Egipto 3 - Cairo – 7 de marzo de 2022
Descubrimiento del Yo - Parte 1
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
En la tierra del descubrimiento, ciertamente cuanto más
oyen de los expertos, de los que han estudiado durante años, lo que dicen sobre
esta tierra, más impresionados se espera que estén. No solo por lo que se ha
descubierto sino lo que yace bajo la arena para descubrimientos futuros.
Esta es una breve meditación y canalización que llamaré
Descubrimiento del Yo, y vamos a hacer un número de canalizaciones con respecto
a esto. De modo que empezamos con lo sencillo, simple. Empezamos con la
historia, o la parábola, si la quieren llamar así, una alegoría, de un hombre
llamado Wo. Y usamos esto constantemente como ejemplo, siempre metafórico, de
una obviedad, una verdad.
Wo no es hombre o mujer, aunque lo identifico como
hombre, porque no hay algo entre medio en la humanidad (se ríe). De modo que lo llamaremos wo-man. Podría ser de cualquiera
de los dos géneros; ustedes eligen.
Wo está en un lugar misterioso. Misterioso para ustedes,
pero no para él. Ha crecido donde todos tienen que caminar por la arena. Hay
casi un metro de ella por dondequiera que vayas. Ahora bien, esto es lo normal
para Wo; absolutamente su normalidad. Creció en esto, nació con esto. Su madre
y su padre, su abuelo, todos ellos tenían que caminar por la arena donde
tuvieran que ir. Y se acostumbraron. Era difícil, no podían ir muy rápido, pero
esto era la norma para Wo. Iba a su iglesia de arena, donde ellos se esforzaban
atravesando la arena y hablaban sobre el Creador que los había creado a ellos y
a la arena. Él hacía todas las cosas que ustedes podrían pensar que se hacen en
cualquier cultura. Iba al negocio de arena a comprar comestibles, todas las
cosas. Había quejosos de la arena, había gente de la arena que a él le
encantaba estar con ellos, ¡pero era un mundo de arena! Todo giraba en torno a
la arena.
Y según va la historia, conoció a un grupo de gente.
Empezó con uno, que lo invitó a ver a otros, y esta gente era muy rara. Verán:
él vio que la arena retrocedía ante ellos por dondequiera que caminaran. Era
tan extraño, que él realmente no quería asociarse con ellos, no mucho. Pero no
podía evitar ver quiénes eran y qué podían hacer. Y lo que más observó era que
ellos eran felices. Eran más felices que él, porque no tenían que esforzarse en
la arena. Pero era muy inusual, no era normal. ¡No era correcto! Algo estaba
mal.
Ciertamente él fue a sus consejeros espirituales que le
previnieron: “No te acerques a ellos, ya ves lo que hacen, están usando magia.
Y la magia es maligna. No querrás asociarte con esa gente.”
Ahora bien, aquí es donde nos detenemos y por un momento
identificamos la metáfora como si todavía ustedes no la hubieran captado. La
arena es la consciencia. Y en esta historia, la consciencia está baja, es
difícil pasar a través. Esta es la consciencia que este planeta ha
experimentado siempre, durante eones, podrían decir que fue desde el comienzo
de la humanidad. O desde que se registra la historia, podrían decir. Hay un
dicho: la historia se repite. Y ustedes pueden ver eso, porque después de cada
guerra, viene otra guerra. Hay un momento de descanso, y luego otra guerra. Lo
que estudian, aún de tiempos antiguos, es las guerras. Uno quiere los recursos
del otro, y entonces hay una guerra. Y ustedes ven quiénes están involucrados,
y lo que hacen, y los nombres de los conquistadores, y ven lo que han hecho.
Pero pueden estar o no oprimidos por el hecho de que nunca se termina. Siempre
hay guerra. Eso es un planeta de baja consciencia. Atravesando las arenas, sin
poder liberarse de esto y muchas otras cosas que los identifican como humanos.
Hasta se le podría llamar naturaleza humana.
Esto es lo que hemos enseñado durante 32 años: está
llegando un tiempo en que esa naturaleza humana va a cambiar. Está llegando un
tiempo en que este planeta se mirará a sí mismo y decidirá que no tendrá otra
guerra. Queridos, ustedes están en la antesala de eso, si no lo vieron aún. En
la antesala de eso. Y tal vez se requirió uno para ver la reacción del otro. Wo
está allí parado, y ha visto a otros con una consciencia más elevada, porque la
arena de la baja energía retrocede ante todos ellos por donde sea que caminen.
Le han prevenido que no son correctos, que no son exactos, que no pueden venir
de Dios. Y sin embargo se siente atraído hacia eso.
Esta es la premisa que hemos dado durante 30 años: que
Dios, el Dios del amor, los ama tanto que a lo largo del camino les dará
oportunidades para mirar. Ella les dará oportunidades para mirar. Casi como
“puedas mirar”. Casi como un chiste, “puedas mirar”, y tú tienes esa libre
elección, para mirar o no. Para creer a los que te rodean, o no. Cuando ves
algo muy inusual, lleno de amor o de alegría, que es muy diferente, es
atractivo.
Y aquí detenemos la parábola. Porque la siguiente te
contará qué sucedió cuando Wo miró (se
ríe).
Yo soy Kryon, enamorado de la humanidad.
Y así es.
Kryon
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