Círculo del Doce – Kryon a través de Lee Carroll
Primer miércoles – 6 de enero de 2021
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon.
Acérquense un poquito más. Vengan, un poco más cerca.
Quiero contarles algo que es muy profundo. Y real, y verdadero.
La mayoría de ustedes, escuchando ahora, están escuchando
con propósito. Esto es decir que, aunque este programa en particular sea el que
la mayoría escuche como primer programa del mes, están aquí con propósito. Solo unos pocos están aquí, como diríamos,
para echar un vistazo. La mayoría está aquí con propósito porque este es el
tiempo para sanar.
Algo sucede en esta meditación del Círculo del Doce, que
les dije que sucedería. En los meses que hemos estado haciendo esto, yo veo a
aquellos que han sido afectados, cambiados, sanados, debido a lo que ellos
descubren. Debido a la consciencia que empieza a combinarse con las modalidades
que se presentan. Muchas veces la consciencia sola; cuando empiezan a darse
cuenta de que, al cruzar el puente entran en eso que es magníficamente ustedes.
Un lugar que nunca les dijeron siquiera que estuviese allí.
Entonces, la cosa profunda que quiero decir es esto: ¿qué
tal si el Creador se inclinara ahora mismo y susurrara en tus oídos? ¿Qué tal
eso? ¿Qué tal si tuvieras una comunicación tan poderosa, o por medio de la
oración, o cualquier modalidad en la que pudieras simplemente decir OK por un
momento, solo por un momento, el Creador va a bajar y con una voz muy suave y
bella, ya sea femenina o masculina, lo que más te guste, susurrara algo en tu
oído? ¿Qué sería eso? Yo te diré qué es: el Creador te diría “acércate” (se ríe). Pero ese es el pedido desde el
otro lado del velo para todos los humanos en el planeta. Acercarse es, por
supuesto, una metáfora. Significa tener una percepción conciente de quién eres,
lo que permite una relación más cercana con lo que nunca te dijeron que
pudieras siquiera tener.
La meditación del Círculo del Doce es la creación de una
energía de permiso, un permiso que tú tendrías y crearías, que va más allá de
lo que acostumbras, o de cualquier cosa que realmente te hayan dicho que
podrías hacer. Lo hemos mencionado antes; incluso esos sanadores, los que han
estado en lo que llaman trabajo espiritual o trabajo metafísico, o cualquier
cosa que acceda a estas áreas de las que estoy hablando, meditadores
espiritualistas, la mayoría de ellos te dirían: “Yo sé lo que está disponible.
Yo he estado fuera de mi cuerpo, he sido esto, he sido aquello, yo sé lo que
puedes hacer, pero esto lo sobrepasa. Lo hace.”
Y habría algunos que objetarían. Dirían “¿Quién eres tú,
Kryon, para cambiar las reglas?” Quiero que entiendan esto bien y que les quede
claro, para que puedan repetir esta respuesta para cualquiera que dice esas
cosas. Yo no cambio nada. Ustedes lo cambiaron todo cuando pasaron del marcador
de 2012. Cuando empezaron a abrir una puerta que no pueden cerrar, llamada
futuro. Llamada más acción compasiva que nunca antes. ¡Ustedes lo hicieron!
Ustedes cambiaron las reglas. ¿Tiene sentido que solo vayan hasta cierto nivel
y luego se cuelguen allí para la eternidad? En lo que se refiere a la
consciencia, o a la meditación, o a la relación con el Creador como ser humano.
¿Crees que solo vas hasta cierto punto y allí se terminó, lo tienes cubierto?
No funciona de esa manera; siempre hay crecimiento, y tú lo sabes.
Pero con el cambio de 2012, te hemos dado información de
que el planeta mismo te está ayudando, la Fuente Creadora te está ayudando;
este es un tiempo nuevo, es una nueva normalidad. Y abre la puerta del permiso
para que lo veas de manera diferente. ¡Vaya!
Entonces le digo a todos esos que han estudiado toda su
vida las mismas cosas de que estoy hablando, que se relajen por un momento.
Quiero que sientan: ¿hay algo más disponible, o no? Vayan más allá de lo que
les dijeron. No interfiere en absoluto con su enseñanza, pensar que puede haber
más. Porque, queridos, van a estar enseñándolo. Yo lo estoy enseñando en este
momento, pero dejen que pase una década, y será lo normal.
Y eso es que la gente empezará a entender que van a un
cierto estado de ser, un estado mental, si lo desean, un estado de consciencia,
que cruza ese puente que vamos a cruzar, instantáneamente, y los pone en un
estado multidimensional en que empiezan a trabajar con su energía del alma. Y
empiezan a encontrarse con las cosas de que hablamos, y de las que hablaremos
incluso hoy, hacer esta clase de cosas no tiene fin. Las cosas que puedes hacer
cuando cruzas el puente.
Cruzar el puente; otra vez – una metáfora. ¡Una metáfora!
Desde lo que no sabes hacia lo que vas a saber. Muchas veces hemos usado la
expresión, pasar hacia el color, si estás en blanco-y-negro. Abre la puerta
hacia aquello que no esperabas. Y la razón, otra vez, es muy básica: no esperas
descubrir tu magnificencia. No esperas eso. Porque la educación que han
recibido la mayoría de ustedes les dice que no. Y eso es lo que estamos
venciendo, queridos.
De a un humano por vez, empieza a mirar alrededor y a
decir “¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¿Quieres decir que esto siempre estuvo
allí?” Y la respuesta es: Oh, sí. Vas a tener que trepar y salir de esa caja de
creencia que dice que no puedes hacer lo que estás a punto de hacer.
Imaginamos un abismo. ¿Un cañón? Algunos incluso le ponen
agua en el fondo (se ríe) pero
queridos, ciertamente es una metáfora de la separación. Este tipo de metáfora
ha estado con ustedes desde siempre. Está en la mayoría de las Escrituras,
búsquenla. Una definición de la separación entre su realidad y la realidad que
podría estar allí, del otro lado del velo. En muchas novelas, literatura,
leyendas, poemas, están los marinos que deben cruzar un extenso mar y llegar a
un lugar tal vez en otro continente, o una isla, para encontrar la magia que
están buscando. En las historias que existen, esa es la misma metáfora. En esos
casos es un océano; subir a un barco, suspender la creencia, e ir a descubrir
lo que están buscando. A veces es más grande. Pero no lo descubren en la costa
donde están, ¿no es así? Estas son metáforas que ustedes tuvieron desde
siempre; y aquí está otra vez.
El abismo está allí, y el puente está instalado para ti.
Un puente que quizás tiene tu nombre. El puente que es de tu propio diseño y
factura, que puede sostenerte a ti o a muchos, es justo para ti. Está en tu
mente, y te pedimos que lo cruces hacia lo desconocido.
Es el comienzo del año; algunos están aquí por primera
vez en un programa como este; otros han estado aquí una y otra y otra vez, y
saben qué viene. Cruzan de lo conocido a lo desconocido. Es lo que estás a
punto de hacer, y al cruzar el puente llegas a la mitad y encuentras que no
puedes ver más allá de una neblina arremolinada. La neblina es una metáfora.
Bloquea aquello que se supone que aprendas, en lugar de mostrarte por
adelantado lo que vas a ver. Esto es más que una metáfora; es la naturaleza
humana. Cuando vas a la escuela, tal vez a los primeros grados de una escuela
media, y accidentalmente ves algunos de los textos de los mayores, que quizás
se van a graduar pronto, y miras los libros y dices “¡Oh, no, nunca jamás
llegaré a aprender todo eso! Demasiado complicado.” Y puede que hayas dicho
para ti “Nunca lo lograré. Es demasiado.” Estás plantando en tu mente cosas que
dicen “Es demasiado difícil”. No es demasiado difícil, pero puede parecerlo.
Ven conmigo al puente, ahora mismo, juntos, vayamos.
Vayamos a ese lugar en el medio donde está esa neblina arremolinada. Algunos
realmente han puesto allí una puerta, en su mente, sin que yo nunca les dijera
que hubiera una puerta. Es solo una neblina arremolinada, eso es todo lo que
hay. La puerta deberá abrirse, hay una
metáfora allí, ¿quién tiene la llave? ¿La tienes tú? Ciertamente sí. Pero el
mero hecho de haber una puerta es aún más separación. Vayamos allí ahora.
Con toda la intención pura, te pido que te quites los
zapatos. También le pido a los que escuchan esto y saben lo que viene, que
colectivamente ayuden a los que ahora quizá se queden dormidos. Porque eso es
lo que hacen, porque es un método de supervivencia que es metafísico, queridos,
que les dice “No quiero ir a ese lugar, porque en algún nivel no estoy
preparado.” Oh, sí que lo estás, o no estarías escuchando. Entonces, todos
juntos, con la ayuda de quienes están escuchando, crucemos el puente. Vengan
conmigo ahora. (comienza la música de la
sanación).
Atraviesas la neblina y sucede que se despeja, y esa
nueva tierra que ves, donde el sol brilla un poco más, donde el clima es calmo
y hermoso que ni siquiera se ve como un clima. Hay allí una quietud. Y algunos
se relacionan con esa quietud y encuentran que allí hay animales, o pájaros en
los árboles, o lo que sea que necesitan para decirles: las cosas están bien. Es
un descanso para el alma, un remanso en que puedes recrearte porque aquí todo
es seguro y no hay peligro. Mirarte a ti mismo y a tu alma no es algo
peligroso, porque todo lo que ves es la magnificencia que eres. Ven conmigo,
¡ven conmigo!
Pasemos por ese portal. No hablaremos mucho de eso,
porque quiero que entres en el salón. Hablaremos más de lo que sucederá hoy. Si
estás conmigo por primera vez, el salón en que entras no es un salón; podría
ser un estadio, pero es un teatro, del tamaño que quieras, un teatro circular,
y el escenario está hundido, de modo que es como un anfiteatro, hay asientos
todo alrededor del escenario, y tú bajas hacia ese escenario a bajo nivel, y en
él hay una silla, en medio del escenario. Y tú sabes que es para ti.
Y bajas hacia allí, y en esta ocasión particular la
audiencia está lista para ti. Están listos, no van a llegar luego, están listos
y tú llegas y se hace un silencio. Se hace silencio, porque ellos saben qué va
a suceder. Y ahora yo te lo voy a decir.
Trepa las escaleras a ese escenario y toma tu lugar,
querido, en la silla. Es un asiento de honor, que lleva tu nombre, y todos
esperan que tú estés en él. Esta sesión particular de sanación es para aquellos
de ustedes con una enfermedad. Esa es la especialidad de hoy.
Ahora te voy a contar quiénes están en los asientos. Hay
miles mirando este programa, queridos, ¿sabían eso? Ahora mismo, mientras
transmitimos en vivo, como dice mi socio, palabra graciosa (N.T. livestream, corriente viva) hay
miles. Y cada uno de ustedes está en dos lugares. Cada uno de ustedes está en
la silla, y también en la audiencia. Porque la audiencia está compuesta por
todos los oyentes ahora, ahora mismo. en este momento. Aun si es una
reproducción, está viva en el ahora, y con la presencia, incluso; está
sucediendo ahora. Porque las cosas multidimensionales no tienen un sello de
tiempo, queridos, ustedes saben eso. Y cada uno de los que está mirando y
escuchando ahora, va a ayudarte con esa enfermedad. Hay mucho poder en los
números.
Ellos no van a extender sus manos y curarte, querido. Lo
que van a hacer es asegurarse de que entiendas y que hayas permitido que cambie
la enfermedad en ti. Y te van a ayudar con la energía de la oración, la
compasión, la alegría, lo que tú quieras. Todos ustedes están involucrados en
ayudar a todos ustedes en este momento. ¡Qué concepto! ¿Sientes la conexión?
¡Esta es la sanación del doce! El doce es el número, verdaderamente, de la manera
en que las cosas funcionan en el universo. Esa es la Física de ahora, y ustedes
están conectados a todo eso. La conexión es tan profunda que cada uno de
ustedes en estado multidimensional está en la otra persona. Cualquiera sea esa
enfermedad a la que estás mirando, y que quieres ahuyentar, tienes el derecho
de decirle que se vaya. Y todos aquellos a tu alrededor te están dando la razón
y dicen, “Tienes razón, tienes razón, escucha”. Porque en este nivel
multidimensional ellos entienden que es factible. Y no solo es factible, sino
que tienes derecho y ¡ha estado esperando que la elimines! ¿Sabías eso? Tienes
una cita, en la silla, ¡ahora mismo! Una invitación desde el otro lado del
velo, para ti, en este momento. Cúrate a ti mismo, querido ser humano. Es tu
derecho de pasaje hacia este bello, bello, lugar compasivo adonde estás yendo.
Que este sea el punto de demarcación. Si no estás seguro
de que esté sucediendo, entonces escucha esto nuevamente, y colócate en la
silla tantas veces como lo necesites, para poner pura intención en que esto es
real para ti. Porque ahora todos ustedes están participando en todas sus
sanaciones. ¡Qué concepto!
Quiero que te quedes allí. Quédate allí. Piensa en lo que
acaba de suceder, querido. ¿Es real o no? Tu psiquis y tu consciencia pueden
jugar juegos con eso, pero yo te digo: es tan real como cualquier cosa que
hayas tocado alguna vez. Toca el rostro del Creador, y tal vez oye las
palabras: Acércate más. (se ríe)
Y así es.
Kryon
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