Canalización introductoria al Círculo del Doce - Kryon a través de Lee Carroll
Miércoles de Sanación
– 20 de octubre de 2021
Atributos
del Innato – Parte 3
Saludos,
queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Entonces
continuamos la discusión sobre el Innato. Ahora bien, si has estado siguiendo
esta discusión, y si tal vez has participado en el Círculo del Doce la última
vez, sabes un poquito más sobre el Innato que lo que sabías antes. Pero estas
cuatro canalizaciones estarán todas juntas gratuitamente, y podrás ver todos
los atributos asombrosos que estamos discutiendo, sobre una de las energías
menos comprendidas en el cuerpo humano.
Cuando
empezamos, discutimos qué es el Innato. Innato es el nombre dado al cuerpo
inteligente. Innato es el que responde a lo que ustedes llaman quinesiología.
Es el que tiene los procesos que operan con conjuntos de instrucciones dadas al
cuerpo por medio de toda clase de procesos, incluyendo la homeopatía. El Innato
es espectacular. El Innato puede hacer muchas cosas.
En
la segunda sesión discutimos dónde está. Podrían decir que no importa
realmente, en tanto trabaje donde esté, y sin embargo para algunos que desean
intelectualizar todas las cosas metafísicas, ellos quieren saber. Por ejemplo,
¿el Innato está en el cerebro? ¿Está en las células? ¿Está en el corazón? ¿Está
en el ADN? ¿O más? Incluso hay algunos que dicen que tiene que estar en la
pineal. Otros dicen, “Bueno, tiene que estar en ciertas áreas, para que pueda
saber tantas cosas.”.
De
modo que déjenme revelar algunas cosas que revelamos a los miembros, y eso fue
la semana pasada. Revelamos a la membresía que el Innato es realmente parte de
su alma. Viene con el paquete, y tiene que estar allí, por la manera de
trabajar con cosas como el registro akáshico.
Cuando
lleguemos al cuarto atributo asombroso del Innato, ustedes verán algunas cosas
que les daré que no son bien conocidas, y algunos de ustedes tendrán un ajá:
“Ahora puedo entender cómo puede hacer lo que hace.”
De
modo que este tercer paquete de información es sobre el Innato y va así. ¿Cómo
lo usamos? Si realmente hay una energía que existe dentro del cuerpo, alrededor
del cuerpo, o como sea, que realmente pueda cambiar tanto los procesos que
causan remisión espontánea, si eso existe, ¿Cómo puedo trabajar con él? ¿Qué
puedo hacer para crear una camaradería, una amistad, una fusión, con esa clase
de energía?
Yo
diría que la primera cosa que quiero que sepan y visualicen es esta: no está
apartado de ustedes. El Innato es ustedes. Es parte del paquete, pero está
separado tal como el Espíritu está separado: con un velo.
Lo
llaman el cuerpo inteligente por una razón: conoce cosas que ustedes no
conocen. Cuando le preguntan cosas especialmente sobre química, les responde.
El Innato sabe a qué cosas son alérgicos, sin hacer pruebas. El Innato sabe
muchas más cosas sobre lo que ustedes no saben; específicamente lo que podrían
necesitar. El Innato sabe a qué tipo de alimentos podrían responder mejor que a
otros, ya que todos ustedes son diferentes, pero no saben. Entonces se podría
decir que existe una separación entre ustedes, de modo que la primera
instrucción es esta: en su mente, eliminen la separación. De modo que, cuando
empiecen a trabajar con el Innato, cosa que discutiremos, trabajen con él como
si estuviera en ustedes, al lado de ustedes, mirándolos a la cara, y estuvieran
hablando con él. En tanto, cuando algunos hablan con lo que consideran que es
Dios, existe un protocolo, con el Innato no hay protocolo. Está allí escuchando
y listo para trabajar con ustedes.
El
Innato trabaja por partes. Esto es decir, hemos discutido cómo trabaja con
ustedes durante más de veinte años: hablen a sus células. Hablen a sus células:
ahora bien, eso es una instrucción para ustedes que dice: el Innato escucha, y
ustedes hablan al Innato. Incluso cuando decimos la metáfora de hablar con sus
células, estamos diciendo: hablen con el Innato. ¿Entienden por qué cambiamos
esa verbalización, esa nomenclatura? Porque durante veinte años dijimos “Hablen
con el Innato” y la gente decía “No sé qué es”. Cuando dijimos “hablen con sus
células”, sí lo hacen. Pero es lo mismo.
¿Es
posible que el Innato responda a sus instrucciones? Si lo es, ¿por qué tantos
tienen dificultad y dicen “no creo que funcione”? Ahora entramos en un ámbito
que es controversial, y tiene que ver con reconocer la realidad. Si saltas en
el aire, ¿qué va a suceder? Que bajarás inmediatamente. Te decimos ¿por qué? Y
nos dices “Eso es la gravedad”. Y eso es lo que hemos usado antes como ejemplo,
porque está reconocida, es parte de la vida, y lo crees.
Nadie
tenía para decir “Bueno, tú sabes, hay una fuerza que te atrae hacia abajo, y
si saltas hacia arriba, te va a hacer bajar” y que tú dijeras “No estoy muy
seguro de que tengas razón, pienso que lo intentaré”. Nadie dice esto, porque
ya ven, ustedes saben. Entonces se
reduce a reconocer si creen que esto es real o no. No es cuestión de creer en
ello. Es hacerlo tan real, como la gravedad, que sea absolutamente indudable.
Que cuando le hablas a tus células, o a tu cuerpo, otra vez, es como si
tuvieras un menú en un restaurante y pides algo. Y el Innato está allí
esperando con una toalla en la mano, listo para anotar el pedido. Y no se
cuestiona que el pedido va a venir y será tal como lo pediste. Pero muchos
tratan esto como separado de sí mismos, no lo entienden – y no lo reciben.
Entonces
déjenme darles un ejemplo, otra vez, y luego algo que es realmente
controversial. Algo que nunca dijimos antes, que ejemplifica incluso cómo los
antiguos conocían esto y lo usaban. El efecto placebo - y hemos descripto eso
en la primera semana - es lo que sucede cuando una farmacéutica les da una
píldora y dice “Sirve para esto, Tienes un problema que necesita repararse,
esta es la píldora que lo hace.” La tomas, y está resuelto. Y casi de la noche
a la mañana estás sanado, la píldora funcionó, tú dices “muchas gracias” y más
tarde descubres que no contenía nada. Se llama placebo.
Entonces,
¿qué pasó allí? Tú reconociste de una autoridad que una píldora funcionaría.
Por lo tanto, ese reconocimiento se volvió una realidad: “Si tomo la píldora,
funcionará”. Tomaste la píldora y funcionó, y no había nada en esa píldora.
¿Estás entendiendo esto? De modo que tu creencia era tan fuerte en lo que
hacías – aun cuando no había ninguna química en la píldora – que diste
instrucciones a tu Innato para reparar el problema.
Ahora
abriré un tema de controversia. Chamanes muy inteligentes y sabios del pasado,
sabían exactamente cómo piensan los humanos. Los que vivían en la aldea se
tenían que curar, y usando la magia el chamán cocía ciertas soluciones con
ciertos atributos, o bien ejercicios, y les decía: “Esto te curará
absolutamente de lo que has experimentado”. Y el individuo venía, y tomaba esas
pociones, y hacía lo que le decían, y giraba tres veces, y miraba a un hueso, o
lo que sea, y el chamán estaba allí todo el tiempo, trabajando con él, y decía
“Sí, sí. Bien, bien. Va a sanar, va a sanar.” Y luego lo hacía, y estaba
completamente curado. Y el chamán
sonreía, sabiendo que ninguna de esas cosas funcionaba. (se ríe). Las pociones ni siquiera tenían buen sabor; ¡no se suponía
que lo tuvieran! De cara a la luna; ah,
no funcionaba; ir al círculo de ceremonia, era divertido, pero no tenía nada
que ver con curarse. Con lo que tenía que ver, era con reconocer. Era como una
píldora recubierta de azúcar.
Una
historia tras otra, sobre los indígenas haciendo la magia que hacían,
especialmente para la sanación, lo llamaban el médico brujo, y era simplemente
otro hombre así llamado como el chamán indígena de su tiempo. Y venía y hacía
sus cosas, y la gente decía “Yo necesitaba esto, lo necesitaba, ahora sanaré”,
y se iban, - y estaban sanados.
Eran
expertos en crear un ser humano que reconocía y se curaba a sí mismo usando esa
parte maravillosa y asombrosa del cuerpo llamada Innato.
Y
esto ¿qué es para ti? Vuélvete chamán; comprende que esto, lo que sea que
hagas, va a funcionar. Y que ya no necesitas que te engañen con la píldora de
azúcar y puedes ir directamente a la fuente y decir: “Querido Innato: esto es
lo que hacemos hoy. Sobre esto hay que trabajar. Esto necesita curarse. Esto no
necesita doler ya más.” Tú puedes avanzar en tu sanación, puedes tener una
buena noche de descanso, puedes cancelar el envejecimiento de tu cuerpo en la
medida en que es todo por el Innato. Pero no lo intentas; lo haces. Así es como
trabajas con el asombroso Innato.
Y
así es.
Kryon
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