Círculo del Doce – Kryon a través de Lee Carroll
Primer miércoles – 2 de marzo de 2022
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon.
Acérquense un poco más. Esto es el Círculo del Doce.
Muchos de ustedes han ido en este pequeño viaje muchas veces. Y siempre hay algunos
pocos que sintonizan esta canalización particular, meditación, o como quieran
llamarla, y será la primera vez que van, entonces a este lugar – si quieren
llamarlo así. Es muy diferente.
Queridos, este ejercicio de meditación particular que
hacemos con ustedes, este Círculo del Doce, tiene propósito. Y en realidad el
propósito es múltiple. Del primero hemos hablado antes; es ir a un área que
normalmente no piensan que puedan ir. Es una energía espectacular esta en que
ustedes se encuentran. Y algunos dirán, “Sí, no estoy realmente seguro de que
me guste, hasta ahora.” (se ríe).
“Hay muchas cosas que son diferentes, hay mucho que aprender, tal vez recién
ahora estamos aprendiendo”, dirán algunos.
La energía de que hablamos ahora, es la energía desde 2012.
Es una energía que ha sido predicha por muchos en el planeta. Y luego, cuando
yo llegué aquí, queridos, les dije, en 1989, que algo venía, y no era la
tercera guerra mundial. Algo vendría, y no sería el Armagedón, que ustedes
esperaban. O que algunos de ustedes esperaban porque las Escrituras decían que
sucedería.
En cambio, sucedió algo que nadie había predicho. De
cierta manera, tal vez, es una nueva energía pero es diferente. Y eso debiera
decirles que muchas cosas han cambiado, y en ese cambio ha habido cosas
positivas también. Ahora bien, tal vez no han visto todas esas todavía, pero
algunos de ustedes empiezan a darse cuenta de que, si van a pasar esto en esta
época, y con las cosas que se les están presentando ahora mismo, hay algo
positivo. Algunos de ustedes empiezan a sentir: “Sí”. Y ustedes tienen nuevas
herramientas, hay cosas que el trabajador de luz puede hacer, que no habían
sido capaces de hacer en una vieja energía.
Hablé hace un rato de algunos sanadores que empezaron a
experimentar cosas nuevas; empiezan a ver que suceden cosas, especialmente en
sus procesos y en su trabajo, en sus procedimientos y en su trabajo con la
energía, que ellos no esperaban. Estaban viendo más resultados; ven algunos que
no solo se sanan, sino que ven a algunos que se vuelven sanadores simplemente
por haber sido sanados. Algo está diferente.
Hay algunos que les han dado lecturas, podrían decir,
algunos que perciben la energía en el cuerpo de ustedes. Recién vieron una de
ellos, una de sus invitados, y si fueran a entrevistarla, apuesto a que ella
les dirá que está viendo ahora mejor que antes. Que ella está entrando en lo
suyo, podrían decir. Y eso es lo que nosotros enseñamos. Queridos, este Círculo
del Doce es una invitación a ver algo y sentir algo que está más allá de una
mera meditación. El año pasado les dijimos, cuando iniciamos el Círculo del
Doce, que existen muchas clases de realidades para el ser humano.
Pero en esta nueva energía de que hablamos, esas cosas
que no necesariamente les parecían reales hace unos pocos años, ahora pueden, y
lo hacen. Ustedes son multidimensionales, siempre lo han sido, eso nunca
cambió. Su ADN es multidimensional. Viven en un mundo multidimensional; todo lo
que los rodea tiene estos atributos, todo. Y sin embargo, ustedes parecen estar
atascados en cuatro de las dimensiones; hay multitudes de dimensiones. Ustedes
parece que solo quieren experimentar cuatro.
Esta es la invitación: este Círculo del Doce está listo
para ir más allá de las cuatro, y en la nueva energía ustedes pueden. Y eso es
más que una invitación; es algo que les decimos que está dado. Una vez que
hacen esto, y una vez que experimentan esto y se vuelve real para ustedes,
pueden empezar a hacerlo por sí mismos. No necesitan una meditación; realmente
no necesitan que yo los lleve allí. La invitación también está abierta para
todos ustedes, para repetir estas experiencias del Círculo del Doce por su
cuenta. Eso es su capacidad; realmente es su linaje. Lo que queremos decir con
eso es que siempre han visto venir esto, siempre ha estado allí: ustedes son
multidimensionales.
Ahora bien, de esto estoy hablando: si no han oído esto
antes, cuando cruzamos ese puente, disfrutamos de una experiencia
multidimensional. Ustedes van a una parte de ustedes a la que no han entrado
antes, a menos que hagan esto conmigo todo el tiempo. Este puente que estamos
por cruzar, es un puente de energía; el puente es la brecha entre una realidad
de 4ª dimensión y una realidad multidimensional; ambas son suyas. De modo que
cuando cruzan para entrar en el yo multidimensional no van a estar en algún
reino de las hadas, no va a ser algo tenue. Es ustedes. Es simplemente ustedes
acostumbrándose a volverse más grandes.
Van a un lugar – si quieren llamarlo así (se ríe) – que es multidimensional.
Queridos, siempre he recurrido a esa frase porque no existe tal cosa como un
lugar en un mundo multidimensional. Todo es energía. Estas dimensionalidades no
presentan lugares. Ahora bien, eso es difícil, pero vamos a ir allí ahora. Les
daremos toda clase de metáforas para que estén cómodos, pero quiero que lo
vean. Quiero que lo sientan. Quiero que estén allí conmigo, debido a lo que va
a suceder.
Vean al puente frente a ustedes, como siempre ha estado
allí, entre lo conocido y lo desconocido. Con un poco de neblina en la parte
media, que ofusca lo que está más allá de ella. De modo que pasan, y eso simula
atravesar el velo, esa cosa que parece separarlos de tanto, pero hoy los separa
de nada. Vayamos juntos. Vayamos ahora mismo. Tomen mi mano.
Pasen a través de ese puente conmigo, como lo han hecho
antes muchas veces, hacia un lugar de alegría, queridos, lleno de tanto que
hemos descripto antes. Lleno de muchos que hemos descripto antes. Esto, se lo
digo de nuevo, verdaderamente es el hogar. Aquí es donde van cuando no están en
el planeta. Pero ahora se dan cuenta de que, cuando están en el planeta,
también pueden venir aquí. Esta es su alma, esta es esa cosa que abarca la
divinidad de ustedes. Que expande la divinidad de ustedes. No hay barreras, no
hay fronteras en esta alma tuya, porque pertenece a la Fuente Creadora. Siempre
existió y siempre existirá. Es la cosa más grandiosa que tienes, y la llevas
cuando estás en el planeta.
Lo que hoy queremos que hagas es entrar en un lugar (se ríe) que no es un teatro. Es una sala
grande, y otra vez pasas por una puerta, y esa puerta tiene un nombre sobre
ella que no puedes leer, no puedes pronunciar. Es una puerta hermosa, hermosa.
Y está llena de cosas que no esperabas; esa puerta tiene algunos globos. ¿Cómo
es posible que tenga globos? ¡No hay globos en tu alma! Y sin embargo los hay.
Y eso es para ustedes, queridos, al aproximarse a la sala
en que van a estar, y en esa sala hay ruido, mucho ruido. Y cuando entran en
esa sala, de pronto se detiene, y hay una respiración que se vuelve la
respiración de muchos que están en la sala y dejan de hacer ruido y los miran a
ustedes. Déjenme explicar qué va a sucederles ahora.
El mes pasado, mes del amor, los llevamos a una sala. Se
acostaron en una camilla, y los guías infundieron en ustedes, los impregnaron,
con belleza, con energía sanadora, energía sanadora profunda, puede que lo
recuerden, con paz, pueden recordar eso. Con verdad, verdad que los despierta a
la luz. Podrían recordar eso. Y con amor. ¿Cómo podrían olvidar eso?
De modo que todos estos episodios de Sanación del Doce
fueron como lecciones de sanación, con los guías que pusieron en ustedes
diversas cosas que ya tenían, pero necesitaban tener más de ellas. Tomaron el
tú puro y se lo dieron, especialmente cuando les dieron el amor.
Pero hay una cosa que no les dieron. Puede que la hayan
pasado por alto; podrían haber vuelto diciendo “Bueno, me perdí esa cosa que
realmente más necesitaba.” Eso es lo que hacen hoy. Acaban de entrar en un grupo grande de niños.
Y ellos los ven y ahora de nuevo: se ríen, y aplauden, están muy felices de
verlos, y cuando ustedes entran en la sala se agolpan alrededor, tratando de
tomarlos de la mano. Están muy complacidos de verlos; es difícil no reírse con
esos hermosos niños y lo que dicen y lo que hacen, y qué alegres están.
Mírenlos a todos, ¡son tantos! Es algo extraño, reconocerse ustedes mismos en
cada uno de estos niños. ¿Quiénes son? ¿Quiénes podrían ser?
Ahora mismo los rodean con risas, risas, tiran de
ustedes, y las manos van para aquí, van para allá, “Queremos mostrarte esto.
Están todos estos dibujos que hicimos, esperando que estuvieras aquí. Nos
gustaría compartir un rato contigo”. Y vas con ellos de buen grado.
Quiero presentarles la alegría. Y quiero contarles quién
se la está dando. Cada uno de estos niños es ustedes, es su niño interior de
cada vida que han vivido. Esos años iniciales, antes de las responsabilidades,
años antes de tener algo de qué preocuparse. Ellos son ustedes. Y en eso,
quieren compartir una alegría incontrolable con ustedes. ¿Qué significaría eso?
¿Qué sería eso?
Para ustedes, es necesario que entre en ustedes, porque
eso borra el miedo. Cuando están alegres, cuando ríen, cuando están gozosos, no
tienen mucho miedo; tienen mucha paz, risas, alegría. Borra tantas cosas. Todo
eso tiende a borrar la enfermedad.
Esto ha sido documentado, queridos, y esto faltaba del
mes anterior, cuando no pudimos no hacerlo. Entonces este es un momento en que
los niños los rodean. ¿Qué tienen para decirle a los niños en este momento?
Creo que lo mejor que podrían hacer es no decir nada. Y en cambio, disfrutar, y
reír, y ser. Ver qué quieren esos niños decirles a ustedes, y absorber, quizás,
el niño interior de todas sus vidas.
Pero no quiero que dejen de reír cuando se vayan de este
lugar. Queridos, esto es un desafío: es contagioso; entrará en su estructura
celular, toda esta risa, todas estas caritas hermosas, todos ellos tirando de
ustedes, y los conocen y los aman, pidiendo que jueguen con ellos, que se sienten
con ellos, y hagan cosas. Todos juntos, en una consciencia, en una voz,
escuchándolos a ustedes, y ustedes escuchándolos a ellos, y se ríen, y lloran,
porque están alegres.
Esto es lo que quiero: quiero que reconozcas esto y lo
lleves a casa contigo. Quiero que puedas pensar en esta metáfora particular en
este Círculo del Doce, cada vez que puedas. Cuando despiertes por la mañana,
reencender al niño interior, pensar en todos estos niños interiores, que son
tú, en este Círculo del Doce, todos están en tu alma.
Cuando se vayan de este Círculo del Doce, queridos, ellos
no se van. Todos ellos siempre han estado allí, en su vida, todos ellos.
¿Pueden imaginar algo así? Despertar por la mañana oyendo la risa del niño
interior. Antes de ir a dormir en la noche, quizás, experimentando la risa del
niño interior. Va a cambiarles la vida.
Quiero que permanezcan aquí. Que se queden y se impregnen
de alegría, de la única cosa que verdaderamente puede dársela: su propio niño
interior. Todos los que han experimentado. Toda su vida, y todas esas vidas
anteriores.
Quédense. Quédense y rían, quédense y tengan la alegría
del niño interior.
Y así es.
Kryon
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