21 junio 2019

Kryon ante la Hermandad Femenina Lemuriana (64)


Canalización de Kryon por Lee Carroll ante la
 Hermandad Femenina Lemuriana (64)
Buffalo, New York, 8 de Junio de 2019
Respeto y Honor
Saludos, queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Si pudiéramos pedirles algo en este momento, sería que de algún modo, dentro de su propia mente y consciencia, creen una burbuja que esté separada de cualquier cosa que esté en la realidad que perciben a su alrededor, y que por unos momentos dejen todo del otro lado de esa burbuja. Y solo escuchen, y sean.
La premisa para toda esta reunión es que ustedes, en una vida pasada, como mujeres, fueron parte de una aventura llamada Lemuria. Ya lo dijimos antes, e incluso aquí hay dudas en quienes dirían "Bueno, cuéntame, (se ríe), yo estuve ahí, ¿verdad?" Sí, estuviste. Puedo decirte que estuviste porque estás aquí sentada ahora. Queridas damas, ustedes encontraron el camino por un laberinto de la humanidad, para encontrar a la Hermandad Femenina, para reaccionar a una energía y, contra todas las probabilidades, recordar: "¡Estuve allí!"
Y luego el paso siguiente es: ¿Y qué? (se ríe). ¿Qué hacen con ese conocimiento, además de sentarse y celebrarlo, o recordar? Hemos hablado de eso una y otra vez, que este es un tiempo de acción para las mujeres. Y de eso quiero hablar, damas; quiero hablar sobre su género.
Ustedes son trabajadoras de luz; eso significa que casi todas tienen una falta de autoestima; eso simplemente viene con el territorio. Y a veces, debido a su género, se pone peor a causa de esta sociedad en que viven. De modo que tienen dos factores en su contra para sentir la absoluta legitimación que tienen como mujeres lemurianas. Porque en esta sociedad en que viven ahora mismo, es diferente. Entonces lo que quiero hacer es volverlo no diferente, en sus mentes, ahora mismo.
Algunas de ustedes oyeron las canalizaciones y me oyeron decir que yo no le participo estas cosas a mi socio; él no está oyendo, porque él está en un cuerpo masculino, y esto es para ustedes. Dije: no permitan que la voz de varón las engañe, porque Kryon no es masculino ni femenino; Dios no tiene género, pero Dios tiene compasión. Y ese es el atributo de su género: están en el lugar correcto para oir esto. Digo que mi socio respeta el género, y yo también, hasta el punto en que él no es capaz de oir esta canalización como lo hace normalmente; la tendrá que oir más tarde, como cualquier otro. Eso es respeto, pero es más que eso. Ustedes tienen derecho a eso; tienen derecho a tener la energía y la profundidad del género que tienen, porque es muy especial.
Quiero hablar sobre la relación entre los hombres de la aldea y las mujeres en Lemuria. ¡Es tan diferente! ¡Es tan diferente de todo lo que hay hoy! Parte de lo que enseñamos es una recuperación  tal vez del respeto por el género que ustedes son, para que vean lo que es lo femenino y tomen una respiración y sepan que era muy especial.
Ustedes saben, la tradición que ustedes tienen, cuando un hombre se declara a una mujer - piensen en eso - se arrodilla (se ríe) y es la única vez que hace eso en su vida (se ríe más). ¿De dónde vino eso? ¿De dónde vino? Y ustedes dirán, "Bueno, yo lo investigué, y se hacía aquí, y se hacía allá, y hay una tradición de esto y aquello..." ¿De dónde vino esa tradición? ¿Por qué, cuando un hombre quiere proponer matrimonio a una mujer, desciende a arrodillarse, dobla la rodilla, como solían decir, ante su género? (se ríe).  Acabo de decirlo; es por respeto, es tradición en la humanidad, empezó en Lemuria. Se arrodilla y le dice a la mujer: ¿Te unirías a mí para una aventura juntos? Y el hombre está de rodillas y se espera que la mujer responda. Quiero que sostengan eso por un momento, porque eso es un pedazo de la energía que los hombres tenían para las mujeres en Lemuria.
Ustedes han oído la expresión "quienes se sienten con derecho" y tal vez ha llegado a un lugar donde no es una buena expresión, "Bueno, no quiero acercarme a esa persona porque se siente con derecho" (se ríe). Déjenme decirles algo: ustedes tienen derecho. Su femineidad, su género, es la que enseña a la humanidad sobre Dios. Es la que cría a los hijos con la compasión que tienen. Los hombres no podían hacer ninguna de las dos cosas, y ellos lo sabían. ¡Lo sabían! De modo que cuando ellos miraban a las mujeres como compañeras en su vida, había un enamoramiento por parte de ellos. Seguro que había diferencias de opinión, seguro en la vida había ocasiones en que discutían, pero al final, queridos, - les doy otra tradición, que se perdió - el hombre se arrodillaba y decía "Perdóname". "¡Perdóname, por hacerte llorar! ¡Perdóname por haber sido menos que lo que debiera!" Porque los hombres sabían quiénes eran ustedes.  Quiero que retengan eso.
No quiero que piensen "Oh, y ¿a dónde se fue todo eso? ¡Ay de mí! Quisiera que fuera así hoy." Quiero que ustedes recuerden  esto, porque es quién ustedes son. Eso es quién ustedes son hoy, nunca cambió. Lo que cambió fue la sociedad a su alrededor. Yo les garantizo que si están en una relación correcta, el hombre sabe quiénes son. Tal vez la tradición de arrodillarse ha cambiado, pero él sabe quién es la mujer, y será el primero en decir: "Tú traes a nuestra asociación cosas que yo nunca pude."
Mujeres: eso es lo que hacían en Lemuria; yo quería que lo supieran. No es solamente que lo de hoy fuera lo de entonces, no es así; ¡había una consciencia diferente entre los géneros! Mujeres, ustedes respetaban a los hombres porque ellos salían todos los días, arriesgando su vida, para traerles el alimento; ¡a menudo lo cocinaban para ustedes! (se ríe). Eso es diferente. Para alguien afín a la mujer y a quién era ella para el hombre, él conocía el protocolo. Y había mucho arrodillarse que tenía lugar entre un hombre y una mujer: respeto; no tradición.  Quiero que asuman eso, que recuerden eso, que lo sientan; eso es quiénes son ustedes. ¡Es por eso que existe una Hermandad Femenina! Para recuperar y recordar esta clase de cosas que eran diferentes.
"Kryon, ¿alguna vez habrá un retorno a esto?" Y la respuesta es no. Pero sí llegará un tiempo en que haya mucho más respeto - ¡respeto! - por el género que lo que hay ahora, por las razones que acabo de darles. Entender las diferencias entre los géneros, y la compasión y la paciencia, y la divinidad, y la enseñanza, y las capacidades, por ser una mujer.
Mi socio no puede oírme decir esto; es solo para nosotros (se ríe) y es bueno. ¡Es bueno! Quiero que recuerden eso: esto es bueno.
Váyanse de este lugar cambiadas; con autoestima.
Y así es.
Kryon
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro