domingo, 27 de enero de 2019

El Radio Dios-Humano - Kryon


Canalización de Kryon por Lee Carroll
Melbourne, Florida,  enero 20 y 21 -
Rueda de Enseñanza Lemuriana - Clase de estudio intensivo de dos días

El Radio Dios-Humano
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Esta es la tercera de cinco canalizaciones, en una serie de dos días que es el estudio, un estudio profundo, de la verdad central que se presenta en lo que ustedes llaman la Rueda de Enseñanza Lemuriana. Nos hemos referido a ella en el pasado, mucho antes de que nos refiriéramos a  la Rueda de Enseñanza como lemuriana.
Es sinónimo de la belleza de Todo lo que Es que se puede mostrar a un ser humano, sobre la relación, y la belleza, incluso la exposición del alma humana. La enseñanza se inició con la nomenclatura, las energías, los potenciales de la información faltante, y todas las cosas que tal vez descubran más tarde sobre cómo era verdaderamente la enseñanza.
Imaginen sentarse ante un ángel, y que el ángel, un ítem tras otro, les explique quiénes son ustedes. La lista los conduce a la enseñanza de Dios-humano. En la Rueda la llamamos el radio Dios-humano de la Rueda. Los radios siempre llevan de la parte externa hacia el centro y desde el centro a la parte de afuera. Esto es en sí mismo una metáfora de que todo señala al centro. Y el centro de todas las cosas, en la enseñanza, es esa cosa siempre misteriosa para ustedes que deseamos desmitificar y que llaman Espíritu, Dios, Creador.
Pero en este radio particular ustedes tienen el tema del que Kryon ha hablado desde el comienzo, el que eventualmente va a anclar a la humanidad. No hay otro más importante, pero podría ser el más importante para una región, o una época, o un lugar. Y eso se debe a que interactúa con las energías que los humanos crean. El radio Dios-humano es la historia de la relación entre el ser humano y el Creador del Universo.
La humanidad está empezando a cambiar su consciencia. Una parte del cambio de consciencia es la madurez; crecer en conceptos que antes no practicaban. Queridos, la mayoría de los conceptos de la Rueda de Enseñanza han sido conocidos por un larguísimo tiempo, y muchos han estado en poder de los chamanes y los hombres y mujeres santos. No son cosas practicadas por el público en general, pero   se consideran ideas tan prístinas que luego ustedes se detienen y acuden a un edificio para renovarlas por quienes estén a cargo y sepan qué son.
De pronto estamos diciendo que estas enseñanzas centrales pertenecen a todo humano, y existen en todo humano. Y una consciencia más elevada, una consciencia en evolución, significa que más seres humanos empiezan a recordar las verdades centrales.  El recordar requiere que hayan estado expuestos a ellas al menos una vez. En eso se ha convertido la historia de Lemuria, así como las enseñanzas en cada nodo del planeta. Porque los pleyadianos enseñaron la verdad central; cuidadosamente, para que ustedes tuvieran libre albedrío de aceptarla o ignorarla.
La consciencia de la humanidad de por sí, está empezando a cambiar en general. La vieja consciencia es bastante autoritaria, militarista si quieren llamarla así, instalada directamente en la familia. No hace tanto tiempo que incluso las familias enseñaban a practicar las mismas cosas que ustedes ven en los antiguos gobiernos y militares. Y es algo así: no se permita a las personas o a los niños o a los ciudadanos pensar por sí mismos, porque si lo hacen se rebelarán. De modo que lo mejor que se ha de hacer es mantener controlado su pensamiento. En los militares eso funciona bien porque libran batallas, y no se necesitan librepensadores, se necesitan obedientes. Así es como se libran las batallas.
En gran medida la consciencia del planeta ha sido considerada como una batalla; ustedes guerrean unos contra otros, país contra país, pensamiento contra pensamiento, grupo contra grupo, corporación contra corporación, todos pelean batallas. Eso está cambiando. Toda esa idea de pensamiento   competitivo está cambiando. Empiezan a tener un concepto de una fusión, una confluencia de energía, en que empiezan a considerar no la competencia ni la separación sino la idea de que unirse puede realmente crear algo mucho, mucho mejor. Y tienen razón. 
Y eso ¿cómo va a cambiar entonces quiénes son ustedes? Va a cambiar todo, queridos; si descartan esa idea de competencia y "el ganador se lleva todo", eso cambia su gobierno, ¿no es así?  Y qué tal las corporaciones, eso cambia también. Competencia entre productos, eso cambia entonces. Van a empezar a darse cuenta de algo: a medida que estas nuevas energías empiezan a unirse crean algo mayor que la suma de las partes. Y se agrega esta energía con compasión, algo que ustedes no esperan de la cooperación: amabilidad, paciencia. ¿Qué pasa si empiezan a tener una humanidad que no solo se vuelve conciente de las verdades, sino qué tal si se vuelven habilitados? Les digo que en la nueva consciencia no hay miedo a una rebelión - eso es vieja consciencia. En cambio, cuanto más ustedes se unen en las mismas maneras de pensar y cooperar, cuanto más se eleve la consciencia en el planeta, mejor les va a ir. Y estoy hablando de todas las cosas prácticas, desde llevarse bien hasta el tema de los recursos. ¿Lo ven? ¿Pueden imaginar por qué esto marcaría una diferencia y daría un giro?
Y así el estudio de hoy, la relación entre Dios y el humano, se vuelve un modelo. Cuanto más parecidos a Dios se pueden volver, incluso de maneras pequeñas, más energía se crea que ustedes no esperaban, que luego afecta a algo más a su alrededor.
Hemos descripto un nuevo axioma, por así decir, una nueva regla, por así decir, algo que solo una consciencia elevada y madura aceptaría considerar. ¿Es posible que dos personas uniéndose en amor y compasión puedan crear una energía mayor que la suma de las partes? ¿Y qué haría entonces esa energía, o en qué se convertiría? ¿Qué tal si se convierte en un campo? ¿Qué tal si se derrama a su alrededor? ¿Qué tal si se vuelve una invitación para que otros lo vean y lo acepten? Eso es nuevo.  Hablo de la física de las emociones y la física de la consciencia. Y hablaremos de eso inmediatamente.  Tenemos que hablar de los niños.
De modo que por un momento, antes de cerrar este mensaje, quiero hablar de los niños, pero más que eso, de cómo los niños los reciben a ustedes. Queridos, hay una nueva conciencia de niño en este planeta, que llega a ustedes más equipada que en ningún otro momento de la historia, para la enseñanza conceptual. Lo que quiero decir con enseñanza conceptual es el cambio en la naturaleza humana. Lo verán primero en los niños, porque ellos no van a actuar como lo hicieron ustedes o los que los antecedieron. Y durante treinta años les hemos dado todas las razones de por qué. Pero la diferencia se mostrará claramente en cómo los entrenan, en cómo les enseñan, en lo que les dicen.
Los psicólogos y los biólogos han notado que lo que sucede entre las edades de 0 a 6 años establece un modelo, un  escenario tan profundo que perdura toda la vida del individuo, a menos que sea desarmado y se trabaje sobre ello. A veces es muy positivo; otras veces no lo es. Pero es un modelo que se arraiga casi a nivel celular en niños que aprenden las cosas de ciertas maneras. No se puede ver mejor o más profundo que en este ejemplo: eres una niña, una mujer, una beba, y el padre de tu familia es abusador. No es nada bueno; no tiene nada de gracioso. Y cuando puedes irte de casa, o mirar a tu alrededor y tener una pareja para ti, un compañero, un esposo, un amante, la mayor parte de las veces eliges una persona abusiva. Y eso, queridos, no tiene sentido. ¡No es lógico! No tiene sentido en absoluto, a menos que entiendas el programa que te dieron que dice "Así es como funciona esto".
¿Qué van a decir a los jóvenes, cuando saben que sus antenas son más altas y más receptivas que nunca antes? Quiero dar un consejo, a los padres y a los abuelos. Miran a los ojos de ese bebé, tan inocentes, tan dispuestos,  tan receptores, tan hermosos. Sin sesgos de ningún tipo, excepto tal vez ancestrales, el niño los mira a ustedes buscando su influencia. Mira a los padres.  Ser padres puede ser irritante, y nosotros sabemos eso. Tienen al niño creciendo y esos primeros seis años, diciendo las cosas una y otra vez, y ellos reclamando su atención, gritando cuando no pueden, y tirando de su pierna, y todas las cosas y las órdenes para decir algo o ser algo; es tan fácil irritarse.
Les pregunto: ¿es tan fácil irritarse? ¿O es que siempre están irritados? Y si están siempre irritados el niño entiende muy, muy claramente y muy rápido que no es importante, porque se lo deja de lado a cada momento, no entiende la cuestión de ser cortés todavía. ¿Cuán compasivos pueden ser ustedes con eso?
Ahora bien, escuchando este mensaje probablemente haya más almas maduras que almas jóvenes. Eso es cuestión demográfica de quién está despertando en el planeta, pero igual les hablo a los padres jóvenes, y luego también a los abuelos. A los padres jóvenes les diría: ¿Cuál es el modelo que desean mostrar a sus hijos, para que cuando se vayan del hogar repitan ese modelo? Porque eso harán. ¿Cuál es?
Lo que puedo decir  es que cuanto más amoroso y paciente y compasivo puedas ser con el niño, no importa qué esté haciendo, más lo entiende. Y lo verás casi inmediatamente cuando se vuelven adultos jóvenes y tienen que tomar decisiones por sí mismos, copiarán el modelo. Y verán los rostros de compasión y la duplicarán. Queridos, eso se llama evolución progresiva. Una generación tras otra, van a ir mostrando a sus hijos, y estos mostrarán a los suyos. ¿Cómo van a establecer ustedes el modelo? ¡No se dejen engañar por el modelo de la vieja energía que les enseñaron a ustedes! Debe haber firmeza y disciplina, ¡ellos deben tener sus límites! Pero al mismo tiempo lo pueden hacer con lógica, con amor, con paciencia y compasión, que es todo lo que ven. Los que sean padres, que sea paternidad compasiva.
Si eres un abuelo, y enfrentas algo con que se encuentran muchas almas antiguas, y tienes nietos que ves que tus propios hijos y sus parejas les enseñan cosas disfuncionales, ¿qué vas a hacer? Cuando los pequeñitos acuden a ti y te tiran de la manga y dicen esto o lo otro, y te das cuenta de que están diciéndote cosas que sus padres les dijeron, tal vez incluso tus propios hijos, y no es lo que tú entiendes.   ¿Y qué vas a hacer con eso?
Número 1: no digas que la enseñanza está equivocada. No les digas secretos como "Ellos están realmente equivocados, ya sabes." No hagas eso. Eso abre una lata de gusanos; creo que algunos de ustedes lo saben.
Yo les he contado sobre energía que se crea y que ustedes no esperan. Si lo miran a los ojos y le dicen: "Te amo. Dios te ama. Siempre puedes hablar conmigo." Y puedes evitar en asunto de quién tiene razón y quién está equivocado, porque ese no es tu trabajo. Tu tarea es mostrarles más compasión que la que hayan visto en sus padres. Y he aquí lo que sucede: estos niños son muy intuitivos, y cuando crezcan y lleguen al punto en que tengan que tomar decisiones, estarán llamando a tu puerta, no a la puerta de sus padres. Eso tendría que darte escalofríos. Esa es la influencia que tienes. No es la información que le darás, abuelo, abuela, sino lo que le muestres que eres y qué hay allí, porque siempre podrán acudir a ti, siempre. Aun cuando sus padres se vuelvan disfuncionales, aun si sus padres se han separado, se han vuelto disciplinarios, aun si sus padres se han vuelto abusivos, los abuelos pueden deshacerlo. Porque toda su vida los niños saben a quién pueden acudir por la verdad.
¿Qué vas a decir a tus niños sobre Dios? Desde el año a los seis años, ¿qué modelo les darás? No hablo de tus sistemas de religión o doctrina, ¿que vas a decir a tus hijos mirándolos a los ojos? ¿Qué les dirás cuando están en la cuna y te miran hacia arriba, antes de tener pleno conocimiento de palabras, y te están mirando, qué les dices? Piensas para tus adentros, "No les voy a hablar de Dios, voy a esperar a que crezcan y los voy a llevar a la iglesia, y ellos les dirán." Eso ya es tarde. ¿Qué vas a decir tú? Esto es para padres jóvenes; ¿qué les dirás cuando están en la cuna, mirándote?
Y este es el consejo que quiero darles que cambiará al planeta. Quiero que le digas que hay un Dios, Fuente Creadora, Espíritu, que los ama más que a nada en el mundo. Quiero que le digas que es magnífico a los ojos del Creador, y que ese Creador lo ama tanto como tú. Eso los pone en un camino de auto empoderamiento que no resulta en rebelión  No resultará en rebelión incluso en tu familia; resultará en madurez. Eso es lo que está pasando a los niños; lo entenderán.
Y luego empieza a entender que no importa qué le  den como doctrina más tarde, y duda  de si tomarla o no entrar, tú le  dirás que Dios es amor y que el niño es amor, y que los ángeles están rodeándolo incluso durante la noche, y que es hermoso a los ojos del Creador. ¡Eso cambiará al mundo!
Una generación tras otra, si escuchan estas palabras, eso cambiará al mundo. Y eso es lo que dijeron los pleyadianos, en este radio que se enseñó hace tanto tiempo y es tan profundamente práctico hoy en día.
Y así es.
Kryon
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro