Canalización introductoria al Círculo del Doce – Kryon a través de Lee Carroll
Primer miércoles – 6 de enero de 2021
He dicho esto antes. Muchos preguntarían si aquellos del
otro lado del velo, a quienes represento, se dan cuenta verdaderamente de lo
que está atravesando la humanidad. Y la respuesta es: más que lo que ustedes
piensan. Y la razón es que ustedes nos han separado tan completamente, nos
pusieron como algo allá arriba, mientras ustedes están abajo, han puesto una
barrera, un muro, a menudo entre la Fuente Creadora y ustedes. Pueden ver la
barrera muy claramente cuando miran a los protocolos y las doctrinas de los
muchos grupos espirituales y doctrinas religiosas en el planeta. Hay mucha adoración
y reverencia hacia lo que ven como muy sagrado, pero no lo incluyen como algo
que ustedes también son.
Queridos, lo hemos dicho antes; ustedes son una pieza del
Creador, y esta es la verdad. Tal vez es la verdad más grande que alguna vez
hayamos dicho. Y la hemos dicho durante 30 años. No hay separación. Nos damos
cuenta muy bien de lo que están atravesando, porque nosotros lo estamos
atravesando con ustedes. Ciertamente nunca están solos; ciertamente son
profundamente amados. Ciertamente hay algo entre nosotros que es más que una
mera relación. Dentro de ustedes, en el nivel celular, podrían incluso decir en
las partes más pequeñas e importantes de ustedes, incluso del ADN y aún más
pequeñas, hay partes multidimensionales del Creador mismo. Hechos a su imagen;
ustedes han oído eso. La imagen es el amor. Todos ustedes son la imagen del
amor.
Hoy me gustaría hablar de una entre cuatro cosas. Es una
serie para este mes, y la llamaré “los cuatro rostros del miedo.” Ahora bien,
en seguida estarán los que escuchan esta transmisión y van a decir “Espera un
minuto, yo no soy un suscriptor, y eso me va a excluir de los otros mensajes”.
Y eso no es así. Escuchen bien: yo le dije a mi socio, años atrás, que cada una
de las canalizaciones que yo doy, debiera ser gratuita. Que tiene que haber
algún método para darlas gratuitamente al mundo; tantas canalizaciones como sea
posible, tantas como sean grabadas, debieran ser regaladas, y lo son. Hay un
lugar en el sitio web de mi socio donde ustedes pueden ir y escuchar todo lo
que hemos canalizado alguna vez. Hay una canalización en cada miércoles de
sanación, y van a ir ciertamente a este lugar, y eventualmente las podrán ver
todas. De modo que no se sientan excluidos cuando yo presento la número uno de
las cuatro, porque ustedes pueden oír todas las cuatro si lo eligen. El tema:
los cuatro rostros del miedo. Y digo rostros porque eso es lo que ustedes
miran. No dije atributos, porque tal vez eso le da un poco más de énfasis. Es
rostro.
¿Qué saben ustedes sobre un rostro? Todo es una metáfora.
Queridos, ¿tengo que decirles eso otra vez? Incluso en una canalización,
incluso en los mensajes, incluso en el lenguaje en que la oyen, hay metáforas.
Yo diré muchas cosas que sonarán raras, hasta que ustedes entiendan la metáfora.
¿Qué saben sobre un rostro? En primer
lugar, ustedes reconocen un rostro, y pueden ver si ese rostro es amistoso o
no, pero cada cara puede cambiar; puede sonreír, puede fruncir el entrecejo.
Los cuatro rostros del miedo.
Ahora bien, ¿por qué hablaría yo sobre el miedo, cuando
tenemos las modalidades de sanación que presentamos aquí? Porque todo el tema
del día es la sanación. ¿Por qué
hablaría yo del miedo? Parece ser lo opuesto a la sanación. Entonces les digo otra
vez: durante todos estos años hemos estado diciendo estas cosas, y ahora vienen
a un punto, a un nivel crítico de enfoque. Esta es la declaración, debieran
oírla una vez más: el opuesto de la sanación es el miedo. Si ustedes están
temerosos, queridos, nada que se presente en alguno de estos programas puede
verdaderamente superar eso. Ese es el rostro que han elegido para sí mismos.
Ese rostro en particular, queridos, es un rostro que va a interrumpir cualquier
cosa que podamos darles. Nosotros no podemos pasar por encima del miedo; ¡tú
puedes pasar por encima del miedo! Detiene todo.
“¿Kryon, estás diciendo realmente que hay una barrera,
aun con buena salud, y buena nutrición, y todo eso?” Sí, eso les estoy diciendo. Porque la
verdadera sanación se hace con la consciencia, no con objetos, no con simples
remedios. Tiene que ver con su consciencia acordando con lo que están haciendo
con objeto de enviar mensajes a su cuerpo de esperanza, y alegría, y compasión
y sanación, y si tienen miedo todo se detiene sencillamente ante ese muro
llamado miedo.
Cuatro rostros. Quiero hablar del primero. Es el de 3D,
es el de la dualidad, es el más básico. Algunos de ustedes dirán que no puede
cambiar, esto no cambia. Oh, sí que puede.
Supervivencia.
Ustedes nacen con los miedos que acompañan a la supervivencia, intuitivamente.
Nacen con ellos. Miedo a la oscuridad. Miedo – dicho sea de paso – ¡a ser
comido! Y ahora me dicen (se ríe)
“Vaya, espera un minuto, nadie nos va a comer, ¡realmente!” Porque ese miedo
viene de los antiguos tiempos de tener miedo a ser devorados por un tigre de
Bengala. Ser devorados por sus pares, o por su situación, o por quienes los
rodean, o por sus competidores. ¿Ya ven a qué me refiero? Es el miedo a ser
comido por aquello que no pueden controlar.
Y hay más. El miedo a no sobrevivir porque tal vez no son
lo bastante buenos. Estos son instintos básicos de supervivencia, podrían
decir. Un psicólogo diría “Eso es correcto. Nacen con eso.” Cualquier madre
sabe esto. ¿Cuánto tiempo te lleva saber que dentro de ese niño que tienes, que
lo miras, que lo amas tanto, están todas las cosas que nunca le enseñaste? (se ríe) Hay celos y furia, y
competencia, y codicia, y todos esos instintos básicos, la inmadurez, no hay
ninguna elegancia allí, está todo eso y tú no preguntaste ni enseñaste nada de
eso para que se pusiera en esa modalidad; simplemente vino en el paquete, ¿no
es así? Entonces, sabes que tengo razón.
Ahora les digo esto; ahora vamos a hablar de soluciones.
En primer lugar, una declaración. Aun cuando estas cosas son instintivas y ustedes
vienen con ellas, solo son programas; eso es todo lo que son. Llámenlos
engramas, si desean. Son estampados sobre su psiquis y no son parte de la
instalación; esa es la diferencia. No hay realmente mucho que venga en la
instalación, en el cableado, excepto las funciones del cuerpo. Todo lo demás,
especialmente en la consciencia, es un programa. Ustedes vienen con una
herencia de la energía del planeta que los suplanta; todo lo que ha sucedido
con la baja y alta consciencia en la dualidad durante eones, está estampado
sobre ustedes, y llegan atemorizados. Eso es un programa, y como todo programa
que han oído en estos shows, todo eso puede ser reescrito, Son re-escribibles.
Es interesante, ¿por qué se muestra de la manera en que
lo hace? Es casi como lo que ven con el agua y el aceite. Pueden tener un vaso
de agua y un poco de aceite encima, y el aceite queda arriba. Digamos que miran
al vaso de agua, que es aquí una metáfora de su consciencia al llegar al
planeta, y allí está el aceite representando todas las cosas negativas que
están encima, ¡solo es una fracción del fluido! De la majestad, la compasión,
la alegría que está por debajo de ese aceite que flota por encima. Tienen que
atravesar ese aceite, quitarlo. Pueden reescribirlo. Pero como flota arriba es
la primera cosa que experimentan, y tienen que atravesarlo.
Les contaré una historia. Es la historia de una niña, una
niña a la que no daremos nombre, una niñita. Quiero contarles lo que ella
experimentó, y lo que hizo, ¡porque esta es una niñita sabia! Podría decirse
que esta niñita sabía cómo funcionan las cosas, sabía cómo resolverlas por sí
misma. Una noche, cuando fue a la cama, y en medio de la noche se despertó por
la razón que fuera, ella miró alrededor y le dieron escalofríos, porque en la silla
que estaba en su cuarto había una criatura horrible. Ella podía percibir cada
color, cada forma de su cara, de su cuerpo, y estaba mirándola, y no se movía.
La miraba fijamente. ¡Ella se asustó mucho! Miedo a la oscuridad, miedo a lo
que estaba en la oscuridad, por supuesto, todas estas cosas instintivas que
ella tenía.
Su mamá entró en la habitación porque la oyó lloriquear y
encendió la luz. Y ella se dio cuenta de que el monstruo era un montón de ropa
usada que ella simplemente había dejado sobre la silla. Su imaginación y su
miedo habían creado todas esas cosas que ella tenía como ciertas, ¡que
saltarían de la silla y se la comerían! O algo peor. Ella se dio cuenta de que todas esas cosas
estaban allí. Cuando su madre apagó la luz, cosa interesante, el monstruo
regresó – en su mente – y ella se dio cuenta de que esto era algo que iba a
suceder una y otra vez. Era imposible para ella reescribir esto; era
instintivo.
¿Saben qué hizo? Quiero que escuchen con cuidado. Ella
creó un ángel (se ríe). Ya fuera un
poco de ropa o algo que colgó al lado de la puerta, que suplantaba cualquier
cosa que fuera oscura. Y cuando ella se iba a dormir, y se apagaba la luz, ella
podía mirar eso y decir “Querido ángel – y ella le puso un nombre – que nada
inapropiado se presente ante mí esta noche, ni en mis sueños ni en mi cuarto,
porque estoy protegida.” ¡Qué niñita tan sabia!
¿Y qué hay de ti? (se
ríe). Todo eso fue una metáfora y tenía que ver con una niñita. ¿Qué pasa
contigo, ahora mismo? ¿Puedes crear algo que diga “Yo soy magnífico, y no hay
nada que haya entrado que sea más poderoso que mi magnificencia? Nada que haya
entrado con mi nacimiento que yo pueda llamar miedo a la oscuridad o cualquier
otra fobia; ¡todo se puede reescribir! Y yo lo reescribo porque mi magnificencia
brillará a través de cualquier cosa oscura.” ¿Eso funciona? ¡Oh, sí! Igual que
con la niñita. Funciona muy bien, porque tú estás creándote a ti, reescribiendo
las cosas inapropiadas que entraron y que no te reflejan en absoluto. No
reflejan tu magnificencia en absoluto.
Eso solo es el comienzo de lo que puedes hacer. Cuando yo
describa los otros tres miedos, vas a descubrir la similitud de las soluciones
para cada uno de ellos. Pero todos están
bajo tu control. Ese es el humano magnífico que yo conozco.
Y así es.
Kryon
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro