Canalización de Kryon
por Lee Carroll
Hermandad Femenina
Lemuriana (73)
Sarasota,
Florida, 18 de Enero de 2020
Despertar a una Verdad Más
Grande
Saludos,
queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Mi
socio se aleja. Hasta empezar la Hermandad Femenina Lemuriana mi socio nunca se
había apartado. Por difícil que esto fuera para él, entendió el por qué. Esta
es una reunión de mujeres, y el hombre que es, aun canalizando a Kryon, no
podía estar aquí realmente.
Las
mujeres presentes aquí celebran algo que tienen en común. Número 1: el deseo de
saber más sobre el potencial de tener energía chamánica y que hayan estado
ciertamente en Lemuria. ¡Lemuria! el nombre mismo debiera darles escalofríos.
A
medida que pasa el tiempo, las que asisten a estas reuniones empiezan a
despertar a una verdad más grande. Las que asistían a las reuniones dos años
atrás, hoy saben que al re-encender la experiencia de estar aquí o escucharme
hay un impulso más fuerte, si quieren llamarlo así, a decir que sí. Es muy
común hacer eco de las enseñanzas y el seminario del día cuando se refiere al
ahora. Sin embargo, no todas las mujeres están siempre en esas sesiones
especiales y ahora cada vez más sucede que muchas solo están viniendo a la
Hermandad Femenina. De modo que no espero que todas recuerden, pero se trata de
lo que es el nacimiento de un alma.
Hace
unos momentos di una canalización, un mensaje para todos los que estaban en el
salón, y ahora estoy con las mujeres solamente, cuyo propósito es tener una
retrospectiva para decir "¿Estuve yo allí?" Es todo lo que necesitas
preguntar, porque si estuviste, sabrás qué estabas haciendo. Y esa es la
belleza de estar allí, en aquel ahora, de estar allí porque estabas en
entrenamiento chamánico. Eso era Lemuria. Sí, habría hombres allí, pero si
quieres saber el propósito de Lemuria, era entrenar a las mujeres para ser las
chamanas del planeta. Y el entrenamiento se debía solo a una razón: que donde
sea que la consciencia los llevara, si llegaban a despertar como civilización,
no importa cuánto tardaran, si despertaban, las necesitaríamos.
Nosotros
las necesitamos; el "nosotros" es la galaxia. Las necesitamos para
que recuerden lo que se les enseñó. Tal vez no cosa por cosa, pero viene por la
intuición, y no hay en el planeta nada mejor que una mujer para la intuición. Renombradas
por eso, nombradas por eso, intuición femenina. Y esa intuición es
retrospectiva.
¿Estuviste
allí? Quiero llevarte a antes de estar allí; quiero que vuelvas a visitar ese
momento cuando entraste a este planeta; el viento del nacimiento. Era diferente
de lo que yo describí hoy, oh, muy diferente. La descripción de hoy fue el
regreso del alma antigua. Estaban de pie ante el viento del nacimiento, ese
lugar esotérico que ni siquiera pueden imaginar, antes de meterse en un cuerpo
físico, antes de bajar aquí y que todo les quede oculto. Y tener que aprender desde cero. ¿Se
imaginan, como alma, sin género, prepararse para entrar, sabiendo lo profundo
de lo que están por hacer, las primeras en el planeta Tierra a ser enseñadas
por una Madre de las Estrellas? Uh! (se
ríe) Eso ya no existe más, no realmente. No por una Madre de las Estrellas
en forma corpórea. ¿Pueden imaginar eso, damas? Eso las marca, las define,
espiritualmente, esotéricamente; son muy diferentes. Para eso han venido.
Los
hombres que venían con ustedes, de pie con ustedes ante ese viento del
nacimiento, entrando para ser lemurianos, ya fuera al comienzo o hacia el final
de Lemuria, o durante los miles de años de Lemuria, todos ellos sabían que
ellos las estaban apoyando; para eso venían ellos; que los niños que ustedes
tendrían con ellos serían especiales, y ya fueran hombres o mujeres, todos
estaban en apoyo de aquello de que se trataba Lemuria. Todo el propósito de su
existencia era enseñarles las verdades centrales de Dios, del Espíritu, cómo
funciona, su magnificencia. Línea tras línea se les dio información chamánica.
Y luego se les enseñó cómo, por medio de la intuición, desarrollarla y
realzarla, cómo transmitirla correctamente, a las niñas que nacieran de sus
entrañas. Y a los varones, cómo mostrarles y contarles lo maravilloso que era
estar allí y apoyarlo. Ya hemos hablado antes de cuán diferente fue esta
sociedad; muy diferente: principalmente basada en la ceremonia porque la
ceremonia era lo que las Madres de las Estrellas les enseñaron. Les enseñaron
esto: que las ceremonias nunca podían olvidarse; las palabras tal vez; los
hechos tal vez; pero en su estructura celular nunca se olvidaría la ceremonia
en que se juntaban como mujeres y se ayudaban unas a otras. Se juntaban cuando
nacía un bebé, en su lugar, en las cálidas aguas del Pacífico, nacimientos en
el agua. Y el niño las oía cantar cuando salía del agua. Primera intuición: el
canto.
Y al
momento de morir, muchas veces, cuando se podía y era apropiado, cuando era
hora de irse para una Hermana, ustedes le sostenían las manos al irse,
cantando. ¡Estas son cosas que ustedes nunca olvidarán! Están en su akash,
están en su ADN, eso es lo que despertará en ustedes. Ese viento del
nacimiento, entrar; no recordarán eso pero recordarán el canto.
No
hemos hablado mucho de los hombres, de cómo funcionaba con ellos, cómo era para
ellos partir o entrar, eso no es importante, aún no lo es, no para su akash. Lo
importante es que conozcan su espiritualidad. Y esa espiritualidad que tienen
en cualquier momento proviene de aquellas con quienes la hacen: viene de sus
madres, viene de sus hijas. ¡Y ellos lo sabían! Sabían lo apropiado del
chamanismo femenino. Lo he dicho antes muchas veces: un hombre de hoy al borde
de su muerte, o en problemas, o en necesidad de ayuda espiritual, querrá hablar
con su madre; con ella querría hablar. No con papá. Eso debiera decirles mucho
acerca de quiénes son ustedes.
Reflexión
es hoy lo que quiero que tengan, reflexión. De entrar como especiales, las
únicas en oír alguna vez esa doble cuerda vocal de una Madre de las Estrellas
cantándoles. Nunca olvidarán eso; es un sonido que está en su akash. Algunas de
ustedes han soñado con eso, sin saber que soñaban con eso. Un sonido sagrado,
bello, de otro mundo, que tal vez no comprenden realmente, ¡está todo allí! Y
el objeto de esta canalización es despertarlo. Está despertando ahora de una
manera muy nueva. En las últimas dos canalizaciones le dijimos a Mele´ha: estás
reiniciando esto. Te estás reiniciando a ti misma. Este es el año 2020, aquí es
donde empieza realmente. Este es un trabajo mundial, hazlo así. Estas son las cosas que les estamos diciendo
ahora porque el despertar es más fuerte y es mejor, y es más fino, y más
preciso, y se van de este lugar con una idea tal vez diferente de por qué están
aquí. Con una celebración, no de ser femeninas, sino de ser sagradas y
chamánicas en un cuerpo femenino. Hechas para eso, queridas damas, hechas para
eso.
Llegará
un momento en este planeta en que ustedes se hayan ido todas. Y en este cuerpo
regresarán, quizás una vez, quizás dos. Cundo echen una mirada a la manera en
que funciona la espiritualidad en el planeta, incluso dentro de las iglesias
que hoy tienen, encontrarán que las
mujeres estarán a cargo. Otra vez les
digo que eso marcará una diferencia. Marcará una diferencia por la compasión y
el consejo y la sabiduría espiritual de las mujeres en todo el mundo, empezando
a tomar ese manto; va a hacer una diferencia para toda la humanidad, porque por
primera vez el liderazgo regresará a quienes estaban diseñadas para eso.
Chamanas, ¡tomen su poder!
Que
comience la reunión.
Y
así es.
Kryon
Transcripción
y traducción: M. Cristina Cáffaro