Canalización de Kryon por Lee Carroll
ante la Hermandad Femenina Lemuriana (78)
Seattle, Washington, 9 de Mayo de 2020
La Hermandad Femenina Graduada
Saludos, queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio
Magnético.
He dicho esto antes; mi socio se aleja. Se aleja para que
el único género que esté aquí escuchando en vivo sea el de las mujeres. Esta es
una época importante, y ya hemos hablado de esto antes, pero durante estos
tiempos hay percepciones concientes aumentadas. Mi socio dijo algo, como lo ha
dicho muchas veces en entrevistas o tal vez incluso a ustedes. Dijo: “Estos
tiempos son lo que ustedes llamarían quedarse adentro.” Parecen recaer y cargarse
especialmente sobre las mujeres, y como he dicho, las razones para esto en el
pasado son las que él ha mencionado por mí, que de pronto ustedes son
responsables por muchísimo. La semana pasada les contamos un poco sobre esto, y
continuamos esta lección en particular, que trata de las mujeres de las que se
espera que hagan la mayoría de las cosas durante el tiempo de estar en casa.
Ocupándose incluso de escolaridad en casa. Ustedes son las responsables por
integrar realmente todo, y lo saben.
Entonces el paso siguiente de esto, y voy a pedirles que
examinen un momento cómo se sienten con esto, esta realidad. ¡Están enseñando!
Y la Hermandad Femenina tiene que ver con las Madres de las Estrellas. Es
única. ¿Sabían eso? Nadie más, real y verdaderamente, está enseñando sobre las
Madres de las Estrellas solo a las mujeres. Y entonces, en este carácter único,
voy a hacerles una pregunta: ¿Ellas son reales?
Ahora bien, la canalización de las Madres de las
Estrellas es una canalización. Pero les pregunto si verdaderamente creen que a
través de las edades y los eones ellas son capaces de alcanzarlas y empezar a
comunicarse. No sólo a través de Mele´ha. ¿Es posible que ustedes sientan la
guía de ellas? Especialmente durante estos tiempos. Esto podría incluso
llamarse Parte 2 de lo de la semana pasada y esta.
La canalización de la noche, para un grupo más grande que
no era la Hermandad, desde lo que ustedes llaman Seattle, empezó haciendo la
pregunta: ¿Dejarían a un niñito suyo cometer los mismos errores una y otra, y
otra vez, sin decirle nada? Y cualquier buena madre sabe que guía al niñito en
su vida, no corrigiéndolo sino ayudándolo. Lo ayudan en su camino, para hacer
muchas cosas, lo ayudan con las habilidades motrices, con su alimentación.
Todas las cosas afectuosas que una madre sabe, entonces para cuando el niño
crece tendrá las habilidades que ustedes tienen. Eso es lo que hace una madre.
Lo ayudan en su pensamiento, en su lenguaje, en su crecimiento. Y han aprendido
a no criticarlo, a no hacerlo equivocarse, pero de muchas maneras amarlo de
modo que entienda y luego acuda a ustedes eventualmente. “Mamá, ¿lo estoy
haciendo bien? Mamá, ¿puedo hacer algo para hacer más, o hacerlo mejor? Mamá,
¿cómo hago esto, cómo hago aquello?” Eso es lo que hace una madre.
De modo que llamas a una Madre de las Estrellas, ¿no es
así? ¿Y qué recoges de esa Madre de las Estrellas en este punto, honor? Miras a
la Madre de las Estrellas y dices “Hemos llegado a un lugar de honrarlas por lo
que han hecho” y allí lo terminas, ¿es eso lo que haces? ¿O es que la Hermandad
Femenina va a graduarse a una consciencia más elevada de la realidad? Donde
dicen: Madres de las Estrellas, sabemos que todavía están allí, porque se han
mostrado. Se han mostrado en Shasta, se mostraron en Hawái, se mostraron en
Ulluru, mostraron que son reales. Tan reales, que todavía algunos ven las luces
sobre las montañas, donde no tendría que haber luces. Tan reales que sienten
que hay vida dentro de las montañas, cuando no debiera haber vida. Esta es la
vitalidad de una Madre de las Estrellas, todavía aquí, contra todas las probabilidades;
hay un despertar en todos los nodos donde ellas están, o donde estuvieron, y se
transmite a quienes conducen la transmisión. Y esas, serían ustedes. No solo
las que están aquí en este salón, sala virtual, sino escuchando esto más tarde,
en todo el planeta. ¿Sabían que el velo
se está dejando caer para las almas antiguas que son mujeres? Para las que se
llaman Hermandad Femenina, lemurianas en el pasado, y la razón es que necesitan
guía, ahora mismo.
La canalización de
hoy para Seattle fue sobre esto. Fue sobre lo que ustedes harían por su bebé.
¿Y lo esperan, y pueden entender la metáfora, de lo que ellas podrían hacer por
ustedes? Y entonces les digo lo que les dije más temprano. Hay un método, hay un
camino para ser guiadas. Y debido a esto que llaman el velo, es difícil.
Difícil incluso para ustedes sentarse donde se sientan y decir ¿Habré sido
lemuriana? Porque hasta eso está a veces
oculto para ustedes, a través del tiempo, a través de las edades, a través del
velo. Estas cosas empiezan a levantarse. Y les digo: quienes están escuchando,
y aquí en esta sala, son lemurianas. No estarían aquí, de otro modo. Aun
aquellas que están “echando una mirada”, diciendo “Bueno, quiero ver cómo es”;
quiero que esto les suene verdadero; aquí hay más que lo que oyen los oídos,
que lo que los ojos ven. Es una camaradería, por supuesto, pero es más que eso.
Es una conexión; hay una conexión espiritual entre ustedes y las Madres de las
Estrellas, donde ellas empiezan a guiarlas en la vida cotidiana. No estoy
hablando de darles información espiritual, de los rayos de la Rueda que ustedes
estudian. Estoy hablando de una guía,
como de una madre. ¡Como una madre!
Les dije hoy más temprano. ¿Ustedes se atreven a pedir al
Espíritu que los empuje (se ríe)?
Porque así es como descubren si están en el camino correcto. “Espíritu, ¿estoy
haciendo las elecciones correctas aquí? Estos son tiempos difíciles, es duro,
tengo que tomar algunas decisiones, ¿lo estoy haciendo bien?” Y puede que no
oigan las respuestas, pero en la siguiente frase dicen “Empújame para que yo
sepa. Y si está equivocado, empújame fuera de esta decisión. Dame una señal de
que es incorrecto.” Y queridas, ustedes
acaban de dar permiso para que la realidad cambie. Acaban de dar permiso tal
vez para que las cosas fracasen, con objeto de ponerlas en otro camino. Han
dado permiso al Espíritu para que las empuje y las traccione hacia un lugar de
guía donde digan “Gracias, Madre de las Estrellas”.
Les diré algo que no parece justo. Tal vez piensan que el
espíritu está sesgado; ustedes han sido entrenadas para recibir guía, en tanto
otros en este planeta quizás no lo han sido. La chamana aquí ha sido entrenada
en el pasado para oír, ver, entender; eso es lo que empezará a regresar. Quiero
que esperen la guía de las Madres de las Estrellas, pero también quiero que den
permiso para ello, todos los días. “Querida Madre de las Estrellas, querido
Espíritu: empújame; hazme saber cuando las cosas que elegí no están correctas;
esa es la única manera de saberlo. Usaré la mejor intuición que tenga, aunque a
veces está sesgada debido a lo que yo quiero.”
Yo sé quién está escuchando, queridas; yo sé quién va a
escuchar. Algunas de ustedes van a tomar algunas decisiones interesantes,
dejadas de lado durante largo tiempo, sobre su vida y quienes están con
ustedes. Es importante que sean las correctas. Pueden preguntar ¿Estoy en lo
correcto haciendo esto ahora? ¿Es este el momento? ¿Debo esperar? Todas serán
respondidas; cuando hacen la misma pregunta y a la vez dan el permiso para ser
empujadas y conducidas.
Y lo que quiero decir con eso es que algunas cosas se
alterarán, ciertas cosas se descartarán, esto es el Espíritu dándoles las
respuestas que necesitan, sí o no. ¿Ustedes
lo harían por sus hijos? La respuesta es sí. ¡Oh, sí! Y las Madres de las
Estrellas lo harían por ustedes. Están aquí, siempre han estado aquí; hay una
porción de ellas que está viva en la consciencia y quieren hablarles y guiarlas
a través de estos tiempos. Queridas hermanas, hay una razón para que estén aquí
en esta reunión. Hay más – pero no hoy.
Yo soy Kryon, enamorado de la humanidad; soy Kryon
enamorado de quienes están aquí, la Hermandad Femenina, las que son las que
predicen el futuro, porque lo que han hecho, por lo que son, y por lo que ha de
venir.
Felicitaciones. Que comience la reunión.
Y así es.
Kryon
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro