Canalización de Kryon
por Lee Carroll
Glass House
Mountains, Australia 19 de noviembre de 2018
Polaridad de Gaia
Saludos,
queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Mi
socio se aparta una vez más; él no sabe qué seguirá, y lo que seguirá es algo
que quiero compartir con ustedes. Tal vez no tenga el tipo de profundidad que
tienen otros mensajes, pero contiene información, tal vez incluso revelación
sobre Gaia.
En
el mensaje anterior empezamos a hablar sobre Gaia. Este grupo está frente a un
paisaje que es único en el planeta; no hay muchos lugares donde, desde un nivel
alto, se puede mirar y ver montañas surgiendo de la manera que lo hacen, en los
grupos donde están, con la majestad de la niebla que ven aquí. Algunos de
ustedes ya descubrieron que lo único que quieren hacer es mirarlas, como si
tuvieran algo que decirles, y siguen esperando lo que podría ser. Algunos de
ustedes las están mirando fijamente y ellas están diciendo algo; eso depende de
su percepción de lo que significa estar ante esta clase de visión.
Y
mientras miran esto, puede que se den cuenta de que no son los primeros.
¿Pueden imaginar a los que vieron esto, esta visión que ahora contemplan, por
la primera vez? ¿Se imaginan, en esa época, en comunicación con el planeta, lo
que esas montañas habrán dicho? ¿Será posible que ellas incluso se hayan dado
nombre a sí mismas? ¿Será posible que ellas hasta hayan contado una historia? Y
la respuesta es sí. Sí, cada una de ellas.
Mi
socio iba a contarles sobre Makúa; yo lo haré. Es una historia que no ha sido
contada, no de esta manera, del linaje puro hawaiano: Makúa fue un Maestro, un
hombre moderno que estuvo en una guerra, y sin embargo, un chamán. Este chamán
se dio cuenta de que su estirpe disminuía; también se dio cuenta de que la
transmisión oral de la historia, de las narraciones de su linaje, era limitada
en cuanto a que llegaría un día en que nadie las escucharía. No había ningún
guerrero joven, ningún indígena joven, o nadie joven de la estirpe a quien se
la pudieran transmitir, y ellos la pudieran transmitir, y los siguientes lo
hicieran, como se había hecho durante generaciones, y esto se iba a terminar. Y
allí fue cuando descubrió a mi socio. Ahora bien, mi socio admitió que lo que
él descubrió fue a Kryon (se ríe),
porque este caballero se sentó tres años en las reuniones y escuchó a Kryon
antes de acudir y presentarse ante mi socio, porque él quería oir lo que Kryon
tenía para decir acerca de su tierra.
Y
entonces sucedió que él llevó a mi socio al borde de un volcán en la isla donde
él vivía, llamada la isla grande, el que está activo con la energía de Pelé. Y
le dijo a mi socio: "Este es el mirador donde vienen los turistas, pero
quiero llevarte al que tú deberías visitar." Y caminó a un lugar
específico y dijo: "Este es el lugar masculino. Es aquí donde debes
pararte para mirar" y señaló el borde, y dijo "Aquí es donde se enterraron
las canoas lemurianas". Mi socio siempre recordará esas palabras, que eran
una metáfora para decir "Ellos aterrizaron aquí." Mi socio lleva eso
en su corazón cuando piensa en ese Maestro, su mentor. Y luego mi socio, en su
ignorancia, (se ríe), le dijo a
Makúa: "Makúa, ¿por qué los hombres deben pararse en este precipicio y las
mujeres deben hacerlo en otro? ¿Qué pasa con la igualdad? ¿Por qué no pueden
pararse juntos en el mismo lugar?" Apareció su sesgo norteamericano. Y
como si mi socio fuera un niño, Makúa le explicó con tanta sencillez como pudo,
"porque esta es la porción masculina de la tierra; no tiene nada que ver
con tu género." La sección masculina de la tierra. Y mi socio le preguntó
"¿Quieres decir que Gaia, la Tierra, tiene género?" Y Makúa dijo
entonces "No. Tiene algo similar: tiene equilibrio. Y eso luego se
transmite al género, para ustedes. Un lugar para que se paren los hombres, un
lugar para que se paren las mujeres, como es arriba es abajo, el yin y el yang,
en la naturaleza hay equilibrio. Hay luz, hay oscuridad. Así como hay
equilibrio para ustedes en el género."
Mi socio no lo entendió completamente; ahora sí lo entiende. Y por eso
les decimos lo que estamos diciendo.
Quiero
que miren estas rocas y estas montañas,
la geografía, y quiero que por un momento la comparen con otro lugar que es
similar. En el hemisferio norte, en el desierto, existe un lugar llamado
Monument Valley, y es propiedad de los indígenas de allí, los navajos. Cuando
se les pregunta sobre los monumentos, que son las rocas, muy parecidas a las
que ven aquí, esas pequeñas montañas que se ven aquí, que surgen
espectacularmente de la tierra, se recibe una historia respecto al nombre de
ellas. La historia será algo actual, y tendrá nombres que ustedes saben que no
son nombres indígenas en absoluto; son nombres actuales, nombres turísticos.
Pero luego, cuando se pregunta más a los navajos, surge un relato así. ¿Cuáles
son los nombres? Y los navajos les darán nombres en su lenguaje, para lo que
son esos salientes rocosos. Y ustedes preguntarán "¿De dónde obtuvieron
los nombres?" Ellos los mirarán como a turistas, pensando que tal vez
entiendan, tal vez no. Pero los mirarán
a los ojos y dirán "Las montañas se nombraron a sí mismas" (se ríe).
Y
entonces ustedes empiezan a entender los nombres, porque significan otras
cosas, cada una tiene su historia. Y algunas historias parecen espectaculares por
lo poderosas, en su fertilidad, en su belleza, y otras parecen oscuras. En una
se ven los dedos saliendo del suelo, y ustedes descubrirán que no es un lugar
donde quieran ir, es un lugar oscuro. Y luego hay otro lugar al que descubrirán
que les gustaría ir, un lugar que representa a la luz. Y tú le dices al navajo:
"¿Se dieron nombres a sí mismas?, ¿tienen sus propias historias?" Y
el navajo dice: "Nos las dieron; cada montaña, cada historia". Y
luego les contarán las metáforas: las historias de sus dioses, las historias de
sus ancianos, de sus ancestros, impregnadas en diversos lugares. Y tú te empiezas
a dar cuenta de que no eran los ancestros de los navajos o lo que es Gaia, sino
una fusión de ambos. Y allí empiezas a entender que hay algún tipo de
equilibrio. Habrá un masculino, habrá un femenino; habrá una luz, habrá una
oscuridad, y cuando empiezas a estudiar lo que queda, y sumas, y haces los números, empiezas a entender que lo
que hay es un par. Un par. Habrá un
positivo y un negativo, y un positivo y un negativo, y empiezas a entender y
darte cuenta de que es arriba como abajo, te das cuenta de pequeño y grande, y
casi refleja al átomo mismo. Con las polaridades, el yin y el yang, el más y el
menos, la luz y la oscuridad.
Mi
socio preguntó a un navajo "¿Qué está pasando aquí con la luz y la
oscuridad? Ustedes tienen en el Valle los nombres, los monumentos, las
historias, algunos son de luz, otros son oscuros. ¿Qué está pasando aquí?"
Y mi socio esperaba que el navajo le contara una historia de la oscuridad
cubriéndolos, y el navajo dijo "Se trata de un equilibrio. El equilibrio
de la naturaleza es nuestra manera de vivir nuestras vidas. La naturaleza nos
susurra respecto a la manera en que vivimos. La oscuridad siempre estará en el
planeta, y la luz también. Y si vivimos en equilibrio para nosotros y para la
tierra, entonces sobreviviremos, y nuestro linaje perdurará. Nuestro akash
avanzará. Nuestros hijos, en algún nivel, entenderán el equilibrio."
Y
ahora venimos aquí. Ustedes están viendo el equilibrio. Si fueran a analizar y
contar, si oyeran las historias, descubrirían lo mismo. Este valle está en
equilibrio, ¿pueden sentirlo? Y les habla, les dice: ustedes son los próximos,
porque ustedes no han estado en equilibrio. La humanidad ha estado fuera de
equilibrio durante eones. La humanidad se ha llenado tanto de sí misma que ha
perpetuado sus propias historias, sus propios dioses, sus propias creencias, y
ha dejado al Maestro de Enseñanza fuera de la ecuación. Y el Maestro de
Enseñanza está frente a ustedes, para mirarlo y contemplarlo.
Se
trata de poner la luz y la oscuridad en un equilibrio que tenga sentido. En
este planeta ustedes han estado tanto tiempo fuera de equilibrio que ni
siquiera se dan cuenta de que la mera idea de "naturaleza humana"
tiene una connotación negativa. Viven en la oscuridad, algunos de ustedes
tienen oscuridad a su alrededor, y realmente la ven sin ver una luz, porque
están tan acostumbrados. Están tan acostumbrados a que esté a cargo, tener
miedo, huir de ella, que para algunos de ustedes gobierna lo que ustedes hacen,
ya sea que giren a la izquierda o a la derecha.
Miren;
sientan la serenidad, y sepan que este equilibrio que ven, que sienten, que
quieren oir de cada una de estas montañas, les está hablando, diciendo
"Esto es su futuro". Cuando empiezan a equilibrar la luz y la
oscuridad ya no hay miedo de la oscuridad; solo hay equilibrio. Cuando empiezan
a medir la luz y la oscuridad se dan cuenta de que dentro de ustedes tienen
ambos, el yin y el yang, tienen la opción del equilibrio. Y el ser humano
equilibrado es el que vivirá más tiempo. Un ser humano equilibrado no tendrá
miedo ni desesperación; las rocas que ven frente a ustedes no tienen miedo ni
desesperación. El Maestro de Enseñanza está aquí, frente a ustedes, como un
eco, como un espejo, que les dice: "Regresen a esto y la humanidad
sobrevivirá."
Han
venido al lugar correcto hoy, para contemplar cosas que necesitaban ver. Este
mismo lugar en que se sientan no se conocía hasta la semana pasada. Esto no es
por accidente, que ante ustedes y las ventanas haya una lección para aprender y
que yo haya podido decírselo. Comprendan que aquí hay propósito, amor, y compasión y equilibrio. Y entiendan que
este planeta no está condenado, en tanto ustedes regresen a la bella familia de
Gaia.
Que
esta sea la lección para todo este día.
Y
así es.
Kryon
Transcripción
y traducción: M. Cristina Cáffaro