Canalización de Kryon
por Lee Carroll ante la
Hermandad Femenina
Lemuriana (59)
San José, California,
2 de febrero de 2019
Saludos,
queridas hermanas de las Estrellas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Mi
socio se aparta. En estos pocos momentos me gustaría darles un desafío; me
gustaría recordarles un poco más sobre la elegancia de dónde proceden, y tal
vez de por qué se sientan aquí, incluso hoy. Es más que una reunión de mujeres;
es más que una reunión en la que tienen algo en común, como quienes han pasado
por el entrenamiento. Más que eso. Es una clase.
Y he
aquí lo que quiero decirles. Hoy en una canalización más temprano hablamos de
separatismo, de unidad. Tomemos estas palabras y pongámoslas en sus vidas, tal
vez en el entrenamiento para ser chamanas. Algunas de ustedes tuvieron una
bella experiencia de criar hijos; no hay nada igual, nada en el mundo. La
belleza de mirar a los ojos a un bebé y verlo crecer y lentamente llegar a
comprender lo que ustedes le dicen, y luego oírlo en bellos símbolos tratar de
repetir lo que le dicen, mientras lo miran a los ojos; no hay nada como eso. La
alegría de la maternidad.
Quiero
que piensen en eso por un momento, cuando le cantan al niño para que se duerma,
o le dicen "Está bien, todo está bien." Tal vez en medio de la noche
hubo truenos, u otros ruidos, y siempre lo reconforta su mamá, siempre. Y
crecen esperando eso, incluso cuando ya son jóvenes, no más bebés; entran
corriendo a la casa cuando las necesitan, con lágrimas corriendo por su cara
porque algo ha pasado, algo pequeño en el mundo pero grande para ellos. Ustedes
los abrazan, y todo está bien. Ustedes calman su corazón, porque ustedes son su
mamá.
Ahora
quiero que pasen la página, como suele decir mi socio, para otro paradigma. El
chamán, la chamana mujer, tiene que ser capaz de hacer eso con los adultos,
tanto hombres como mujeres, que acuden con problemas y tristezas, y ustedes han
de ser capaces de abrazarlos y contenerlos y decir "Todo va a estar
bien" y hacerles sentir el amor y la compasión que proviene solo del
entrenamiento, de quién es la chamana y cómo lo hace.
Queridas,
ustedes han sido entrenadas en eso; esta es la Hermandad Femenina Lemuriana, y
en su akash está el recuerdo de ese entrenamiento. Más que psicología, hay una
creencia de tener una energía de sabiduría suficiente para moderar cualquier
situación. Imaginen consolar a una madre cuyo niño está enfermo. Ella está
tensa de preocupación; no ha venido por la magia que ustedes podrían tener, o
las soluciones, o las hierbas, no; acude para que le digan que todo va a estar
bien. Y después que lo hacen, ella sale de ese lugar diferente debido a lo que
ustedes fueron capaces de impartir, tal como lo hacían con el bebé, igual que
lo hacían entonces.
¿Cómo
haces eso cuando dentro de ti hay separatismo? Y el separatismo del que hablo
ahora no se trata de actitudes impropias. Se llama "mata a tus propios
dragones." Es hora de re-encender aquello que fue entrenado en ustedes, de
cómo mirar a todos los seres humanos como sus niños.
¿Comprenden
ustedes que un hombre no puede hacer eso? Un hombre no ha criado a un niño, ni
lo ha sostenido por el tiempo que una madre lo hace. Un hombre no tiene ese
lazo del niño que provino de ti; un hombre no puede ni imaginar ese lazo que
está allí y que te permite decir "todo estará bien" y que el niño lo
entienda.
Cuando
un niño necesita ayuda, corre a su mamá.
El papá viene después. ¿Entienden de qué estoy hablando? Entonces como
ven, el equipamiento ya está allí, en lo femenino; están construidas para esto;
es por eso que las mujeres son chamanas. Es por eso que las cosas en el planeta
pueden retornar fácilmente a ese modelo.
Pero
ahora mismo ustedes tienen que re-encender ese entrenamiento. El separatismo
que tienen en su interior es la duda. ¿Cómo van a poder dar a alguien esa clase
de consuelo cuando ni siquiera se lo pueden dar a sí mismas?
Y
entonces, queridas, la clase comienza. Y así queridas, saben lo que deben
lograr. Y puede haber listas, y pueden repasarlas, y pueden aprender qué es lo
que interfiere en la compasión por todos a su alrededor. Pero realmente, a lo
que se reduce es a relajarse en los brazos del Espíritu. Cuando ustedes puedan
hacer eso, es igual que cuando el niño se relaja en brazos de ustedes. Y pueden
sentir cómo es saber que todo va a estar bien.
De modo
que les decimos lo que dijimos más temprano hoy: imiten al Maestro. Imiten al
Creador dentro de ustedes. Imiten a la Madre de las Estrellas, que las toma a
ustedes en sus brazos y les canta y dice "Todo va a estar bien."
Esta es
la cuestión, damas, ser capaces de impartir a los adultos lo que impartían a
los niños y hacerlo de veras, porque están en paz en su interior con quiénes
son. Eso es solo el comienzo del entrenamiento que va a tener que re-encenderse
nuevamente, re-analizarse, trabajarse, practicarse. Y eso es la razón por la
que eres una mujer lemuriana.
Que
comience la reunión.
Y así
es.
Kryon
Transcripción
y traducción: M. Cristina Cáffaro