29 diciembre 2019

Hacer la Pregunta - Kryon


Lee Carroll y Gregg Braden en la Riviera Maya
Canalización de Kryon por Lee Carroll
Cancún, Méjico, 12 a 15 de Diciembre - 30º Aniversario de Kryon
1 - Hacer la Pregunta
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Nos encontramos en un nodo, un lugar de enseñanza, un lugar de belleza, un lugar de energía. Es diferente de la mayoría. A diferencia de la mayoría, que están puntualizados, o sea que suelen ocupar una montaña o un área, este es vasto. Representa a la sabiduría indígena que todavía existe aquí, enseñanzas que permanecen verdaderas hasta hoy, que funcionan, verdades centrales y cosmología que pueden estudiar y honrar. Algunas de las enseñanzas originales todavía están entre los indígenas, de ciertas maneras que no han cambiado, que tienen que buscarlas trabajosamente.  Las cosas cambian con el tiempo, debido al libre albedrío, debido a las influencias, pero aquí la tierra habla más alto, queridos. Esta tierra les contará sobre las cosas que han estado aquí, las que están ante ustedes y son preciosas, y la tierra les da la bienvenida de regreso.
Quienes se sientan ante mí en esta península de Yucatán han sido atraídos a venir por muchas razones, pero algunos de ustedes, algunos, vivieron aquí.  Y pueden sentirlo porque la tierra les da la bienvenida de una manera diferente, incluso donde viven. Y no es solo la belleza o el clima o los alrededores o los animales, o los pájaros; es algo más grande que eso. Es donde la tierra habla y les dice: "queridos, ustedes son parte de todo" y es real. Esta es una celebración de 30 años con mi socio y yo. Y en esos treinta años  ha habido una graduación, graduación casi anual, de diferentes energías, a medida que yo le doy estas cosas para que diga, y él ha cambiado. Y esto sería normal, queridos, para toda la humanidad; cuando empiezan la fusión con el espíritu de cualquier modo que sea, esta crece, crece en su interior, y empieza a manifestarse en la manera en que piensan, en cómo actúan, tal vez incluso en la manera de disfrutar de paz.
Y si retroceden a ese momento en que mi socio se sentó en la silla, les diré cosas que él no sabe, que quiero relacionar con ustedes. Él cuenta la historia de realmente arrojar el guante, como dicen, cosa que hizo. Ese ingeniero que era, con una mente tan diferente de la de hoy, escéptico de todas las maneras, tenía un rompecabezas por resolver, y ciertamente tomó la silla y le dijo ¡a la silla! (se ríe) "¿Eres real?" queriendo decir "Kryon, ¿estás allí? ¿O eres algo que solo escuché o tal vez una mitología, o alguna otra cosa?" No podía identificar. No conocía de cosas invisibles, no era versado en metafísica, no conocía nada que siquiera existiese y fuera multidimensional más allá de su realidad. Su realidad hablaba fuerte y decía "¿Eres real o no eres real?"  Y quiero que echen una mirada a esto, porque este es el modelo.
Ustedes están en 3 dimensiones, queridos; algunos de ustedes disfrutan de lo multidimensional, pero en general la humanidad tiene que funcionar en la dimensionalidad en que nacieron y a la que están acostumbrados, ese es el problema, y en ese estaba él. No tenía pensamientos esotéricos en aquel tiempo; no convocaba a otras entidades ni entendía lo que era un entorno; era el humano en su duda. Arrojó el guante y dijo: "Si te atreves a mostrarte, yo me sentaré en la silla; tú, muéstrame." Les contaré qué había allí, que él no veía, y estaba todo a su alrededor; estaban los siguientes treinta años, en el Campo; se conocían los potenciales de lo que sucedería. De los mensajes, del amor, de los cambios de vida, de una multidimensionalidad que  simplemente explotaría en iluminación, como dicen; para muchos, incluyéndolo a él. A su alrededor, en esa silla, en ese lugar, en esa habitación, estaba el entorno. Ese entorno apareció porque ellos sabían que cuando él se llenara con los sentimientos con que se lo llenaría, él no lo podría explicar. Y les diré que ese día hubo aplausos, y el aplauso era por lo que él hizo, el aplauso fue por lo que permitió. Con permiso, realmente dijo al Espíritu: "Si estás allí, muéstrame." Era el permiso para trabajar con un ser humano, incluso en ese nivel. Aun con un cerebro totalmente lógico, aun como alguien que no tenía idea de lo que estaba pidiendo, él simplemente dio el permiso. Y eso son todos ustedes, hoy. ¿Cuántas veces han hecho eso? "Espíritu, si eres real, muéstrame".
Les diré qué sucede. A veces es inmediato, a veces no. Pero recibirán respuestas, porque lo que sucede es que ustedes dan el permiso. Eso es libre albedrío. Existen entornos para ustedes, para cada uno de ustedes, igual que para mi socio; en el Campo es conocido. ¿Pueden pensar hacia atrás, tal vez, cuando tomaron algunas decisiones? Cuando dijeron "Yo creo que hay más". Entonces ocurre la Chispa. La Chispa de soluciones, de entrega de respuestas, porque dijeron "Está bien", dijeron "doy permiso". ¿Cuántos de ustedes se dieron cuenta de que eso es lo que hacen? Algunos oran: "Por favor, permite esto. Por favor, permite aquello. Por favor dame esto, por favor dame aquello." Tal vez tendrían que arreglar lo que dicen de modo diferente para incluirse a sí mismos y al amor que está allí, de Dios, para ustedes.
Quiero que permitan eso, en lugar de mendigar tal vez, o sentirse víctimas y recurrir a Dios de algún modo para decir "Ayúdame". Es hora de ponerse de pie y decir "Yo doy permiso para la sanación que vine a buscar hoy". Ya ven, yo sé quién está aquí (se ríe). Yo sé quién está aquí; y esa es la celebración, no de los treinta años; es una celebración de quién es tocado por la verdad. ¿Puedes hacer eso?
 Los que escuchen más tarde: también les hablo a ustedes. Pero los que están en estas sillas, al comenzar esta conferencia, con la belleza de la información por venir en estos días, y lo que van a ver y sentir y los "ajás" que están aquí presentes, ¡este es un momento perfecto para dar permiso para soluciones! para cada uno de ustedes. ¡Cada uno de ustedes! Caminar por este planeta, no es fácil; hay cosas que pueden tener que son tanto mejores que lo que tienen ahora. Hay muchos aquí que tienen miedo de lo siguiente, sea lo que sea. Todavía no están cómodos con el hecho de que ustedes poseen esta época. "Querido Espíritu," pueden decir, "yo poseo esta época, estoy aquí con propósito, y en esta época yo creo paz para mí, creo paz para los que me rodean, porque tengo una luz que brilla y creo sanación para mí mismo. La sanación que tengo para mí creará más luz en los que la vean a mi alrededor" Es tan simple como eso.
Y ustedes pueden decir, intelectualmente, "Por favor, dime qué estoy haciendo realmente" y yo diré: No, porque tu intelecto no es lo bastante alto para entender la multidimensionalidad del amor de Dios; simplemente no lo es.  Y podrían decir, "Bueno, mi cerebro, confío en mi cerebro". ¿Por qué no empiezan a confiar en su corazón? ¿Cómo se siente? No hagan su camino en esto pensando, queridos. Quiero que lo sientan.
 ¿Es seguro? Sí, lo es. No hay lugar sagrado como este hoy, ahora mismo. Es seguro. Nada hay aquí que se pueda adherir a ustedes; eso no es parte de la luz. No necesitan ahuyentar entidades oscuras, queridos, porque ellas no están en este salón, ¿oyeron esto? No están aquí porque hay demasiada luz, ¡demasiada luz! Ustedes obtienen eso con personas de mentes afines, en una confluencia de coherencia, donde tal vez todos están buscando, ahora mismo, lo mismo para todos. Es hora de un cambio, de una transformación. Una transformación hacia la belleza, la paz, la compasión, y una noche de sueño mejor que la que tuvieron anoche (se ríe); yo sé quién está aquí.
Este es el inicio de una serie de canalizaciones, en algunas de las cuales recorreremos algunas de las cosas básicas que he dicho a lo largo de los años; los puntos destacados del amor del Espíritu; lo que ustedes son capaces de hacer, por sí solos, con otros, porque están habilitados en el amor de Dios. ¡Habilitados en el amor de Dios! Nacidos magníficos, y sabiéndolo.
Que empiecen las enseñanzas en este día. Y que todos dejen este salón diferentes de como llegaron. Y lo diré otra vez.
Y así es.
Kryon
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro