Canalización de Kryon por Lee Carroll
ante la Hermandad Femenina Lemuriana (9)
en Baltimore, el 20 de junio de 2015
Saludos,
queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Mi
socio se retira hacia otro lugar, por acuerdo,
y es un lugar benévolo. Tiene que hacer esto para que se quiten sus
filtros humanos, de modo que los mensajes sean tan puros como sea posible.
Canalizar; aún se trata del ser humano, con su cultura y su idioma, la sinapsis
misma de su cerebro; proviene de su experiencia como humano y debe ser dejada
de lado tanto como sea posible. Cuando se retira, queridas, lo primero que
siente de mí es un amor abrumador y una benevolencia hacia él. Se siente
seguro; eso es lo que quiero para ustedes.
El
tema ahora es lo que ha pedido Melli-ha. Ella lo estableció más temprano. Mi
socio dijo, "Qué te gustaría impartir a quienes hoy se sientan frente a
ti? No voy a contarles lo que dijo; en
cambio les hablaré de ello.
Queridas
damas: a lo largo de la historia las cosas han cambiado mucho. La cosa más
intuitiva que puedan imaginar, ha cambiado. No es una sorpresa ni un shock que
las culturas del planeta hayan ido a las regiones a donde llegaron, y las
sociedades se hayan movido como lo hicieron, porque las viejas energías casi lo
exigían; una energía inferior busca su propio nivel y ese nivel de energía
inferior crea lo que es inadecuado en la espiritualidad, en la vida, en los
gobiernos, en el comercio. Y ustedes
pueden ver a dónde ha ido y en qué se ha convertido. La recalibración del ser
humano en estos días, semanas, años y generaciones tiene toda un mismo tema: la
recordación de una sociedad equilibrada.
La creación de la paz en la Tierra, el cambio de la consciencia hacia un
pensamiento más amable y benévolo y el regreso de la energía básica de la
madre. Va a ser todo un desafío, ¿verdad? (se
ríe) ¡Va a ser un desafío!
Quiero
contarles, queridas damas, que si solo se sientan y observan, va a suceder por
sí mismo, porque este proceso evolutivo está comenzando, y en esto habrá
quienes comprendan el lugar de ustedes.
Mi
socio lo ha dicho: No lo vamos a llamar asunto de mujeres, como hacen los
aborígenes. Lo voy a llamar su derecho; es de sentido común, fueron ustedes las
que dieron a luz a la humanidad; es sentido común. Cuando los pleyadianos aterrizaron y las
mujeres salieron, eso tuvo sentido; estaban ayudando a dar a luz una nueva
energía en el planeta, a cambiar la biología seminal real; tenía sentido que
fueran mujeres.
En
aquellos días, como dijo mi socio, todos los varones del planeta hacían lo que
hacían para las familias, porque ellos eran más grandes, podían cazar, y ser y
hacer las cosas que son asunto de los hombres. Pero en lo tocante a lo
espiritual, era cercano a la divinidad, al nacimiento, y femenino. Tenía
sentido.
Cuando
ustedes miren ciertas cosas, se sentirán motivadas, porque son de sentido
común, ustedes han usado esa palabra.
Era de sentido común poner a la mujer en el centro de lo
espiritual. La energía chamánica siempre
era femenina. Eso recién cambió más tarde, cuando la energía empezó a
transformarse y les resultó políticamente conveniente no ser mujeres Pero deben saber que empezó de esta manera,
de sentido común. Hoy ustedes luchan
contra algo: luchan contra la vida misma que no está equilibrada en su favor y
no las ve en el centro espiritual.
Quiero
hablar de la sincronicidad, el azar y el sentido común. Por donde quiera que va
mi socio en este planeta a hablar de las cosas que brindamos, hay más mujeres
que hombres. ¿Ustedes creen que es accidental? Las mujeres tienen recuerdo de
que es su asunto, su trabajo; el recuerdo es tan dinámico y tan predominante,
que si ustedes simplemente miraban el salón hoy durante el evento y contaban,
había más mujeres, muchas más mujeres que hombres.
Hay
diferencia en las culturas. Descubrirán
que este equilibrio empieza a cambiar, pero quiero señalarles que en una
sociedad desequilibrada, cuando hablan de cosas espirituales, siempre hay más
mujeres que hombres. Con
"desequilibrada" queremos decir "macho" (lo dice en español y se ríe).
Hablemos
de eso. ¿Cómo sería posible, allí sentadas, que recuperen lo que han perdido en
su psiquis, en cómo se sienten respecto a sí mismas? Nosotros sabemos, nosotros entendemos que no
van a cambiar su sociedad; eso no va a suceder muy rápidamente. Sin embargo tienen que levantarse de este
lugar y volver a trabajar, ahora mismo.
En este momento, ¿qué podríamos hacer, juntos, para mostrarles de qué
estoy hablando? Quiero decirles algo:
quiero que vengan conmigo en una aventura. ¿Cuántas de ustedes pueden suspender
la realidad ahora mismo, solo por un instante?
La realidad de esta cultura de quiénes son ustedes, de qué han
experimentado, de lo que han atravesado, a manos de los hombres. Quiero que
descarten eso, solo por unos momentos, y vengan a un lugar que es su akash de
lo que han vivido, de lo que han creado, en qué han participado. Esto es más que solo contar una historia:
quiero que regresen a este lugar donde ustedes estuvieron, literalmente, en un
estanque de agua, y podían sentir el trópico en él; mucho de las ceremonias lo
hacían semi-sumergidas. Era su manera de
saludar a Gaia, de comprender que la energía lemuriana era en parte de ustedes
y en parte de la Tierra. Esto era una
enseñanza básica de los pleyadianos: honrar la Tierra tanto como se honran a sí
mismas, y ella las honrará a su vez.
Cuanto más hacía esto, y los vientos alisios estaban allí y podían
sentir el agua ondulando, y cuanto más hacían esto, más se honraba la pesca que
hacían los hombres. Ellos les
preguntaban cómo iba la cosa; contaban con su conexión con Gaia, sí o sí. Contaban con ustedes respecto al clima. ¡Para
todo contaban con la conexión que ustedes tenían como energías chamánicas!
Quiero
que se trasladen allí solo un minuto; quiero que sientan el orgullo de los
hombres; el orgullo de todos ellos, de tener hermanas y esposas y madres que se
conectaban con Dios, con la Fuente Creadora de esta manera. Estaban orgullosos de ustedes. Quiero que lo
sientan, porque esto es quiénes son ustedes.
Ustedes experimentaron esto, y porque está en su akash pueden traerlo
aquí hoy. Quiero que caminen más
erguidas porque saben que es verdad; estuvieron allí, lo hicieron.
El
círculo lemuriano de la Hermandad, que no se llamaba así entonces, ¡era
responsable por gran parte de la vida!
Ustedes cantaban, reían. No meditaban realmente. Eso vino más tarde; toda la idea de la
meditación como la hacen hoy son reglas de los hombres; no sé si ustedes sabían
eso. No sé si lo sabían. ¡Las mujeres
cantaban! ¡Cantaban y sus voces estaban llenas de alegría! Y las canciones que cantaban las hacían reír! Esa era la meditación, eso es lo que hacían.
Cantaban mensajes para el Espíritu; le pedían las cosas que necesitaban por
medio de canciones al Espíritu. El
círculo era hermoso, y los hombres podían oírlo, pero no podían asistir. Ni
querían. ¡No eran capaces! y lo sabían.
Tan orgullosos - quiero que sientan ese orgullo por ustedes, madres,
hermanas, compañeras.
Cuando
regresaban del círculo, ellos podían verlas brillar. Les encantaba esto y lo
que ustedes podían hacer por ellos. Quiero que lo sientan, ustedes se lo
ganaron.
Ahora
bien; no quiero que dejen que esta pequeña aventura y la historia se olviden.
¿Ustedes se lo ganaron! ¡Está en su akash!
Adhiéranlas a sí mismas de algún modo, para que en su momento más
tranquilo puedan ir allí y recordar. ¡Esto es quién son ustedes! ¡Así es como
empezó! Y eso es el futuro.
Pasarán
las generaciones. Las iglesias
establecerán nuevas normas. Habrá un reconocimiento del rol de las mujeres, y
un avance de las mujeres; luego habrá un reconocimiento de la conexión con el
Espíritu, que es más grande en la mujer que en el hombre.
Habrá
un retorno al conocimiento, ustedes lo entienden. Pasarán generaciones y
ustedes estarán allí para celebrarlo. Lo garantizo. Ustedes no han terminado
aquí.
Que
comience ahora; que esto sea parte de su akash la próxima vez que despierten:
la recordación de la recordación.
Que
comience la ceremonia.
Y
así es.
Kryon
Desgrabación y
traducción: M. Cristina Cáffaro