09 marzo 2020

Banco del Parque - Heramientas de Preparación- Las Dimensiones - Jim Self


Proyecto: BANCO DEL PARQUE
Jim Self - Mastering Alchemy - Herramientas de Preparación
Las Dimensiones
Déjenme explicarles cómo se manifiestan las dimensiones. Entender cómo juegan las dimensiones es realmente muy importante para cada uno de nosotros, porque cuando puedes tener una sensación de las reglas y las estructuras de cada una de estas dimensiones, tercera, cuarta y quinta, tienes una comprensión que permite salir de mucho del equipaje emocional que cada uno de nosotros llevamos. ¿Alguna vez jugaste a un juego sin conocer las reglas de ese juego? Puede que tengas mucha suerte en el juego, pero si sigues jugando sin conocer las reglas, por lo general te encuentras en alguna situación incómoda.
Muy pocas personas recordaron el libro de las reglas cuando entraron en el cuerpo, ese libro que dice que así funciona el juego; muy pocas personas lo leyeron. De modo que atravesamos esta realidad de tercera dimensión, la de cuarta dimensión, (se superponen) y jugamos el juego sin entender las reglas. De modo que vamos a tratar a estas dimensiones tercera, cuarta y quinta como si fueran cajas, ¿sí? Cada caja tiene sus reglas y sus estructuras propias. En cada una de estas cajas hay algo llamado forma: la tierra, la silla, la casa en que vivimos. Esto es forma, esto no es 3ª o 4ª dimensión; esto es la escenografía, la utilería, el telón de fondo para que ustedes tengan su experiencia. La casa en que vives te brinda abrigo para tu experiencia; si no hay casa no hay abrigo, una experiencia muy distinta.
Empecemos por la caja de la 3ª dimensión. La 3ª dimensión es muy rígida, es condicional, no hay nada incondicional en la caja de 3ª dimensión. Tiene un aspecto de tiempo en el que jugamos, llamado tiempo lineal – pasado, presente, futuro y luego te mueres. Eso es todo; punto, fin de la discusión.  Bueno, en realidad hay más para discutir. Pero en la 3ª dimensión funciona bastante así. La 3ª dimensión opera en la dualidad: bueno-malo, correcto-equivocado, debiera-no debiera. En ese contexto hay una emoción tremenda llamada miedo, en la 3ª dimensión. Entonces existe una incertidumbre sobre cómo moverse en la 3ª dimensión; hay vacilación, duda, pausas, “creo que esto está bien pero no estoy seguro” y juegas el juego en ese espacio de 3ª dimensión. La 3ª dimensión es jugar sin entender las reglas, por lo general.
Cuando entras a jugar en el espacio de la 3ª dimensión suceden algunas cosas muy específicas. Este espacio del tiempo lineal – pasado, presente, futuro – en la 3ª dimensión pasas muy, muy, muy poco tiempo en el tiempo presente. La mayor parte de tu tiempo lo pasas en el pasado y en el futuro. Hemos tenido un conjunto de experiencias en el pasado, alguien las llama buenas experiencias, alguien dice “Así es como vas a tener éxito” y nosotros decimos “Está bien” y aceptamos esa experiencia. Y luego empezamos a proyectarla hacia el futuro y luego construimos nuestros momentos del tiempo presente para lograr ese futuro. Pero eso tiene otro costado que es ¿qué pasa con las muchas, muchas veces que intentaste entenderte a ti mismo, experimentarte, descifrarte a ti mismo? Entras en una experiencia y haces el ridículo – o al menos eso te dicen. O entras en una experiencia y alguien te dice “Eso fue estúpido, ¿no lo entiendes? ¿Qué te pasa?” Las emociones que se crean bajo ese juicio, esa opinión, ese “regalo” que alguien te dio, “No estás bien, lleva esto” y eso hacemos. En ese conjunto de juicios muchas veces dejamos de explorar. “Eso no funcionó; no volveré a hacerlo”. Y empezamos a crear estructuras rígidas de bueno-malo, correcto-equivocado. “No puedo hacer eso, no funcionó, hice el ridículo. No volveré a intentar eso.” Nunca me di cuenta de que en realidad en cierta forma salió bien pero otra persona no lo vio así.  Entonces lo que hacemos a menudo en este espacio tridimensional es tomar ese fracaso, ese ridículo, esa incomodidad, y la proyectamos hacia el futuro y le decimos al Universo: “Universo, no me gustó eso, hice el ridículo, lastimó mis sentimientos. Por favor no permitas que caiga en eso accidentalmente otra vez.” De modo que le gritamos al Universo, levantamos banderines rojos como advertencia, para no repetir la experiencia.
El desafío en la 3ª dimensión es que hay una consideración llamada Ley de Atracción. Ahora bien, la Ley de Atracción, la creemos sencilla, pero es sin defectos; funciona a la perfección. La Ley de Atracción dice muy claramente: “Aquello en que tú pones tu atención, Yo, el Universo que te adora, lo proveeré para ti. No haré interpretación de lo que dices, porque el ser creador eres tú. Yo, el Universo proveeré exactamente lo que pides, exactamente aquello en que pones tu atención.” El problema es que el Universo no entiende inglés ni francés ni español ni alemán ni nada de la comunicación que es generalmente en palabras. Lo que el Universo entiende es cómo estás sosteniendo tus pensamientos y tus emociones en tu campo de energía. De modo que te despiertas por la mañana y dices “Este va a ser un gran día, esto es realmente maravilloso, es bueno, bueno, bueno” mil veces. Y luego terminas con “pero…”  ¡Pero!  Verás, el pero significa “no estoy seguro, tengo miedo, estoy asustado; realmente espero que esa cosa allá en el futuro no se presente en mi realidad hoy”. Entonces sostenemos nuestras vibraciones ¿recuerdas eso, “no estoy bien”? Sostenemos ese “no estoy bien” de tal modo que el Universo reconoce tu punto de atención.
De modo que nos manejamos con este “no estoy bien” de una manera tridimensional, en una consideración muy específica. Básicamente nos dieron este “regalito”: “no estás bien”. Y aceptamos ese regalo cuando niños o adultos y no se siente muy bueno. De modo que estoy en desequilibrio, no me gusta, el chiste que conté era muy gracioso y luego me di cuenta de que se reían de mí, no conmigo. Y eso no se siente muy bueno. Y no puedes cargar con esto conscientemente mucho tiempo, de modo que en el espacio tridimensional lo que hacemos es ponerlo en una caja llamada negación. No está más, se fue. Decimos “no es algo de que me tenga que ocupar” y sin embargo de algún modo nos molesta, de modo que hacemos la siguiente cosa posible: le decimos a esta pequeña caja de negación: “Te voy a poner en mi mochila y te propongo un trato. Si nunca voy allá con esa gente que se rió de mi cuando conté el chiste, tú nunca saltarás afuera a morderme.” Así, tomamos esas cajas de negación, las ponemos en la mochila, para no verlas nunca más. Pero lo que hicimos en la condicionalidad, es decir “Voy a trazar una raya y no voy más allí” y eso es algo que no funciona mucho si voy allí de nuevo. Y luego algo pasa y no recibo aprobación y digo “No voy a volver a ir allí”. ¿Vieron alguna vez gente así? Ustedes le dicen, “¿No querrías ir a almorzar afuera?” Y contestan “Si. Esteee… no, no. Realmente no.”  “¿Por qué?”  “Porque tal vez tendría que ir allá, y si voy podría encontrarme con algo que no quiero repetir.” ¿Tiene sentido?
En la 3ª dimensión, al no entender las reglas del juego, acabamos atrapados en gran medida; tan simple como “Te doy un regalo: no estás bien” y luego caminamos el resto de nuestra vida tratando de resolver “¿Qué es lo que hice mal?” Tercera dimensión.
Ahora, recuerden: la tierra, la casa, la silla, son el telón de fondo y la utilería. También, en la realidad de tu experiencia, toda esa gente que te dijo que no estás bien, que eres maravilloso, que te ama, que te odia, todo eso también es parte de la experiencia en la que todos vinimos a jugar aquí.
Pero la 3ª dimensión no es el único juego en que podemos jugar. De modo que una de las características específicas de la 3ª dimensión, recuerden, es el tiempo lineal, y en ese proceso del tiempo lineal está este momento de tiempo presente. En el momento de tiempo presente está “¡Oh, Dios mío, esto no tenía que sucederme!”  Tiempo presente; estás en el ahora, en un estado reactivo. Cuando entras en la 4ª dimensión, las reglas, el juego, cambian de modo bastante significativo, pero parece sutil en la superficie. En la 4ª dimensión hay tiempo presente, solo tiempo presente. No es una cosa lineal; es “aquí estoy, justo ahora”, así como les estoy hablando, aquí estoy, aquí están, justo ahora, aquí estamos, ahora mismo. Ahora mismo. Ahora bien, esos dos “ahora mismo” se han deslizado hacia el pasado, y todavía están justo ahora, en el tiempo presente. De modo que se mueven a través del tiempo presente; en realidad, el tiempo y el espacio se mueven a través de ustedes. Ese es un tema para la próxima conversación que tendremos en unos minutos. Pero ahora mismo, tiempo presente, es “aquí estoy, justo aquí”
Hay un par de características que entran en juego en la 4ª dimensión, que hacen que suceda la oportunidad. Una cosa en tiempo presente en la 4ª dimensión es que tienen opción. En la 3ª dimensión tienen reacción. En la 4ª dimensión alguien dice ¿qué te gustaría para la cena, pizza o carne? Y ustedes dicen “¡Hum! Déjame pensarlo.  En este momento presente, elijo pizza”. De modo que tienen la opción; no es una reacción, es una elección. La elección es realmente una gran cosa con qué jugar, al experimentar y avanzar.
Pero también en la 4ª dimensión hay una palabra rara para algunos, para muchos, y la palabra es “paradoja”. La paradoja es realmente un asunto grande. La paradoja dice simplemente: lo que era verdad hace un momento puede no serlo en este momento, y lo que era falso hace un momento puede no ser falso en este momento. Muy simple. De modo que aquí tienen, tiempo presente y la capacidad de elegir lo que era verdad o no era verdad, porque han agregado flexibilidad, movilidad, fluidez a su caja, en gran medida. Entonces, la caja de la 4ª dimensión no es tan rígida; tiene un poco de movimiento. Algo pasó en mi pasado. En la 3ª dimensión palabras como “siempre” y “nunca”: “ella siempre va a ser mala”; “él me robó y nunca va a ser buena persona”. Siempre y nunca son construcciones muy rígidas. La paradoja aporta cierta fluidez a eso. Entonces, cuando ella era joven, ella tenía mucho dolor, y mentía, y hacía cosas malas. Pero cuando creció, y no la he visto por largo tiempo, ella empezó a integrar sus experiencias en su realidad. Un día ella aparece en tu puerta de calle, abres la puerta, y dices “Te recuerdo”. En 3ªD, “eras mala, vete de mi puerta.” Punto. 3ª dimensión.  En 4ª dimensión, la recuerdas y “¿Cómo puedo ayudarte?” Y de pronto empieza una conversación en la que ella dice “¿Recuerdas? Yo hice eso, y he venido a disculparme contigo porque siempre me he sentido molesta por eso.” Esto es diferente; es una personalidad distinta. “Ven, siéntate, tomemos un té, hablemos de lo maravillosa que te has vuelto.” Paradoja; elección; tiempo presente. Te permite empezar a reacomodar un montón de cosas, donde ese “regalo” de “no estoy bien” empieza a tener una oportunidad, al traerse al momento presente, y observarse en tiempo presente, en mi ejemplo anterior, esa golosina robada es, “Bueno, yo tenía cinco años. Y no, no volveré a hacer algo así.” Y puedo soltar aquella experiencia.
En la 4ª dimensión, la capacidad para reconocer una realidad diferente y permitir que la emoción se disipe, se disuelva, haga corto circuito, sin llevar equipaje, está muy disponible para la realidad de 4ª dimensión. La 3ª y la 4ª dimensión se superponen, de modo que la elección es muy posible en 4ª dimensión; en la 3ª dimensión es muy rígido y es imposible. Entender este espacio de 4ª dimensión brinda una puerta para evaluarte a ti mismo, reacomodar tu realidad. Podría decirte que si vas a tu secreto más profundo y oscuro, la cosa que más te avergüenza, la que no quieres asumir, esa cosa en tu mochila que te pone nervioso de pensar “Si supieran qué malo fui”, te garantizo que si tú y yo fuéramos a visitar ese suceso y camináramos alrededor de él una vez, cuando llegamos al punto de inicio, el suceso nunca sucedió de la manera que tú piensas que lo hizo. No sucedió de esa manera. De modo que eso debiera darte permiso – gran palabra – flexibilidad, fluidez, movilidad, entrando a una 4ª dimensión, dándote permiso para mirar a tu pasado como historia, y empezar a quitar la emoción al traerla al tiempo presente.  Vas a encontrar que las realidades que pensabas que tenías son, en primer lugar, insignificantes y nada importantes para seguir cargándolas en tu mochila, y en segundo lugar, ni siquiera sucedieron realmente como tú creías que sucedieron. Entonces, ¿eso sería un formato útil? Y no es que te estés convenciendo; es solo que las trajiste al tiempo presente. Y recuerda cuando antes hablamos de certidumbre, y capaz, y enfocado, esas clases de vibraciones se vuelven muy disponibles para ti en esta 4ª dimensión.
La 4ª dimensión y la 5ª dimensión también se superponen. La 5ª dimensión es muy, muy diferente de la 4ª. Verán, la 5ª dimensión es muy fluida, la caja es muy dinámica, casi no existe rigidez en la caja, la única rigidez es para brindar una estructura para sostener la forma para tener la experiencia. Pero en cuanto a las vibraciones y las emociones y los pensamientos, la 5ª dimensión se trata de bienestar, belleza, misericordia, dignidad, respeto, integridad, la capacidad para apreciar y disfrutar. Es un espacio que en gran medida no se puede entender desde la 3ª dimensión. Oh, las palabras se oyen, se dicen, “Oh, belleza, sería tan lindo” pero en la 5ª Dimensión vives la belleza, vives esa sonrisa desde dentro del corazón; la bondad, el respeto, la dignidad, son un estado de ser. Aquí es donde la alquimia de la creación empieza a ser muy real; aquí es donde tú extiendes la mano y aparece en ella la manzana, porque tú pusiste la intención para que aparezca. Aquí es donde creas la realidad que piensas, que sostienes en la vibración de una intención de belleza, y la belleza acude a ti. Incluso el tiempo presente empieza a tener una configuración diferente. Hay cinco aspectos del tiempo presente, cinco clases distintas de tiempo presente, y cuando empiezas a jugar en tiempo presente como una aplicación, empiezas a tener una oportunidad creativa para hacer que esa manzana empiece a manifestarse como tú quieres manifestarla.
Pero aquí mismo está la clave real, a medida que hablemos más de estas herramientas en las próximas presentaciones. La clave es que reconozcas que puedes salir del espacio de esa 3ª dimensión, que puedes empezar a sostener sentimientos y pensamientos de: seguro, capaz, presente; puedes empezar a reconocer la elección en lugar de la rigidez, resistencia y reacción. Puedes empezar a crear una estructura donde, en tiempo presente, eliges la realidad y las acciones en que deseas involucrarte y dejar que el ruido siga de largo. El ruido empieza a ser, muy claramente, el teatro de Shakespeare allí afuera, mientras “yo estoy bien aquí mismo”. Elección: ¿elijo eso o elijo esto? Es un estado de pausa, y luego un estado de alegría al tomar una elección. Este aspecto del tiempo es algo muy útil para entenderlo un poco más.
De modo que detengámonos aquí. Allí están tus dimensiones, la simplicidad que sostienen las dimensiones. Pero exploraremos un poco más este aspecto del tiempo.

Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro