Canalización de Kryon por Lee Carroll
en Costa Oeste, Nueva Zelanda, 21a 27 de Octubre de 2016
Aventura Kryon en Lemuria Austral (3)
Costa Oeste - en la playa
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon
del Servicio Magnético.
El
océano no está lejos. Los presentes
forman un círculo a mi alrededor. A
veces estos mensajes no están llenos de profundidades, de información, de
conceptos nuevos... A veces solamente
son. El de hoy no es un mensaje; es una
meditación. Le pediría a todos los que están parados a mi alrededor que
simplemente se relajen por un momento y cierren los ojos.
En
estos pocos momentos, visualicen algunas cosas que traeré para ustedes, de
cosas que mi socio no espera. Si
tuviéramos que dar un nombre a esta meditación, sería: Comienzos. No nuevos comienzos; no cambio; solo
comienzos.
Es
adecuado que oigan el oleaje y sepan que están en una isla. No necesariamente es un lugar sagrado donde
están - parados o sentados - a menos que entiendan que lo sagrado está con
ustedes todo el tiempo. Así, dondequiera decidan reunirse en un círculo a
celebrar lo que es la Fuente Creadora dentro de ustedes, cada vez que hacen
esto, crean el espacio sagrado. Y eso es lo que está sucediendo ahora mismo.
Quiero
llevarlos hacia atrás. El tour en que están, queridos, está conectado con el
nombre de Lemuria. En los tiempos en que vinieron aquí los lemurianos, no había
una Lemuria real, porque se había dispersado.
Pero los que vinieron aquí eran lemurianos, y quiero contarles un
poquito sobre esa cultura. Muchas veces he hablado sobre algo tan oscuro y tan
esotérico que esa creencia es difícil de imaginar. La creencia es esta: que los
pleyadianos los sembraron a ustedes, en todo el planeta, pero en Lemuria fue
especial, allí se enseñaron cosas durante muchos, muchos años.
Cuando
se cambió el ADN de la humanidad, estaba operando mejor que lo que lo hace hoy.
Ya les di esta información, y por qué tuvo lugar, y cómo es, y el hecho de que
ahora está volviendo a donde estuvo y aún más.
Pero en Lemuria ellos daban conceptos que ustedes hoy han perdido, y uno
de estos era la enseñanza sobre los comienzos.
No
había relojes, no había horas; el tiempo se medía por el sol y la luna, por las
estrellas. Y cuando sucedían eventos, eran conducidos por los humanos. Cuando
había un nacimiento, o una muerte, o una enfermedad, o cuando era simplemente
hora de cantar, había reuniones y ellos lo llamaban comienzos. Para ustedes es
ciertamente fácil ver por qué se llamaría comienzo a un nacimiento, cuando las
mujeres se reunían todas y cantaban mientras ocurrí un parto en el agua. Y luego cantaban ciertas canciones cuando se
oía el primer llanto. Pero no hablamos
de la muerte. Los lemurianos no veían a la muerte como muerte; la llamaban
comienzos. Cada vez que había un cambio
o transformación, se lo llamaba comienzo.
Aquí
hay un reconocimiento de que el concepto de cambio no era cambio. No había
despedidas, porque era un comienzo. Todo empezaba un nuevo tipo de vida, un
nuevo paradigma de vida. Si era realmente una muerte, cambiaba todo en una
familia, y se lo llamaba comienzo. Al que se iba, se lo veía como queriendo
volver, y eso era conocido, y entonces era el comienzo de una vida nueva de un
alma. Pueden imaginar, ¿no? que el concepto creaba un equilibrio de modo que no
había miedo; incluso la tristeza se moderaba por un comienzo.
Quiero
preguntarles: ¿cuáles son los comienzos en su vida? ¿Pueden ir allí conmigo? Y solo por un momento, mientras escuchan las
olas, las mismas olas que escuchaban los lemurianos, dicho sea de paso. Para
ellos eran las mismas que para ustedes ahora. ¿Qué es lo que ha cambiado en su
vida y que lamentan? ¿Están tristes por
alguna cosa? Los que están escuchando ahora, ¿qué les pasa a ustedes? ¿Están tratando de superar algo? Quiero
desafiarlos, porque un ADN que opere más alto y sea conceptual, verá todo
cambio como un comienzo. Es el comienzo
de un paradigma nuevo pero también una manera nueva de pensar las cosas. Las
expectativas, los potenciales, incluso la alegría.
A
los lemurianos se les enseñaba que no había adioses, no había despedidas;
realmente no hay cambio. Cuando la isla se hundió, empezó a sumergirse, y se
preguntaban si se sumergiría por completo, eso requirió años, y el nombre
fue: el grandioso comienzo. Incluso cuando se iban de las islas, y salían
en canoas, y no tenían idea de si volverían a encontrarse nuevamente. El
grandioso comienzo, así lo llamaron.
Esto era conceptual y maduro; era reconocido y funcionó. Incluso en este grupo, mientras se sientan o
están aquí parados, ¿Qué están mirando que pudiera ser hoy un comienzo, que
ustedes llevan consigo y no pueden dejar ir?
Sean
lemurianos por un momento; retrocedan conmigo a ese ADN conceptual, la
enseñanza de los sembradores originarios que
se pararon frente a ustedes y les dieron madurez, conceptos grandiosos,
una manera de vivir en paz y armonía, y la ausencia de miedo. ¿Cuál es su
comienzo hoy? No lo llamen nuevo
comienzo. Esa frase es favorita incluso
de mi socio; solo llámenlo como lo que es: un comienzo.
Y
si entienden este concepto, entenderán que no hay un fin; nunca. El círculo de la vida es completo. Qué cosa
hermosa para reflexionar: no hay fin, solo comienzo. Escuchen por un momento el oleaje; como ven,
nunca termina. No importa cuándo vengan aquí, ese sonido será lo que oirán. Es
un comienzo y es un fin, es constante y completo, igual que ustedes.
Es
un mensaje de meditación para este día.
Y
así es.
Kryon
Desgrabación y
traducción: M. Cristina Cáffaro