Canalización de Kryon
por Lee Carroll
Tour Épico de Egipto, 4 a 24 de abril de 2019
12 - Nilo Superior - Estamos
incluidos
Saludos,
queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Quiero
pedirles que permanezcan en este estado de quietud. Quiero darles algunas
visualizaciones. Esta es una canalización meditativa que hace preguntas. No
estaré enseñando mucho. Esto se trata de la consciencia de ustedes respondiendo
a preguntas sobre los escenarios que voy
a presentar.
La
linealidad de la consciencia de la humanidad es bastante normal. Sin embargo,
lo que hace a veces es crear una idea excluyente de cosas que no necesariamente
son excluyentes. El Creador del Universo, el que es Dios, que es amor, que ha
sido visto por casi todas las culturas del planeta, no es lineal: es inclusivo.
Sin embargo tú, como ser humano, incluso al crecer, desde niño, estás expuesto
a un sistema excluyente de jerarquías. Inmediatamente están la madre y el
padre, y ves quién está a cargo de la familia, quién está a cargo de tu madre,
de tu padre. Y a medida que creces vas entendiendo una jerarquía de
importancia: los que son importantes, los que no lo son; los que tienen dinero,
los que no lo tienen; quién tiene el poder, en cada cultura. Observas a tu
gobierno establecer las políticas - o la realeza - y ves quién es poderoso y
quién no, y captas la idea de un sistema excluyente: si no tienes poder estás
excluido. Y así son las cosas.
Pero
luego lo aplicas a la espiritualidad, y siempre lo haces. Y siempre ha sido así
porque ese es el modelo que tienes. Ven conmigo por un momento en algunas
visualizaciones suaves; solo por un momento.
Retrocedan
en el tiempo, están en Perú, y el hombre Inca, que puede estar en la cima de
una montaña o no, dice que él brilla como el sol. Tiene una alianza con Dios,
dice, tanto así que los que lo siguen tienen su nombre, se llaman Incas. Está
siempre rodeado de sus sacerdotes. Tal vez brilla como el sol porque lleva
puesto tanto oro (se ríe). Pero a
todo lo que dice y todo lo que hace, sus sacerdotes le hacen eco, y luego se lo
dicen a los sub-sacerdotes, y estos a los de más abajo, hasta que finalmente lo
que sea que él diga que sigue, o lo que diga que se debe hacer, cualquiera sea
su mensaje, se filtra hacia abajo a las personas comunes. Y ellos lo oyen, sea
lo que sea que dijo Dios, ellos lo oyen. Lo oyen de quienes son capaces de
decírselo.
Pregunta
para ustedes: ¿están ellos excluidos del amor de Dios, o están incluidos? Y si
se lo preguntan, ellos están excluidos, porque eso es lo que aprenden. De modo
que, como ven, ustedes se convierten en los hábitos del modelo que se les
presenta. De modo que el sistema excluyente, hasta de Dios, era muy habitual
entonces - por supuesto, tiempos
antiguos - y ahora son tiempos modernos.
Hoy
ustedes han aprendido que el Faraón hace más o menos lo mismo: habla con Amón
Ra, y lo que sea que él dice, lo que se comunica, es para él. Él es el único.
Al dejar el templo, arrodillándose, retrocediendo, como es la tradición en
muchas culturas, luego habla a sus sacerdotes sobre lo que Dios tiene para
decir. Y ellos se lo dicen a los que están por debajo, y estos lo transmiten a
los de más abajo, y finalmente los que están en el patio reciben el mensaje.
Pregunta
para ustedes: ¿hay realmente una conexión con los que están en el patio
escuchando, o no? ¿Es excluyente o están incluidos en el amor del Creador? Si
ustedes establecieran un sistema de amor y compasión, ¿cómo lo harían?
¿Crearían un sistema excluyente y hablarían solo con uno o dos? Y como Dios,
¿examinarían su linaje? Y dirían, "Solo hablaré con estos, y el resto de
las almas están por sí solas." Esta es una pregunta para ustedes, ¿cómo lo
harían?
Ahora
se pone más dificultoso. Tienen al Maya en su templo; visualicen esto conmigo.
Es un día especial, y él lo ha establecido. Él le dice a su pueblo que él está
tan cerca de Dios que puede realmente bloquear el sol. ¡Y lo hace! Verán, los
mayas tenían observatorios, son conocidos por eso, hasta podían ver las manchas
solares. Sabían de la precesión de los equinoccios, estudiaban estas cosas,
sabían cuándo eran los eclipses. Pero la gente común no lo sabía. De modo que se podría decir que ese rey, ese líder maya, engañó a su pueblo porque sabía
cómo funcionaba la astronomía, y entonces él había incorporado eso en sus vidas
como sistema de creencia espiritual, y entonces lo reverenciaban aún más.
Él
ciertamente los ha excluido de saber del Todopoderoso, del amor de Dios, y hasta
de la astronomía. Queridos, es el comienzo de un sistema excluyente, que algún
día no permitirá a los seres humanos comunes ni siquiera leer las escrituras en
el idioma en que fueron escritas. Por supuesto, eso era en tiempos antiguos, y
esto es ahora.
En
el Vaticano hay un lugar con una silla, y el hombre de blanco llamado la Santa
Sede es excluyente, porque él es el único que puede sentarse en esa silla que
es específicamente para él. Tiene un nombre, se llama la Cátedra de San Pedro.
Y lo que él diga desde allí, queridos, los que lo rodean escuchan
cuidadosamente, porque de pronto sucede algo llamado "ex cathedra".
Eso significa que la Santa Sede, el Papa, recibe información directa de Dios a
él - y solo a él. Y en ese momento, él está conectado. Dicho sea de paso, yo
llamo a eso canalizar.
Y
luego él les dice a los sacerdotes, los cardenales, los obispos, que lo
transmitan a los comunes para tal vez reescribir algunas de las leyes o cambiar
esto o aquello. Pregunta para ustedes; él está a cargo de mil millones de
católicos. Si ustedes están en casa y oyen sobre lo sucedido, y sobre qué tenía
Dios para decir, esta es la pregunta: ¿están realmente excluidos a tal grado?
¿O están incluidos en el amor de Dios? Desde las mentes limitadas y las
consciencias de los seres humanos, si ustedes fueran el Creador, ¿lo
establecerían así? Si hubieran puesto el alma del hombre en cada ser humano, en
el momento correcto y el lugar correcto,
¿los excluirían a todos?
Queridos,
les diré que hay hábitos de conducta excluyente porque ese es el modelo desde
que han nacido, y va directo a lo que es espiritual, y eso, queridos, fue ayer. Todavía está aquí,
todavía existe.
Pero
hay algunas cosas, quiero mostrarles algo más que quiero que visualicen, y va a
ser significativo para muchos presentes. Déjenme llevarlos a otro lugar. Unos
treinta años después de la muerte de un hombre llamado Jesús, según informaron
los que estuvieron en la crucifixión; quiero que visiten a este hombre, bajo
una tenue luz en lo que hoy ustedes dirían que es la celda en una cárcel. El
hombre no está desanimado; siempre conserva sus papeles consigo, y está allí
sentado, escribe como puede a la luz de una vela. Nació con el nombre de Saulo, pero algo le pasó a Saulo.
Él se dio cuenta de que no estaba excluido cuando algo le sucedió en camino a
Damasco. Algunos dicen que se encontró con un ángel, otros dicen que fue con
Cristo mismo, pero eso lo cambió para siempre, porque se volvió incluido. Y se
dio cuenta de que el modelo tal vez no es el modelo que aún hoy está en su
propia religión, y escribió sobre el amor de Dios, en su celda, a la luz de las
velas.
Y
fue tan poderoso lo que escribió, sobre cuán personal e inclusivo fue a través
de su profeta, que lo que él escribió se convirtió en capítulo tras capítulo en
lo que ahora se llaman las Sagradas Escrituras para Cristianos. ¿Cómo llaman a
eso, de llevar la biblia y decir que es la palabra de Dios cuando mucho es la
palabra de Pablo, el apóstol? A eso yo lo llamo canalizar.
Como
ven, hay puntos de brillo y entendimiento que empiezan a ocurrir a la humanidad
a lo largo del camino, que dicen "Sí, tal vez estoy incluido." ¿Qué
piensan ustedes? ¿Cómo lo harían?
Quiero
cerrar con esto; es personal. Es personal porque a mi socio le sucedió algo. Y
lo que le sucedió a él le sucedió a su compañera, la que llaman Monika. Y le
sucedió incluso a algunos que están en este crucero por el sur de Egipto.
En
India hubo oportunidad de conocer a un líder mundial. Lo llaman Primer Ministro
de su país, pero él lleva consigo mucho más que eso. Es reverenciado por muchos
en todo el mundo, y es más popular que cualquier otro líder espiritual. Y su
nombre es su linaje: es el Dalai Lama. Y el pequeño grupo que estuvo allí,
incluyendo a mi socio y su compañera, pudieron encontrarse con él en la mañana,
por unos breves momentos. Mi socio no sabía qué iba a suceder pero le habían
dicho sobre el protocolo; le dijeron que si iba a estar con un líder espiritual
que tiene este estatus, debía hacer esto y aquello, y recibió un pequeño paño
blanco que debía presentar al Dalai Lama de cierta manera, quien tomaría el
paño y haría algo, y así era el protocolo y lo que decían los budistas. De modo
que él estaba preparado.
Y
entonces apareció el hombre; mi socio nunca olvidará ese momento, y tampoco su
compañera o los que estaban presentes. Subió los escalones y miró directamente
a los ojos del hombre sentado en la silla en este momento, y no cumplió nada
del protocolo. Con gran sorpresa para mi socio y su compañera, no hizo nada de
eso; en cambio le tomó la mano a él y a su compañera, los miró a los ojos y
dijo cuatro palabras. Dijo: "Yo creo en la unidad". Y queridos, en
ese momento, en ese momento mi socio supo lo que le estaba diciendo; supo que
estaba incluido.
La
unidad no es excluyente; la unidad es el mensaje del día; para algunos es un
mensaje muy antiguo, para otros es nuevo. Dios conoce sus nombres. Pero la
pregunta del día, para ustedes: ¿están ustedes incluidos? ¿O no? Quiero que
reflexionen sobre eso. Yo sé la
respuesta.
Y
así es.
Kryon
Transcripción
y traducción: M. Cristina Cáffaro