José Luis Stevens – 16 de Abril de 2025
Uno de los
mayores dilemas que enfrentamos con estos tiempos de cambios dramáticos es la
paradoja de en qué confiar y qué combatir en términos de cambio social. Muchos
videntes, sabios, profetas y consejeros espirituales están diciendo que estos
son tiempos de cambio dramático predicho en muchas profecías, y que, en lugar
de resistir a los cambios, estamos mejor si vamos con el flujo y navegamos los
cambios a medida que llegan. Por ejemplo, adaptarse al cambio climático es una
buena jugada porque por un lado muchos de estos cambios son inevitables y no
podemos necesariamente evitarlos tecnológicamente o detener su rápido progreso
con nuestros intentos fallidos de reducir los gases de invernadero. Sin
embargo, ¿qué hay de los cambios dramáticos traídos por figuras políticas por
motivos dudosos de provecho propio? ¿Los combatimos, o simplemente nos
adaptamos a ellos aun cuando puedan conducirnos a una oligarquía, a regímenes
autoritarios, a la destrucción de la democracia, al fascismo, y a un retroceso
dramático en términos de misoginia, racismo, y tal vez incluso a esclavizarnos
a tecnologías de IA? Esta incertidumbre tiene a muchas almas antiguas y maduras
rascándose las cabezas y les impide dormir de noche. En último caso se reduce a
la cuestión vieja de si tenemos libre albedrío para alterar nuestra realidad o
no. Por un lado tenemos “Cualquier cosa que pase, pasará”, y por el otro lado
tenemos “Nosotros creamos nuestra propia realidad”. Al menos esta es la manera
como aparecen las cosas. En este plano de existencia física, parece que siempre
acabamos con algún tipo de dualismo, es esto o es aquello; elegir arriba o
abajo. Como suele pasar, tal vez ambos tienen alguna verdad que ofrecer.
“Así es como es”
es un clásico punto de vista taoísta o Zen, que implica que solo hay lo que es
y al final del día todo repensar, analizar, y resolver problemas nos arroja
fuera de estar en el momento presente y es un camino al sufrimiento. Podemos
siempre estar alegres si nos damos cuenta de que todas las apariencias son de
naturaleza ilusoria y que existir y ser está inherentemente en alineación con
el Espíritu, y cómo puede esto ser otra cosa que perfecto. Sin embargo, siempre
hay peligro de que, debido al condicionamiento incesante podamos caer en la
amnesia o el olvido momentáneo y acabar resignados en lugar de alegres, y luego
estamos en una profunda mierda. De hecho, nos sucede a la mayoría de nosotros
muchas veces al día. Si no vemos al Espíritu Creador en todo permanentemente,
entonces siempre nos sentimos separados y eso es un plano de lucha. Si estamos
realmente concientes en todo momento de que está el Espíritu en todo, que todo
es divino por así decirlo, entonces estamos viendo más allá de las apariencias,
hacia la verdad, que todo es uno, o en otras palabras, todo es perfección. Eso
es mucho pedir, y muchos de nosotros nos quejaríamos. Si quieres estar en ese
estado permanente donde ves al Espíritu en todo, en todo momento, tendrás que
dominar la interminable cadena de pensamientos que hace que nuestros cerebros
se deslicen por ese camino o el otro. No muy fácil, podrías decir, y yo estoy
de acuerdo. Nuestra amnesia es una adicción que fue cocinada en nuestro ADN
decenas de miles de años atrás, cuando nos volvimos sintientes. Sin la amnesia
no habría juego de escondidas con el espíritu y no tendría objeto el juego que
estamos jugando, simulando ser individuos y seres separados por nuestra cuenta
en un universo azaroso, concientes en virtud de químicas que ocurrieron para
confluir en alguna clase de auto consciencia. Ups. Esa frase fue un poco larga,
pero resume todo el juego.
Entonces, ¿cuál
es la solución del dilema? Bueno, aquí van algunas buenas noticias si quieres
creerlas. Al mismo tiempo que se cocinó nuestra amnesia en nuestro ADN, le
dimos una fecha de vencimiento. Ahora podrías preguntar quién es “nosotros”, y
es una pregunta bastante válida. “Nosotros” es la conciencia misma. Entonces,
la amnesia en que realmente somos conciencia nunca fue intención de que sea
permanente. Se diseñó para expirar en el tiempo en que estemos listos para que
expire. Eso trae más preguntas. ¿Qué significa “listos? ¿Y por qué ahora? Y
¿están listos todos los humanos o solo algunos? Y así sigue. Esas son demasiadas preguntas para contestar
adecuadamente aquí, de modo que solo digamos que los oráculos dicen que este es
el momento y, por ahora, lo dejan allí.
En cuanto a quién está listo, digamos que suficientes personas están
listas, que el programa del centésimo mono está efectivo, y que bastantes de
nosotros estamos listos para cambiar el paradigma desde la amnesia a la
recordación.
Ahora bien, hay
dos cosas que pueden preguntar: “¿Por qué tengo que presenciar todo esto porque
ya no debo comportarme así? ¿Ahora soy
un adulto y una buena persona?” ¿Y cómo lo detenemos cuando parece que los
niños se han vuelto salvajes y están totalmente fuera de control y han
manipulado el sistema tan completamente que el resto de nosotros estamos
impotentes? Estas son dos preguntas legítimas.
La primera
pregunta implica que no somos esos niños de mala conducta y que no es justo que
tengamos que soportar esa conducta terrible y pagar por ello con nuestro propio
sufrimiento. Bueno, este es un pensamiento equivocado y parte de lo que
necesitamos aprender. Todos somos uno. Somos la raza humana entera, y es solo
una ilusión que estemos viendo las cosas desde nuestros propios pequeños puntos
de vista. Como analogía, pensamos en nuestros cuerpos como nosotros, pero en
cualquier momento dado tenemos células sanas maduras operando y células viejas
muriendo, y algunas células naciendo, etc. Somos todo eso todo el tiempo. No
podemos decir simplemente “Yo soy solo las células sanas maduras. El resto no
son yo. No tendría que mirar lo que hacen esas células o que algunas no sean
sanas.” Eso sería ridículo. Entonces: sí, tenemos que mirar a lo que hemos
sido: racistas, misóginos, dañinos, fascistas, lo que sea, porque hemos sido
todas esas cosas de un modo u otro en algún tiempo y lugar.
Ahora, la
pregunta aparentemente más difícil: ¿por qué les impedimos portarse mal y llevarnos a todos al baño con ellos? Bueno,
aquí está el asunto. No necesariamente podemos hacer mucho para detenerlos. No
es mucho de una cosa para hacer. Lo que es, es más cosa de ser. Recuerden que
la amnesia tiene fecha de vencimiento, de modo que grandes números de personas
empiecen a encontrar un poco más fácil recordar que todo es divino todo el
tiempo, en otras palabras, infinito y eterno. Aun así, tratar de hacerlo solo
es casi tarea imposible. Fallarás repetidamente, y caerás en el miedo y en
detestar que no podemos hacer una mierda.
Recuerda que si
todo es uno, entonces hay ayuda infinita desde el universo, en muchas formas,
tal como guías espirituales, espíritus que ayudan, sabios, santos, tótems.
animales de poder, maestros y como quieras llamarlos. Les pedimos ayuda y ellos
están dispuestos, han estado esperando por ti y por mí para que pidamos su
ayuda, porque así es como funciona el proceso. Entonces:
• Tú les pides ayuda para recordar quién y qué
eres, así como de qué eres capaz.
• Tú les pides ayuda para ver que “quién” y “qué”
a tu alrededor es todo Espíritu. Siempre está bien incluso si no lo parece así.
De este modo, el simple pequeño tú se une a un ejército poderoso de seres
trabajando para poner las cosas en lo correcto, no presionando palancas, ni
levantando maquinaria pesada, asaltando a Washington, sino simplemente
conociendo cuál es la verdad y alineando tu voluntad con la del Espíritu para
que todo esté correcto aun cuando parece dudoso o está pasando por etapas que
parecen feas, como cuando se forma la costra cuando te raspas la rodilla. Solo
porque no parece como tú piensas que debiera, en seguida, no significa nada.
Sigues en el rumbo y sin importar qué suceda, persistes, confías en el poder
del Espíritu para enderezar las cosas porque sabes que, fuera del tiempo, eso
ya ha sucedido.
• Luego sigues a tu intuición y tan sin esfuerzo
como sea posible, haces todas las pequeñas cosas que se te urge a hacer
internamente, como escribir a tu congresal o agregar tu nombre a una petición,
o unirte a una protesta o una marcha, o lo que sea posible.
• Finalmente, recuerdas el poder de hacer
preguntas “¿Qué tal si…?” ¿Qué tal si ocurrieran eventos que hicieran imposible
suprimir la libertad? ¿Qué tal si ocurrieran descubrimientos dramáticos que
fueran a cambiar completamente la dirección de los sucesos actuales llevando al
fin de la oligarquía, al fin de la supresión, la fuerza, y la actividad
criminal? ¿Y qué tal si todo esto condujera al fin de las guerras y a una nueva
oleada de cooperación entre todos los países del mundo? ¿Y qué tal si esto
fuera a suceder con la menor cantidad de sufrimiento, lucha y violencia?
Recuerda que hacer la pregunta enciende una respuesta desde el campo cuántico.
Estos abordajes
tendrán un impacto mucho mayor si se hacen desde un lugar neutral de confianza
en que todo está funcionando como se supone que lo haga. Entonces, en otras
palabras: salir de la lucha y el modo sin esperanza, y entrar en el modo sin
esfuerzo y con confianza; así tendrás un impacto mucho más poderoso sobre
adónde van las cosas. Debes saber que no estás solo y que tienes poder, y
tienes que saber que tienes amigos en lugares poderosos. Los chamanes saben que
pueden hacer poco sin sus aliados y Espíritus que ayudan. Toma una página de su
libro y echa a andar y solo recuerda que no es lo que ves, sino cómo lo ves, lo
que importa.
Felices senderos
para todos.
©2023 Reservados
todos los derechos para www.thepowerpath.com
Puedes hacer
copias de este escrito y distribuirlo en cualquier medio que desees, en tanto
no cobres por él ni lo alteres de ningún modo. Debes dar crédito al autor e
incluir toda esta nota de copyright. En tanto el texto puede compartirse,
ningún archivo de audio, incluyendo conferencias, música y/o meditaciones de
sonido, puede publicarse en ningún sitio por ninguna razón sin permiso escrito
de Power Path. Qué Hacer con lo que Está
Sucediendo.
Abril 16, 2025
José Luis Stevens
Traducción: M. Cristina Cáffaro
www.traduccionesparaelcamino.blogspot.com.ar