Canalización de Kryon por Lee Carroll
en Seattle, Washington, el 11 de julio de 2015
Wo,
el humano lineal
Saludos,
queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
A
veces es difícil dar un mensaje. Y yo conozco a quien está aquí. ¡Hay tanta
celebración! Vemos cómo es cuando
ustedes se ríen, vemos la química que se presenta cuando están alegres; lo
llamo "la química del Hogar."
Es sanadora, es hermosa, hace una diferencia. Y en este día ha habido
mucho de eso.
Sé
que cuando yo entro, ustedes hacen un silencio respetuoso, sin embargo por
dentro quiero que se rían. Quiero sentir la alegría de sus corazones, porque
hace una diferencia en cómo escuchan. Los mensajes que doy a la humanidad son
benévolos; vienen de la Fuente Creadora; son hermosos, llenos de amor, de
aprecio por la humanidad. Pero en este
caso también sé quién está aquí; siempre lo sé. Se vuelve más poderosa, ¿saben?
la energía de sus vidas pasadas cuando se sientan en estas sillas, se hace más
obvia para mí. Se difunde, incluso en la
energía del plano terrestre. Oh, yo sé lo que han atravesado, pero ustedes lo
están difundiendo a través de su Merkaba mucho más que antes.
Queridos,
para que estén más cerca del Espíritu, para que tengan una experiencia que tal
vez nunca tuvieron antes, voy a repetir una frase: es hora de salir de su
linealidad. Se están graduando hacia
conceptos más grandes de sí mismos. Se están graduando a conceptos más grandes
del Espíritu.
Mi
socio enseña lo que yo enseño, y ustedes empiezan a incursionar en áreas que
son confusas, porque son áreas de las que no han sabido nada antes, que se
refieren a ustedes con ustedes. Eso es difícil, pero se hace aún más difícil si
empiezan a hacer las preguntas lineales que muchos de ustedes hacen; son
preguntas normales.
Queridos,
la humanidad es lineal; ustedes viven en tres dimensiones, y existen en ese
paradigma, incluso espiritualmente, y constantemente hacen las preguntas que
sienten pertinentes, pero no lo son porque son lineales. Hoy se les presentó el tema de trabajar con
lo que es el Innato; hablar a su cuerpo... impregnarse con la capacidad de
aprovechar su akash. Estos son todos
conceptos. Sin embargo, lo que desean saber sobre ellos es lineal. Yo sé en qué están pensando.
Las
preguntas suelen ser estas: ¿Cuántas veces al día debiera contactar a mi
estructura celular? ¿Cuál es el mejor momento para meditar? ¿Cuánto tiempo
debiera meditar? ¿Debe ser en la mañana y en la noche? ¿Qué quiere el Espíritu
de mí? ¿Con qué frecuencia debiera
hablar a mis células en forma personal? Cuando quiero generar sincronicidad,
¿cómo lo hago? ¿en qué amplitud (se ríe) debiera estar mi intención? Todas ellas son lineales; sin embargo ustedes
las hacen. ¿Está bien hacerlo de esta manera? ¿Está bien hacerlo de este otro
modo? Son todas preguntas lineales. Este mensaje se llama: El Fin de la
Linealidad.
Para
que yo pueda darles hoy una verdad básica - una verdad básica - tengo que
darles una parábola. De modo que otra vez es hora de dar una parábola de Wo.
Hablaré de un ser humano llamado Wo. Wo
es siempre el protagonista de las parábolas. No es varón ni mujer, Wo es Wo-man ( se ríe) (N.T. juego de
palabras, woman, mujer; man, hombre), de modo que es ambas cosas. Llamaremos Wo a este ser humano y le diremos
"él" para este mensaje en particular.
Quiero
que conozcan a Wo. Wo ama a Dios. Wo es un alma antigua, y ha despertado en el
planeta con un conocimiento intuitivo de que existe un Creador. Al principio de
su vida Wo buscó y encontró a Dios a su modo, en una organización de mentes
afines, y estaba muy contento consigo mismo; allí conoció a otros que amaban a
Dios.
Wo
supo acerca de la Fuente Creadora a su modo. Nada de lo que oyó fue
inapropiado. Todo tenía realmente sentido para él. Hemos dicho esto antes:
bendito aquél que busca a Dios. Punto.
No importa cuál sea la organización, o si piensas que tienen razón o no,
¡la búsqueda de Dios es honrada por la Fuente Creadora! Wo había encontrado su lugar, y su búsqueda,
y así empezó.
Wo
oyó que hay una vida después de la muerte, y lo creyó. Sentía que era así; era
intuitivo. Wo supo que él podía vivir toda su vida y que llegaría un momento en
que literalmente sería llevado, de alguna manera, en alguna forma, a un lugar
mágico que no podía ni imaginar, donde le darían una fiesta o recompensa por
todo lo que hubiera hecho en el planeta. Le dijeron que cuanto más hiciera,
cuanto más cumpliera, con las listas de eso complacería a Dios, cuanto más
hiciera, mayor sería la posibilidad de que al llegar la hora del juicio sería
juzgado digno. Wo sabía que él era
digno. Pero el empezó el linaje de su
vida, que era lineal.
Wo
no estaba equivocado; no estaba realmente mal informado. ¡Wo simplemente es
humano! Estaba haciendo lo que hacen los humanos. Cuantifican, califican,
cuentan, arman, registran. Eso hizo.
Wo
iba a la iglesia muchas veces; en ocasiones, más de una vez por día. Cada vez
que iba, se arrodillaba ante Dios y sabía que estaba en presencia de Dios y
sentía el amor de Dios. Wo lloraba siempre al sentir el increíble amor de Dios
que había allí, en ese sistema que había elegido. Descubrió a Dios.
Cada
vez que iba a la iglesia, lo registraba. Él sabía que algún día habría alguien
- tal vez en un lugar que no podía imaginar - que querría saber cuán a menudo
iba. Le dijeron que sería útil si se
abría a contar lo que había hecho o pensado, y confesaba esas cosas, y él lo
hizo, sabiendo absolutamente que ese era el proceso y que Dios estaría
complacido, y lo hizo. Muchas veces; una y otra vez, ¡y se sentía bien! Lo anotaba también.
Wo
buscaba otras cosas que agradaran al Creador, ¡al mismo Creador del
Universo! Se sentía parte de él, ¡sentía
el amor de Dios en su iglesia!
Comenzó
un voluntariado. Iba y ayudaba a esta persona y a la otra, una y otra vez, y
hacía trabajos como voluntario, sabiendo que esto complacía a Dios, y lo ponía
en su libro de anotaciones. El registro se estaba volviendo muy grande.
Wo
envejecía. Estaba tan contento. Llenó su segundo libro, un tercero, un cuarto
libro, registrando las cosas que hacía, y se sentía bien con ello. Todo lo que
le decían los que estaban a cargo, sus maestros espirituales, concordaba con lo
que él hacía: ¡Wo estaba haciendo lo correcto!
Era un buen hombre, una buena persona. No hacía daño a nadie.
Y
por fin llegó su hora. Wo se fue, pacíficamente. ¡Pacíficamente! Sabía que era su hora, sabía que se
encontraría con el Maestro. Sabía que
iría a un lugar que no podía ni concebir, que sería más hermoso que cualquier
cosa que él hubiera visto. Y tenía razón. ¡Oh, sí tenía razón! Pasó por el túnel y reconoció la luz blanca
al final; "éste es Dios, allí es donde va a suceder, estoy en camino a un
lugar con un hermoso portal donde me escucharán, traje mis libros, pueden ser
esotéricos pero los traigo, puedo decir lo que he hecho, cuántas veces lo hice,
¡ciertamente estarán impresionados conmigo! Porque lo hice bien. Amo a Dios,
Dios me ama." Tenía razón; en todo.
Dios
lo amaba, y él amaba a Dios. ¿Podía ser más perfecto? Realmente no. No para Wo: él había hecho todo
apropiadamente, ¡era una buena persona!
Wo está en lo correcto. Llegó a
este hermoso portal. En ese momento no entendió, pero sí más tarde, que este
portal era su propia creación consciente. Él lo esperaba, y aun en su muerte,
allí estaba. Wo estaba preparado.
En
el portal había un bello ángel dorado. Brillaba como el sol. Wo lo reconoció,
de algún modo, en alguna forma, como si lo hubiera conocido antes. Wo estaba
listo. Sintió ese día el amor de Dios; la Fuente Creadora lo rodeaba por todos
lados. Wo se sentía cómodo. Y entonces, el ángel dorado, con hermosa voz le dio
la bienvenida a Wo al cielo.
"Bienvenido,
Wo, te esperábamos. ¿Qué tienes?"
Para Wo, esto era la oportunidad para mostrarse. ¿Qué traía consigo?
¿Qué había hecho? Lentamente, empezó a hablar con el ángel: "He sido
bueno, he hecho estas cosas, mira los volúmenes de lo que he hecho." ¡Era impresionante! Wo habló largo rato, repitiendo una y otra
vez las cosas que había hecho para complacer a Dios, ante el ángel dorado que
era tan paciente con él, y decía el número de veces que las había hecho.
¡Impresionante! Hubo unas pocas ocasiones en las que había ido a la iglesia
tres veces en el día. Eso era
impresionante, estaba al principio de su lista, para que se viera bien (se ríe).
El ángel dorado prestaba atención; no se movía, sólo emanaba amor.
Luego
Wo hizo silencio. Entonces el ángel dorado dijo: "Wo, no interesa cuántas
veces hiciste algo. ¿Cuánta compasión tuviste? ¿Cuál fue la cantidad de
compasión que tuviste?" Wo dijo:
"Tuve que haber sido compasivo! Mira, hice esto 300 veces, hice aquello
400 veces." El ángel lo detuvo y
dijo: "Wo, no se te permite darme números. ¿Cuántos amores diste? Si quieres darme números, ¿cuántas
compasiones diste? ¿Cuántas vidas afectaste con esas compasiones y
amores?" Wo empezó a sentirse
incómodo, y se decía para sí "¡Tal vez estuve equivocado! ¡Tal vez estuve
equivocado!" El ángel dorado podía
leer su mente: "Wo, quiero que te relajes, solo quiero que me digas: ¿cuál
fue tu intención al hacer estas cosas?"
Y Wo no tuvo otra respuesta que: "Quería impresionarte" dijo,
"para poder pasar por el portal. Quería complacer a Dios, para poder atravesar
la puerta." Y el ángel dijo: "¿Qué
hiciste, compasivamente, para complacerte a ti mismo? ¿Qué hiciste para amar lo
que está en tu interior, que sabías que era divino, Wo?"
Wo
dejó caer sus libros y se dio cuenta de que estaba equivocado; empezó a
llorar. No sabía qué iba a pasar; solo
se dio cuenta de que en el conjunto de todo lo que había creado en toda su
vida, de algún modo había errado el tiro. De algún modo, ¡no le habían hecho
las preguntas que él creía que le harían! El ángel dorado dijo: "Wo, por
tu intención, el portal se abre. Porque
tu intención es lo bastante buena por hoy. "
¡Wo
estuvo tan agradecido! La puerta se
abrió, y Wo entró.
Ahora
bien; aquí detenemos la historia de Wo, porque Wo ya no es Wo; tan pronto pasa
el portal se vuelve parte de la Fuente Creadora, parte de la Familia. Les hemos contado qué sucede con ustedes
cuando cruzan la barrera entre la consciencia humana y la consciencia de Dios.
Tampoco puedo contarles cuánto tiempo estuvo Wo allí, pero podemos continuar
donde Wo empieza otra vez.
Wo
se dio cuenta de quién era, porque recibió la misma alma, y en seguida se
encontró conectado a un cordón umbilical (se
ríe) y estuvo de regreso.
Esta
es la historia de Wo, la parábola que queríamos contarles, que contesta algunas
de las preguntas que oímos una y otra vez.
Quiero que tengan en claro el final de la linealidad. No hay escaleras
que trepar; no hay cuentas que contar, no hay una repetición que origine el
amor de Dios por ustedes. ¿Oyeron eso? No hay una acción que puedan realizar
que los ponga en mejor lugar que el que tienen ahora. No hay una cantidad de
nada que puedan hacer; todo eso es lineal.
Deseábamos
enseñarles estos conceptos esta noche, lo hemos hecho con la historia de Wo. Él
amaba a Dios, pero en el proceso, no se amaba a sí mismo.
Primera
pregunta: "Quiero meditar correctamente ante el Espíritu." ¡Es una buena pregunta! ¡Es lineal! Y les doy
la respuesta. Porque la pregunta tiene
que ver con "cuántas" y "cuánto," siempre es así. "¿Cuánto debiera meditar? ¿Cuánto debe
durar?" todavía preguntan. ¿Cuántas
veces debes meditar? ¿Estás listo para esto? ¡Una vez! ¿Cuán a menudo? ¡Una vez!
"Ahora bien, Kryon, ¿eso es una vez al día?" (risas del público). ¡No! Eso es para toda tu vida, querido. Una
vez. Quiero que entres en meditación y
nunca salgas. ¿Me oyes? ¡No salgas
nunca! ¡Quiero que estés cerca de tu
propia pieza de Dios en tu interior, que siempre estés en estado meditativo,
una meditación ambulante, que estés alerta, conectado, que nunca te vayas! ¿Oíste eso?
¡Qué concepto! No hay
linealidad. Si objetas esto y dices,
"¡Sí, pero tú no estás en 3D, Kryon; tenemos que hacerlo aquí o allá
o..." ¡No, no es así! Lo haces una vez y permites que tu cuerpo
decida cuándo se vuelve más intenso y cuando menos; cuando estás conduciendo o
cuando estás caminando, cuando hablas con un amigo, cuando eres compasivo, o
tal vez cuando duermes. ¡Una vez! ¡Y estás siempre allí! ¡Conectado con Dios!
Tienes
en ti la semilla del Creador, que se te dio hace mucho; naciste con ella,
preguntaste por ella la primera vez que despertaste; ¡esta mañana les dije que
ustedes buscan a Dios! Bueno, cuando
decidieron que está en su interior, ¡quiero que se conecten con ella y nunca la
dejen! Una vez. Toda su vida, una vez.
¡Y no se atrevan a llevar un registro!
No nos interesa. Y a ustedes no
debiera interesarles.
¿Cuál
es cociente de compasión? Pregunto otra vez. ¡No me puedes decir cuántas
compasiones hay! ¡No puedes contar cuántos amores hay! Si estás enamorado de ti mismo, ¡eso no es
cuantitativo! simplemente es, ¿lo ves?
La
primera pregunta que le hicieron a Wo fue sobre él mismo. ¿Qué hiciste por ti?
Y luego cuando quedó claro, no mucho, (se
ríe), la siguiente pregunta fue ¿Cuál fue tu compasión hacia los
demás? Él no estaba en el modo
compasivo; él estaba de rodillas contando, eso le importaba, cuántas veces se
inclinaba. ¿Cuántas veces mostraría su reverencia, cuántas velas
prendería? Queridos, ¡eso es lineal!
Quiero
que comprendas un plan multidimensional. Haré una declaración: solo tienes la
tercera dimensión para trabajar, ¿correcto? Lo sabemos; tú lo sabes. Entonces aquí hay algo nuevo: quiero que
hagas acciones tridimensionales para soluciones multidimensionales. Y estarás
en lo correcto. ¡Es todo lo que tienes! Ahora es todo lo que tienes. Y esa
acción tridimensional será la mejor manera de entrar en un estado de meditación
para siempre. Y darás tu intención para
ello. La intención, la compasión y el amor son todo lo que nosotros vemos. El
Espíritu ve la energía. ¡El Espíritu ve la energía! Y la compasión que tengas por el que esté a
tu lado, cuando salgas del salón, para el que te encierra en la ruta (se ríe), la compasión por un miembro de
la familia que no entiende dónde estuviste hoy y te da un mal rato. Eso es
energía. ¿Y cómo te va hasta ahora?
Estas
son las cosas difíciles. Es fácil ser compasivo con un vagabundo o una persona
pobre. ¿Y qué hay de ti? ¿Puedes tener compasión por tu propia vida? ¿Puedes
enamorarte de todo lo que eres tú y que sucede a tu alrededor, no importa qué
sea? ¿Puedes tener compasión,
comprensión y amor por circunstancias que no conoces? Eso es energía. Y eso es lo que vemos.
Ahora
sabes por qué las afirmaciones son una de las cosas más fuertes que puede hacer
un alma antigua. Dices en voz alta cosas para ti mismo y cuando las oímos
llevan una energía tremenda, ¡de alegría, de propósito, de intención! Y estás allí, tal vez ante el espejo, y dices
"¡Estoy sano! ¡Estoy
rejuveneciendo! ¡Soy un ser espiritual, parte de Dios! ¡Yo soy el que soy! Estoy con propósito. ¡Soy
hermoso ante Dios porque soy parte del plan de Dios! ¡Y la alegría resuena en
esto! No es lineal! Estás diciendo frases en tres dimensiones, y
estás obteniendo soluciones multidimensionales. Esto es el nuevo humano,
querido. El que empieza a entender que el idioma del Espíritu es la energía.
Ahora ve y hazlo, alma antigua. Ve y hazlo.
Y
así es.
Kryon
Desgrabación y
traducción: M. Cristina Cáffaro