Canalización de Kryon
por Lee Carroll ante la
Hermandad Femenina Lemuriana (62)
Asheville, Carolina
del Norte, 25 de marzo de 2019
Que se Inicie el Programa
Saludos,
queridas damas, queridas hermanas de las estrellas; Yo Soy Kryon del Servicio
Magnético.
Desde
hace algunos años, me presento a esta reunión con un breve mensaje. Este
mensaje sigue a lo que ya hemos dado. En este día, hace unos momentos, se dio
un mensaje sobre el mejoramiento del alma, una explicación de lo que llaman
walk-in y también información sobre la experiencia cercana a la muerte. Quiero
extender ese mensaje. Es un mensaje para mujeres.
Queridas,
yo honro al género. Algunas de ustedes no saben esto: mi socio no está
escuchando; tendrá que escucharlo más tarde. Esto es en honor del género. Kryon
no tiene género; no se dejen engañar por la voz.
Yo
sé sobre ustedes; hay muchas sentadas aquí ahora mismo. Están haciendo,
activamente, una pregunta, y esa pregunta sería "¿Estoy relacionada con
esto?" Tal vez vienen para averiguar si están relacionadas con esto, y
esto es la idea de que ustedes podrían haber sido mujeres en Lemuria. Si ese
fuera el caso, habrían estado expuestas a las Madres de las Estrellas. Si ese
fuera el caso, solo hay un pequeño elemento de humanismo que existiría hoy si
hubieran tenido esa experiencia. Y si fue así, ¿por qué tendrían que preguntar
si fue real, o si fueron una de ellas? o ¿Me pasó a mí? ¿No les parece que estaría grabado en su
memoria akáshica en tal medida que ustedes hubieran buscado esta reunión, para
oír más al respecto, y quiénes fueron, y tener recuerdos? Y sin embargo hasta
este momento se oculta debido al libre albedrío; aun cuando hayan recibido
enseñanzas profundas, y tomado maravillosas decisiones en esos antiguos días de
la humanidad, no lo recordarían. Porque el akash todavía no es tan fuerte,
todavía están en un muy bajo porcentaje de evolución de la humanidad, en que la
recordación akáshica todavía no lleva automáticamente cosas bellas y sagradas
hacia la vida siguiente, como lo hará algún día. No lo hace.
Y
sin embargo, aquí aparece la información desde la Hermandad Femenina, desde
Mele´ha, desde Kryon, sobre todas las cosas que podrían haber sucedido. Y
ustedes todavía se preguntan: "¿Fui yo? ¿Estuve ahí?"
Cuando
hablamos de la experiencia cercana a la muerte, les contamos algo que nunca
habíamos revelado antes. El cerebro, el corazón, la pineal, todos juntos, la
triada, contienen ciertos programas. Esos programas tienen el propósito de
darles percepción conciente en el momento adecuado. No puede ser solo el
cerebro; el cerebro es una computadora. No puede ser solo el corazón. Pero
cuando se completa la triada agregando la pineal, obtienen algo mágico. La
magia de la que hablo es la activación multidimensional. ¿Sabían que la mayoría
de sus pensamientos intuitivos provienen de la pineal? En combinación con el
corazón; no muchos de ellos con el cerebro. El cerebro es un instrumento de la
lógica; la intuición no es lógica. La intuición es un sentimiento, sensorio de
energía, e incluye la atemporalidad, porque la intuición no solo les dice qué
debieran sentir, sino qué es lo que vendrá.
Entonces
está muy involucrada en un programa para lo que es una experiencia cercana a la
muerte, y ya les dije qué era el programa; es una válvula de seguridad, es una
revelación de la verdad, para que no empieces entonces a temer a la muerte. Y
dijimos antes que cuando el cuerpo empieza a hacer su clausura y cree que está
entrando en la muerte, el programa se activa. Es benévolo; es hermoso; muestra la verdad en ese último momento
posible en que piensa que estás muriendo. No sabe qué vas a hacer seguidamente;
no sabe si vas a morir o no, pero el programa se inicia. Y el programa te
muestra la luz y el túnel, y la benevolencia, y sientes el amor de Dios, y no
tienes miedo.
Es
un programa de la verdad de que la muerte no tiene aguijón; un programa que fue
dado a todos los humanos para que en esos últimos momentos no tengan miedo ni
terror a la muerte. Incluso el ateo tiene ese programa, queridas.
Ahora
que saben eso, ¿alguna vez se preguntaron si habrá otros programas? (se ríe) Y la respuesta es sí. Quien haya
tenido una experiencia espiritual en cualquier sistema de creencia, cambiando
de la noche a la mañana, y descubre el amor de Dios en su corazón, ya sea que involucre
a un profeta o no, ha tenido un programa funcionando. Un programa que dice
"Estás preparado, porque viste y pediste, y ahora tienes la luz que no
tuviste antes, y se queda contigo y cambias para siempre". Pueden llamarlo
como quieran, pero cuando tienen un cambio de vida en un solo día, cuando
tienen un "ajá" que les muestra cosas que antes no conocían, que
antes no esperaban, que van directo a su corazón, eso es un programa. Es un programa que han
pedido porque estaban preparados, y casi siempre es revelador, y la revelación
que reciben en estos tipos de programas será la verdad sobre su magnificencia,
y cambian para siempre.
Y
ustedes lo han visto, queridas. No solo en sistemas espirituales; tal vez incluso
en sí mismas. Un despertar que hasta las puede traer a esta reunión, pero se sientan allí y se preguntan sobre esa
cosa lemuriana, ¿no?
Hay
un programa, queridas, con propósito de despertar a la mujer lemuriana. Nunca
hablamos de ello. Pero una vez tras otra, una canalización tras otra, les dijimos
que estuvieron allí, para preguntar, para sentir, y así ahora mismo invitamos al programa a funcionar.
Hay
muchas dudas sobre sí mismas que detendrán el programa; eso depende de ustedes;
es libre albedrío. ¿Soy o no soy una mujer lemuriana, en Lemuria en aquella
época? Y luego levantan la mano y dicen "Bueno, estoy esperando." Y
el subconsciente va a decir, ¡Nah! Y el programa no se iniciará. Tienen que
estar en la posición más neutral y amorosa, de aceptación y sin prejuicios,
para hacer que el programa se inicie, y diga "Claro que estuviste allí. Y
es por eso que la sincronicidad te trae a esta silla. ¿Qué otra razón te habría
traído a presentarte aquí y sentarte, qué te habría dado recursos para estar aquí
sentada?" Y todavía te preguntas: ¿Estuve allí o no estuve? Toda la
sincronicidad te trajo a esa silla para oír la verdad, y todavía te preguntas.
Querida,
eso se debe a la enseñanza "du jour" (se ríe), La enseñanza del día no necesariamente va a apoyar una
verdad tan bizarra que dice "Tú fuiste una de las que comenzaron, y una
Madre de las Estrellas se sentó frente a ti, y pudiste oir sus palabras y sus
cantos dándote la verdad de Dios, en el comienzo de la enseñanza central que tú
algún día serías capaz de comunicar y repetir a otros a tu alrededor, tal vez
incluso a tus hijos".
Permite
que el programa funcione; te dará escalofríos de alegría y recordación. Permite
que el programa funcione, dirá que sí. Porque si el programa funciona
adecuadamente, nunca serás la misma. Te irás de este lugar sabiendo no solo que
eres un ser humano magnífico, sino que se ha completado el círculo. El lugar en
que estuviste allí y entonces, es el lugar que hace eco del que estás ahora, y
las palabras de Mele´ha serán hoy las mismas que eran entonces, tratando de
realzar tu creencia de quién eres, y eso se derrama en la sociedad, queridas.
Piénsenlo. Si tienen estas enseñanzas, empezarán a aplicarlas, y se mostrará en
su personalidad.
Algunas
van a decir "Bueno, qué lindo, pero estoy un poco demasiado vieja para un
cambio como ese" (se ríe) ¿De
veras? Queridas, les diré algo que necesitan oir: el despertar de hoy es para
su vida siguiente, y la otra, y la otra, y la otra. No se confundan aquí con la
edad; este despertar es permanente, no necesitan pasar por esto otra vez. Cuando
lleguen la próxima vez, llegarán funcionando con este programa. "Estoy
aquí con un propósito, tengo cosas que hacer, sé verdades centrales".
Algunas de ustedes enseñarán a sus padres cuando lleguen. Ellos no sabrán qué
hacer con eso (se ríe). Así de
profunda es la enseñanza aquí, y estar en una Hermandad que celebra algo como el
comienzo de la humanidad y la enseñanza central del Creador.
Permite
que el programa funcione, disfrútalo, canta, y sabe que tú eres la cosa real (se ríe).
Y
así es.
Kryon
Transcripción
y traducción: M. Cristina Cáffaro