Canalización de Kryon
a través de Lee Carroll
en Toronto, Canadá, el
29 de noviembre de 2014
(a partir del minuto
10 del audio)
Desgrabación y traducción: M. Cristina Cáffaro
Resumen de 2014 - Parte 1
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon
del Servicio Magnético.
¿Puedes
sentirlo? En el salón ha habido un cambio.
El cambio está listo aquí, querido, si vas a experimentarlo, la energía
es diferente. Y como todo lo demás que
te presentamos, es el libre albedrío del ser humano discernirlo o no, aceptarlo
o no. Tal vez has venido hoy no
esperando oir una canalización, ni creerlo.
Tal vez estás allí sentado simplemente soportándolo. No está en tu consciencia, por el momento,
creer que sea real. Y nosotros te
celebramos, porque este es el libre albedrío que queremos que tengas. Queremos
que tengas el discernimiento con el cual sabes que es real, y la energía fluye
hacia ti de forma que puedes decir "Sé que es verdad, sé que es real, no
me pueden engañar porque lo siento en mi esencia." Contigo estoy hablando.
Hay un
cambio aquí. Ahora bien, la maestra
Peggy, sentada a mi izquierda y a la derecha de ustedes, habló en su
canalización de los paradigmas; ella enseña un nuevo paradigma. Habla sobre renacer; ella lo enseña; que la humanidad está realmente saliendo de
una era oscura: vamos a hablar de eso esta noche. Ahora, lo que eso significa
para muchos de ustedes, especialmente los sensibles en este salón, es una
realineación con la energía. Yo sé quién
está aquí; de veras lo sé. Sé por qué han venido. Algunos vienen por cosas profundas, por la
sanación que han deseado por algún tiempo, por situaciones que querían
despejar, por nueva información que deseaban oir; otros sólo vienen porque se
lo han pedido. Yo sé quién está aquí. Y
lo que sé es que todos, cada uno en este salón, es un alma antigua, ya sea que
lo crean o no. Es lo que los trae a este
lugar, y lo que les quiero decir ahora mismo, si aceptan esto, es que esto es
un cono de seguridad; lo que quiero decirles es que están aquí para recibir una
energía, ahora mismo, que se les presenta, se les da, y se coloca dentro de
ustedes - si la aceptan. Va a
fortalecerlos al irse. Y esa fortaleza
no es lo que esperan. Es la fortaleza
del discernimiento y de la consciencia: tiene que ver con ustedes creyendo lo
que creen. Empieza a cambiar lo que
llamamos - el factor que tienen muchas almas antiguas - su creencia de no ser
dignos.
Autoestima: ¿cómo está la tuya hoy? ¿Cómo te sientes contigo mismo y respecto a lo serías capaz de hacer? Cuando oyes las cosas de las que hablamos,
¿las oyes como cosas que otros hacen y en las que desearías estar incluido ? (se ríe) ¿O se trata de ti?
¡Hemos
venido para hablar contigo! ¡No con el alma vieja que está a tu lado! ¿Lo comprendes? Cada uno de ustedes en este salón, sin
importar la edad, está experimentando la misma energía nueva en este planeta,
¡y se lo han ganado! Pero si están aquí
sentados y no creen ser dignos, o tienen miedo de esta energía, ¡déjenme
decirles que no entendieron que se han ganado el derecho a estar aquí, almas
antiguas! ¡Pagaron el costo! ¡Y su graduación es inminente! No pueden quedarse sentados pensando, ni por
un momento, que no lo merecen. No van a
llegar a ningún lado; si no comprenden esto van a quedarse en la vieja energía
y sólo van a debatirse en el miedo. Más tarde, esta noche, voy a hablar sobre
esto. les daré un resumen de todo lo que he hablado este año (se ríe) No todo.
Los puntos principales. Y entre
ellos, la cuestión de quién crees que eres.
¿Ya lo tienes claro? Dios no te
ha regalado nada, alma antigua; ¡te lo ganaste! ¿Cuántas vidas tuviste que
atravesar, experimentando lo que pasaste, para llegar al punto en que por fin
te yergues y dices "¡He llegado! Ya
no hay nada que tenga que atravesar, no necesito sufrir más, ya no necesito más
desilusiones, ya no necesito temer. Puedo pararme, afirmado en mí mismo, un
escudo de conocimiento y experiencia, ¡y salir de aquí!" Y aquí es donde inicias las cosas nuevas que
empezamos a darte.
¿Cuántos
de ustedes han pasado la mayor parte del tiempo preocupándose de quiénes
son? Les diré: ¡Muchos de ustedes! ¡Y tal vez ni siquiera lo sabían! "¿Cómo hago esto? ¿Cómo hago aquello?
¿Podré hacer esto? ¿Cuál es el proceso
para hacerlo?" ¡Si sólo supieran
cuán potente es su intención! Aquí hay humanos que no lo saben, pero creen que
sí. Se empieza con: "Querido
Espíritu, mi intención es tener un cuerpo sano. Intento pasar por la vida sin
preocupaciones. Mi intención es dejar de
temer." Y luego estás en silencio
por un momento y tu cerebro dice: "¡Aun si no lo merezco!" Vas a tener que cambiar esa programación. ¡Y
ya! Porque éste es el tiempo que has
estado esperando. ¡No lo desperdicies!
¡No lo malgastes con esta falta de seguridad y de autoestima, con dudas
y preocupaciones y todo eso, sólo vieja
energía que permanece, sonriéndose ante ti y diciendo: "¡Te
agarré!" ¡Porque hace eso! Si eso es lo que haces.
¿Puede
el ser humano superar ese punto? La
respuesta es ¡Oh, sí! No te lo
hubiéramos dicho si no fuera así. ¡Claro que sí! ¡YO SÉ QUIÉN ESTÁ AQUÍ!
Esto es
familia! Te hemos observado atravesar
tus vidas, estuvimos a tu lado, en algunas de las peores cosas que pueda
experimentar un humano, están en tu psiquis, en tu akash, lo estás llevando
contigo, y ahora es hora de ver lo que es: ¡experiencia! De modo que ya no tienes que pasar por eso
otra vez. ¿Captaste eso? Ya no tienes
que hacerlo otra vez.
Me
pregunto si quieres volver a la escuela. Empezar con los primeros grados.
Dirás, "No, ya me gradué" ¡Exactamente! ¿Cuántos de ustedes quieren volver a aprender
el alfabeto, y aprender a leer, y ... NO!
Porque ya estuviste allí, ya hiciste eso, ¡ya no lo necesitas! Querido, quiero que pienses sobre esto,
porque el sufrimiento, el miedo, todo eso que has pasado, ya no necesitas
hacerlo otra vez, ¡es hora de graduarse!
Hora de cambiar a un nuevo paradigma, uno más suave. Hablaré de eso esta noche, para repasar lo
que he dicho en este año de cambio: hemos definido el 2014 como el año Uno. ¡
Año Uno! De una nueva civilización en el planeta. Las almas antiguas comienzan a despertar.
Y así
es.
Kryon
Desgrabación y traducción: M. Cristina Cáffaro