10 junio 2019

Encontrar la Paz - Parte 2 - Kryon


Canalización de Kryon por Lee Carroll
Islas Azores, Portugal, 21de mayo de 2019
7 - Encontrar la Paz - Parte 2
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Esta es la canalización número 7, aún llegando a ustedes desde las bellas islas Azores, y el grupo está en otro parque hermoso. Ocasionalmente cae una ligera lluvia y el viento a veces es fuerte (se puede oir el viento entrando en el micrófono), pero esta es Gaia en su apogeo, queridos, y los que están en este tour lo ven. Va y viene de manera tan hermosa.  Podrían sentarse aquí por largo tiempo, y no envejece. Hemos hablado de la serenidad que hay aquí y que algunos han sentido en estos días, ustedes se están acostumbrando y empiezan a darse cuenta de que este planeta tiene lugares que les hablan. Este es uno de ellos.
Quiero hablar más sobre la paz. Esta canalización en particular se acompaña con la canalización número cinco, aun cuando esta es la número 7. Esta es la manera no lineal de las cosas, de la que yo hablo. En esta enseñanza voy a presentarles algunos conceptos muy elevados, conceptos en los que este planeta no está participando real y verdaderamente en este momento, pero son conceptos que ahora ustedes están abordando y empezando a entender.
Antes de siquiera empezar, les pregunto: ¿Cuál es su opinión: la naturaleza humana es estática o cambiante? Si le preguntan a los psicólogos, le preguntan a los del pasado, ellos dirán que la naturaleza humana siempre será la misma. Y esta es la diferencia entre la energía vieja y la nueva, y la energía que está ahora en la era o dispensación de la compasión. Ustedes realmente movieron lo que es su estado de consciencia como planeta.
Nuevamente les digo que hay historiadores que les dirán que están muy atrasados en armar una nueva guerra; ellos miran hacia atrás y ven la consciencia del planeta en ciclos, y cuentan los ciclos por las guerras. Les he dicho antes que esto está cambiando dramáticamente; de pronto hay consenso en todo el  planeta que no quiere  estas cosas. El consenso de los pueblos está haciendo su camino hacia los líderes, una nueva naturaleza humana está empezando verdaderamente a desarrollarse. Los que lo pueden ver primero son los que ofrecen los temas de sus shows de televisión. Empiezan a cambiar lo que hacen, en muchas áreas está volviéndose más suave. Esto se debe a un deseo de cambiar en lo que la gente quiere ver. Está sucediendo.
Queridos, la energía está bien definida por la Física. Hay muchas leyes de la energía y hasta ahora ninguna de ellas se ha aplicado a la consciencia misma. Pero en la última década la consciencia se ha visto y se ha probado  como parte de la energía. Eso cambia todo. Porque si la consciencia es energía, algo de la Física de la energía tiene que pertenecer a la consciencia. Una de esas reglas es que la energía no puede ser destruida ni creada; solo puede cambiar. Y la energía de la naturaleza humana es un estado de consciencia - y está empezando a cambiar.
La primera ley de la termodinámica entra a jugar. Cuando una persona fallece, todos han mirado eso y han dicho que es el final, pero ahora la ciencia está diciendo "No, no lo es." Porque ahora la consciencia es energía; por lo tanto la energía tiene que ir a algún lado. Es la primera vez en la historia que los científicos han decidido que existe un alma. El alma es la consciencia y de algún modo retorna al universo. Les digo estas cosas para que entiendan lo que viene.
Algunos han dicho "Kryon, no quiero que hables de ciencia; quiero que hables del amor, sobre el esoterismo que yo tanto he estudiado, que tanto amo"  Yo estoy diciéndoles esto: el Creador del Universo es el gran Físico. El Creador del Universo, que vive en ustedes, es el creador del planeta. La misma tierra sobre la cual caminan tiene un sistema, y ustedes son parte de él; ustedes no pueden separarse de estas cosas. Si lo hacen, flotan sobre todas ellas, de una manera que no ayuda en nada al planeta.
Hemos hablado de la paz. Hemos hablado de ir al muro, como decimos. ¿Cómo tener paz en su vida? Hablamos de algunas cosas que en ese momento parecieron graciosas, en la canalización número 5. Estacionar el coche y pelar la cebolla, dijimos. Y eso significa que se detienen, que paran todo, que dejan de ir de A a B, dejan de pensar en lo que están haciendo, y simplemente son. Y en muchos lugares del planeta eso se llama meditación, ya hay muchos meditadores que se reúnen durante horas. En algunas culturas, eso es lo básico que hacen: meditan. Pelar la cebolla fue una descripción de quitar todos los sesgos o lo que tal vez les han dicho que es lo correcto y lo que no. De ser tolerantes con lo que ven a su alrededor. De cambiar su opinión sobre lo que otros les dijeron sobre cierta persona o cierto sistema de creencia. La capacidad de ver a Dios en todas las cosas y en toda persona, no importa en qué cree ni cómo actúa.
Hablamos de ir a ese muro, queridos, y qué significaba eso: que ustedes meditan, meditan y meditan y encuentran la paz. Todo meditador sabe cómo se siente eso, cuánto tiempo requiere. Y ustedes van allí y la beben; por eso están allí (se ríe). Siguen volviendo por más, y la beben. Y uso la palabra beber porque así es como ustedes la ven; están viendo la paz como un recurso, como verían el agua.  Están sedientos de paz, y entonces van a este lugar y meditan y meditan y se la beben. El muro, sin embargo, es el hecho de que ustedes nunca van más allá. Ustedes no tienen el concepto de tomar la paz y cargarla sobre sí mismos y luego irse con ella. Cuando ustedes van al lugar donde comen el alimento para sustentarse, el maravilloso café o restaurante, no está en su consciencia llevarse toda la comida e irse con ella de vuelta. La consumen para la máquina que es la linealidad de su cuerpo. Así es como han tratado a la paz. Y empezamos con la paz porque ella tiene que ser el comienzo para el trabajador de luz o para cualquiera que esté volviéndose más iluminado en el planeta. Ser capaz de tenerla y no ser consumido por los dramas a su alrededor, sea lo que sea que ven.  Eso conduce, queridos, a los otros, a la compasión, al perdón. La paz es lo primero.
Pero ustedes la linealizan. Van, se sientan en ella, la beben, y se van. Y van otra vez, y otra vez, y otra vez. Las culturas han sido consumidas por esto, porque esa bebida de la paz es bellísima, y a ustedes les encanta. Y parece resolver los problemas en sus vidas. Pero que beban la paz para sí mismos ¿resuelve los problemas en las vidas de otros?  Y la respuesta es: no realmente.  Pueden convocar a una conferencia de paz y crear coherencia juntos y por un momento o dos pueden cambiar el área, incluso pueden cambiar el clima. La consciencia es energía; pueden hacer eso. Pero, queridos, no se lo llevan a casa. Les voy a dar el comienzo de la respuesta. No es tanto un proceso, sino más bien un concepto. Cómo perciben esto es lo importante. ¿Comprenden lo que les estoy diciendo? Deben ir a este lugar mágico donde encuentran la paz y en lugar de pegar contra el muro, tienen que convertirse en el muro. Ese concepto es notablemente elevado; la mayoría ni siquiera entiende qué quiero decir con "convertirse en el muro". Imaginen que ese muro contra el que chocan está lleno de bella energía y parte de esa energía es paz. Imaginen que ese muro es algo que pueden picar, tal vez tomar una herramienta y llenar sus valijas con algo de la pared, y se lo llevan a casa. Eso es un concepto lineal, pero es lo mejor que tenemos para explicarles un proceso hermoso no lineal llamado "convertirse en la paz". El resultado de esto, cuando lo llevan a casa, es que ese lugar al que llegan cuando meditan se convierte en ustedes todo el tiempo; o al menos la mayor parte del tiempo. Incluso afecta sus sueños cuando duermen. En cada hora de su vigilia ven las cosas de modo diferente porque han llevado a casa un pedazo del muro.
Ese muro se ha llamado "el velo"; suele separar la consciencia humana de la consciencia sagrada. A menudo tienen que recurrir a un ser humano entrenado para que los lleve entre esos estados, y no se necesita, no en esta energía. Ustedes tienen las herramientas dentro de sí, en la magnificencia que son, para ir a ese muro y llevar un pedazo a casa.
¿Cómo se hace?  Tiene que ver con la creencia. Hemos dicho esto antes; la primera cosa que deben hacer es reconocerlo (N.T. en inglés cognize) Ahora bien, reconocer es una palabra que significa que ustedes lo asumen como verdadero; es verdadero. Reconocen la gravedad; si alguien les preguntara si creen en la gravedad, ustedes se reirían, tal vez dejarían caer alguna cosa y se reirían aún más. La gravedad no es cuestión de fe; y sin embargo es invisible; creen en ella porque la ven todo el tiempo. La han reconocido.  Tienen que reconocer esta idea de que la paz puede ir a casa con ustedes.
Y luego empiezan; cuando están en ese estado se vuelven multidimensionales, y todo meditador sabe esto; es una sensación que no se puede simular que se tiene; uno sabe cuando la tiene. Y es su consciencia que se extiende casi al infinito y ustedes lo sienten. Esa es la paz que beben, ese es el muro. En ese momento, queridos, empiezan a reconocer que esto puede ser ustedes; empiezan a verlo y aquí es donde empiezan las afirmaciones. Se han creado afirmaciones para que esa consciencia que tienen que es multidimensional pueda empezar a aplicarse al cerebro, que es lógico.
Los científicos discutirán de dónde viene la sacralidad de la intuición y de la creatividad. Yo les he dicho que es la triada del corazón, el cerebro y la pineal. Deben entender que están usando todas las partes, no solo su lógica. No pueden intelectualizar esto; nunca, porque esa es una función cerebral de las sinapsis, y este es un concepto del corazón que luego tiene que ser entrenado en el cerebro. La respuesta es: afirmaciones.
Lo primero que les pediría que hagan al ir a ese lugar: pueden decir para sí mismos, en voz alta o interiormente "Yo soy paz. Tengo paz. Llevaré la paz de este lugar y se convierte en mí. Afirmo que no me voy solo de este lugar, sino que llevo conmigo algo que está más allá de lo que tenía antes". Ustedes crean sus propias afirmaciones, que funcionen para ustedes, y las dicen cada vez que llegan allí a ese muro. Recuerden las otras palabras con P que les dimos: persistencia - significa práctica. Y la otra palabra - todas estas palabras con P que dimos son importantes - la otra palabra: paciencia. Esto no va a suceder automáticamente. Están tomado un concepto multidimensional y empezando a trabajarlo de forma lineal; queridos, eso es difícil. Pero estoy frente a quienes sentirán de qué estoy hablando.
¿Cómo definen al amor? ¿Es con el cerebro? ¿Lo pueden definir? ¿Cómo definen la intuición - o la creatividad?  No pueden. Estas son cosas multidimensionales, tal como encontrar la paz.
Ahora mismo, aquí sentados, estamos por terminar este mensaje pero no sin antes, en todos los lenguajes aquí presentes, decir las palabras "Yo soy la paz". Hagámoslo juntos ahora mismo. Yo soy la paz (se oye multitud de voces). Otra vez: Yo soy la paz.
¿Pueden sentir, en su  yo  intuitivo, como funciona esto con su cerebro y su emoción? Digámoslo otra vez (todos juntos:) Yo soy la paz. Algunos de ustedes sentirán escalofríos, porque están en un lugar pacífico, ejercitando llegar al muro, ahora mismo. Si ustedes son serios en cuanto a este ejercicio van a cambiar su vida, queridos.
Alguno va a preguntar "¿Es este el ejercicio para la compasión?" Y la respuesta es no (se ríe). Primero deben tener la paz. La compasión debe ser practicada en el mundo real, en ese coche que tuvieron que estacionar. La compasión no está cuando se detienen; la compasión es acción compasiva mientras están en ese vehículo con que van de A a B; es algo que hacen en el mundo real - con paz.
Espero que esto los haya llevado más cerca de entender el muro y la nueva herramienta en esta nueva energía. La luz realmente está apareciendo, queridos, para un mundo oscuro. Es un buen lugar este al que el grupo ha venido conmigo para sentir esto, la realidad de esto. Cuando abren los ojos, solo hay belleza. Solo cosas pacíficas para mirar.
Que puedan recordar estos momentos.
Y así es.
Kryon
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro