Canalización de Kryon
por Lee Carroll ante la
Hermandad Femenina Lemuriana (64)
Buffalo, New York, 8
de Junio de 2019
Respeto y Honor
Saludos,
queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Si
pudiéramos pedirles algo en este momento, sería que de algún modo, dentro de su
propia mente y consciencia, creen una burbuja que esté separada de cualquier
cosa que esté en la realidad que perciben a su alrededor, y que por unos
momentos dejen todo del otro lado de esa burbuja. Y solo escuchen, y sean.
La
premisa para toda esta reunión es que ustedes, en una vida pasada, como
mujeres, fueron parte de una aventura llamada Lemuria. Ya lo dijimos antes, e
incluso aquí hay dudas en quienes dirían "Bueno, cuéntame, (se ríe), yo estuve ahí, ¿verdad?"
Sí, estuviste. Puedo decirte que estuviste porque estás aquí sentada ahora.
Queridas damas, ustedes encontraron el camino por un laberinto de la humanidad,
para encontrar a la Hermandad Femenina, para reaccionar a una energía y, contra
todas las probabilidades, recordar: "¡Estuve allí!"
Y
luego el paso siguiente es: ¿Y qué? (se
ríe). ¿Qué hacen con ese conocimiento, además de sentarse y celebrarlo, o
recordar? Hemos hablado de eso una y otra vez, que este es un tiempo de acción
para las mujeres. Y de eso quiero hablar, damas; quiero hablar sobre su género.
Ustedes
son trabajadoras de luz; eso significa que casi todas tienen una falta de
autoestima; eso simplemente viene con el territorio. Y a veces, debido a su
género, se pone peor a causa de esta sociedad en que viven. De modo que tienen
dos factores en su contra para sentir la absoluta legitimación que tienen como
mujeres lemurianas. Porque en esta sociedad en que viven ahora mismo, es
diferente. Entonces lo que quiero hacer es volverlo no diferente, en sus
mentes, ahora mismo.
Algunas
de ustedes oyeron las canalizaciones y me oyeron decir que yo no le participo
estas cosas a mi socio; él no está oyendo, porque él está en un cuerpo
masculino, y esto es para ustedes. Dije: no permitan que la voz de varón las
engañe, porque Kryon no es masculino ni femenino; Dios no tiene género, pero
Dios tiene compasión. Y ese es el atributo de su género: están en el lugar
correcto para oir esto. Digo que mi socio respeta el género, y yo también,
hasta el punto en que él no es capaz de oir esta canalización como lo hace
normalmente; la tendrá que oir más tarde, como cualquier otro. Eso es respeto,
pero es más que eso. Ustedes tienen derecho a eso; tienen derecho a tener la
energía y la profundidad del género que tienen, porque es muy especial.
Quiero
hablar sobre la relación entre los hombres de la aldea y las mujeres en
Lemuria. ¡Es tan diferente! ¡Es tan diferente de todo lo que hay hoy! Parte de
lo que enseñamos es una recuperación tal
vez del respeto por el género que ustedes son, para que vean lo que es lo
femenino y tomen una respiración y sepan que era muy especial.
Ustedes
saben, la tradición que ustedes tienen, cuando un hombre se declara a una mujer
- piensen en eso - se arrodilla (se ríe)
y es la única vez que hace eso en su vida (se
ríe más). ¿De dónde vino eso? ¿De dónde vino? Y ustedes dirán, "Bueno,
yo lo investigué, y se hacía aquí, y se hacía allá, y hay una tradición de esto
y aquello..." ¿De dónde vino esa tradición? ¿Por qué, cuando un hombre
quiere proponer matrimonio a una mujer, desciende a arrodillarse, dobla la
rodilla, como solían decir, ante su género? (se ríe). Acabo de decirlo;
es por respeto, es tradición en la humanidad, empezó en Lemuria. Se arrodilla y
le dice a la mujer: ¿Te unirías a mí para una aventura juntos? Y el hombre está
de rodillas y se espera que la mujer responda. Quiero que sostengan eso por un
momento, porque eso es un pedazo de la energía que los hombres tenían para las
mujeres en Lemuria.
Ustedes
han oído la expresión "quienes se sienten con derecho" y tal vez ha
llegado a un lugar donde no es una buena expresión, "Bueno, no quiero
acercarme a esa persona porque se siente con derecho" (se ríe). Déjenme decirles algo: ustedes tienen derecho. Su
femineidad, su género, es la que enseña a la humanidad sobre Dios. Es la que
cría a los hijos con la compasión que tienen. Los hombres no podían hacer
ninguna de las dos cosas, y ellos lo sabían. ¡Lo sabían! De modo que cuando
ellos miraban a las mujeres como compañeras en su vida, había un enamoramiento
por parte de ellos. Seguro que había diferencias de opinión, seguro en la vida
había ocasiones en que discutían, pero al final, queridos, - les doy otra
tradición, que se perdió - el hombre se arrodillaba y decía
"Perdóname". "¡Perdóname, por hacerte llorar! ¡Perdóname por
haber sido menos que lo que debiera!" Porque los hombres sabían quiénes
eran ustedes. Quiero que retengan eso.
No
quiero que piensen "Oh, y ¿a dónde se fue todo eso? ¡Ay de mí! Quisiera
que fuera así hoy." Quiero que ustedes recuerden esto, porque es quién ustedes son. Eso es
quién ustedes son hoy, nunca cambió. Lo que cambió fue la sociedad a su
alrededor. Yo les garantizo que si están en una relación correcta, el hombre
sabe quiénes son. Tal vez la tradición de arrodillarse ha cambiado, pero él
sabe quién es la mujer, y será el primero en decir: "Tú traes a nuestra
asociación cosas que yo nunca pude."
Mujeres:
eso es lo que hacían en Lemuria; yo quería que lo supieran. No es solamente que
lo de hoy fuera lo de entonces, no es así; ¡había una consciencia diferente
entre los géneros! Mujeres, ustedes respetaban a los hombres porque ellos
salían todos los días, arriesgando su vida, para traerles el alimento; ¡a
menudo lo cocinaban para ustedes! (se ríe).
Eso es diferente. Para alguien afín a la mujer y a quién era ella para el
hombre, él conocía el protocolo. Y había mucho arrodillarse que tenía lugar
entre un hombre y una mujer: respeto; no tradición. Quiero que asuman eso, que recuerden eso, que
lo sientan; eso es quiénes son ustedes. ¡Es por eso que existe una Hermandad
Femenina! Para recuperar y recordar esta clase de cosas que eran diferentes.
"Kryon,
¿alguna vez habrá un retorno a esto?" Y la respuesta es no. Pero sí
llegará un tiempo en que haya mucho más respeto - ¡respeto! - por el género que
lo que hay ahora, por las razones que acabo de darles. Entender las diferencias
entre los géneros, y la compasión y la paciencia, y la divinidad, y la
enseñanza, y las capacidades, por ser una mujer.
Mi
socio no puede oírme decir esto; es solo para nosotros (se ríe) y es bueno. ¡Es bueno! Quiero que recuerden eso: esto es
bueno.
Váyanse
de este lugar cambiadas; con autoestima.
Y
así es.
Kryon
Transcripción
y traducción: M. Cristina Cáffaro