Canalización de Kryon por Lee Carroll
en Basilea, Suiza el 14 de mayo de 2016
Consciencia
del ADN
Saludos,
queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Mi
socio se hace a un lado; esta es una expresión que hemos usado una y otra vez;
significa que su consciencia se va, cosa que él ha practicado repetidamente, para
que lo que ustedes oigan sea puro, tan puro como sea posible en este proceso
llamado canalización.
Quiero
hablar más sobre una alianza, que es una alianza dentro de tu cuerpo, a la que
hemos aludido muchas veces. Hablamos constantemente de la consciencia, tratamos
de definirlo como algo físico que puede verse y medirse. Existe una alianza entre la consciencia y tu
ADN. Y debes unir a eso lo que llamamos la triada. Hemos hablado de la triada como de la forma
en que piensan los humanos: el corazón, la pineal y el cerebro. Sin embargo,
todo esto fracasa cuando empiezas a hablar de la emoción del amor compasivo,
por un padre, por un hijo, un hermano o una hermana, por otro ser humano. Y
sabes que este atributo peculiar llamado amor compasivo es una experiencia de
cuerpo entero. ¿Es solo tu cerebro? No, de hecho causa que tu cerebro se vuelva
un poquito disfuncional. ¿Será tu corazón, o lo que llamas tu corazón? Afecta tu respiración y tu apetito. Cuando lloras
sin otra razón que sentirte feliz, toda la fisiología del ser humano está
implicada, ¿verdad?
Volvemos
constantemente a esta expresión del amor. Algunos dirán: "Es solo una
emoción, es lo que tienen los humanos. Completa y totalmente controlada por el
cerebro." Pero quienes la han experimentado saben más. Si luego vamos al próximo paso, el amor del
Creador, la sociedad que tienes con el Espíritu, la alianza que tienes, allí se
agrega algo a todo lo que has experimentado como amor compasivo. Esa es la
metafísica de la hablamos; está más allá de la emoción, porque empieza a crear
su propia clase de cosas: sentimientos de paz donde no los habría, sentimientos
de bienestar, tal vez, que habían sido esquivos. ¿Qué papel juega aquí la
consciencia? Me gustaría decirte que la
consciencia lo envuelve. Para una persona con baja consciencia es difícil
sentir plenamente el amor compasivo de Dios. Hay una alianza entre los
patrones, la Física de la consciencia, y el amor. Te digo esto por la exposición que tuvieron
respecto al ADN.
El
ADN trabaja con todo lo que tú crees que controla tu cuerpo. Si el ADN es el
verdadero diseño de todo lo que tienes, no puedes separarlo del pensamiento,
del amor, de la lógica, del intelectualismo; ¡el ADN lo diseñó! ¿Es posible que el ADN todavía esté de algún
modo implicado en lo que haces y piensas y eres?
La
ciencia te dirá que no hay verdadera evidencia de eso; el ADN ha sido degradado
a una mecánica: produce los genes, es un manual de la vida. ¿Y si hubiera
más? ¡Mucho más! ¿Y si el ADN responde a
la consciencia? ¿Qué pasa si siempre ha habido un puente entre lo que piensas y
tu salud? Todo sanador aquí presente
sabe esto. No puedes separar tu cerebro de la química de tu cuerpo, o la triada
de cuánto vas a vivir.
Existe
una chispa de la que realmente no hemos hablado mucho. La chispa es la forma de
considerar las cosas. El ADN está en
todas partes. ¡En todas partes! Trillones de moléculas en todo tu cuerpo.
Quiero que pienses en algo: ¿qué tal si es igualmente protagonista que todo lo
demás que crees importante? El campo que
crea, llamado merkaba, tiene bellos patrones sagrados. Algunos han estudiado
esto e hicieron de ello la obra de su vida, y saben que cuando se comprenden
los patrones, los mismos procesos de pensamiento pueden cambiar. Existe una
alianza, un hermosa alianza entre el ADN y la triada - tu corazón, tu pineal y
tu cerebro. Y déjame contarte sobre esa alianza y qué hace.
Queridos,
están empezando construir un puente, y
ese puente es la consciencia humana, la Física y la biología. Ustedes no han integrado
a estas tres completamente. ¿Qué tal si les digo que la consciencia puede
realmente hablar con su ADN? Y el ADN
activo determina cómo el cuerpo reacciona ante las cosas. Ya han oído sobre la
remisión espontánea. ¿Saben qué es? Es la cooperación plena entre la
consciencia y el ADN.
Este
es un día de sanación; han hablado sobre los atributos de la sanación y han
visto demostraciones. ¿Tal vez la sanación misma tenga un patrón? ¡Sí lo tiene!
Y no podrán distinguirlo de la compasión amorosa. ¿Qué pasaría si la consciencia de algún modo
pudiera convencerte de que te ames a ti mismo?
No de una manera egoísta sino de respeto. ¿Qué pasaría si pudieras tomar
ese amor compasivo que tienes para otro ser humano o para un niño y lo pusieras
dentro de ti? ¿Cuál sería la reacción? Te diré cuál sería. La remisión espontánea. El cuerpo empieza a
limpiarse; las cosas inapropiadas se van, porque finalmente hay un toque de la
compasión de la consciencia del humano que está en contacto con el otro lado
del velo. Lo diré otra vez: humanos, ¡ustedes están conectados con el otro lado
del velo! ¡Es hora de usar esa conexión! Es una pieza faltante que los va
ayudar con la consciencia. Su ADN lo siente y lo ve. No les costará amarse a sí
mismos cuando puedan amar a Dios Creador dentro de sí. El amor es el secreto de
la sanación; totalmente.
Todo
sanador lo sabe; un sanador no cura el desequilibrio; trata de equilibrar al
ser humano para que pueda enamorarse de sí mismo, para estar en paz con todo a
su alrededor. Yo sé quién está aquí; sé quién está escuchando; conozco los
problemas que trajeron. Sé lo que está sucediendo ahora mismo. Algunas de las
cosas son más que deprimentes; algunas crean miedo y frustración. ¿Qué tal si
pudieran manejar estas cosas y al mismo tiempo tener paz en medio de todo
eso? ¿Qué tal si pudieran tomar una
respiración profunda y simplemente solucionar estas cosas y al mismo tiempo
amarse a sí mismos?
Si
tienen problemas, les diré por qué: porque en algún nivel, queridos, no creen
merecerlo. ¿Quién les dijo eso? ¿Qué ser
humano les dijo que están apartados del amor de Dios? Si quisieran, podrían
meterse en un armario y gritar: "¡Soy una pieza del Creador y soy digno de
ello!" Y sentirán que todos a su alrededor están de acuerdo. El entorno
está esperando entrar en su vida en base a su libre opción. Esto tiene que
tener sentido común espiritual. Si creen que hay un Dios, y que ese Dios los ha
creado, que existe una consciencia entre
ambos, como cree la mayoría de la Tierra, que saben que ya existe una ruta por la
que pueden andar, y no necesitan construirla, simplemente tienen que abrir la
puerta (se ríe). Es una puerta al amor a sí mismo, a la
auto-sanación, a una vida armónica.
Este
es el mensaje, el que he dado todos estos años; comienza a volverse aún más
claro, porque la química del ADN es cuántica, y también la Fuente Creadora.
Piensen en eso: existe una alianza entre el ADN y la Fuente Creadora.
Queridos:
es el secreto a cada enigma que han traído. Es la solución a los problemas de
la vida. Lo diré al terminar: ¿Qué querrían proyectar para aquellos a quienes
más aman? Si pudieran pintar un cuadro perfecto de lo que será de sus hijos,
cuando ustedes están aquí, y cuando no estén. Y con la pareja que aman. ¿Qué proyectarían, si pudieran crear esa
realidad? ¿Cómo querrían que fuera? Y la
respuesta es que crearían la mejor situación posible para ellos. En tu
imaginación tendrían caras sonrientes y vidas largas y felices. Pocas
frustraciones. Y amor. Entonces vuelvo a preguntar: ¿crees que el Creador es
menos que eso? ¿Cuál crees que es la visión de Dios para ti? Piensa en eso,
cuando respondes la pregunta de qué querrías para tus hijos, o para tu pareja.
Y luego amplifica eso mil veces: así es como Dios te ve.
Aquí
estás, sentado con tu libre albedrío, y te preguntas incluso si Dios está allí
(se ríe). Tal vez sea hora de al menos hacer la pregunta:
"¿Será posible que yo no esté solo?"
Y cuando empieces a preguntar, empiezas a dar permiso y poner intención
para que tu vida se haga más grande.
En
esta audiencia hay algunos que necesitan oír estas palabras. Que la sanación
comience ahora. para eso vinieron; yo sé quién está aquí. Respiren; relájense;
siéntanla comenzar ya mismo, y váyanse diferentes de como vinieron.
Y
así es.
Kryon
Desgrabación y
traducción: M. Cristina Cáffaro