Capítulo
21 del libro de Jim Self y Roxane Burnett
¿Qué
quieres decir con que la 3ra dimensión se está yendo?
Por qué ahora es momento de soltar lo
que no eres y recordar quién eres
¿Alguna
vez saliste de muy buen humor a encontrarte con un amigo para tomar un café, y
terminaste pasando una o dos horas miserables escuchando lo mal que andan sus
finanzas/relaciones/trabajo, etc.? De pronto, ese delicioso día que habías
esperado se disolvió en algo mucho menos disfrutable, y no importaba qué
hicieras para cambiar tu atención y elevar tu ánimo, nunca te podías arreglar
para volver tu energía al mismo nivel en que habías empezado el día. Todos hemos experimentado esta dinámica en
nuestra vida, pero rara vez entendimos o prestamos atención a lo ocurrido. En
una situación así, lo que sucede es que inconscientemente igualamos la energía
de esa otra persona y luego permitimos que afecte todo nuestro día.
Ahora
considera el siguiente intercambio. Los seis gerentes de una fábrica de jugos
se reúnen mensualmente para ponerse al día entre sí respecto a la producción,
el servicio al cliente, las ventas, etc.
Las reuniones siempre han sido breves, productivas y divertidas. Hoy
Sam, que trabaja en envíos, ha tenido un día frustrante, con empleados
ausentes, máquinas rotas, y quejas de los clientes. Cuando llega su turno de informar a todos, se
pone de pie, acelera su energía y empieza a quejarse fuertemente de lo mal que
están las cosas, de cómo ningún otro departamento está cumpliendo con su
trabajo, y cómo a nadie le están pagando bien. "¡Es horrible!" Sam
dispara sus opiniones y su energía hacia el grupo, y en pocos minutos algunos
de los participantes están asintiendo estridentemente a sus quejas. Lo que
empezó como una reunión productiva se convirtió en una sesión de reproches
condimentada con silencios densos e incómodos. Lo que sucedió es que los
participantes estaban igualando inconscientemente la fuerte energía cargada de
Sam, lo que los sacó de su equilibrio personal a un desequilibrio. El resultado
es que nadie lo pasó bien; la reunión fue dos veces más larga que lo habitual y
se logró muy poco.
Desarrollar
la habilidad de discernir.
Aquí
reside una gran oportunidad para ayudar a tu amigo en el café, mejorar la
reunión, y adquirir más maestría. La energía del problema en que la persona se
concentra, y la energía de la persona, son dos cosas decididamente diferentes.
El problema y la persona no son lo mismo. Cuando tú disciernes y te colocas
como observador en la situación, consigues elegir cómo deseas implicarte en
ello. No necesariamente tienes que estar
de acuerdo con la energía del problema, pero no vas a saltar automáticamente
para arreglarlo. Escuchas desde detrás
de tu Rosa, dentro de tu Octaedro, y conservas un tono que sientes que está
bien para ti. Feliz, bondadoso,
consciente, y una sensación de tu propio bienestar.
Comprender
la mecánica de estos intercambios puede ser sumamente útil. En el pasado, antes de tener estas
herramientas, podrías haberte contagiado la energía del otro para poder
entender su problema o situación. Como
en los ejemplos dados, una vez que coincides con esa energía, puedes sentir
física y emocionalmente la incomodidad pesada y pegajosa del problema de la
otra persona. Sin embargo, existe otra opción. Al volverte más consciente y
diestro, dispones de la valiosa habilidad del discernimiento. En lugar de
entrar en esa energía caótica e intensa, implicarte en ella, revestirte con
ella, simplemente puedes observarla, discernir si eso es problema tuyo, y luego
elegir cómo intervenir, o si quieres implicarte.
Podrías
decir "Caramba, oigo que estás en un lío, pero antes de hablar sobre eso,
¿cómo estuvo ayer la graduación de tu hijo?" En este caso lo estás ayudando a separar su
energía y su atención, que están puestas en el problema, del problema
mismo. Estás distinguiendo la diferencia
entre la persona y su problema. Tu amigo y el problema nunca son lo mismo, a
menos que se fusionen y él se vuelva uno con el problema. Cuando tú cambias el
enfoque y empiezas a crear espacio para ver el problema de una manera diferente
y menos involucrada, tu amigo también lo hará. Pronto, el asunto tan cargado
que tenía un momento atrás ya no es tan importante ni tan desesperado. Tú y él
empiezan a discernir la diferencia entre ser el problema y observar el
problema.
Todos
vivimos nuestros problemas demasiado a menudo. ¿Cuántas veces tú, igual que tu
amigo, te quejaste de no tener suficiente dinero, de estar harto, deprimido,
triste, o no estar bien? La verdad es que nunca has estado mal. Es imposible no
estar bien. Sin embargo, la mayoría nunca ha considerado esta idea. Puedes tener un resfrío, o sentirte
deprimido, o tener problemas de dinero, pero siempre estás bien.
Cuando
empiezas a discernir y reconocer la diferencia entre "estoy bien" y
"sucede que tengo un problema de dinero, o estoy triste, o enfermo"
entonces tienes el poder de cambiar y reacomodar tus circunstancias. Cuando te identificas y te envuelves en el problema,
le das cuerda, te preocupas y le permites correr por dentro de tu cuerpo, tú y
el problema están en el mismo espacio incómodo. Nunca puedes resolver el
problema si estás en el medio de él. No tienes el poder para adaptar tu
circunstancia si estás acelerado, sumido y abrumado por él. Una vez que entiendes que no puedes no estar
bien, ya no eres una víctima de la situación. Desde esta nueva percepción
conciente, tu problema se vuelve una circunstancia, y ahora tienes el espacio
necesario para considerar nuevas soluciones potenciales distintas. Estás bien,
Y estás rodeado por un lío. Tú no eres el lío.
Cuando
te encuentres en un drama de alta intensidad, es hora de felicitarte, no de
castigarte a ti mismo. La mayoría de las personas van por la vida sin notar
jamás cómo su ruido y su drama las afecta a ellas, a su entorno, y a otros.
Notar el propio ruido es un paso fundamental para volverse consciente de estar
inconsciente. Esto es gran cosa, y es un
momento para que aproveches y observes tanto tu reacción como tu energía. Muy
pocos de nosotros podemos salir fácilmente de un estado cargado emocionalmente
cuando estamos atascados en él. Pero
ahora que estás volviéndote consciente de los pensamientos, los hábitos y
emociones anclados en tu inconsciencia, el cambio desde estar inconsciente a
volverte consciente sucede mucho más rápido. Aquí van algunas acciones que tienes disponibles si
descubres que realmente estás en medio de una situación abrumadora que está
atravesando tu espacio.
·
Desentiéndete. Date un respiro, toma
una siesta, una caminata. Quítate físicamente de la situación hasta que
recuperes tu equilibrio y tu alineación.
Si no es conveniente que te vayas de donde estás, puedes recuperar tu
equilibrio simplemente yendo al lugar de sanitarios de la compañía y sentándote
allí. O aleja tu sillón del escritorio y
gíralo de modo que puedas tomar un poco de distancia entre la situación y tú.
·
Cierra los ojos. Comprueba tu cordón de
arraigo, o conexión a tierra. Córtalo e
instala uno nuevo. Dale la orden de atraer magnéticamente cualquier energía
fuera de equilibrio, o cualquier actitud
que estés experimentando ahora.
·
Nota las emociones y sensaciones que
pulsan en tu mente y en tu cuerpo. Con tu mano imaginaria, toma algo de lo que te
está recorriendo y arrójalo hacia abajo por el cordón de arraigo.
·
Usa la herramienta de la Rosa para
hacer separaciones con respecto a los otros involucrados.
·
Piensa intencionalmente, o recuerda,
algo que te haga sentir mejor. Elige algo que no tenga absolutamente nada que
ver con la situación actual. Cuando cambias tu pensamiento, también cambian tu
humor, tu energía y las experiencias resultantes.
·
Recuérdate que estás siempre bien, aun si
tienes algún tropiezo de vez en cuando. Tú no eres este problema.
·
Una vez recuperado tu equilibrio,
puedes usar la habilidad del discernimiento para identificar con qué parte de
este problema puedes hacer algo, y qué parte no es tuya y no te corresponde.
Con
las herramientas que se te han dado, tienes no solo la capacidad de reacomodar
tus circunstancias, sino también recordar, empoderarte y alinearte. Puedes
experimentar este cambio dinámico que te llevará a una conciencia de quinta
dimensión con facilidad y de manera divertida.
Por
Jim Self y Roxanne Burnett
Capítulo
21 del libro ¿Qué quieres decir con que la 3ª dimensión se está yendo?
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Traducción:
M. Cristina Cáffaro