17 noviembre 2021

Kryon - Miércoles de Sanación 20 de octubre

 Canalización introductoria al Círculo del Doce - Kryon a través de Lee Carroll

Miércoles de Sanación – 20 de octubre de 2021

Atributos del Innato – Parte 3

Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.

Entonces continuamos la discusión sobre el Innato. Ahora bien, si has estado siguiendo esta discusión, y si tal vez has participado en el Círculo del Doce la última vez, sabes un poquito más sobre el Innato que lo que sabías antes. Pero estas cuatro canalizaciones estarán todas juntas gratuitamente, y podrás ver todos los atributos asombrosos que estamos discutiendo, sobre una de las energías menos comprendidas en el cuerpo humano.

Cuando empezamos, discutimos qué es el Innato. Innato es el nombre dado al cuerpo inteligente. Innato es el que responde a lo que ustedes llaman quinesiología. Es el que tiene los procesos que operan con conjuntos de instrucciones dadas al cuerpo por medio de toda clase de procesos, incluyendo la homeopatía. El Innato es espectacular. El Innato puede hacer muchas cosas.

En la segunda sesión discutimos dónde está. Podrían decir que no importa realmente, en tanto trabaje donde esté, y sin embargo para algunos que desean intelectualizar todas las cosas metafísicas, ellos quieren saber. Por ejemplo, ¿el Innato está en el cerebro? ¿Está en las células? ¿Está en el corazón? ¿Está en el ADN? ¿O más? Incluso hay algunos que dicen que tiene que estar en la pineal. Otros dicen, “Bueno, tiene que estar en ciertas áreas, para que pueda saber tantas cosas.”.

De modo que déjenme revelar algunas cosas que revelamos a los miembros, y eso fue la semana pasada. Revelamos a la membresía que el Innato es realmente parte de su alma. Viene con el paquete, y tiene que estar allí, por la manera de trabajar con cosas como el registro akáshico.

Cuando lleguemos al cuarto atributo asombroso del Innato, ustedes verán algunas cosas que les daré que no son bien conocidas, y algunos de ustedes tendrán un ajá: “Ahora puedo entender cómo puede hacer lo que hace.”

De modo que este tercer paquete de información es sobre el Innato y va así. ¿Cómo lo usamos? Si realmente hay una energía que existe dentro del cuerpo, alrededor del cuerpo, o como sea, que realmente pueda cambiar tanto los procesos que causan remisión espontánea, si eso existe, ¿Cómo puedo trabajar con él? ¿Qué puedo hacer para crear una camaradería, una amistad, una fusión, con esa clase de energía?

Yo diría que la primera cosa que quiero que sepan y visualicen es esta: no está apartado de ustedes. El Innato es ustedes. Es parte del paquete, pero está separado tal como el Espíritu está separado: con un velo.

Lo llaman el cuerpo inteligente por una razón: conoce cosas que ustedes no conocen. Cuando le preguntan cosas especialmente sobre química, les responde. El Innato sabe a qué cosas son alérgicos, sin hacer pruebas. El Innato sabe muchas más cosas sobre lo que ustedes no saben; específicamente lo que podrían necesitar. El Innato sabe a qué tipo de alimentos podrían responder mejor que a otros, ya que todos ustedes son diferentes, pero no saben. Entonces se podría decir que existe una separación entre ustedes, de modo que la primera instrucción es esta: en su mente, eliminen la separación. De modo que, cuando empiecen a trabajar con el Innato, cosa que discutiremos, trabajen con él como si estuviera en ustedes, al lado de ustedes, mirándolos a la cara, y estuvieran hablando con él. En tanto, cuando algunos hablan con lo que consideran que es Dios, existe un protocolo, con el Innato no hay protocolo. Está allí escuchando y listo para trabajar con ustedes.

El Innato trabaja por partes. Esto es decir, hemos discutido cómo trabaja con ustedes durante más de veinte años: hablen a sus células. Hablen a sus células: ahora bien, eso es una instrucción para ustedes que dice: el Innato escucha, y ustedes hablan al Innato. Incluso cuando decimos la metáfora de hablar con sus células, estamos diciendo: hablen con el Innato. ¿Entienden por qué cambiamos esa verbalización, esa nomenclatura? Porque durante veinte años dijimos “Hablen con el Innato” y la gente decía “No sé qué es”. Cuando dijimos “hablen con sus células”, sí lo hacen. Pero es lo mismo.

¿Es posible que el Innato responda a sus instrucciones? Si lo es, ¿por qué tantos tienen dificultad y dicen “no creo que funcione”? Ahora entramos en un ámbito que es controversial, y tiene que ver con reconocer la realidad. Si saltas en el aire, ¿qué va a suceder? Que bajarás inmediatamente. Te decimos ¿por qué? Y nos dices “Eso es la gravedad”. Y eso es lo que hemos usado antes como ejemplo, porque está reconocida, es parte de la vida, y lo crees.

Nadie tenía para decir “Bueno, tú sabes, hay una fuerza que te atrae hacia abajo, y si saltas hacia arriba, te va a hacer bajar” y que tú dijeras “No estoy muy seguro de que tengas razón, pienso que lo intentaré”. Nadie dice esto, porque ya ven, ustedes saben.  Entonces se reduce a reconocer si creen que esto es real o no. No es cuestión de creer en ello. Es hacerlo tan real, como la gravedad, que sea absolutamente indudable. Que cuando le hablas a tus células, o a tu cuerpo, otra vez, es como si tuvieras un menú en un restaurante y pides algo. Y el Innato está allí esperando con una toalla en la mano, listo para anotar el pedido. Y no se cuestiona que el pedido va a venir y será tal como lo pediste. Pero muchos tratan esto como separado de sí mismos, no lo entienden – y no lo reciben.

Entonces déjenme darles un ejemplo, otra vez, y luego algo que es realmente controversial. Algo que nunca dijimos antes, que ejemplifica incluso cómo los antiguos conocían esto y lo usaban. El efecto placebo - y hemos descripto eso en la primera semana - es lo que sucede cuando una farmacéutica les da una píldora y dice “Sirve para esto, Tienes un problema que necesita repararse, esta es la píldora que lo hace.” La tomas, y está resuelto. Y casi de la noche a la mañana estás sanado, la píldora funcionó, tú dices “muchas gracias” y más tarde descubres que no contenía nada. Se llama placebo.

Entonces, ¿qué pasó allí? Tú reconociste de una autoridad que una píldora funcionaría. Por lo tanto, ese reconocimiento se volvió una realidad: “Si tomo la píldora, funcionará”. Tomaste la píldora y funcionó, y no había nada en esa píldora. ¿Estás entendiendo esto? De modo que tu creencia era tan fuerte en lo que hacías – aun cuando no había ninguna química en la píldora – que diste instrucciones a tu Innato para reparar el problema.

Ahora abriré un tema de controversia. Chamanes muy inteligentes y sabios del pasado, sabían exactamente cómo piensan los humanos. Los que vivían en la aldea se tenían que curar, y usando la magia el chamán cocía ciertas soluciones con ciertos atributos, o bien ejercicios, y les decía: “Esto te curará absolutamente de lo que has experimentado”. Y el individuo venía, y tomaba esas pociones, y hacía lo que le decían, y giraba tres veces, y miraba a un hueso, o lo que sea, y el chamán estaba allí todo el tiempo, trabajando con él, y decía “Sí, sí. Bien, bien. Va a sanar, va a sanar.” Y luego lo hacía, y estaba completamente curado.  Y el chamán sonreía, sabiendo que ninguna de esas cosas funcionaba. (se ríe). Las pociones ni siquiera tenían buen sabor; ¡no se suponía que lo tuvieran!  De cara a la luna; ah, no funcionaba; ir al círculo de ceremonia, era divertido, pero no tenía nada que ver con curarse. Con lo que tenía que ver, era con reconocer. Era como una píldora recubierta de azúcar.

Una historia tras otra, sobre los indígenas haciendo la magia que hacían, especialmente para la sanación, lo llamaban el médico brujo, y era simplemente otro hombre así llamado como el chamán indígena de su tiempo. Y venía y hacía sus cosas, y la gente decía “Yo necesitaba esto, lo necesitaba, ahora sanaré”, y se iban, - y estaban sanados.

Eran expertos en crear un ser humano que reconocía y se curaba a sí mismo usando esa parte maravillosa y asombrosa del cuerpo llamada Innato.

Y esto ¿qué es para ti? Vuélvete chamán; comprende que esto, lo que sea que hagas, va a funcionar. Y que ya no necesitas que te engañen con la píldora de azúcar y puedes ir directamente a la fuente y decir: “Querido Innato: esto es lo que hacemos hoy. Sobre esto hay que trabajar. Esto necesita curarse. Esto no necesita doler ya más.” Tú puedes avanzar en tu sanación, puedes tener una buena noche de descanso, puedes cancelar el envejecimiento de tu cuerpo en la medida en que es todo por el Innato. Pero no lo intentas; lo haces. Así es como trabajas con el asombroso Innato.

Y así es.

Kryon

Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro
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