jueves, 28 de diciembre de 2017

Regreso a Lemuria - Parte 1 - Kryon

Canalización de Kryon por Lee Carroll
Regreso a Lemuria
Hawái, 20 de diciembre de 2017

Parte 1
 Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
El momento es más conmovedor que lo que ustedes saben. Algunos han venido para unas vacaciones, otros para una celebración, pero ninguno de ustedes tiene verdaderamente una idea de dónde está. No podrían; ¡no podrían! Por muy sintonizado que esté su akash, lo que sucedió aquí - aquí mismo - es muy profundo para muchos en este planeta, y especialmente para quienes llegan ahora para celebrarlo, tan profundo que no puede realmente contenerse. Pero el residuo de aquello los trae de regreso.
En los próximos días les voy a dar algo de historia, algunos recordatorios de lo que aquí sucedió. Pero aun antes de hacerlo, el recordatorio es este: no están en una isla; están sobre la montaña de Lemuria. La montaña; una montaña enorme, la más alta de la Tierra. Y el recordatorio es que ustedes no están en absoluto en la elevación en que solía estar la tierra de Mu, el pequeño continente en medio del Pacífico. Y todo esto será explicado nuevamente, tanto en canalización como por mi socio,  en los próximos tres días.
Lo que quiero contarles es algo que sólo mencioné brevemente en el pasado; una experiencia que tuvo mi socio y que yo quiero transmitirles en esta ocasión. ¡Silencio!  ¿Pueden sentir el viento? Aun dentro de este salón, esotéricamente; el viento de la Creación.
La Lemuria que ustedes celebran no es de tanto tiempo atrás, realmente; les contaremos más sobre ella. Fue el inicio de la información de la Luz Sagrada, la plataforma de lanzamiento del akash, y muchos llegaron a través de esta sociedad.
Esto ahora es una isla; fue la cumbre del volcán en ese entonces, como lo es ahora, excepto que entonces estaba más activo - ligeramente. Las otras cumbres de la montaña que hoy son islas, en los tiempos de Lemuria estaban aún extinguidas, porque el deslizamiento de las placas del planeta es lento. Lemuria fue muy reciente, como volveremos a discutir; reciente en la historia que ustedes llaman historia. ¿Ya pueden sentirlo? Hay algo aquí. El suelo, la lava en que están parados; muy pocos estuvieron aquí en los días de Lemuria, porque estaba aproximadamente a 33.000 pies de altura (N.T. aprox. 10.060 m.)  Sin embargo, déjenme contarles lo que le sucedió a mi socio.
Antes del conocimiento que ustedes hoy celebran, antes de que mi socio canalizara nada sobre Lemuria, sobre lo que podría haber sucedido aquí, lo que eso significaba esotéricamente, históricamente, lo que sea, él vino a canalizar a Kryon y, extrañamente, canalizó aquí, sobre esta cumbre de la montaña que hoy llaman la isla grande. Fue su primera experiencia, más de veinte años atrás. En un lugar llamado Parker Ranch, allí es donde estuvo. En ese entonces la asistencia no era numerosa, tal vez hubo cincuenta personas. Y el lugar donde estuvo solía ser un club. Antes de sentarse a canalizar, mi socio vio a un hombre entrar y sentarse en la última fila. El hombre tenía el pelo canoso, obviamente era hawaiano. Llevaba un bastón. Se sentó y observó cuando mi socio entró a canalizar. Cuando mi socio salió de la canalización, el hombre se había ido. Esto sucedió nuevamente dos veces más cuando mi socio volvió a estos lugares, estas islas, cumbres de la montaña. Y mi socio sabía que en esto había algo, él lo sentía. Solía llorar aun antes de llegar, sabiendo que algo había en esto, y sin embargo la canalización no decía qué era. A medida que pasaba el tiempo, empecé a contarle algo más sobre eso.
El hombre de pelo blanco y bastón regresó dos veces más, igual que lo había hecho la primera vez; cualquiera fuera la isla donde mi socio canalizaba, el hombre acudía, solo por unos momentos lo veía, y se iba antes de que mi socio saliera de la canalización. Mi socio ni siquiera entendía si él era real o no, porque solo venía por un momento y luego se iba. Mi socio no lo veía irse, pero se había ido.
Eventualmente se presentó y se dio a conocer como un Kamuna y su nombre era Makúa. Y con completa inocencia e ingenuidad mi socio preguntó: "¿Qué quiere decir Makúa?" Y él dijo: "Significa Makúa. Chamán para la era, para el tiempo." Entonces mi socio se dio cuenta de que era el sostenedor de las tradiciones de los ancestros, las tradiciones originales de Mu, de Lemuria. Las que databan directamente de los pleyadianos. Y entonces Makúa aceptó ser maestro para algunos de los grupos que mi socio iba a traer a las islas de Hawái, especialmente a esta isla llamada Hawái que era su hogar.
Quiero contarles solo un episodio porque, queridos, quiero que aquellos de ustedes que van a ir a la caldera recuerden esta historia de ahora, porque allí es donde estarán. La gran abertura en la cima de la montaña, la caldera, estaba llena de lava que entonces estaba activa en Lemuria y ahora no lo está. Va y viene a veces, o se abre una fisura a veces y humea, o a veces se puede ver la lava. Pero después de los días de Lemuria ha habido muchos lugares donde brotaba la lava. De modo que la caldera no está tan activa como lo estaba en Lemuria. No la veían, estaba demasiado alta. Yo estaba parado con mi socio - ¿qué les parece eso, los dos juntos? - porque había canalización al borde de la caldera, no hace muchos años, conducidos por Makúa. Y él dio las enseñanzas que deseaba al grupo allí presente, y empezó la canalización, y cuando terminó Makúa dijo: "Quiero mostrarles algo." y llevó a mi socio a un lugar que no era el lugar donde estaba el grupo. Una pequeña caminata y él dijo: "Esto es un lugar donde se reunían los varones." Esto fue antes que mi socio comprendiera las diferencias en el honrar a lo femenino en esta isla. Él no tenía idea de por qué los varones iban a un lugar y las mujeres a otro, sin comprender siquiera que aún en nuestros días en ciertas culturas hay lugares donde las mujeres se reúnen de manera sagrada y allí solo van las mujeres. Y no es una segregación de los géneros; es un homenaje a la sacralidad de la madre. Y ése es el punto. Los varones tenían que ir a otro lugar porque ellos no tenían esa sacralidad de la madre. No comprendían a la madre, no estaban equipados, lo estaban para otras cosas que sostenían a la madre.
Y él me llevó junto con mi socio a otra área aparte, porque mi socio todavía sentía que estaba canalizando. Él sentía la energía de la canalización y no sabía por qué, ya que había cerrado la canalización y sin embargo yo todavía seguía con él. Y era para que yo pudiera recibir y dar el mensaje y decir "Está bien, socio mío" cuando Makúa señaló un lugar a la distancia y dijo: "Allí es donde están enterradas las canoas de la Luz." Y mi socio no sabía qué significaba eso. En ese punto le hice un guiño y le dije "Es una metáfora, es una metáfora. Algo así."  Quiero que piensen en eso; los pleyadianos llegaron a este lugar. Y si ustedes piensan que vinieron esotéricamente, o en vehículos, o en lo que sea, la cuestión es que enterraron la esencia de su viaje, porque se quedarían. ¡Esta es una de las historias de amor más grandes de la galaxia! Y se revelará más a medida que ustedes avancen, porque ellos se quedaban, no había regreso. Ellos sabían que ese era el lugar, esa era el área, donde enseñarían durante miles de años, donde tendrían hijos que serían especiales, que también enseñarían, y donde nacería el akash con que se continuaría su estirpe. Continuaría su línea de sangre.
En los medios sociales algunos acusaron a mi socio de no ser totalmente humano (se ríe). Algunos dicen que viene del espacio, y dicen: "Cuidado, no es realmente humano."  Bueno, tengo noticias para cualquiera que escuche: "¡Ninguno de ustedes lo es! Ninguno lo es; esa es la historia de amor de la que quiero hablar este fin de semana. Y esa es la historia de la Creación, es la razón por la que, aparentemente, ustedes tienen 23 pares de cromosomas.
Makúa le dio a mi socio un manuscrito; era uno de cuatro. Y dijo: "Aquí están todos los secretos del linaje que yo enseño. Tuve que revisarte durante años para ver si eras puro, porque el linaje de la pureza de mi raza algún día desaparecerá, y estas cosas deben ser conocidas." Poco tiempo después, Makúa falleció en un accidente de tránsito en esta misma isla. Los chamanes no conducen bien. Y el linaje de su chamanismo pasó a una mujer; por primera vez en la historia no había un heredero listo para recibir esa herencia.  Esa mujer está aquí, y vive aquí, no lejos de donde vivía Makúa, y su nombre es Kalei. Y él le dio a ella el mismo manuscrito que le dio a mi socio. Mi socio y Kalei están aliados en la tradición de la Montaña.
Le dije a mi socio que no lo leyera, y me obedeció. Yo no quería que contaminara lo que yo iba a canalizarle; quería que esperara hasta mucho después de 2012 para abrir esas páginas y leer la verdad que él ha estado canalizando durante todos estos años. Una verdad que dice que la humanidad lo logrará, y ha pasado este hermoso capítulo de la evolución llamado 2012, la precesión de los equinoccios.  Hay mucho más para darles. Pero como ustedes van a estar pronto junto al cráter, y yo canalizaré de nuevo allí, quiero que sientan el viento de la Creación que soplará sobre ustedes, y en sus rostros, y que incluso lo hace ahora para aquellos de ustedes que saben de qué hablo y comprenden la metáfora; esta es un área especial, un tiempo especial: ustedes ha venido al lugar donde empezó la enseñanza de la Luz y la belleza. Lo que ustedes hoy necesitan para poder cruzar este puente de evolución de la humanidad, que empezará a crecer y florecer, a volverse sabia y continuar.
Queridos, vienen al lugar correcto en el momento correcto; recuerden a Makúa. Vean a Makúa en Kalei, porque ella habla de las mismas historias que él le contó, pero entiendan que ahora  lo femenino lleva la antorcha de los ancestros con esto, la plataforma de lanzamiento del akash para la humanidad, aquí mismo.
Y así es.
Kryon
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro