Canalización
de Kryon por Lee Carroll,
en Mont
Blanc, Francia, 23 de mayo de 2017
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Mi socio me ha traído a las alturas anteriormente. Al mirar hacia
afuera a la montaña, quiero que imaginen que están mirando un lago. Entonces
estarían en la Isla del Sol, en Bolivia, a la misma altura (se ríe).
Este no es el récord de altura para canalizaciones, eso es, medido en pies,
33.000, en un avión (se ríe). Mi
socio me llevó una vez al pie del monte Aconcagua en Sudamérica. Este era el
nodo de Mont Blanc. Y allí di una canalización y dije esto: Pregunten a
cualquier andinista, un verdadero andinista, no un turista, y encontrarán que
todos ellos creen en Dios. Es común, porque suelen estar en la cima del mundo
tan seguido. Pregunten a un piloto y les dirá que siempre es un lindo día por
encima de las nubes. Queridos, algo hay en estar tan alto observando todas las
cosas allá abajo. Es casi una euforia. Cuando miran, es cuando quieren hacer
afirmaciones. Es cuando quieren abrir sus manos y decir: "Gracias
Espíritu, por todo lo que es, por Gaia, y por mi vida." Queridos, este es
el lugar para que suelten cualquier cosa que estén llevando consigo. Tendrán un
poco de tiempo privado después de este pequeño mensaje. Este es el lugar donde
el aire está enrarecido, donde su cuerpo reacciona a la altura, y sus ojos no pueden creer lo que ven.
Un día perfecto en este lugar magnífico; un día para liberar; por eso
están aquí. No es simplemente esotérico;
pueden preguntar a todos esos; "¿Por qué trepan a la montaña? ¿Por
qué esquían?" Y ellos dirán: "Para estar con la naturaleza; tiene
algo, con solo estar aquí uno se libera." Este es el momento: si están
cargando algo que creen que no es para ustedes, si sienten que hay alguna cosa
que llevan adherida, este es el lugar para soltarla. Algunos de ustedes saben
exactamente de qué hablo. Tienen ayuda; el Espíritu sabe dónde están; tomen la
mano ahora mismo de esa parte de ustedes que es la naturaleza, y Gaia, y Dios.
Es un mensaje corto; es el último que mi socio entregará en Europa
durante este viaje.
Bendito el humano que sabe quién es y puede declarar "Yo soy
Dios" y las montañas lo oirán y dirán: "Y nosotras también" (se ríe).
Y así es.
Desgrabación
y traducción: M. Cistina Cáffaro