Canalización de Kryon por Lee Carroll
ante la Hermandad Femenina Lemuriana (13)
en Minneapolis, el 1º de agosto de 2015
Saludos,
queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Cada
vez que me presento ante ustedes, reconozco que en el salón son distintas. También
muchas están escuchando esto pero
no están en el salón. Cada vez digo lo
mismo: no permitan que la voz de varón las engañe; yo no tengo género, aunque
hable a través de un varón. Yo estuve
allí cuando estuvieron ustedes.
En breve
quiero hablar un poquito sobre dos o tres cosas. Suposiciones, presunciones
sobre quiénes son ustedes, quiénes han sido, y de qué se trata esto.
Comienzo
con esto: una revelación para Yawee.
Ahora bien, para quienes recién se integran, Meli-ha está aquí, y es lo
que llamarían la líder de la Hermandad Femenina que estuvo en Lemuria en sus últimos
días. Yawee está aquí también. Ahora bien: Yawee tenía el Templo de
Rejuvenecimiento en la cima de la gran montaña que hoy llaman Hawái. Para poner
esto en su lugar, de modo que comprendas, Yawee: no todo se transmite como
piensas, cuando te hablo. Es verdad que
nunca recibías lo que era la belleza del rejuvenecimiento en el templo, siempre
estabas dándolo; eras un técnico usando
lo que tenías, y como tal siempre podías dar
ese proceso de rejuvenecimiento y, como ya sabes, estaba involucrado un
recién nacido con la plantilla de las células de génesis que hemos descripto
hoy. Eso es lo que hacías.
Te
dijimos que nunca recibiste un rejuvenecimiento, sin embargo viviste mucho más
tiempo que la mayoría, de modo que te contamos que usabas los tonos - pero eso
no es la verdad exacta (risas del público). Usabas los tonos para
retocarlo, pero aquí va lo que necesitas saber, la revelación: estabas usando
una técnica de sanación cuántica, como lo haces hoy, y si te pregunto qué sabes
sobre los campos cuánticos específicamente, me dirás: no son lineales. Eso significa que las expectativas de cuánto,
con qué frecuencia, y todas esas cosas que llamarías lineales, no necesariamente
son verdaderas. Esto es lo que quiero contarte: así como sucede con el sanado,
así con el sanador. Es un proceso recíproco (se ríe). Allí estabas rejuveneciendo las vidas de muchos de la
realeza y aquellos por quienes eras responsable, Yawee, y nunca te diste cuenta
de que cada vez que lo hacías con ellos, lo estabas haciendo contigo mismo.
Cada
sanadora en este salón, y los que están escuchando esto, saben de qué hablo; tú
lo sabes. Cuando experimentas la sanación y la experiencia de "ajá"
de quien sale de tu camilla sintiéndose diferente de como empezó, ¡estás
bendecida! Algunos lloran de alegría,
ambos se ven afectados. Eso es la
sanación cuántica. ¿Acaso tengo que decirles cómo se siente? Algunas de ustedes aquí hacen lecturas: cuando dan una lectura y
celebran algo hermoso para la persona que la recibe, y están con ella en esa
experiencia, eso es una experiencia cuántica.
Tú tienes eso Yawee. ¿Los
tonos? Eso venía como postre (se ríe).
Y lo hacías bien. Asombrosamente exacto.
Señoras,
me gustaría abordar una cuestión que nunca traté antes. Vamos a hablar de la
presunción o supuesto, ya es hora. Antes
les he preguntado qué las trajo aquí. La
Hermandad era especial: ancló a Lemuria. ¡La ancló! Ya lo dijimos; lo que ustedes hicieron allí
literalmente estableció la energía y la etapa. Allí la civilización de Lemuria
tomaba en cuenta a la Hermandad a tal grado que casi eran como la realeza. Era
respetada; los hombres dependían de ustedes para establecer el tono espiritual
de la isla. Y al hacerlo como mujeres, tenían una camaradería. Imaginen estar en esa posición en que
establecían una energía espiritual que se adhería a la civilización, y ellos le
pedían que lo hicieran, y ustedes eran responsables de ello y lo veían
funcionar.
Ahora
eso es lo que recuerdan, pero no es todo lo que recuerdan. Suposición: lógica basada en ¿qué? Solo en lo que saben hoy. Entonces abordo esto que nunca discutimos
antes. Esto era una civilización en su inicio, y ustedes eran novatas en esto;
no sabían nada de cultura ni de sociedad, nada de esas cosas. Eso tenía que
crecer con el planeta. Lo que sí tenían, que se lo trajeron los pleyadianos
como punto de inicio, era una consciencia elevada; estaban funcionando al 44
%. Hoy están trabajando al 33%.
Abordo
esto para que sepan qué lo hace tan atractivo para ustedes. En su recuerdo,
algunas están recordando lo que no pueden "no explicar" - déjenme
poner esto en claro. Una persona con inferior.... Empecemos otra vez, socio mío: dilo
correctamente.
Una
persona en un estado de consciencia inferior no puede recordar un estado en el
que nunca estuvo en su vida. Entonces si
ustedes tenían un estado más elevado en ese tiempo, no van a recordarlo porque
no lo tienen ahora. Todo lo que
recordarán es la sensación. Y eso es
atractivo. La sensación de un estado de consciencia más elevado tiene otro - ¿cómo
lo llamarían? - efecto secundario.
¿Cuántas veces han oído esto? Yo
estuve en Atlántida, donde tenían una tecnología más alta que la que tienen
hoy. Yo estuve en Lemuria - han oído - donde tenían una tecnología mucho más
alta que la de hoy. Y la mente corre
imaginando la posibilidad de computadoras y láseres y otra cosas, máquinas
antigravedad, cosas así. Me gustaría
decirles que nada de eso existió - nada de eso.
Lo que existía era una consciencia más elevada. Una consciencia capaz de
realizar tareas como si ustedes tuvieran esas cosas futuristas. Lo llamaré el síndrome futurista. Recuerdan algo que creen que conocieron: una
tecnología avanzada; era una consciencia
avanzada. Y con ella eran capaces de
hacer algunas cosas bastante sorprendentes como mujeres. Conexiones instantáneas
con la Fuente, por medio de lo que les habían enseñado sus maestros pleyadianos
e incluso algunas madres. Lo tenían. Oh,
hay más.
Presunción.
Mi socio está en el escenario y hace esta pregunta: En la cultura pleyadiana, puesto que estaban
tan avanzados, ¿eligieron o no eligieron tener partos físicos? ¿Quién haría semejante cosa (se ríe) si pudiera elegir no hacerla? Mi socio recibió la respuesta pero no la
transmitió completamente hasta ahora. La respuesta fue: ellos eligieron el
parto físico; y eso provocó exclamaciones de la audiencia, en su mayoría
mujeres, que pensaron: "¡Esto es cosa de locos! (se ríe). Si existiera la opción de no hacerlo de ese
modo, ¿por qué habría de elegir hacerlo así?"
Le
dije a mi socio que la experiencia física era necesaria; se necesitaba para que
la experiencia del nacimiento fuera completa.
Las mujeres al irse dijeron: "No estoy segura de creer eso:" (se ríe) Ahora bien, de lo que no se habló en absoluto fue de la
presunción de que el parto era igual para ellas que para ustedes. ¿Verdad? Les diré algo: no lo era.
Pregunta:
¿Cuánto dolor implicaba para la pleyadiana?
Tenían una fisiología totalmente diferente, toda una clase distinta de
actitudes y percepción, toda clase de cambios de consciencia, la manera como
estaban formadas, como estaban diseñadas; todo eso. ¡Me gustaría que supieran
que el parto era agradable! ¿Qué les parece eso? ¡No es una sorpresa que lo hayan
elegido! Nadie había hecho esa pregunta
(risas del público).
Presunción.
¿Qué eran capaces de hacer en ese entonces?
Eran capaces de controlar los procesos de su cuerpo más que lo que
saben. ¿No han aprendido eso hoy? Con
los procesos que están aprendiendo en sanación, podían hacer cambios químicos por medio de sus pensamientos. Su Innato
estaba sintonizado para eliminar la enfermedad y toda clase de cosas, liberar
el ADN para que fuera más avanzado, más evolucionado, como se lo había
diseñado. Ahora, colóquense en la
Hermandad por un momento y véanse en ese estado: sanas, conocedoras de estas
cosas, capaces de controlar el dolor en el cuerpo; algunas de las cosas que hoy
no son agradables, en ese entonces eran impensables; no había consciencia de
eso porque no era un problema. Y ustedes recuerdan eso. No sorprende que las atraiga la consciencia más elevada.
Ustedes
no saben lo que era porque no pueden pensar por encima del nivel en que están.
A medida que crezcan y evolucionen, la experiencia de la Hermandad se va a ir
volviendo más clara. Algunas incluso recordarán las canciones; no los tonos
sino las canciones. Había canciones, y estas sonarán dentro de su cabeza y
recordarán la belleza de lo que tenían, la camaradería, el control que tenían
sobre sí mismas. Era hermoso, no sorprende que las atraiga. Yo estuve allí, estuve allí en todo eso. No
presuman o supongan nada. Comprendan que tal vez hay más en esta historia que
lo que conocen.
Meli-ha:
comienza la reunión.
Y
así es.
Kryon
Desgrabación y
traducción: M. Cristina Cáffaro