Canalización de Kryon por Lee Carroll
ante la Hermandad Femenina Lemuriana (55)
Portland, Oregón, 11 de Agosto de 2018
Eres el Espejo de Dios, Rayo 5
¡Saludos, queridas
Hermanas de las Estrellas! Yo Soy Kryon, del Servicio Magnético.
Mi socio se hace a un lado, y ya hemos descripto esto. Es
un tiempo entre ustedes y yo. Sí, es verdad que más tarde habrá muchos
escuchando, pero en este momento no es así. Somos solo ustedes y yo. También he dicho que no se dejen engañar por
la voz masculina, porque no es la voz masculina la que habla. En este planeta
es difícil no ser ni uno ni otra, y dar un mensaje. Por eso, lo que quiero que
hagan es suspender la realidad que está aquí y escuchar, porque el mensaje
viene del otro lado del velo, entregado por mi socio, que no sabe lo que está
diciendo, porque no está aquí; lo descubrirá más tarde, como los demás, de modo
que solo somos ustedes y yo.
A veces, creer que Lemuria fue real puede suspender la
realidad de ustedes, que realmente tantos años atrás ustedes participaron en
algo que parece tan diferente. Hemos mencionado muchas veces que las
probabilidades de ser mujeres hoy en día, si fuera al azar, y no lo es, la
belleza del amor que ha requerido este plan las ha puesto aquí ahora como
mujeres, sentadas en sillas - solo entre ustedes y yo, preguntándose "¿Es
posible que yo haya tenido vidas pasadas en el tiempo de la enseñanza original?"
Un tiempo en Lemuria que duró miles de años, muchas de ustedes no estuvieron en
el mismo grupo, pero tenían las mismas maestras Madres de las Estrellas. Y en
eso existe una camaradería por estar en la plataforma de lanzamiento del akash
y participar realmente en algo tan hermoso y tan único. Y si estuvieron allí, y
solo ustedes saben esto, es lo que las atrajo a ocupar estos asientos, si
estuvieron allí, si todas participaron en algo absolutamente estelar. Tuvieron
a aquellas de las Estrellas, que vinieron y se sentaron entre ustedes y las
amaron. Y como niñitas participaron en la enseñanza que ellas dieron. De
adultas ustedes continuaron, y cuando llegaron a cierta edad, mujeres, todo
cambió, y la enseñanza cambió, y la Madre Estelar las miró a los ojos y dijo:
"Es hora de que aprendan sobre una consciencia más alta, porque van a
llevar esa carga, el manto del chamán. Y cuando ella dijo eso, fue un momento de retrospectiva,
pero lo que ella realmente quería decir es "De ahora en adelante."
Parte de la enseñanza de la Rueda de Enseñanza Lemuriana,
era el akash venidero, o sea que ella les dijo que ustedes volverían a vivir.
Verán: Lemuria era la primera vez. Ella les dijo que ustedes vendrían muchas
veces, y que ocurriría una acumulación; una acumulación de recuerdos que se
almacenaría de algún modo dentro de ustedes. No necesariamente los recordarían
como si leyeran un libro, pero estarían allí en forma subconsciente para que
ustedes recordaran. Y les dijo que en la época en que están ahora mismo, estas
enseñanzas que tendrían ahora, justo ahora, se adherirían allí y permanecerían
y algún día ustedes las recordarían. Y si ustedes cumplían lo que muchos creían
que no cumplirían, y atravesaban el Cambio, sería hora de despertarlas. Y
ustedes se sientan en estas sillas preguntando: "¿Estuve allí?"
La mayoría de ustedes estuvo allí, almas antiguas todas,
almas muy antiguas todas, mujeres todas, y en un momento van a hacer algo. Les
conté esto antes, solo estamos nosotros hablando; otros lo oirán más tarde,
pero aquí estamos solo nosotros.
Ustedes se van a encontrar con los hombres y van a hacer
algo. Harán una pequeña ceremonia de honor. En la Rueda de Enseñanza Lemuriana
hay un rayo (N.T. o radio) llamado El Espejo. Así se llama. Y de niñas,
ustedes aprendían lo básico, y cuando adultas aprendían algo más grande, pero
cuando chamanas entrenándose, el Espejo era el más profundo. Es un rayo o radio
que va del centro a la parte de afuera y desde afuera al centro, es un camino
de ida y vuelta, y el espejo es lo que pasa cuando se miran a sí mismas y ven a
Dios, y cuando miran a Dios ... y se ven a sí mismas.
El espejo es mirarse en los ojos de otra persona, y ven a
Dios, y se ven a sí mismas. Es un entrenamiento que le dice al chamán: "No
puedes ver lo exterior de nada; solo puedes ir hacia adentro y allí vas a ver
una coincidencia de belleza, de compasión, una esencia que tal vez no esperas,
y el entrenamiento es este, chamán: dondequiera que vayas, cualquiera que te
encuentres, tú estás en ellos, ellos están en ti, Dios está en ti, Dios está en
ellos, una coincidencia que es tan extraordinariamente bella, y todo lo
demás... es solo la cáscara.
En un momento, los hombres entrarán en el salón. Quiero
decirles algo, algo que saben muy, muy bien: la diferencia entre géneros en
esta cultura. Los hombres no se encuentran en círculos como este; no es lo que
ellos quieren hacer. No es lo que los pone cómodos, ni siquiera al más
espiritual de ellos. No quieren rodearse en un círculo, cantar canciones y
celebrar; eso no es lo que ellos hacen. Los hombres suelen tener grupos donde
se reúnen y estudian, y discuten, y será cerebral; pero no se reunirán en círculo
a cantar canciones. De modo que por los pocos momentos que estarán aquí
adentro, para algunos será un esfuerzo, y sin embargo entran igual. Algunos no
tienen idea de por qué entran; solo vienen porque ustedes están aquí - y porque
no tienen nada mejor que hacer (risas)
pero cuando esto termine, puede que tengan lágrimas en los ojos debido a lo que
ustedes van a hacer.
Si van a practicar el Espejo, quiero que se preparen para
ello, quiero que vean a Dios en ustedes, y hagan del homenaje que van a hacer algo
que ellos no olvidarán; no una mera ceremonia. Porque el tiempo de esos pocos
minutos, donde el tiempo se suspende, un grupo de mujeres lemurianas de bellos
corazones los mira a ellos y solo ven el Dios interior, donde el género
desaparece y el homenaje es para las vidas de ellos, las de ustedes, para su
viaje juntos, para resolver el rompecabezas con ambos géneros. No los hagan
sentir incómodos. Hónrenlos, con el Espejo.
Y así es.
Kryon
Transcripción
y traducción: M. Cristina Cáffaro