26 octubre 2020

La Nueva Cultura Checa está Aquí - Kryon

Canalización de Kryon por Lee Carroll
Praga, Checoslovaquia, 20 de septiembre de 2020
https://audio.kryon.com/en/PRAGUE%20TWO%202020.mp3

La Nueva Cultura Checa está Aquí

Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.

¿Cómo puedo contarles, verdaderamente, lo que está ocurriendo ahora mismo en el planeta? Que sea algo que puedan entender y traer hacia sí mismos de una manera pacífica y compasiva. ¿Cómo puedo mostrarles cosas que no esperaban?

Hoy comencé contándoles que hay más en la historia que lo que jamás les han contado sobre la magnificencia de lo que ustedes llaman Dios. Tan magnífico que algunos incluso decidieron no usar la palabra Dios, solo porque esa palabra conlleva toda clase de cosas que no son realmente así. Algunos han dicho en cambio, que es la Fuente Creadora, o el Espíritu.  Pueden llamarlo como quieran. Pero es la energía, la hermosa energía amorosa que los creó a ustedes, al mundo, al universo. Si preguntan a todos los que están en el planeta si hay un Dios, más del 80% les dirán que sí.  Más del 80% de este bello planeta también cree que hay algún otro lugar al que van al morir. En otras palabras, el consenso de la humanidad es que hay un Dios. El consenso es que hay un Dios. La naturaleza humana todavía discute cuál es la mejor manera de ver a ese Dios, o qué quiere ese Dios de ustedes, y por eso mi mensaje es tan diferente y tan importante para un planeta en cambio. Con la consciencia más baja que ha tenido toda la humanidad durante todos estos años, para una consciencia baja es difícil entender, o recordar, o ver otra cosa que baja consciencia. Y quiero recordarles que todos los conceptos de Dios que ustedes tienen fueron creados en una baja consciencia.

Si comparan eso con los niños en crecimiento, todos los padres saben de qué estoy hablando, porque recuerdan los conceptos de sus hijos, las cosas que ellos inventan, las cosas que deciden, antes de aprender la verdad. Los miedos que ellos tienen. A medida que los niños crecen, crean su propio mundo para satisfacer su propia consciencia y su realidad. Y al crecer, aprenden. Al crecer comprenden la interacción social, la bondad. La mayoría de los niños no empieza de esa manera. Empiezan en modo de supervivencia; dicen cosas que no debieran decir, reaccionan de maneras que no son adultas, por supuesto. Esta es la metáfora de un planeta de la vieja consciencia.

¿Cuál es la cosa que les han dicho una y otra vez, una y otra vez, que ahora podría estar cuestionada? Y yo les diré, queridos, que en una baja consciencia ustedes no veían la verdad. Se les dijo que no merecían estar aquí. Se les dijo que no podían realmente hablar a Dios, no directamente, ni siquiera por medio de la oración. Tenían que ir a algún otro lugar, ¿no? Y Dios juzgaba de alguna manera para ver qué oraciones atendía, y cuáles no.  

También les dijeron, por supuesto, que por alguna razón nacían sucios. A algunos incluso les dijeron que nunca jamás lo lograrían, debido a eso. Y la parte triste de lo que les dijeron aquellos en quienes confiaban, a quienes amaban, incluso aquellos que tenían autoridad durante mil años o más, era que ustedes tenían que trepar ciertos escalones para poder llegar a la luz, que representaba la compasión de Dios. Eso es un cuento infantil, desarrollado en una baja consciencia, para satisfacer una vieja realidad.

Mi mensaje es que ustedes están saliendo de la infancia y empezando a recordar lo que es la energía del alma, la madurez de la verdad. La luz que siempre estuvo allí y que se les ha ocultado. ¿Y qué es lo que se ocultó? Esto: - ¿están listos? – Ustedes nacieron magníficos. A imagen del Creador. Y ese Creador nunca, jamás los juzgaría y luego los torturaría, ni le haría nada a esa bella alma sagrada de ustedes, excepto amarla. ¿Me están oyendo?

Cuando se van de este lugar pasan de vuelta al mundo real, ese lugar multidimensional donde Dios existe, porque ustedes son parte de esa energía. Si empiezan a estudiar las Escrituras de casi todos los sistemas de creencia de este planeta, la mayoría de ellos, en algún nivel, los llamarán una creación de Dios, hijos de Dios. No de un Dios torturador. Eso es un cuento infantil que ahora deseo reescribir, a medida que ustedes entran en la luz y pueden ver lo que es mucho más real. Incluso quiero darles una visualización, para ustedes y su cultura, dentro de un momento.

La verdad - ¿no pueden sentirla?  - es que ustedes tienen un alma magnífica, y que todo lo demás es algo con que tuvieron que enfrentarse.  Información errónea, tal vez. incluso sentimientos de aquellos en quienes confiaron, que no sabían nada mejor que lo que les habían dicho a ellos.

Este es un tiempo nuevo; el planeta empieza a salir de la oscuridad. Y en eso, la verdad de ustedes y su cultura y la belleza de quiénes son ustedes, empieza a cambiar. Este programa ha tenido que ver con reescribir su akash, y de eso se tratará también este ejercicio.

Antiguo ciudadano de la región: tú y tus vidas pasadas ya no necesitan sufrir; nunca.  Tú y tus vidas pasadas y tu cultura están entrando en un mundo de color dejando una existencia en blanco y negro. Tú y tu cultura nunca tendrán que repetir el pasado. ¿Estás escuchando? El pasado es una energía vieja. Esto no es para los que viven en Praga o incluso en la República; es para los de la región, ¡y eso es grande! Los que han tenido que atravesar el sufrimiento de ustedes, de sus ancestros, y aún antes de eso. Es hora de llegar a darse cuenta de que todo eso terminó.

Pero ahora tienen que reconstruir eso que es la consciencia de quiénes creen que son ustedes. Vengan conmigo. Cierren los ojos, y visualicemos algo juntos. Voy a crear algo solo para ustedes. Es algo magnífico, en esta visualización suya. Acérquense, por favor, acérquense. Y entiendan que su realidad, eso que es ahora su silla, es una fracción de lo que es real. Ustedes viven en cuatro dimensiones, y hay cientos de dimensiones. Entonces, ¿qué es real y qué no lo es?  Muévanse conmigo, ahora mismo, hacia otra dimensionalidad. Y en esa mente que tienen, que es multidimensional, se mueven hacia un lugar real. Hablemos de ese lugar real.

Quiero que por un momento vean, a través de una neblina que atravesarán gradualmente, quiero que vean algo que no comprenden. Quiero que vean una plataforma y una magnífica silla dorada. Quiero que en su mente hagan de esa silla, el asiento de la realeza, quiero que la hagan de lo que sea que crean lo más precioso que puedan imaginar. Algunos verán oro; algunos verán cristal; otros verán lo que es importante para ellos. Y esta silla está vacía en este momento. Y quiero que avancen hacia esa silla. Quiero que comprendan que esa hermosa silla de oro, digamos, es suya.

Yo no voy a hacer esta visualización de nuevo de esta manera, para nadie más que ustedes. Esto es para ustedes y su región, queridos, debido a lo que necesitan en adelante. Avancen hacia esa silla conmigo, ahora mismo. ¡Acérquense! Cuando yo digo “acérquense”, digo que vengan a esta dimensión conmigo. Y lo creen. Y empiezan a sentirlo.  Y entonces quiero que se sienten en esa silla.

Esa silla eres tú; esa silla te pertenece. Eso no es algún poder más alto; no es para que algún ángel se siente y gobierne al mundo. Esa es tu silla, debido a lo que viene ahora. Y quiero que te sientes en ella por un momento y estés cómodo en ella.

Quiero que mantengas los ojos cerrados y hagas lo que mejor puedas en esta visualización. Esto es para ti, uno de la región. Y quiero que empieces a sentir algo que va a suceder en esa silla ahora mismo. Todo lo que es de tu región, todos los ancestros que conoces, de los que has oído hablar, y los que no conoces, todos aquellos que has celebrado en tu historia, saben que estás sentado en esa silla.

Y quiero que por un momento visualices todo el sufrimiento que ellos atravesaron, que tú atravesaste, en esta vida y en todas las vidas anteriores en tu región, como quien eres en esta cultura, y quiero que lo veas que empieza a drenarse e irse como un estanque sucio va a drenarse por una cañería. Y tú vas a observar cómo ocurre todo eso. Y todos a tu alrededor empiezan a volverse blancos. Y ves todos los problemas y las cuestiones empezar a disiparse. Y ahora empiezas a ver algo: todo lo que alguna vez ocurrió, empieza a limpiarse y purificarse de una manera que dice: “Nunca más tiene que suceder”.

Cuando vuelves de este lugar, de esta visión, regresas sin ninguno de esos recuerdos akáshicos. Regresas limpio, con una luz que solo puede ser de tu alma, que cambia la consciencia de miedo o ansiedad o preocupación – o peor – y te das cuenta de que ya no eres eso que te dijeron que eres o que fuiste. Que ahora eres diferente. Esto es real, ¡esto es quien tú eres!

Esta es la visualización para ti desde el otro lado del velo, ahora mismo, en este tiempo. Eres amado, y amado, y amado. Los ancestros que portan la cultura de tu región saben quién eres. En algún nivel, todas las almas están allí, y todas se vuelven hacia ti y dicen “¡Escucha bien! Puedes cambiar el pasado por medio de lo que haces ahora” Y no necesitas cargarlo más, ninguno de ustedes necesita hacerlo. Este es un nuevo planeta, emergiendo a una luz; luchando en este momento incluso para entender lo que está pasando, porque el cambio es tan diferente, tan difícil para muchos.

Siéntate en esa silla, y siente que una luz viene sobre ti, un reflector que tiene una voz y música que puedes oír, que dice “Eres profundamente amado y siempre lo has sido. Querida alma antigua, naciste para este tiempo, y cuando decidas irte de este lugar, vete cambiado por el resto de tu vida.”

Te diré algo, querido. Si puedes hacer esto ahora, no solo te afecta a ti, sino a tus hijos y a tu linaje, en todas las vidas por venir. Porque lo que estás haciendo ahora es sumamente esotérico y perdurará por siempre. No es temporario. Este eres tú cambiándote a ti. Y tu familia lo sabrá, y tu linaje lo sabrá. ¿Puedes sentir este amor por ti? Siempre ha estado allí, pero siempre ha estado bien escondido.

Este es el mensaje de Kryon, para ti y tu cultura, porque yo sé todo lo que han atravesado. Y necesitas esto.

Y así es.

Kryon

Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro

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