirve. Lo voy a limpiar de mi espacio.”
Ejercicio de Energía
Entonces, juguemos aquí por un
momento. Una herramienta realmente fabulosa, fundamental, funciona muy, muy
bien.
Tome una respiración. Vamos a
hacer esto tres veces. Y lo que les voy a pedir es: no estamos realmente
buscando respuestas como ¿por qué mi madre no me quiere? No estamos limpiando
la mochila allí, es demasiado para este primer paso, pero es muy factible de
limpiar.
Vamos a buscar algo realmente
simple. ¿Dónde, en tu vida, te encuentras sintiéndote fuera de equilibrio, que
tiene que ver con otra persona que tal vez te hace sentir fuera de equilibrio,
o que no estás bien? Ahora bien, hagámoslo
realmente simple. Lo haremos tres veces, y buscamos el éxito desde el punto de
vista de entender un patrón; entender una herramienta. No estamos buscando
hacer goles, es solo “me gustaría librarme de esta pequeña molestia que
sostengo, una creencia de no estar bien, fuera de mi mochila”
Aquí, permítanme empezar
diciendo que, lo crean o no, ustedes son clarividentes. Viene con el cuerpo;
todos la usan todo el día, generalmente es mistificada y no se la usa en
términos de “Entiendo lo que es la clarividencia.” Por definición, simplemente
significa ver claro. “Veo claramente.”
Juguemos, porque esto se trata
de jugar, y lo que quiero que hagan es permitir a su imaginación, su espacio de
simular o inventar, que surja a la superficie ahora. Verán, mayormente esa
imaginación fue una de las primeras cosas que les han quitado. “Porque si tú
puedes imaginar lo que es posible, yo no te puedo controlar. De modo que yo te
voy a decir cómo funciona el mundo”. Eso le dicen al pequeño de seis meses.
Entonces, aquí, simulemos; y
quiero que recuerdes qué aspecto tiene una rosa roja. Solo recuerda, y al
recordar, simplemente ves esa rosa roja. Puede tener hojas, puede tener un
tallo, puede que la hayas visto en un negocio, o en el jardín, una rosa roja.
Recuérdala.
Ahora tómala de tu espacio de
recordar – solo estamos jugando y simulando – e imagina esa rosa roja a unas 12
pulgadas, o sea unos 30 centímetros, allí afuera delante de tu frente. Solo
estamos jugando, no puedes hacerlo mal, es imposible, es una rosa roja. Incluso
puedes extender la mano y tocarla.
Lo interesante de esta rosa roja
es que tiene mucho propósito. Su tarea, la de esta rosa en particular, y la de
todas las que sigan, su tarea es vibrar en bienestar e invalidar cualquier cosa
que sea inferior al bienestar. Entonces, si tuvieras una sensación de culpa, y
pusieras la culpa dentro de la rosa, la rosa simplemente absorbería esa culpa.
Ahora bien, considera esto como
una estructura en que jugamos. No es la verdad de otra persona lo que estás
oyendo. De hecho voy tan lejos como para decir: no me creas; solo estamos
jugando. Crea esa rosa. Y luego, lo siguiente que me gustaría que hagas es
hacerla explotar, tal como un fuego artificial. Explota en pequeñas partículas
de luz.
Y luego vuelve a crear una rosa.
La misma rosa. Y entonces la haces
explotar una vez más. Muy simple. De hecho, un desafío en toda esta posibilidad
de limpiar tu mochila, es simple, ridículamente simple, pero no necesariamente
fácil. Porque tenemos mucho compromiso en conservar esa mochila quieta. Entonces, crea esa rosa otra vez, y
destrúyela una vez más.
¿Hay un evento que ocurre en tu
vida? Alguien simplemente no te oye, tratas de comunicarte con alguien y
siempre hay una barrera en medio. Hazlo simple, no alguien profundo en tu
realidad, sino que de algún modo siempre hay una confusión cuando hablo a
John., Mary, esa es la idea.
Hay una confusión aquí; algo
interfiere. Crea otra rosa y simplemente
pon tu atención en la confusión que interfiere en la comunicación.
Y luego haz que la rosa
recolecte toda la confusión que interfiere. No pienses: es como tener una
esponja y hay una tinta roja en el piso, o leche, o agua, y yo simplemente la
junto con la rosa, como si fuera una esponja. Ahora toma otra respiración y
siente que se está yendo. No lleva
tiempo, ¡Ahí va! Luego permite que esté completo; no pienses “Oh, no estoy
seguro de tenerlo todo”. No, no pienses; solo permite que esté completo, y
explota la rosa.
Crea otra rosa. ¿Hay alguien más
con quien tienes una confusión, o con quien tu comunicación no es buena, o hay
una vacilación, “no tengo permiso para hablar con esa persona”? Más o menos.
Solo nota adónde te lleva ese pensamiento. ¿Te gustaría limpiar esa energía que
no te permite comunicarte? Lo hacemos muy simple.
Haz que la rosa recolecte toda
esa comunicación, o barrera para comunicarte. Toma una respiración. Ahora bien,
es interesante que la rosa puede cambiar de color, podría agrandarse o hacerse
más pequeña; todo eso está en la imaginación y es parte de lo que está
sucediendo, y luego permite que la rosa esté completa, - puede que hasta te
sonría en respuesta – y luego explota esa rosa, limpiando el no-permiso para
comunicarte. Nota cómo se siente eso. No estás pensando; estás sintiendo.
Y quienquiera fuera esa persona
con quien no tenías permiso para comunicarte, la barrera, los bloqueos,
simplemente desde estar seguro, di: “Hola. Te veo.” Y te comunicas: “Hola”. Si
no te devuelve nada, no buscas. Simplemente asumes el espacio de tu permiso
para comunicarte. Realmente simple.
Y luego vamos a crear otra rosa
más, y si hay alguien en tu vida con
quien sientes que no te puedes comunicar. Ya sabes, puede ser que “es demasiado
importante” o bien “no le gusto”, o “si trato de hablarle me va a gritar”, “me
va a maltratar”, hazlo simple, no elijas la peor persona en tu historia; solo
alguien.
Y al mirar a esa persona, no
hagas nada, solo nota: ¿tiene una buena vida? ¿Está feliz con su manera de
vivir?, quiero decir, en esta vida. ¿Está cómoda consigo misma? ¿Tiene muchos
juicios sobre todo? ¿Te gustaría vivir “en sus zapatos”? Si puedes mirar esas cuestiones, ¿notarías
que esta persona muy probablemente tiene su mochila muy llena, tiene mucho
dolor, miedo? Verás, el miedo y el dolor hablan muy fuerte. El miedo y el dolor
crean mucha culpa, mucho culpar a otros, mucha invalidación. Está bien pero
tiene dolor. ¿Tú te cambiarías de lugar con esa persona?
Ahora bien; no estamos
arreglándola, pero mira otra vez a esa rosa, y donde no tienes permiso para
decirle hola a esa persona, no es de tu lado, muy posiblemente. Está en su dolor:
“tengo miedo. No me hables. Tengo que simular que soy poderosa porque tengo
miedo de que veas mi mochila.” Apuesto a que nunca lo pensaste de ese modo.
.Pero lo que está en su mochila no tiene por qué ser lo que está en tu mochila.
Entonces, ahora que tienes una mirada a algo que tal vez nunca antes notaste,
date permiso para decir hola. Crea esa rosa y toma toda la energía que impide
que te sientas bien contigo mismo, en presencia de esa persona. Junta todo eso.
A medida que lo recolectas, ten un pensamiento fugaz: “Yo estoy bien. Tal vez
estoy bien. Sí, creo que, de hecho, estoy bien” Toma otra respiración. Nota si
tus hombros están un poco más livianos, si estás más cómodo, si estás más
presente, si puedes tomar una respiración más profunda. Puede que sea todo eso,
puede que nada de eso. Estoy bien, y estoy soltando esto fuera de mi mochila.
Tal vez no era mío en absoluto. Ahora bien; no pienses; solo explota esa rosa.
Date el permiso para simular, aquí, o quizás notar, aquí, “Estoy más liviano.
Me siento bien.” No se necesita pensar.
A medida que juegas en esto,
hablaremos sobre las otras herramientas, durante las preguntas y respuestas,
pero aquí mismo ¿qué tal si no fuera mío? ¿Qué tal si muchos de esos
pensamientos y muchas de esas emociones y muchas de esas creencias simplemente
pertenecen energéticamente a otros? Y residen en mi espacio porque nunca
contesté a la pregunta: ¿Qué está mal en mí? Y aquí, un entendimiento: nunca
seré capaz de contestar la pregunta ¿qué está mal en mí? Porque no hay nada mal
en ti; son simplemente consideraciones que caen fuera de ti, en términos de
¿quién soy?, ¿cómo funciona el mundo?, ¿qué necesito saber?, y en 3D estás
pendiente de todos esos allí afuera para que te digan cómo funciona, y para que
te aprueben: “estás bien, estás bien; yo digo que estás bien. pero mejor haz lo
que te digo, y seguiré diciendo que estás bien.”
¿Qué tal si estás bien sin su
sistema de prueba? Otra respiración. Ahora haz una pausa y di para ti, y fíjate
si te vas a permitir una posibilidad: Estoy bien. Me gusto. – Oh, no te
apresures con eso; es una herramienta avanzada. Solo tal vez. Y si sucede una
sonrisa, ya sabes, es una cosa en que los labios se curvan hacia arriba y casi
ríes, si eso sucede, es herramienta avanzada, no nos apresuraremos con ellas.
Aquí mismo, “estoy bien” y permítete estar completo por el momento. ¡Buen
trabajo!
Mueve los dedos de los pies,
abre y cierra las manos, mueve la cabeza a izquierda y derecha. Me gusto – una
sensación de eso.
Llegamos a un punto de
detenernos, estoy curioso por saber qué han experimentado, porque mucho ha
sucedido realmente en esta simpleza de cómo sucede. Cuáles son sus preguntas;
cómo puedo ser de más ayuda.
Déjenme entregar esto a Roxane,
hay mucha gente nueva en este llamado, de modo que ella explicará cómo hacemos
lo que hacemos, y luego, por favor, hagan preguntas. ¿Roxane?
www.traduccionesparaelcamino.blogspot.com.ar