29 julio 2022

Kryon - La Alianza con Gaia

Canalización de Kryon por Lee Carroll en el Monte Shasta (7)

26 de junio de 2022 – En la Montaña

La Alianza con Gaia

 Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.

Estamos en un área sagrada. No es un área sagrada porque alguien te haya dicho que lo era. Tiene su propia sacralidad. Quiero contarles una historia.

Los indígenas de este planeta han sido vistos, a veces, diferentes de cómo eran. En la sociedad sofisticada de hoy, ustedes los mirarían y dirían, “Bueno, no sabían mucho. Eran como niños. Tenían todas estas cosas sucediendo, en ciertas áreas los volcanes tenían nombres y energías, y diosas.  Y la Tierra hablaba de cierta manera, y había ciertas apariciones, que ocurrían y desaparecían, o había ciertos lugares a los que no se podía ir porque eran demasiado sagrados.

Y la sociedad moderna mira eso y dice, “Bueno, una palmadita en la cabeza.” Y les dicen “Tengan un lindo día.” “Porque ahora somos más sofisticados, sabemos más”. Y lo que yo he dicho una y otra vez, es que ustedes han sido educados fuera de las cosas más sagradas que algún humano pudiera saber. Educados en contra de eso, durante siglos.

Lo que los indígenas tenían era una alianza con el planeta. No la llaman Madre Tierra sin razón. Todo lo que tenían provenía del suelo. Ellos entendían cuán importante era estar con los árboles, no sabían nada de fotosíntesis, no sabían sobre relaciones simbióticas. Lo que ellos sabían era que, si honraban a la tierra, ella los honraba en respuesta. Y en ese proceso, ellos se vuelven uno con la tierra, y su consciencia apoya esta clase de evolución. Y con eso vienen cosas que ustedes merecen, esto es, que ustedes empiezan a ver dentro de las rocas, y dentro del suelo, y dentro de los árboles, de una manera que no es metafórica. Hay algo en 3D y algo no en 3D, pero es muy real.

Entonces, una y otra vez, esta relación que tenían con la tierra les daba lo que necesitaba, incluyendo la lluvia, cuando no tenían. Eran capaces de comunicarse con los elementos. Los elementos les decían cuándo moverse, antes de que los elementos se volvieran severos, tal vez, por un tiempo. Todas estas cosas no eran infantiles; eran tal vez las cosas más sabias que alguna vez existieron en este planeta, en el entendimiento de lo que era Gaia.

Y entonces hoy hay un Cambio. Y a este Cambio lo llamo un retorno a los principios lemurianos de verdad central y entendimiento. Un volver a despertar de algo de aquella sabiduría. Ahora bien; no viene rápido, y no es fácil, para cualquiera trabajando en la cultura en la que estoy hablando. Una sociedad que, en primer lugar, no lo cree; piensa que los que lo creen están locos, en segundo lugar. Y en tercer lugar no quieren realmente probar. De modo que ya pueden ver el trabajo que está por delante. Iniciar una alianza que nunca antes tuvieron, requiere algo de confianza.

Primero, ¿les gustaría hacerla? Aun si no lo creen, ¿les gustaría? ¿Ven, tal vez, la sabiduría que tenían algunos de los antiguos, que tenían los indígenas? Que era quizás mayor que la que ustedes tienen ahora. ¿Les gustaría reencender un poco de aquello?  Entonces el consejo es: primero, la intención; sí, quiero. Eso lleva por un largo trecho.

Porque quienes ustedes llaman las entidades en la Montaña, no son otra cosa que energías que han estado aquí por muy largo tiempo, que toman la forma de muchas cosas diferentes. Pero esas metáforas que están aquí, dentro de la Montaña, las ciudades que ven o sienten, o de las que hablan, les dirán que hay una reunión. Y esa reunión es sagrada aquí. Y verdaderamente es real.

Y si ustedes caminan hacia arriba de la Montaña, y no tienen conciencia de ella, y no lo creen, todos los que están aquí, sosteniendo el amor y la energía para ustedes, permanecerán aparte de ustedes, como en honor a su creencia. ¿Ustedes entienden eso?  No los invadirán, no los dominarán. Pero si ustedes fueran a decir “Me gustaría saber más, tal vez, tomen mi mano por un momento, háganlo suavemente, y denme una validación de que aquí hay más que solo piedras y árboles.” Entonces algo empieza a ocurrir. Y ese algo se inicia con la intuición, o una recordación de la Montaña cuando se van a casa. O desean volver   porque había algo allí, fuera lo que fuera. Tal vez una paz, una alegría. Y cuando regresan, incluso con su consciencia, cosa que pueden hacer, empiezan a ser alimentados un poco más, y otro poco más, con algunas verdades centrales que nunca les habían enseñado.

No sorprende que una sociedad despierte lentamente, cuando tan firmemente se le dijo que simplemente eso no está aquí. Pero está. Entonces los que van en esta aventura, este viaje, empiezan a entenderlo. Una disposición, o intención. Ponen intención para todo esto, y lentamente, muy lentamente, empezarán a entender; tal vez tocar su corazón, sonreír y decir: “Nunca supe que estabas allí.”

Luego, el paso siguiente, después de la intención y de la percepción conciente, es estar en el ahora de todo esto, de disfrutarlo, sin siquiera entender “Ahora adónde va”. Solo decir “Yo soy. Gracias por mostrarme algo en lo que yo no creía. Gracias por hacerlo fácil para mí; no demasiado extraño ni raro.”

Y luego el siguiente paso es la aplicación. Llevarlo a casa y aplicarlo a la cultura. No de una manera extraña, sino de manera que los que los miren digan “Vaya, ¡eres una persona tan pacífica!  ¿Cómo lo haces?” Y puedes decir, sin vergüenza, “He descubierto algo que los indígenas sabían. Que hay una energía que realmente está en la Tierra. Está allí siempre. Y estamos aliados con ella. Tenemos una relación simbiótica con ella. Y me ha dado tal percepción conciente de paz, y me está enseñando cómo trabajar con otros seres humanos y trabajar con ella, cómo mirar a los animales de modo diferente, y a los demás de modo diferente. Cómo mirar cosas que nunca quise mirar, y ver dentro de ellas. En cosas que yo no quería mirar. Incluso que eran la otra cara de la moneda, en política, o en otras cosas que no quería mirar. Hay cosas allí. Hay amor en todos, están haciendo lo mejor que pueden. Pero hay una conexión que descubrí, que puedo hacerlo mejor que cualquiera de ellos, porque descubrí el amor.”

Este es el nuevo mantra, es el nuevo descubrimiento; es el nacimiento de un nuevo niño, podrías decir. Un niño en la Tierra, que va a ser más grande que lo que nunca fue, un niño con sabiduría. Es una consciencia de renacimiento. Lentamente, en el planeta, cuando se dé cuenta de que ya no quiere más guerras. Va a encontrar nuevos recursos que no involucran al planeta en absoluto. Nuevas maneras para que el planeta dé las cosas que siempre quiso dar, el alimento que está listo para dar, las medicinas que está listo para dar, las curas que está listo para dar. Está todo allí y los indígenas lo sabían.

Esto es el renacimiento de una energía que siempre estuvo aquí, queriendo tomar tu mano y decir “Déjame mostrarte algo que no esperabas”

Y así es.

Kryon

Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro
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