Canalización de Kryon por Lee Carroll
Junio 9 - Día 3 (B) – Aventura de Kristal
Hot
Springs, Arkansas
Antiguos Sonidos para la
Ascensión
Saludos, queridos, Yo Soy
Kryon del Servicio Magnético.
Tengo una historia. Deseo
revelar algo que nunca he revelado, ni siquiera a mi socio. Tal vez es el
tiempo, lo que ustedes se habían dado hoy, sobre la música, sobre los tonos,
sobre frecuencias, sobre algunos de los misterios, sobre cómo estas
cosas están evolucionando en la ciencia, en el esoterismo.
¿Mi historia? Bueno, es
muy vieja. Voy a llevarlos hacia atrás, casi 5000 años, a un lugar que se ha
vuelto muy familiar para mi socio, el antiguo Egipto. Y hay una razón para que
vayamos allí.
Quiero que visualicen algo
en una realidad que voy a darles, una instantánea del pasado. Primero y principal, la filosofía, las percepciones,
de aquellos en la parte más temprana de aquella dinastía egipcia que tenía una
pureza de su creencia, una que los sorprendería, ya que no siempre se les
cuenta todo ello en la Historia.
Digo que es una pureza
porque, a medida que este bello tiempo egipcio progresaba y progresaba en miles
de años de cambios, la filosofía cambió.
Su sistema de creencia cambió. No solo con los conquistadores, sino con
otros faraones que decidieron estampar sus propias ideas sobre ella. Y ustedes
pueden verlo reflejado, incluso en los jeroglíficos a través del tiempo. Cómo
construyeron sus templos, y lo que hicieron, y qué era lo que consideraban
sagrado, o no. Con el tiempo, se transformó y cambió.
De modo que estamos
hablando de las épocas tempranas, tan tempranas, tal vez, como la cuarta
dinastía, con un faraón llamado Khufu. Khufu: esta no es la manera en que
sonaba en el idioma egipcio, es tan cercano como es posible. (N.T. sería lo que llamamos Keops) Él
decidió que construiría una pirámide. Fue inusual, porque la mayoría de las
tumbas estaban bajo tierra. Y esa sería la manera de hacerlo desde entonces,
excepto por unos pocos. Pero él construyó una gran pirámide; la pirámide más
grande. Y cuando él era un hombre más joven, empezó; tenía ideas de lo que él
quería hacer allí.
Hablemos de las tumbas en
general. En todo Egipto, especialmente en las primeras dinastías, ¿Sabían
ustedes que ellos creían que cualquiera podía ir al otro lado? No solo los
faraones. No solo la realeza. Todos van al otro lado. Sin embargo, incluyendo
eso, había un escenario de cómo llegar allí, de cómo te presentas, cómo pruebas
que eres digno. Y por supuesto, cuanto más podías llevar contigo, mejor lo
pasarías al llegar allá.
Y es por esto que, cuando
ustedes abren algunas de las tumbas más antiguas, en el Valle de los Reyes y
las Reinas, descubrirán los pertrechos que querían llevar consigo. Uno de los
más famosos, tal vez, Tutankamón, el joven rey Tut, cuando se abrió, se podía ver
la intención original: allí estaba, la carroza, el barco que lo llevaría a
cruzar el río, todas las riquezas que él necesitaría, para sobrevivir como un
rico en el otro lado del velo. Y esa era la intención.
En todas las paredes, se
encontraba en las tumbas la historia del que yacía allí, lo que había hecho.
Los dioses a los que había complacido y con quienes había hablado, todo estaba
descripto en una pared. Los jeroglíficos cuentan una historia tras otra; tal
vez la relación del rey con el Dador de la vida, el Nilo. Todo en las paredes.
La historia de lo que se había logrado,
Y no necesitaba ser un
faraón; se descubrieron tumbas simplemente de individuos ricos, con la misma
filosofía. Uno ponía en los muros quién era uno, de modo que al llegar a ese lugar
donde se tomaban decisiones, se pudiera ver su vida; esa era la idea, esa era
la filosofía.
El día en que abrieron las
tumbas se dieron cuenta de que todas se habían hecho en colores gloriosos, cosa
que no suele verse; eran muy hermosas. Todo para honrar al que iba al otro
lado, con lo máximo, con la prueba de quién era, Algunas de las tumbas eran
bastante grandes. Casi todas bajo tierra. Pero no Khufu.
Verán: él tenía una idea.
Basado en lo que decía su consejero, basado en la filosofía que tenían, una
idea de la que nunca les he hablado, y que hoy no es comprendida. Aquí va.
Khufu estaba muriendo. La
pirámide no se había terminado. ¡Oh, qué lugar! Brillaba blanca en el desierto,
era bella, magnífica. Nada parecido a como luce hoy. Requirió 27 años y millones
de trabajadores. Obreros que venían de todo Egipto, porque amaban a su faraón,
y aportaban varios meses de trabajo. Se construyeron alojamientos alrededor de
la pirámide, que aún pueden verse, para que pudieran pasar tiempo allí
cómodamente. Se los alimentaba. Y ellos daban a su Faraón y Rey su trabajo, que
el arquitecto había armado, para la construcción de la pirámide. Se hizo.
Khufu estaba enfermo. Él
estaba muriendo, y ellos lo sabían. Y entonces empezaron los preparativos para
algo de lo que nunca he hablado. Algo que no encontrarán en ningún libro de
historia. Y sucedió.
Es interesante. La mayoría
de las entradas a las tumbas en Egipto estaban ocultas. Las escondían porque no
querían ladrones de tumbas, que más tarde en la historia perturbaran todo lo
que implicó la preparación. Pero esta pirámide, oh, tenía una puerta realmente
grande. Justo en un costado, enorme, porque allí es donde todo sucedería cuando
entraran para celebrar a Khufu en su muerte. De una manera diferente de lo que
él había planeado, de lo que le habían aconsejado, que ellos conocían.
Es interesante que esa
puerta fue sellada más tarde con los
mismos bloques con que construyeron la pirámide. No es como para abrirla ya
más, De hecho, aquellos que entraron finalmente, tuvieron que hacerlo por otra
vía. Pero ahora la puerta está abierta; no está bloqueada.
Había una hermosa rampa y
escaleras que subían por el costado de la pirámide, luego quitadas, para los
cientos que iban a entrar y participar en algo. Participarían en eso durante un número de días, turnándose.
Y les diré qué es eso, ahora.
Si ustedes entraban por
esa puerta, no tendrían una pirámide vacía. Era grandiosa más allá de lo
creíble, enorme. Construyeron algunas áreas muy especiales, y una cámara para
el Rey que era casi demasiado pequeña. Solo lo bastante grande para el
sarcófago y los pocos que lo rodeaban. No era enorme. Había algo más.
Vengan conmigo, mientras
esos cientos fluyen entrando a esta pirámide, en esta habitación tan especial,
que no es la cámara del Rey. Es una habitación de aspecto inusual, no muy
enorme, pero diseñada muy cuidadosamente.
Las paredes son planas y suben un largo trecho que puedes ver, hasta un
punto de aspecto inusual. Pero la cosa más inusual es que no hay jeroglíficos.
No hay pertrechos. No hay nada como lo que estaba en todas las otras tumbas en
Egipto. Estaba casi desierta. Muy inusual.
Cuando llegó la hora, el
primer conjunto, el primer grupo entró en esa sala. De una manera muy especial. El Rey fue
llevado literalmente a través de ellos y puesto en el sarcófago. Y entonces
comenzó. Empezaron a cantar. Y el sonido creado por ese grupo se amplificó, y
se amplificó, casi se podía oír desde afuera de la pirámide. Y no se detenían.
Y cuando estaban
exhaustos, otros venían a reemplazarlos, y el canto seguía y seguía. Porque al
Rey le dijeron sus consejeros que, mejor que cualquier cosa que pudiera
llevarse con él, o escribir en las paredes, él podía ser cantado hacia el otro
lado, por cientos, durante días, y él iría directamente allá. Porque el sonido
era rey. Y eso es lo que sucedió.
Y cuando terminaron, fue
varios meses después, que sellaron esa entrada completamente, en tal medida que
ni siquiera la dinamita la abriera. Que era correcto.
Ahora déjenme continuar
con la historia. Más de 5.000 años después, cuando mi socio Lee entró por
primera vez en esa pirámide, le pareció raro, él esperaba algo grandioso,
esperaba bienes, esperaba mucho más. ¡Es
un rompecabezas! Es un enigma para cada visitante o turista. Entra en la tumba
más grandiosa de todas, y encuentra ¡casi nada! Las habitaciones son pequeñas,
excepto una.
Quienes en días
anteriores, lograron entrar en esa pirámide, y cavaron los túneles que
necesitaban para llegar, se arrastraron por la rampa que necesitaban para
llegar al lugar donde las cosas comenzaron, para abrirla, había una cámara con
muros muy lisos, en una manera cónica que podía verse yendo hacia el techo, muy
alto, y no había jeroglíficos.
Mi socio hizo algo que
podía hacer, porque era el líder del grupo, habló al guía que estaba allí con
ellos. El guía era un hombre mayor, un guía muy especial. Uno que él había
conocido. Este guía le dijo algo. Y él oyó algo. Este guía particular, como ningún otro en
Egipto, sabía lo que sabía, incluso antes que la Universidad empezara a
enseñarlo. Él dijo: los jeroglíficos en las tumbas se supone que se cantan.
¡Ohhh! ¿Quién le dijo eso? Y este hombre dijo: “Yo los canto. Conozco las
tumbas.” Y le preguntó: “¿De qué se
trata esta sala?”
Él miró alrededor, porque
no quería que ninguno de los otros hombres lo oyeran decir esto. No porque
tuviera miedo, sino que no quería ofender a aquellos que se habían graduado en
la Universidad y se les decía qué decir. Y miró a mi socio, y miró hacia
arriba, y dijo, “Bueno, yo creo que esto tenía que ver con el sonido.” Entonces
mi socio empezó a mirar esto un poco más de cerca. Mi socio es un ingeniero en
sonido. En los días antes de lo digital, había cosas que era necesario
construir en estudios, con objeto de amplificar el sonido de una manera
hermosa, para agregar eco y otros. Entonces se construían salas especiales, y
él había construido una. Mi socio había construido una, en su tercer estudio.
Al mirar este lugar, en
esta pirámide, al mirar hacia arriba, había nódulos, en las paredes. Y él se
rió, porque se dio cuenta de que esto era un diseño de sonido que él había
tenido que usar para construir una cámara de eco. Costados no paralelos, la
haces tan plana como sea posible, instalas los nódulos para impedir que ciertas
frecuencias se amplifiquen, Todo eso. ¿Quién está allí? Todo eso.
Con el sonido,
ciertamente. El día en que ustedes vayan allí, busquen eso. Busquen algo muy
inusual. La pirámide más grande de todas, la tumba más grande de todas, sin
jeroglíficos. Donde no se encontraba mucho de nada, para ir al otro lado. Y en
cambio, encontraron una cámara de sonido. Donde a Khufu lo cantaron hacia el
otro lado.
¿Qué piensan ustedes de la
música? ¿Qué piensan del sonido?
Terminaré ahora esta
canalización con solo un enunciado: Por favor, escuchen la canalización que
recibieron hoy más temprano, para comprender este enunciado. Aquí está: Egipto
es una de las muy pocas sociedades, o culturas, que usan la base 12. (se ríe). Ellos sabían eso; sabían todo
sobre eso.
Queridos, les doy esto
libremente, en una realidad que espero que puedan llevarse a casa. Para
entender lo que podría estar llegando. Descubrimiento. Frecuencias, sonido,
música, que nadie realmente esperaba.
Yo soy Kryon, enamorado de
todos ustedes.
Y así es.
Kryon
Main entrance: entrada principal Thieves entrance: entrada de los ladrones.
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro
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