Canalización de Kryon por Lee Carroll
Islandia, marzo de 2020
Día 3 – Letra C
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Estamos en Islandia, y este es el tercer mensaje. No sé
cuántos de ustedes lo han sentido, pero esta tierra los está saludando. ¡La
tierra los saluda! Lo sintieron allá afuera sobre el glaciar, están sentados en
este acantilado viendo las arenas negras de la playa, la laguna, y una triada
de rocas que algunos dicen que son trolls. Esta es una tierra hermosa, donde el
Espíritu tiene una voz, y donde muchas cosas les hablarán si ustedes se lo
permiten.
Sí, hace frío, pero no importa realmente, porque la
energía de este lugar fluye dentro de ustedes. Este es recién el tercer día, y
en un rato ustedes llegan a esperarla, en cada curva, la majestad de lo que
realmente está allí, y que empieza a hablarles y a decirles “¡Bienvenido!”
Vamos a hablar de la letra “C” de Iceland, que sigue a la
letra “I”. Y esa “C”, como casi todos ustedes pueden saber, es la Consciencia.
¡He hablado de esto tantas veces! – y lo voy a hacer otra vez. Un resumen, una
sinopsis, tal vez, de una de las cosas más importantes que han sucedido en los
últimos quince años.
La consciencia no está bien definida; no hay una
definición que verdaderamente abarque lo que significa. ¿Cómo la definirían
ustedes? Algunos dicen que es una percepción conciente (N.T. awareness, darse cuenta). Bueno, esa es la “A” que viene
después, queridos. La “C” de consciencia es mucho más grande que el hecho de
conocerse a sí mismo. Mucho más grande. Por ejemplo: si tuvieran la consciencia
del planeta, ¿cómo sería eso? Algunos dirían “Kryon, no puede haber una
consciencia de una cosa; tiene que estar viva”. Esta tierra está viva. De modo
que hay energía en la consciencia, como voy a describir dentro de un momento. Si
tienen un grupo de individuos de baja consciencia, ellos no están pensando de
una manera benévola. Eso es un nivel de consciencia, todo parte de una
definición. Si tienen un grupo de individuos de consciencia elevada, tienen
benevolencia, bondad y compasión. Como ven, la consciencia es más que
simplemente darse cuenta de sí mismo. Tiene niveles; tiene significados
diferentes, pero eso no es todo lo que se ha descubierto, queridos.
Los que están escuchando esto, y muchos de ustedes aquí
presentes, han estado en el mundo esotérico por largo tiempo, y saben que una y
otra vez ha habido intentos de describir lo que la consciencia puede hacer.
Muchos pondrán los ojos en blanco y dirán “¿Quieres decir que uno puede pensar
en cosas buenas y luego las cosas suceden en algún otro lugar del planeta?” Y
dirán, “Qué trivial de tu parte, qué tonto pensar algo así”. Me gustaría
contarles brevemente, si no han oído esto, que en los últimos 15 años la
ciencia ha descubierto lo que la consciencia puede hacer. Todavía no está bien
definido, pero puede hacer mucho, más que lo que jamás pensaron. La ciencia, el
proyecto de consciencia global en la década del 90, probó absolutamente con la
Universidad de Princeton que una mayoría de seres humanos conscientes pensando
en la misma cosa o teniendo la misma experiencia en un momento dado, cambia la
estructura de la realidad en el planeta. ¡Lo hace! Y los ayudó el 9-11 (N.T. la caída de las Torres), cuando
miles de millones de individuos tuvieron todos la misma visión, todos la misma
compasión al mismo tiempo, y la estructura de los números al azar, en
matemáticas, cambió por un momento. Queridos, quiero que piensen en eso, porque
de repente la consciencia de una cantidad masiva de personas cambió la realidad
en que estaban. Esto todavía está en discusión, porque hay algunos que dicen
“Tiene que haber un error; eso no pudo haber pasado”. Y sin embargo, se había
visto otras veces. Lo vieron con la muerte de la Princesa Diana; lo vieron
cuando los 33 mineros salieron de la tierra con júbilo y celebración. El
Instituto HeartMath demostró que la consciencia realmente altera la rejilla
magnética del planeta.
Yo les cuento estas dos cosas por una razón: ahora saben
lo que algunos de ustedes han creído todo el tiempo, y ahora saben lo que
enseñamos sobre la consciencia que es energía, y porque es energía todas las
reglas de lo que se clasifica como energía se le aplican. Y entonces ustedes la
miden.
¿Qué harán con ella ahora? Ahora que saben que es real y
que puede cambiar la Física. Y la respuesta es que empezarán a medir lo que
sucede cuando las personas se unen. Aquí entra otro término: coherencia. Porque ahora esos mismos científicos empiezan
a estudiar qué sucede cuando dos grupos de individuos unen sus consciencias y
se vuelven coherentes uno con otro. ¿Pueden cambiar algo en otro lugar del
planeta si están unidos en estado coherente? Y la respuesta es sí. Les acabo de
dar uno de los descubrimientos más grandes del siglo. Si tienen mente
esotérica, todo lo que han sentido respecto a la consciencia es verdadero y
exacto, medible, científico, y está allí listo para que lo utilicen. Algunos lo
usarán dentro de sus propios cuerpos, sabiendo que su consciencia puede enviar
energía a su estructura celular. Otros se juntarán y dirán, “Si esto es verdad,
podemos calmar el miedo del planeta en este momento”. Quiero que vean algo que no ha sucedido aún;
está en el Campo; quiero que vean el final del miedo, de la pandemia de la
gripe que se difunde por el planeta. Quiero que vean sonrisas, quiero que vean
a los que vuelven a su trabajo, las escuelas reabriéndose, quiero que vean a la
economía mejorando y dando un suspiro de alivio porque ya ha terminado. Esto
está en el Campo, y queridos, los que oyen esto: si pueden hacer esto, ayudarán
a crearlo; ayudarán a que suceda más pronto. Porque sucederá. Y aquí están
ustedes, en una actitud creativa, poderosa, sabiendo lo que la consciencia
realmente es.
Esto es la “C” de Iceland para hoy. Tal vez la letra más
poderosa hasta aquí, tal vez la cosa más poderosa que haya sucedido en el
esoterismo. Esta es la herramienta, queridos. Prolongará sus vidas; puede sanar
sus cuerpos. Puede hacer que otros entiendan y se sientan mejor con esto.
Úsenla. Úsenla.
Y así es.
Kryon
Traducción y transcripción: M. Cristina Cáffaro