Canalización de Kryon
por Lee Carroll ante la
Hermandad Femenina
Lemuriana
Stamford,
Connecticut (68) 27 de julio de 2019
Entrelazamiento de Consciencia
con una Madre de las Estrellas
Saludos,
queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Mi socio
se aleja. Esas palabras sencillamente significan que sé quiénes son ustedes, y
que el hombre en la silla no está incluido en lo que se dice como normalmente
lo está. Hemos dicho antes que en estas canalizaciones para la Hermandad
Femenina los mensajes son para las mujeres. Y no son secretos, porque el homenaje
es que él los escuchará más tarde, y ustedes los reciben ahora.
Y la
razón para todo esto, incluyendo a la Hermandad Femenina y todo lo que está
aquí, también es un homenaje. Es en honor del chamanismo de la mujer que se ha
perdido. La idea, el concepto, de que las mujeres hacen mejor trabajo en la
enseñanza de las cosas espirituales que los hombres, y esto es porque están
mucho mejor equipadas para ello. No tiene nada que ver con la igualdad; tiene
que ver con las herramientas que ustedes tienen. Y desde el comienzo las
hermanas que ustedes llaman las Madres de las Estrellas fueron aquellas de
quienes ustedes aprendieron. Y ustedes aprendieron estas cosas de maneras que
ellas les dieron y que ustedes contuvieron y sostuvieron y recordaban y las
transmitían.
Mucho
del equipo que tenían para enseñar a los niños con tanta paciencia, y las ideas
que tenían como madres que les hacía querer aprender más, y el entusiasmo por
estas cosas, todo eso es necesario en el chamanismo. Porque no importa con qué
género se enfrentan, cuando otros están en problemas ven a la madre en ustedes.
Y ese es el punto.
Quiero
extender la idea de la canalización de hoy más temprano; sin embargo no todas
ustedes estaban allí. Hemos mencionado que hay un nuevo paradigma, un nuevo
paradigma que literalmente está ante ustedes y está en camino, y que nunca
antes se experimentó en el planeta. Un paradigma de recibir cosas del Espíritu,
o de sus ángeles, o sus guías, como quieran llamarlo, en una transferencia intuitiva que ustedes
tendrían y que nunca antes estuvo disponible en esta medida. Y las hemos
alentado a sentarse en silencio, a limpiar las pizarras y a escuchar cosas que
nunca antes oyeron.
Lo
que no dije en la canalización, y sí diré para ustedes, es para todos aquellos
para los que hablo, todos, pero las mujeres son las mejores en esto, porque
ellas son las que entienden más que los hombres cómo escuchar a la intuición. Y
eso es innato, viene con el hecho de ser mujer, es parte de eso con que
sintonizan cuando escuchan el llanto en la otra habitación. Cuando están
haciendo cosas, tareas domésticas, o conversación, y al mismo tiempo una parte
intuitiva de ustedes está pegada al pequeño cuarto con la cuna.
Y
muchas veces, como dijimos antes, ustedes van al otro cuarto porque su
intuición les dijo que lo deben hacer, y descubren que el bebé las necesita. Entonces
este intercambio es algo que ustedes tienen porque lo entienden mejor que
cualquier otro. Pero ¿sabían que lo practicaron? Son las únicas, las
lemurianas. Y en la Hermandad Femenina especialmente.
Déjenme
darles un escenario - otra vez - que nunca les dieron antes. Es hermoso. Es la
interacción que tenían estas mujeres en Lemuria con sus maestras. La última vez
que estuve ante ustedes les di un escenario de cómo era para las jóvenes
mujeres venir a sentarse ante una Madre de las Estrellas. A veces era su primer
encuentro, a veces un poco más. Las Madres de las Estrellas no enseñaban
regularmente, pero las hijas de las Madres de las Estrellas sí lo hacían. Pero
todavía había momentos para hacer ceremonias, sentadas ante aquellas que se
mostraban, y no había nada igual.
Les
dijimos que no era un ser humano; se sentaban ante una Maestra Ascendida, ¿cómo
se sentirían si su Maestro Ascendido favorito se sentara delante de ustedes
ahora mismo? Pregunta: ¿creen que lo sentirían? Respuesta: ¡Oh, sí! Y las que
lo sentirían primero serían las mujeres; porque lo experimentaron antes, está escrito en su akash, no se pueden quitar ciertas cosas. Quedan allí
para siempre.
Es
interesante que Lemuria no era diferente
de cualquier otra sociedad o civilización; había cuestiones y problemas, y
muchas veces las mujeres jóvenes que pasaban ese punto en que empezaban a
recibir enseñanza de chamanismo, tenían cuestiones. Les enseñaban una cosa en
la experiencia y otra en la tribu. Y ellas tenían cuestiones, la misma clase de
cuestiones que tendrían en cualquier experiencia de la vida. Cuestiones con sus
pares; cuestiones con quienes tal vez se reían de ellas, por no ser muy
chamánicos.
La
sociedad lemuriana era como cualquier otra. Había matices de libre albedrío, y
quienes no querían hacer el trabajo tan bien como los otros. Igual que en
cualquier otra. Las mujeres a las que se les enseñaba el chamanismo: algunas lo
tomaban en serio; otras simplemente escuchaban. Eso es libre albedrío. Y luego
estaban las otras que más tarde saldrían a cambiar el planeta.
Y
entonces como en cualquier otra, cualquier otra sociedad, había promedios,
había cuestiones, a veces había problemas. A los hombres no se les permitía a
esas edades sentarse solos frente a una Madre de las Estrellas, porque la Madre
no tendría nada para decirles que favoreciera sus vidas, más allá de lo que se
enseñaba en la tribu, en la Rueda de Enseñanza. Pero a la joven chamana en
entrenamiento sí. Las mujeres jóvenes que aprendían estas cosas tenían
oportunidad de tener una audiencia con la Madre de las Estrellas a solas,
especialmente si consideraban que estaban enfrentando cuestiones reales que
interrumpían sus vidas o la enseñanza, o su alegría, o cualquier cosa que se
les estuviera enseñando regularmente, cualquiera fuera el motivo, ya fuera sus
propios pensamientos, o problemas con otros, o cualquier cosa que les pasa a
las mujeres jóvenes. Si tenían miedo, iban a las Maestras y decían: me gustaría
tener una audiencia con una Madre de las Estrellas. Entonces la Maestra
analizaba si era real o no, o si lo podía resolver allí mismo la Maestra, o si
necesitaba sentarse ante una Madre de las Estrellas. Pero algunas lo
necesitaban, debido a lo que iba a venir.
Déjenme
contarles cómo era eso. Una reunión de una frente a la otra; la joven dama
entraba en la habitación, la Madre de las Estrellas ya estaba allí. Esto no era
diferente de lo que les contamos antes.
La Madre de las Estrellas no quiere resultar intimidante para un adulto
o un niño. La Madre de las Estrellas tiene energía que puede cambiar mucho la
habitación cuando tú entras, que hace
mucho mejor estar ya en la energía y hacer que el ser humano entre, se siente
en la silla y se acostumbre a ella. Nada de intimidación. De modo que ella estaba allí, lista,
sonriendo, alegre. Siempre estaban esos momentos de asombro al ver a esa mujer
de colores y darse cuenta de que ella era muy diferente y sin embargo tan parecida, porque su corazón
late como el de ustedes. Y se daban cuenta de que esta era una criatura
evolucionada, la biología semilla de todos ustedes, y ella les estaba enseñando
a ustedes como ser ella (se ríe).
Pregunta:
¿Quién va primero? Y ahora vamos a eso. Ahora les presento el mismo paradigma
que les di hoy más temprano. Porque el estudiante se sienta allí, y ella ha
sido instruida para no decir nada. Y la Madre de las Estrellas se inclina ligeramente
hacia adelante; el estudiante empieza a sentir este bello entrelazamiento de
las dos consciencias, la de la Maestra Ascendida de las Estrellas y la
estudiante humana sobre la Tierra. Y no es intimidante; es hermoso.
La
Madre de las Estrellas no dice nada, en todo ese tiempo. En cambio, les digo
qué pasa. Lo que pasa es el paradigma que les dije que está cambiando en el
planeta y que ustedes, algunas de ustedes, han experimentado todos esos años
atrás. El entrelazamiento de consciencia permite a la estudiante alimentarse
con sabiduría intuitiva; para mí es cosa difícil de explicar a ustedes, excepto
que las mujeres saben esto, de alguna manera lo conocen. Así como ustedes
hablan y otra mujer habla y las dos se ríen porque están diciendo la misma
cosa. Es común en las mujeres, sonreír una a otra y saber lo que están pensando y diciendo y pasar un buen rato haciéndolo. Algo
que los hombres nunca entenderían ni lo disfrutarían. Es un tipo de
comunicación especial que implica una intuición realzada. Esa estudiante
sentada ante una Madre de las Estrellas está recibiendo bellas ideas sobre qué
hacer luego en su vida, a través de la pineal que ahora está activa con 23
pares de cromosomas. Y cuando la Madre de las Estrellas ha terminado, sonríe y
se aparta. La estudiante se seca sus lágrimas, se pone de pie y se va de esa
habitación como una mujer diferente, una joven diferente. Y ella tiene sus
herramientas para manejarse a sí misma, sus miedos, y su situación - y no se dijo
ni una palabra.
Esto
es suyo; es de ustedes primero a medida que las almas antiguas del planeta
empiezan a reunirse y usar estas herramientas. Las mujeres serán las primeras
en entender cómo es sentarse y ser amadas por Dios sin decir nada, en lugar de un
chorro de preguntas, ¿qué voy a hacer?, ¿cómo lo hago?; simplemente hay una
sonrisa. Y empiezan a recibir.
Cuento
estas historias porque son verdaderas. Que ellas desencadenen en ustedes
recuerdos de sus propias experiencias, y cuán reales han sido. El tiempo no es
lo que ustedes piensan. Para su akash, sucedió ayer. Piensen en estas cosas y
continúen este bello tiempo juntas recordando quiénes son.
Y
así es.
Kryon
Transcripción
y traducción: M. Cristina Cáffaro