En Santa Fe, Nuevo Mexico, EE.UU.
Evento Gregg Braden & Lee Carroll
22 de Febrero de 2025
Saludos,
queridos, Yo soy Kryon del Servicio Magnético.
Me encantaría
presentar a ustedes una palabra nueva. Una palabra nueva para esta sala:
dispensación. No estoy seguro de que se haya dicho aquí antes. Es un permiso
para un cambio temporario de energía. Tengamos una dispensación temporaria para
que ustedes se relajen en lo que oyen de mí. Yo sé quién está aquí. Quiero
darles algunas preguntas básicas para hacerse a sí mismos en unos minutos, y
luego esperemos las respuestas que quieren oír.
La energía en
este salón empieza a atemperarse, algunos de ustedes dirían que se vuelve
espesa con el amor. La canalización suele ser así, depende de lo que sucede en
la energía a su alrededor, creando una confluencia de energía, que es diferente
en esta dispensación. Esto es un ensayo para lo que vendrá luego, hoy, cuando
algunos de ustedes saldrán de aquí diferentes de como llegaron.
Aquí hay amor.
¿Piensan que aquí hay un sistema del Creador de todas las cosas? Es intuitivo,
¿no es así? Que el planeta busque a Dios. Qué cosa. Incluso en la ciencia se
informa que cerca de 80% de la humanidad cree en un Creador del Universo - 80%.
En la Estadística, llaman a eso una prueba contundente. ¿Por qué sería
eso? ¿Es posible que la divinidad dentro
de ustedes esté lo bastante despierta incluso en las viejas energías del
planeta como para reconocer que hay un Creador? Ese es el paso 1 del sistema.
Eso se ha logrado, creer en Dios.
Luego Dios se
volvió muchas cosas para muchas personas – pero no es por eso que estamos aquí.
Estoy hablando del Sistema 2. ¿Crees tú que ese Dios de la Creación tiene una
consciencia – si pudieran incluso llamarlo consciencia? ¿Existe una percepción
conciente de ustedes? ¿El Creador del Universo conoce tu nombre? Quiero
decirles algo. Quiero darles el Sistema 3. Quiero decirles algo que necesitan oír.
¡Sí! Pero no
solo conoce tu nombre; está contigo 24/7. Ha estado contigo cuando reíste,
cuando lloraste, y cuando sucedieron todas las cosas buenas, y cuando
sucedieron cosas desafiantes, en toda tu vida. Ese es el compañero de la
divinidad que viene con el sistema 3. El Sistema 3 es el reconocimiento del
amor de un Creador a quien le importas y tiene algo que decirte. La antena está puesta para que tú recibas
esto. La percepción conciente de aquello que tú llamas Dios, Espíritu, o lo que
sea, es más grande que lo que piensas. Pero tiene una alianza con la cosa más
pequeña que pudieras pensar, con tu corazón, tu ADN, tu divinidad.
Sistema 4, si
quieres llamarlo así; del plan. Cuando despiertas al conocimiento y a la
percepción conciente de lo que está dentro de ti y lo reconoces; esa es la
palabra clave. Puedes creerlo pero no reconocerlo. Puedes creer en la gravedad,
pero hasta que saltas al lago y te mojas, no la habías reconocido. Cuando
reconoces lo que es el amor que está en tu corazón desde el Creador, al que tú
le importas, ¿cuál es el paso siguiente? Se llama Maestría.
¿Sabes qué
viene con la Maestría? La compasión, la bondad, muchas cosas que este planeta
ha estado buscando por largo tiempo. Plan 4: eso que es compasivo se deslizará
y barrerá este planeta durante una generación o algo así, y eso crea algo que
es una consciencia tan elevada que nunca habrá otra guerra. Y hacia allí está
yendo esto. Estás en el lugar correcto en el tiempo apropiado, para sentarte y
ser amado.
Y no hay un
dios autoritario que se pare allí y te diga qué hacer, cómo hacerlo, cuál es el
paso siguiente. Estas son las cosas que tu divinidad va a tener en alianza con
la consciencia del Creador.
¿Qué tal si te
sientas por un momento, sin estar en ansiedad por lo que está pasando en tu
vida o en el mundo? y en cambio, por un momento todo está bien.
“¿Cuál es la
mejor oración que pueda tener, Kryon?”, pregunta la gente. “Tengo muchas
sugerencias sobre qué hacer en adelante. No sé qué. Hay mucha gente que ofrece
ayudarme si voy allí, o estudio allá, o subo estas escaleras, o voy por esa
avenida”.
¿Por qué harías
semejante cosa? Cuando el conducto hacia el Espíritu está dentro de ti. Y
empieza a abrirse de maneras que nunca lo ha hecho antes. Porque hay más que un
tiempo en curso. Piezas y partes de ti empiezan a ser alertadas, podrías decir;
despertadas, podrías decir; abiertas. Esta es la mejor pregunta que podrías
hacer alguna vez al Creador. La antena que tienes adentro, para escuchar. La
pregunta es esta: “Querido Espíritu: dime qué es lo que necesito saber.” Y
luego siéntate.
Y el ser humano
lineal va a decir “Bueno, ¿cómo va a funcionar eso? ¿Voy a oír una voz desde el
cielo?” (se ríe) El ser humano lineal no tiene idea, verdaderamente, de
cómo una consciencia multidimensional del Creador, llena de amor, te habla. Te
habla a través de la intuición y de la sincronicidad, y la belleza, y la
compasión. ¿Cómo es tu día? ¿Cómo empiezas tu día? Piénsalo. ¿Te levantas y te preocupas por lo que
vendrá? ¿O te detienes por un momento? y
dices “Gracias. Estoy aquí en este planeta para resolver el rompecabezas de luz
y oscuridad. Como un ensayo, tal vez, durante años, y estaré involucrado en
difundir la divinidad.”
La Maestría
hace eso. No es una filosofía; no es una doctrina; ¡es una realidad! Cuando alguien viene y empieza a gritarte, ¿qué
hace normalmente un ser humano? Reacciona. La Maestría no reacciona; observa. Y
tú puedes observar eso. Y puedes mirarlos cuando te gritan, o te empujan en el
pecho, y toda tu reacción es “Lamento mucho que tengas un mal día.” Cuando
simplemente se va. Porque tú tienes compasión para su Dios interior, que es el
mismo que tu Dios interior. ¡Eso es lo que está llegando!
¿Puedes
imaginar líderes compasivos de corporaciones? ¿Puedes imaginar gobiernos
compasivos? Eso es posible. Ha sucedido en otros planetas, queridos, y ustedes
están llenos de la sabiduría de otros planetas. Llegarán allí un poco más
tarde. Tal vez mañana.
Este es el plan
que la divinidad dentro de ti empezará a despertar. Y ahora es el momento.
Hay más
llegando; eso solo es el enunciado del comienzo. Ustedes son tiernamente
amados.
Y así es.
Kryon
Transcripción y
traducción: M. Cristina Cáffaro